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Vicente Sierra empezó a caminar de la casa a la puerta de la finca y de la puerta de la finca a la casa. La ansiedad lo invadió después de las 7 de la noche del 1.° de septiembre de 2019. Calculaba que, pasada esa hora, Karina García y su comitiva llegarían a la cabecera de Suárez, en donde tendrían una reunión política; pero a eso de las 4 de la madrugada, su sobrina Karina, su hermana Otilia y cuatro personas más que las acompañaban en la camioneta no aparecían. A esa hora, Vicente había repasado en su mente lo que Karina le había dicho la tarde anterior mientras animaban un partido de fútbol de mujeres en las montañas de Suárez: “Cuando estés en la finca y yo no esté, cuida mucho a mi hijo, tengo miedo de que Rubén Devia le haga algo, me lo mande a matar”.
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Pasadas las 4 de la madrugada, Vicente llamó a la hermana de Karina, Jennifer, y a su padre, Orlando García, y les informó que no sabía nada de ellas, que estaban desaparecidas desde hacía ocho horas. Hacia las 6:15 de la mañana llegó la noticia a la finca de los Sierra. Ya habían pasado once horas desde que habitantes de la vereda La Floresta, en el corregimiento de Betulia, escucharon el tiroteo, la explosión y vieron arder la camioneta en la mitad de la trocha que bordea esas montañas de la cordillera occidental. Eran las 8:30 de la noche, dijeron los testigos. A esa hora, Vicente caminaba por el jardín rogándole a Dios que no se hubiesen cumplido las amenazas que Karina denunció, tres días antes de la emboscada, en un Comité de Garantías Electorales. En esa reunión estuvieron el alcalde Hernando Ramírez y los otros candidatos. Del encuentro quedó una grabación de 110 minutos, cuyo contenido está en poder de este diario.
Tres días antes
A las 5:30 de la tarde del 29 de agosto de 2019, Karina García llegó al auditorio de la Alcaldía de Suárez, en el norte del Cauca, en donde denunció que le estaban rompiendo los afiches y pendones de su campaña política, y que los autores intelectuales eran los mismos que conspiraban contra ella diciendo que era la candidata de los “hermanos Ochoa Vásquez”. “Donde la guerrilla no agrada van y dicen que soy su candidata, y a la guerrilla le dicen que soy la candidata de los paramilitares, y así. Entonces, en serio, pongámosle responsabilidad a la contienda. A mí ya me han llamado dos personas a advertirme, y esos nombres están en la Fiscalía encargada de derechos humanos de Popayán y en la de Santander de Quilichao, dos personas a alertarme de que me quieren pegar un susto. En el dichoso susto puede haber consecuencias fatales y no solo conmigo sino con la gente que me acompaña”. Esa fue su primera intervención en el comité.
En las cerca de dos horas que duró la reunión, Karina pidió la palabra siete veces y habló 17 minutos en total. Sobre todo, solicitando insistentemente que el alcalde Ramírez hiciera algo para que la Misión de Observación Electoral (MOE) y la Defensoría del Pueblo llegaran a Suárez a revisar su situación. Y dejó constancia de que detrás de la guerra sucia contra su campaña electoral había dineros oscuros, “personas que se aprovechan de la presencia de grupos al margen de la Ley para hacer sus fechorías”, dijo. Y detalló: “La semana pasada, eso fue el sábado, subíamos a Altamira y quisimos poner una pequeña carnada: volví a poner publicidad, varios afiches en Betulia. En la noche, mientras bajábamos la montaña, cogimos a las personas dañado la publicidad; uno se escabulló, al otro lo seguimos hasta Betulia y me le paré al lado. El tipo estaba empistolado, le pregunté: “Dígame, ¿por qué está dañando la publicidad?”. El tipo se asustó. Si fuera real que el comandante se lo había ordenado, como lo han dicho, él me lo habría manifestado. Y quiero que quede constancia de esto aquí, que está el Ejército, la Policía: la respuesta de él fue: “No sé, hay que averiguar con el jefe”. Le dije: “Con cuál jefe si ya la comunidad averiguó y de los altos mandos no ha salido ninguna orden, ellos no se están metiendo en temas políticos”. ¡Entonces!”, exclamó Karina frente al auditorio. “Hoy, ya están averiguando allá quiénes fueron las personas que les pagaron a estos dos sujetos”, precisó.
