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                                                                                                                                Multinacional Anglo Gold Ashanti intervino en el conflicto: Comisión de la Verdad

                                                                                                                                Un anexo del Informe Final de la Comisión de la Verdad revisa la relación entre títulos mineros y conflicto armado en la región del río Andágueda, en los municipios de Lloró y Bagadó, una región devastada por la guerra en el Chocó.

                                                                                                                                Vista aérea de bosque deforestado por minería de oro en el río Quito, departamento del Chocó, Colombia.
                                                                                                                                Foto: Jesús Oliveros
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Aquel cura-pionero resumía el espíritu colonizador de la iglesia católica encarnando el firme propósito de “civilizar” a los indígenas, a la vez que los utilizaba como siervos feudales para su empresa personal. Betancur dirigió la construcción de un internado en Aguasal, una remota comunidad del río Andágueda en el Chocó, donde poseía potreros y decenas de cabezas de ganado. Le prohibía a los katíos hablar su lengua nativa y persiguió a los jaibanás, que es el nombre que los indígenas dan a sus médicos tradicionales.

                                                                                                                                En contexto: El Informe Final de la Comisión de la Verdad

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Aquella disputa fue instigada por la Policía y algunos mineros adinerados del municipio de Andes, además intervinieron otros agentes externos como las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (Eln) y el Ejército Popular de Liberación (Epl). Esta última organización fue, de acuerdo con la Comisión de la Verdad y con la investigación periodística previa de Juan José Hoyos, la única que consiguió parar el desangre entre indígenas a finales de los 80, cuando se clausuró la mina de oro.

                                                                                                                                Datos de la Unidad de Víctimas hablan de once enfrentamientos entre 1987 y 1989, con un saldo de 52 muertos, 30 heridos, 7 desaparecidos y 6 secuestrados, acá se incluye a las víctimas de una masacre cometida por el Eln en 1987 en una de sus primeras incursiones al Chocó. Todos eran habitantes del mismo resguardo indígena.

                                                                                                                                Un anexo de la Comisión de la Verdad titulado «Concesiones mineras a empresas en territorios colectivos, control armado, minería ilegal y desplazamiento en el territorio colectivo de Cocomopoca y el resguardo indígena del Alto Andágueda» recapitula esta historia, que es el preámbulo de un caso concreto en el que los intereses de grandes empresas y particulares sobre los territorios terminaron alimentando la guerra.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                El “testaferrato” de títulos mineros

                                                                                                                                La región del río Andágueda fue donde se escrituró a los emberá katíos el primer resguardo indígena del departamento del Chocó en 1979. Posteriormente en 1999 los afrocolombianos asentados en la cuenca media y baja del río solicitaron la titulación de sus territorios, un proceso que demoró 12 años por los retrasos burocráticos e impedimentos institucionales, que ocurrieron principalmente durante el gobierno de Álvaro Uribe.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Para los investigadores aquello no es fortuito: las dilaciones para reconocer la propiedad a los afrocolombianos sobre sus territorios colectivos coinciden con el interés de grandes compañías mineras que buscaban apoderarse de los enormes recursos que hay en la zona, dónde existe desde los noventa una fuerte dinámica de minería ilegal.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                La región y otras cuencas aledañas sufrieron varias tomas guerrilleras muy violentas, como los ataques a Bagadó, Carmen de Atrato, Santa Cecilia y San Marino, además hubo presencia de por lo menos siete actores armados diferentes entre la década del 80 y los 2000. Allí operaron frentes del Eln, el M-19, el Epl, las Farc, el Erg, los paramilitares y la Fuerza Pública.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Este anexo se remite a las entrevistas con 18 víctimas, cinco testigos y seis expertos conocedores de la región, pero también apela a un amplio acervo documental que prueba, entre otras cosas, como durante el gobierno de Álvaro Uribe se otorgaron una veintena de títulos mineros dentro de los territorios colectivos del río Andágueda. La mayoría de estos títulos mineros pertenecían a la multinacional surafricana Anglo Gold Ashanti o a empresas vinculadas con ella, también a Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente quién ha sido investigado por sus presuntos vínculos con grupos paramilitares.

                                                                                                                                Vea: Los títulos mineros de Santiago Uribe Vélez

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Por ello los investigadores no dudan en relacionar los intereses mineros con la violencia: “a la presión violenta ejercida por grupos armados (legales e ilegales) se le suma la presión sobre los territorios ejercida por instituciones administrativas del sector minero-energético”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                La relación de las multinacionales con la guerra

                                                                                                                                La Comisión de la Verdad habla con nombre propio en este caso: responsabiliza a la multinacional surafricana Anglo Gold Ashanti, una de las mayores empresas dedicada a la minería de oro en el mundo, poseedora de la mayoría de títulos mineros en el río Andágueda.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea: Así es una región controlada por el Eln en el Chocó

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Como punto final, en el 2021 un juzgado de restitución de tierras terminó por darle la razón a los afrocolombianos del río Andágueda con la orden de restituir 73.317 hectáreas de sus territorios, sobre los que no pueden desarrollarse proyectos mineros sin que exista una consulta previa e informada con las comunidades.

