“Los armados han utilizado la pandemia para ejercer más control”: Acnur
Cerca de 11.800 personas se desplazaron de sus territorios por enfrentamientos entre grupos armados este año, otras mil lo hicieron por amenazas. Más de 8.000 familias están confinadas en la frontera.
En el Día Mundial del Refugiado y el Desplazado y ad portas de que se cumplan tres años de la dejación de armas de las Farc, Colombia sigue siendo un país en donde el confinamiento y el destierro están tristemente vigentes. Las cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) muestran que por culpa de los enfrentamientos entre grupos armados ilegales se han desplazado 11.800 de las 13.400 personas que salieron de sus territorios en lo corrido de este año. Por combates con la fuerza pública 274 personas se desplazaron. Ni la pandemia frenó los gatillos.
(Lea también: El excombatiente que pide al Estado que lo proteja de integrantes del Ejército)
Estas cifras corresponden a los 43 desplazamientos masivos que se presentaron en lo que va del 2020 en los departamentos de Nariño, Chocó, Antioquia, Norte de Santander y Cauca. La agencia de las Naciones Unidas reportó que, al igual que en 2019, el impacto del conflicto se concentró en el Pacífico, principalmente, en la costa nariñense, de ahí que ese sea el departamento con más desplazados en este período: 7.062 personas. Frente al confinamiento, son 30.497 personas las que sufrieron este flagelo, siendo la frontera colombo-venezolana, en Norte de Santander, en donde mayoritariamente hubo confinamientos por estas confrontaciones. Jozef Merkx, jefe de Acnur para Colombia, habló de los desafíos de la asistencia humanitaria en medio de una pandemia y con la guerra viva.
¿Qué tan grave es el fenómeno del desplazamiento forzado y confinamiento en el país tras la firma del Acuerdo de Paz?
Históricamente hubo el desplazamiento interno más alto a principios de 2000, 2002, me acuerdo de que eran cifras muy altas comparadas con esta época. Sin embargo, sigue dándose el desplazamiento. Desde la firma del acuerdo hasta la fecha casi 340.000 personas fueron afectadas con el desplazamiento masivo e individual y eso nos preocupa. No son las cifras tan altas como en el pasado, pero en ciertas zonas como Nariño, Pacífico, sur de Córdoba, Catatumbo este fenómeno se sigue dando por la guerra que se reconfiguró después del proceso de paz con las Farc.
Chocó, con 3.257 personas desplazadas de sus territorios, es uno de los departamentos más afectados con este flagelo en 2020. ¿Qué está pasando en esa región?
Al igual que en el año 2019, el impacto de la dinámica del conflicto armado y la violencia se ha concentrado en el Pacífico. En el Chocó, por ejemplo, hemos registrado mayoritariamente el desplazamiento de miles de indígenas y afrodescendientes. Allí hemos visto afectaciones en el Alto Baudó y Bojayá. No estamos siguiendo el tema de los líderes sociales asesinados, pero dichas amenazas u homicidios también están ocurriendo en las zonas donde hay desplazamiento y eso claramente afecta a los indígenas y afros, y el trabajo de los líderes se vuelve más complejo.
La otra subregión del Pacífico con cifras alarmantes de desplazamiento es Nariño: 7.062 personas en lo corrido del año. ¿Qué está pasando con esas personas que dejan todo por huir a la muerte violenta?
Para el año 2020 ya hemos registrado cerca de 13.000 personas por desplazamiento interno y casi 30.000 por confinamientos. Desde marzo, cuando empezó el confinamiento por la crisis del COVID-19, el acceso humanitario a esas comunidades ha sido más difícil y los armados están aprovechándose de eso para afianzar su control territorial. El constante enfrentamiento armado entre distintos bandos, con el 86 %, es la causa más recurrente de los desplazamientos en Nariño, Chocó, Antioquia, Cauca y Norte de Santander. Y un dato clave: los afrocolombianos siguen siendo los más impactados con este flagelo, con el 58 % de los 13.000 casos de desplazamiento que se han registrado en 2020.