Durante la reunión, Karina también advirtió que por cuenta de los comentarios en su contra había tenido que ir a la cordillera a hablar con los disidentes de la columna Jaime Martínez, porque, supuestamente, ella iba a llevar a los paramilitares. “Y si no me hubieran llamado a aclararlo entonces qué, ¿me matan?, ¿queda mi hijo huérfano? Yo sí les pido en serio, aquí yo soy una candidata, pero también tengo una familia. Ya, suéltenme, porque es que me tienen los cuatro candidatos, a excepción del candidato de Ronald [Villegas], que es de los que más suave tiran, pero los demás están siendo muy irresponsables con los comentarios que hacen”, exclamó Karina en medio de un discurso en el que, por momentos, se le escuchó la voz quebrada, y por otros, una voz fuerte y vehemente contra dos de sus cuatro contendores hombres por la Alcaldía de Suárez: John Jairo Osorio Bravo (avalado por Cambio Radical) y César Lizardo Cerón (por una coalición de partidos). El otro era Enrique Gutiérrez Pineda (del partido MAIS), a quien Karina también eximió en dicha reunión de que estuviera conspirando contra su candidatura.
El alcalde le dijo que si tenía pruebas contra los candidatos que los denunciara ante la Fiscalía. Ella le respondió que eso era lo primero que había hecho y que esa misma mañana había ido a la Fiscalía para ampliar su denuncia. El alcalde continuó: “Primero que todo, quiero manifestarle que, si bien soy el jefe de la Policía, no estoy vestido de ese poder para brindarle la garantía. Usted tiene un esquema de seguridad que se lo brinda la UNP (Unidad Nacional de Protección) y estas cosas debe denunciarlas ante la Fiscalía. No soy yo el que tiene que investigar quién le está dañando su publicidad, quién le está llevando los comentarios allá”, dijo Ramírez. Karina le interpeló: “Alcalde, qué pena si usted no lo sabe, pero a los funcionarios se nos investiga por hacer o no hacer. Muéstreme los oficios donde ha notificado a la MOE de lo que está pasando; también los oficios con los que notificó a la Defensoría del Pueblo. Eso es lo que estoy pidiendo”.
Principalmente, Karina le dijo que solicitara los refuerzos necesarios para que hubiera garantías para todos los que participaban en la contienda electoral: “Sí, yo cuento con un esquema de protección, pero olvídese, el día que quieran hacer algo por encima del esquema lo hacen”, sentenció la candidata del Partido Liberal.
(Vea: Las alertas no escuchadas en el caso de Karina García)
Karina también temía por las represalias que podía sufrir a raíz de su proceder contra la corrupción en Suárez desde la Personería Municipal, cargo que ocupó entre 2016 y 2018. Ella documentó una docena de denuncias contra el exalcalde Rubén Darío Devia en el período 2012-2015. Algunas fueron declaraciones juramentadas que ella misma tomó a los presidentes de juntas comunales, quienes aparecían recibiendo unas cantidades de alimentos para alguna minga y la realidad era otra. En un informe que presentó a la Contraloría encontró falsificación de firmas y alteración de cantidades en contratos de suministros que ejecutó Devia, lo cual originó que lo inhabilitaran para desempeñar cargos públicos desde 2019 hasta 2024.
