“No tenemos descanso, ni en la muerte”: líderes awá
El fotoperiodista Tom Laffay acompañó a la familia de los líderes indígenas asesinados en Ricaurte (Nariño), a comienzos de diciembre. Estuvo en el momento en que otros líderes recibieron amenazas de muerte mientras transportaban los dos cadáveres. En lo que va corrido del 2018, han asesinado a 34 comuneros de esta etnia, muchos de ellos, voceros ancestrales.
Tom Laffay / Especial para Colombia2020
“No tenemos descanso, ni en la muerte”. La frase es de un líder awá cansado e intimidado por los violentos, de un hombre sin fe en su gobierno y sin esperanza de vida digna. “¿Qué más hay que esperar para evitar que nos maten?”, pregunta. No quiere dar su nombre, prefiere seguir resistiendo desde el anonimato, aunque eso de poco sirva en este territorio periférico y olvidado.
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Las fotografías que acompañan este texto cuentan paso a paso cómo fue el duelo que vivieron los indígenas awá, luego de tener que recoger sin vida los cuerpos de dos de sus líderes asesinados el pasado sábado primero de diciembre. A Héctor Ramiro García, líder y fundador de la organización Camawari, lo mataron en una casa de la guardia indígena, en la vereda Palmar, a unos 300 metros de donde otro hombre le disparó a su hijo de 28 años, Braulio Arturo García Guanga, el recién elegido gobernador indígena. Este último hecho sucedió en la casa de la cultura en construcción, a las 12:30 a.m., en donde se realizó la elección de las autoridades ancestrales, en el mismo sitio donde quedaron las balas en las paredes de la edificación. El asesinato del padre, Héctor Ramiro, fue a la misma hora, pero en una habitación mientras dormía.
Es un recorrido por el sur de Nariño, donde la vida vale poco para los armados, pero significa mucho para quienes insisten en quedarse en el territorio donde nacieron, en medio de la incertidumbre y la penumbra.
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Los hijos de Héctor García revisan el vehículo en el que transportarán a los dos líderes. Túquerres, Nariño.
Miguel Caicedo, líder del pueblo Awá, acompaña a los dos hijos de Héctor García, fundador de Camawari.
La comunidad, en luto por sus líderes. Resguardo Indígena Palmar Imbi, municipio de Ricaurte, Nariño.
Jóvenes de la guardia indígena revisan la casa comunitaria donde Héctor Ramiro García fue asesinado con un tiro mientras que dormía. Resguardo Indígena Palmar Imbi, Municipio de Ricaurte, Nariño 4 de diciembre, 2018.
Familia de Héctor Ramiro y Arturo García despiden a los líderes en su casa.
“No tenemos descanso, ni en la muerte”. La frase es de un líder awá cansado e intimidado por los violentos, de un hombre sin fe en su gobierno y sin esperanza de vida digna. “¿Qué más hay que esperar para evitar que nos maten?”, pregunta. No quiere dar su nombre, prefiere seguir resistiendo desde el anonimato, aunque eso de poco sirva en este territorio periférico y olvidado.
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Los hijos de Héctor García revisan el vehículo en el que transportarán a los dos líderes. Túquerres, Nariño.
Miguel Caicedo, líder del pueblo Awá, acompaña a los dos hijos de Héctor García, fundador de Camawari.
La comunidad, en luto por sus líderes. Resguardo Indígena Palmar Imbi, municipio de Ricaurte, Nariño.
Jóvenes de la guardia indígena revisan la casa comunitaria donde Héctor Ramiro García fue asesinado con un tiro mientras que dormía. Resguardo Indígena Palmar Imbi, Municipio de Ricaurte, Nariño 4 de diciembre, 2018.
Familia de Héctor Ramiro y Arturo García despiden a los líderes en su casa.