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Para varios expertos, la mayor disidencia de las FARC, conocida como Estado Mayor Central (EMC), fue desde su origen una ficción creada para poder apuntarse a la apuesta de paz total del presidente Gustavo Petro.
El 14 de marzo de 2023, el mandatario le concedió estatus político a este grupo armado ilegal bajo la presunción de que había cierta homogeneidad, jerarquía y un componente político sólido, pero desde varios sectores se advirtió que se trataba de una suma de estructuras disimiles, con una unidad de mando apenas en construcción, que apuntaba a ‘Iván Mordisco’ como máximo comandante sin que en realidad él pudiera dar línea a todos los frentes.
Ahora, Mordisco hace parte de la facción del grupo disidente que se levantó de la mesa de diálogos y contra la cual el Gobierno anunció una “ofensiva total”, mientras que con la otra parte del EMC, liderada por Alexánder Mendoza, conocido como Calarcá Córdoba, continuarán las conversaciones.
La inestabilidad por cuenta de estructuras del Cauca
Aunque en octubre del año pasado se logró instalar formalmente una mesa de diálogos de paz con el autodenominado EMC, las fisuras no se hicieron esperar. Luego de las elecciones regionales, las estructuras del Bloque Occidental (con presencia en Cauca, Nariño y Valle) alertaron de una crisis en la negociación por la presencia de militares en el Cañón del Micay, una región estratégica para su economía de guerra, que desde un inicio fue el punto de disputa con el Gobierno.
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Desde entonces el país comenzó a ver cómo ese Bloque y sus frentes en el Cauca se convirtieron en el mayor factor de inestabilidad en el proceso de paz, por sus reiterados hechos de violencia, ataques terroristas y amenazas contra las comunidades, especialmente contra el movimiento indígena.
Pese a estos hechos, los diálogos con el EMC venían avanzando e incluso contaban con un cese al fuego bilateral, pero todo dio un giro en el mes de marzo, tras un atentado del EMC contra una comunidad indígena en Toribío, que llevó al presidente Petro a suspender el alto al fuego en tres departamentos del suroccidente del país (Cauca, Nariño y Valle).
Suspensión del alto al fuego, el detonante de la ruptura
Según le contaron a Colombia+20 fuentes en la mesa de diálogos, las tensiones entre los frentes del EMC se venían cocinando desde mucho antes de que el jefe de Estado decretara la suspensión regional del cese al fuego.
Iván Mordisco no hacía presencia en la mesa, y tampoco había una representación directa de sus frentes, que actúan en Guaviare. Por su lado, Calarcá Córdoba —quien se decía era el segundo al mando del EMC y lideraba los frentes de los llanos orientales— mantenía su mensaje de continuar en la negociación de paz, al igual que Andrey Avendaño, vocero de las estructuras del Catatumbo. Los mayores reparos y trabas venían desde las estructuras del Cauca, que incluso desataron discusiones entre unos disidentes y otros.
La “gota que rebosó la copa” en la mesa de diálogos fue la decisión de Petro de suspender el alto al fuego como respuesta a los hechos violentos del Bloque Occidental.
En ese momento, los voceros de estas estructuras de Cauca, Nariño y Valle exigían que se reestableciera el cese en todo el país, pero no recibieron el respaldo de todo el grupo.
Las fisuras salieron a la vista en la primera semana de abril de este año, tras una reunión extraordinaria en San Vicente del Caguán para superar la crisis en la mesa de diálogos. Varios representantes de zonas estratégicas (como Cauca y Arauca) no asistieron a ese encuentro, que cerró con un comunicado en el que se anunciaba voluntad para continuar con la negociación de paz por parte de las estructuras que lo firmaban.
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Ofensiva total contra Mordisco, diálogos de paz con Calarcá
Semanas después, el EMC se dividió en dos: por un lado, Iván Mordisco apoyó a las estructuras del Cauca y se levantaron de la mesa. Por el otro, bajo el mando de Calarcá Córdoba se quedaron dialogando con el Gobierno los frentes de los llanos orientales, Caquetá, el Catatumbo y Antioquia.
Para esas últimas estructuras aplica la extensión del cese al fuego anunciada este 16 de julio por el ministro de Defensa, Iván Velázquez. Sin embargo, el alto funcionario fue claro en su mensaje: con los bloques leales a Mordisco se aplicará una “ofensiva total”.
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El presidente Petro, en su visita al Consejo de Seguridad de la ONU, reconoció que a diferencia de lo ocurrido en el Cauca con los frentes del EMC, los que siguen en la mesa han tenido una mayor decisión de respeto a la población en temas críticos como la vida de líderes y lideresas, no vinculación de niños, no secuestro extorsivo, búsqueda de personas desaparecidas, no desplazamientos y disposición a impulsar transformaciones territoriales en áreas críticas.
Sin embargo, el Gobierno les exigirá a quienes siguen dialogando que aumenten los alivios humanitarios y den mayores muestras de voluntad de paz.