El exalcalde Devia asegura que lo de la amenaza contra el hijo de Karina es una falsedad, que se quiere desviar la investigación y que ya se sabe que el autor de la masacre fue la columna Jaime Martínez: “Nosotros fuimos contendores políticos y ella, cuando fui alcalde, me hizo una fuerte oposición porque era concejal. Pero en lo personal nunca tuve problemas con ella, incluso, al principio la relación fue buena. Pero ella se hizo con otro grupo político para hacer oposición. Nosotros nos saludábamos, hablamos. Ella, desde luego, hizo varias quejas cuando fue concejal y luego como personera se originaron algunos expedientes en la Procuraduría, pero lo que yo he hecho es asistir”, dijo Devia.
Una vez Karina renunció al cargo para lanzarse a la Alcaldía, emprendió su discurso contra los corruptos y prometió mandarlos a la cárcel si ganaba. Semanas después, se encontró con Rubén Darío Devia como gerente de la campaña de uno sus principales contendores: César Lizardo Cerón, al que también acusó de juego sucio. Por eso Devia, ese 29 de agosto, salió a defenderse como aparece en el audio: “Exigimos respeto a la señora Karina, que está endilgándonos una responsabilidad directa. Ha descartado a los candidatos Enrique y Ronald, quedamos dos candidaturas: la del señor John Jairo Osorio y la de Cesar Cerón, que estaríamos detrás de eso. Por nuestra parte, tendría que probarlo”, le respondió.
Después, Karina volvió a tomar la palabra y la emprendió contra el otro candidato: Jhon Jairo Osorio a quien señalaba de ser el ungido del alcalde Ramírez. Ese 29 de agosto en el auditorio de la Alcaldía le pidió que aclarara el mensaje de WhatsApp que le había enviado la noche anterior y en el que señaló que ella era la candidata del alcalde. “Aquí tengo el mensaje, aquí tengo la discusión que tuve con él”, refirió Karina. Enseguida, Jhon Jairo le respondió que él simplemente le había comentado sobre varios funcionarios de la alcaldía que la apoyaban a ella y que eso era normal: “no sé porque quiere aumentarle el tono a un comentario que le hice ayer. Le hice una apreciación: tal dependencia y tal dependencia yo veo que están identificados con usted y eso no es nada del otro mundo, en todas las campañas ha pasado, en la anterior cuando estuvo Rubén Devia me imagino que hubo funcionarios; cuando yo he sido funcionario siempre tomo partido”, sentenció el candidato Osorio.
En su última intervención antes de marcharse, Karina le respondió a Osorio que él no le había preguntado, sino que le afirmó algo falso. “Que no confundan a la gente con esto. Yo les agradezco mucho a las pocas personas que han mostrado solidaridad con el tema. Alcalde, esto debió haberlo dicho desde un principio, esto se hace con propuestas, no dañando la publicidad del otro candidato ni atacando ni confundiendo a la gente”. “Siempre lo he dicho”, la interrumpió el alcalde. Y Karina le contestó: “Le pido que de aquí en adelante mida sus palabras porque usted es la autoridad en este momento”. Unos quince minutos después terminó la reunión.
Un día después de la masacre
A las 6:15 de la mañana del 2 de septiembre, Vicente Sierra, quien fuera el coordinador de la campaña política de su sobrina, se enteró de todo lo que había sucedido. Que solo había quedado el esqueleto de la camioneta achicharrada por las llamas. Que Karina, su hermana Otilia y los otros cuatro acompañantes (Jeison Camilo Obando, candidato al Concejo, y los líderes sociales Aída Trochez, Héctor González y Lavedis Ramos) estaban desaparecidos. Que en el vehículo quedaron casi 170 orificios de fusil calibre 5.56 y de pistola 9 milímetros como evidencia del ataque. Que les arrojaron cuatro granadas. Que los vidrios del vehículo que tenía Karina para su protección no resistieron la embestida, porque el blindaje solo era nivel 3, cuya resistencia apenas soportaba armas cortas como revólveres y pistolas. “En ese amanecer terminó todo para nosotros”, dice Vicente.