(Lea también: Las deudas del Estado con las comunidades afro e indígenas II parte)
¿Cuál es seguimiento que le están haciendo a las 13.000 personas desplazadas?
La Unidad de Víctimas, particularmente en Chocó y Nariño, ha reaccionado junto con la comunidad internacional para tener una respuesta humanitaria adecuada. Sin embargo, en los últimos dos meses que ha afectado al Chocó, ha sido un reto poder abordar las acciones humanitarias que existen.
¿Existe algún riesgo en este momento para los organismos humanitarios en estas zonas de conflicto?
Hasta ahora hemos sido afortunados y los armados han respetado a las misiones de Naciones Unidas. Pero, de nuevo, con la crisis del coronavirus hemos visto que los grupos han utilizado la pandemia para tener más control. amenazan a través de panfletos para controlar a la población y eso afecta el acceso humanitario en zonas del país.
¿Cuál fue el caso de desplazamiento más complejo en lo corrido de 2020?
Hemos visto muchos flujos en la frontera de Cúcuta. Desde el 14 de marzo más de 24.000 venezolanos han retornado a su país, según Migración Colombia, porque hay muy pocas posibilidades de sostenerse con los trabajos informales como lo venían haciendo miles. Y eso ha causado muchos problemas, porque no aguantan la cuarentena que estamos viviendo.
¿Cuál es el mensaje que envía a los colombianos en esta coyuntura y con miles de migrantes (colombianos y extranjeros) caminando por las regiones del país?
Como agencia para los refugiados pensamos que aquellas personas que hoy están viviendo la doble crisis de la guerra y la pandemia la tienen más difícil en este momento. Miles de ellos tienen que dormir en las calles, y la discriminación y xenofobia aumentan. Y nosotros hacemos un llamado a la cordialidad, a la solidaridad para asegurar que la gente en movimiento también pueda acceder a los servicios de salud y pueda tener apoyo en esta situación difícil. El COVID-19 no tiene nacionalidad.
(Lea también: Los pueblos negros despojados están lejos de ser dueños de sus tierras)
En el Día Mundial del Refugiado y el Desplazado y ad portas de que se cumplan tres años de la dejación de armas de las Farc, Colombia sigue siendo un país en donde el confinamiento y el destierro están tristemente vigentes. Las cifras de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) muestran que por culpa de los enfrentamientos entre grupos armados ilegales se han desplazado 11.800 de las 13.400 personas que salieron de sus territorios en lo corrido de este año. Por combates con la fuerza pública 274 personas se desplazaron. Ni la pandemia frenó los gatillos.
(Lea también: El excombatiente que pide al Estado que lo proteja de integrantes del Ejército)
Estas cifras corresponden a los 43 desplazamientos masivos que se presentaron en lo que va del 2020 en los departamentos de Nariño, Chocó, Antioquia, Norte de Santander y Cauca. La agencia de las Naciones Unidas reportó que, al igual que en 2019, el impacto del conflicto se concentró en el Pacífico, principalmente, en la costa nariñense, de ahí que ese sea el departamento con más desplazados en este período: 7.062 personas. Frente al confinamiento, son 30.497 personas las que sufrieron este flagelo, siendo la frontera colombo-venezolana, en Norte de Santander, en donde mayoritariamente hubo confinamientos por estas confrontaciones. Jozef Merkx, jefe de Acnur para Colombia, habló de los desafíos de la asistencia humanitaria en medio de una pandemia y con la guerra viva.
¿Qué tan grave es el fenómeno del desplazamiento forzado y confinamiento en el país tras la firma del Acuerdo de Paz?
Históricamente hubo el desplazamiento interno más alto a principios de 2000, 2002, me acuerdo de que eran cifras muy altas comparadas con esta época. Sin embargo, sigue dándose el desplazamiento. Desde la firma del acuerdo hasta la fecha casi 340.000 personas fueron afectadas con el desplazamiento masivo e individual y eso nos preocupa. No son las cifras tan altas como en el pasado, pero en ciertas zonas como Nariño, Pacífico, sur de Córdoba, Catatumbo este fenómeno se sigue dando por la guerra que se reconfiguró después del proceso de paz con las Farc.
