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La persistencia del conflicto armado interno en varias regiones del país dejó un panorama alarmante durante los primeros cinco meses del 2024. Así lo alertó este miércoles el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que en la actualización de su balance reveló un deterioro en la situación humanitaria y un aumento en los desplazamientos, confinamientos, víctimas de minas antipersonales, desapariciones forzadas y ataques contra misiones médicas.
Según el CICR, este incremento es “resultado del recrudecimiento de las acciones armadas en algunas zonas del país y de la disputa territorial entre actores armados no estatales”.
Hace apenas tres meses, el organismo internacional encendió las alertas por la violencia que el país enfrentó durante el 2023 y por el aumento de seis a ocho conflictos armados (que involucran al Estado y a grupos como el ELN, el Clan del Golfo o EGC, y las dos disidencias de las FARC: el Estado Mayor Central o EMC y la Segunda Marquetalia).
Pese a las advertencias, el arranque del 2024 muestra una situación aún más preocupante. “Los indicadores de las distintas problemáticas muestran la compleja realidad que afrontan las comunidades de diversos territorios, sin embargo, las cifras no alcanzan a reflejar el temor, la incertidumbre y el sufrimiento que experimentan miles de personas”, indicó el CICR.
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Entre las causas del alza en la violencia está la ruptura del cese al fuego con el EMC en Cauca, Valle y Nariño, que desató una ola de atentados y ataques de esa disidencia en el suroccidente del país.
Durante la presentación del balance, Lorenzo Caraffi, jefe de la delegación del CICR en Colombia, hizo un llamado a prestarle más atención a los casos de desaparición forzada, que se mantienen en el país.
Solo entre enero y mayo de 2024, el CICR documentó 78 casos de desaparición. Los hechos se reportaron en 9 departamentos, registrándose el 65 % de ellos en Arauca y Cauca.
Hay más víctimas de minas y artefactos explosivos
Solo entre enero y mayo de este año, 194 personas fueron afectadas por artefactos explosivos, de las cuales 133 eran civiles (que equivalen al 69%, el porcentaje más alto en seis años), 43 eran miembros de la Fuerza Pública, y 18 eran integrantes de grupos armados. explosivos. Esto representa un incremento del 35 % respecto al mismo periodo del año anterior.
El tipo de artefacto que más daño causó fueron las minas antipersonal (117 víctimas). También hubo 77 personas afectadas por artefactos de detonación controlada o artefactos explosivos lanzados.
De las 194 víctimas, 18 murieron. El departamento con más afectaciones fue Cauca (85), seguido de Nariño (29), Antioquia (23), Chocó (13), Bolívar (12), Caquetá (9) y Putumayo (9).
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“En algunos lugares del país comunidades enteras han tenido que confinarse o desplazarse por la amenaza latente de estos artefactos. En este escenario resulta difícil establecer cuántas personas han perdido sus medios de subsistencia o el acceso a bienes y servicios esenciales por no poder transitar libremente por su territorio, o cuántos niños y niñas han dejado de ir a la escuela porque cerca de ella había un enfrentamiento armado o un artefacto explosivo”, informó el CICR.
El confinamiento se duplicó, mientras el desplazamiento aumentó un 50%
Según cifras oficiales, entre enero y mayo de 2024 al menos 31.832 personas se vieron obligadas a confinarse, lo que representa un aumento del 101 % en comparación con los mismos meses del año pasado.
La situación más grave se presenta en Chocó. “Si bien este departamento ha ocupado en los últimos años el primer lugar de afectación, en 2024 ha tenido un notorio deterioro, al pasar de cinco eventos de confinamiento registrados en los primeros cinco meses del año pasado a 13 eventos en lo trascurrido de este año (con más de 12.000 víctimas)”.
En cuanto al desplazamiento masivo, en el periodo analizado hubo 26.753 víctimas, un 49 % más. Solo un departamento, Nariño, agrupa más de la mitad de los casos (14.189). Llama la atención que Bolívar pasó de un evento reportado en los primeros cinco meses de 2023 a 9 en lo que va de este año. Como reportó Colombia+20 recientemente, la situación más difícil se vive en el sur del departamento.
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Las misiones de salud, en la mira de los grupos ilegales
Otras de las alertas del CICR apunta a la violencia contra la asistencia de salud. En los primeros cinco meses del año la Mesa Nacional de Misión Médica reportó 116 actos violentos en 18 departamentos del país.
“De estos eventos 73 ocurrieron en el marco de los conflictos armados, siendo Cauca el departamento más afectado por esta situación, pues allí se registró el 41 % de los casos. Entre los hechos más graves que se presentaron en el contexto de los conflictos armados está el homicidio de tres personas, dos de ellos sucedieron en Cauca y el otro en Guaviare”, se lee en el balance del Comité.
Un llamado a respetar el DIH
Ante esta situación, el organismo internacional hizo un llamado a los actores del conflicto.
“En términos humanitarios, al CICR le preocupan los casos de incumplimiento de las partes en conflicto respecto a la obligación de tomar medidas de precaución para proteger a la población y los bienes civiles de los efectos de las hostilidades. En múltiples ocasiones las comunidades han quedado en medio del fuego cruzado y sus espacios comunales, escuelas y viviendas han sufrido daños como consecuencia de los enfrentamientos y del uso de artefactos explosivos. Este escenario ha planteado un contexto aún más difícil para la población civil y ha aumentado considerablemente el riesgo y la presión sobre esta”, indicó el Comité.
Y finalizó reiterando a todas las partes en conflicto la necesidad y la obligación de respetar el derecho internacional humanitario y garantizar la protección que confieren estas normas a las personas que no participan o han dejado de participar en las hostilidades: “Esto resulta indispensable para mitigar la barbarie de los conflictos armados y reducir el sufrimiento de la población civil”.
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