(Vea: Asesinan a Karina García, candidata de la alcaldía de Suárez, Cauca y a otras cinco personas)
A los nueve días, Medicina Legal de Cali le entregó a Vicente dos bolsas de diez centímetros cada una, con el polvo de los restos de Karina y Otilia, y un documento en que le explicaron: “Pierden la vida de forma violenta por heridas producidas por proyectiles disparados por arma de fuego y posteriormente calcinadas”.
Once días después de la masacre, faltando un mes y medio para las elecciones, el comité de garantías convocó a una reunión extraordinaria con el fin de tratar la situación en la que había quedado el proceso democrático en el municipio. Allí, como se escucha en el audio, aparecieron las seguidoras de Karina llorando y defendiendo la honra de su candidata. “Yo sí quiero que se lea el acta de la reunión anterior donde mi candidata, amiga Karina Sierra, expresó lo que pensaba y lo que se habría podido evitar”, expresó Marly Sánchez, candidata al Concejo por el Partido Liberal.
Marly y otros líderes empezaron a interrumpir la reunión porque no aparecían consignadas todas las denuncias y constancias que dejó Karina García ese 29 de agosto. Por ejemplo, nunca apareció este fragmento textual que se escucha en el audio: “Y cuando hablo de la omisión que hablo es porque me he sentido sola frente a la administración municipal. ¿Por qué no se ha activado una ruta aquí frente a mi caso? Pero por dos candidatos se activaron y ellos ni siquiera han tenido cruces con hombres armados como los he tenido yo”. Por eso, como consta en el acta de ese 12 de septiembre de 2019, la fiscal de Buenos Aires, que acompañaba la reunión, dijo que el suceso era desafortunado y pidió que se reescribiera toda el acta y se volviera a someter a votación para que no se escapara ni una coma del audio. Así se hizo y días después se supo que el primer documento tenía siete páginas y la nueva acta constaba de 19.
Frente a esta irregularidad el alcalde dijo que tenía una relación cordial con Karina y que nunca ordenó que se modificara el acta. “Pero la verdad no tengo conocimiento de qué es lo que les quitaron a las actas. Nunca di esa directriz”.
Once días después del crimen, el presidente, Iván Duque, informó desde Popayán que había muerto en un operativo del Ejército en Suárez un hombre apodado Alonso, que se trataba de un líder disidente de las Farc y que era el autor intelectual de la masacre contra la comitiva de la candidata Karina. A mediados de junio pasado, la Fiscalía anunció otra captura: la de Kennedy Martínez Fernández, conocido como Fierro, quien habría participado en la ejecución de la masacre. Otras seis órdenes de captura están pendientes por ejecutar y el ente investigador tiene la hipótesis de que el determinador y autor intelectual, por cadena de mando, sería Léyder Johany Noscué, Mayimbú, líder de las disidencias de la columna Jaime Martínez. No obstante, teniendo en cuenta las constancias que dejó la difunta, la Fiscalía también investiga el supuesto pago que alguien habría hecho para atacar su campaña y de paso asesinarla.
“Creo que cuando se generen algunas capturas podría darse alguna información al respecto. En el camino se puede ofrecer el principio de oportunidad si el que está detenido ofrece mayores detalles sobre quiénes fueron los determinadores o los que pudieron haber pagado”, dijo una fuente de la Fiscalía. Por lo pronto, se sabe que los audios de estos comités también hacen parte de la investigación de cara a entender si se trató de bajarle el tono, por parte de la administración municipal, a las denuncias que había hecho la candidata Karina García.
Vicente está buscando ayuda para salir del país; Jennifer, la hermana de Karina, está en algún lugar de Colombia sufriendo su orfandad y ayudando a cuidar al hijo huérfano de su hermana, de cuatro años. Ronald Villegas ganó las elecciones con gran parte del electorado de Karina, pero la indiferencia y la intolerancia la vencieron para siempre.