                                                                                                                                Conozca el anexo completo de la Comisión de la Verdad aquí:

                                                                                                                                Vista aérea de bosque deforestado por minería de oro en el río Quito, departamento del Chocó, Colombia.
                                                                                                                                Foto: Jesús Oliveros
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Aquel cura-pionero resumía el espíritu colonizador de la iglesia católica encarnando el firme propósito de “civilizar” a los indígenas, a la vez que los utilizaba como siervos feudales para su empresa personal. Betancur dirigió la construcción de un internado en Aguasal, una remota comunidad del río Andágueda en el Chocó, donde poseía potreros y decenas de cabezas de ganado. Le prohibía a los katíos hablar su lengua nativa y persiguió a los jaibanás, que es el nombre que los indígenas dan a sus médicos tradicionales.

                                                                                                                                En contexto: El Informe Final de la Comisión de la Verdad

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                Aquella disputa fue instigada por la Policía y algunos mineros adinerados del municipio de Andes, además intervinieron otros agentes externos como las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (Eln) y el Ejército Popular de Liberación (Epl). Esta última organización fue, de acuerdo con la Comisión de la Verdad y con la investigación periodística previa de Juan José Hoyos, la única que consiguió parar el desangre entre indígenas a finales de los 80, cuando se clausuró la mina de oro.

                                                                                                                                Datos de la Unidad de Víctimas hablan de once enfrentamientos entre 1987 y 1989, con un saldo de 52 muertos, 30 heridos, 7 desaparecidos y 6 secuestrados, acá se incluye a las víctimas de una masacre cometida por el Eln en 1987 en una de sus primeras incursiones al Chocó. Todos eran habitantes del mismo resguardo indígena.

                                                                                                                                Un anexo de la Comisión de la Verdad titulado «Concesiones mineras a empresas en territorios colectivos, control armado, minería ilegal y desplazamiento en el territorio colectivo de Cocomopoca y el resguardo indígena del Alto Andágueda» recapitula esta historia, que es el preámbulo de un caso concreto en el que los intereses de grandes empresas y particulares sobre los territorios terminaron alimentando la guerra.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                El “testaferrato” de títulos mineros

                                                                                                                                La región del río Andágueda fue donde se escrituró a los emberá katíos el primer resguardo indígena del departamento del Chocó en 1979. Posteriormente en 1999 los afrocolombianos asentados en la cuenca media y baja del río solicitaron la titulación de sus territorios, un proceso que demoró 12 años por los retrasos burocráticos e impedimentos institucionales, que ocurrieron principalmente durante el gobierno de Álvaro Uribe.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Para los investigadores aquello no es fortuito: las dilaciones para reconocer la propiedad a los afrocolombianos sobre sus territorios colectivos coinciden con el interés de grandes compañías mineras que buscaban apoderarse de los enormes recursos que hay en la zona, dónde existe desde los noventa una fuerte dinámica de minería ilegal.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                La región y otras cuencas aledañas sufrieron varias tomas guerrilleras muy violentas, como los ataques a Bagadó, Carmen de Atrato, Santa Cecilia y San Marino, además hubo presencia de por lo menos siete actores armados diferentes entre la década del 80 y los 2000. Allí operaron frentes del Eln, el M-19, el Epl, las Farc, el Erg, los paramilitares y la Fuerza Pública.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Vea: Los títulos mineros de Santiago Uribe Vélez

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Por ello los investigadores no dudan en relacionar los intereses mineros con la violencia: “a la presión violenta ejercida por grupos armados (legales e ilegales) se le suma la presión sobre los territorios ejercida por instituciones administrativas del sector minero-energético”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                La relación de las multinacionales con la guerra

                                                                                                                                La Comisión de la Verdad habla con nombre propio en este caso: responsabiliza a la multinacional surafricana Anglo Gold Ashanti, una de las mayores empresas dedicada a la minería de oro en el mundo, poseedora de la mayoría de títulos mineros en el río Andágueda.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea: Así es una región controlada por el Eln en el Chocó

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Como punto final, en el 2021 un juzgado de restitución de tierras terminó por darle la razón a los afrocolombianos del río Andágueda con la orden de restituir 73.317 hectáreas de sus territorios, sobre los que no pueden desarrollarse proyectos mineros sin que exista una consulta previa e informada con las comunidades.

                                                                                                                                Conozca el anexo completo de la Comisión de la Verdad aquí:

                                                                                                                                Por Camilo Alzate González

                                                                                                                                Licenciado en literatura de la Universidad Tecnológica de Pereira. Cubre temas relacionados con paz, derechos humanos y conflicto armado.@camilagrosocalzate@elespectador.com
                                                                                                                                Ver todas las noticias
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