Chocó, con 3.257 personas desplazadas de sus territorios, es uno de los departamentos más afectados con este flagelo en 2020. ¿Qué está pasando en esa región?
Al igual que en el año 2019, el impacto de la dinámica del conflicto armado y la violencia se ha concentrado en el Pacífico. En el Chocó, por ejemplo, hemos registrado mayoritariamente el desplazamiento de miles de indígenas y afrodescendientes. Allí hemos visto afectaciones en el Alto Baudó y Bojayá. No estamos siguiendo el tema de los líderes sociales asesinados, pero dichas amenazas u homicidios también están ocurriendo en las zonas donde hay desplazamiento y eso claramente afecta a los indígenas y afros, y el trabajo de los líderes se vuelve más complejo.
La otra subregión del Pacífico con cifras alarmantes de desplazamiento es Nariño: 7.062 personas en lo corrido del año. ¿Qué está pasando con esas personas que dejan todo por huir a la muerte violenta?
Para el año 2020 ya hemos registrado cerca de 13.000 personas por desplazamiento interno y casi 30.000 por confinamientos. Desde marzo, cuando empezó el confinamiento por la crisis del COVID-19, el acceso humanitario a esas comunidades ha sido más difícil y los armados están aprovechándose de eso para afianzar su control territorial. El constante enfrentamiento armado entre distintos bandos, con el 86 %, es la causa más recurrente de los desplazamientos en Nariño, Chocó, Antioquia, Cauca y Norte de Santander. Y un dato clave: los afrocolombianos siguen siendo los más impactados con este flagelo, con el 58 % de los 13.000 casos de desplazamiento que se han registrado en 2020.
(Lea también: Las deudas del Estado con las comunidades afro e indígenas II parte)
¿Cuál es seguimiento que le están haciendo a las 13.000 personas desplazadas?
La Unidad de Víctimas, particularmente en Chocó y Nariño, ha reaccionado junto con la comunidad internacional para tener una respuesta humanitaria adecuada. Sin embargo, en los últimos dos meses que ha afectado al Chocó, ha sido un reto poder abordar las acciones humanitarias que existen.
¿Existe algún riesgo en este momento para los organismos humanitarios en estas zonas de conflicto?
Hasta ahora hemos sido afortunados y los armados han respetado a las misiones de Naciones Unidas. Pero, de nuevo, con la crisis del coronavirus hemos visto que los grupos han utilizado la pandemia para tener más control. amenazan a través de panfletos para controlar a la población y eso afecta el acceso humanitario en zonas del país.
¿Cuál fue el caso de desplazamiento más complejo en lo corrido de 2020?
Hemos visto muchos flujos en la frontera de Cúcuta. Desde el 14 de marzo más de 24.000 venezolanos han retornado a su país, según Migración Colombia, porque hay muy pocas posibilidades de sostenerse con los trabajos informales como lo venían haciendo miles. Y eso ha causado muchos problemas, porque no aguantan la cuarentena que estamos viviendo.
¿Cuál es el mensaje que envía a los colombianos en esta coyuntura y con miles de migrantes (colombianos y extranjeros) caminando por las regiones del país?
Como agencia para los refugiados pensamos que aquellas personas que hoy están viviendo la doble crisis de la guerra y la pandemia la tienen más difícil en este momento. Miles de ellos tienen que dormir en las calles, y la discriminación y xenofobia aumentan. Y nosotros hacemos un llamado a la cordialidad, a la solidaridad para asegurar que la gente en movimiento también pueda acceder a los servicios de salud y pueda tener apoyo en esta situación difícil. El COVID-19 no tiene nacionalidad.
(Lea también: Los pueblos negros despojados están lejos de ser dueños de sus tierras)