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                                                                                                                                Así funcionó la máquina paramilitar del despojo de tierras en el Urabá y el Darién

                                                                                                                                Detrás de los hechos hubo una alianza de paramilitares, empresarios y funcionarios. “Los campesinos terminaron siendo empleados de la tierra que ellos poseían”, le dijo un sobreviviente a la Comisión de la Verdad, que en un anexo sobre la región menciona al expresidente Álvaro Uribe. ¿Qué estableció la entidad?

                                                                                                                                Miembros de grupos paramilitares estuvieron detrás del entramado que dejó miles de desplazamientos y despojos en la región.
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Según la versión más aceptada, los paramilitares decapitaron a Marino y jugaron fútbol con su cabeza delante de los vecinos aterrorizados. Este crimen fue reconocido por el comandante paramilitar Freddy Rendón Herrera, “El Alemán”, quien aceptó que sus hombres decapitaron a López, pero negó que hubieran jugado con su cabeza. Por este hecho atroz fue juzgado el general del Ejército Rito Alejo del Río, quien comandó la Operación Génesis.

                                                                                                                                Puede interesarle: Paramilitarismo y despojo: las verdades a medias de Sor Teresa Gómez ante la JEP

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                                                                                                                                Allí coincidieron el surgimiento de los primeros sindicatos bananeros con la fallida reforma agraria mientras los grupos guerrilleros de las FARC y el EPL se hacían fuertes entre la población.

                                                                                                                                Aquello derivó en una situación de violencia incontrolada en los años 80, cuando la respuesta de los hacendados fue apoyar grupos de autodefensas afiliados a la familia Castaño, con fuertes vínculos con el narcotráfico.

                                                                                                                                Carlos Castaño, líder de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (Auc). Se presume muerto desde 2004.
                                                                                                                                Foto: Archivo

                                                                                                                                “Los principales responsables eran Los Mochacabezas o Tangueros, un grupo de autodefensas al mando de Fidel Castaño Gil alias ‘Rambo’, narcotraficante y miembro del Cartel de Medellín. Los Tangueros, conocidos así porque tenían su base paramilitar en la finca Las Tangas, en Córdoba, habían recibido entrenamiento militar en la región del Magdalena Medio”, estableció la Comisión, que hace un recuento del auge de las masacres, cometidas tanto por las guerrillas como los nacientes grupos paramilitares, como estrategia de guerra común que buscaba golpear las bases sociales de los grupos rivales.

                                                                                                                                Puede leer: Arauca: ¿por qué el bastión del ELN podría enredar la Paz Total de Petro?

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                En 1988 se registraron 12 masacres en el Urabá y la cifra se duplicó para 1990 con 21. En 1995 ese número ascendió a 38 masacres cometidas ese año. Aunque la narrativa suele atribuir esos crímenes a los paramilitares, la Comisión asegura que las FARC fueron tan responsables como aquellos de muchas de estas masacres. En ese mismo lapso se registraron 12.753 desplazamientos forzados que configuraron una dinámica de éxodo que aún no se detiene en la región.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Según la Comisión, la cifra total de desplazados por el conflicto armado en el Darién y el Urabá podría superar las 662 mil personas víctimas, aunque se presume que hay un subregistro.

                                                                                                                                La cifra es aterradora: 285.804 víctimas expulsadas con violencia del Urabá y el Darién, con un pico entre 1996 y 1997 que coincide con la Operación Génesis, citada al comienzo. Según datos de la Unidad de Víctimas, los mayores responsables de los desplazamientos fueron las guerrillas, concretamente las FARC, mientras que a los paramilitares se les atribuyen la mayoría de despojos y robos de tierras.

                                                                                                                                Se consolida el despojo

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Según la Comisión, entre los noventa y el nuevo milenio ocurrió “un periodo de operativos combinados y masacres en las que participaron miembros del Ejército y paramilitares de la Casa Castaño, provocando el abandono masivo de tierras y la materialización del despojo”.

                                                                                                                                Puede ser de su interés: Tulapas, el reino del despojo paramilitar

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Más de 4.300 hectáreas entre San Pedro, Necoclí y Turbo, en donde antes había 58 veredas, terminaron convertidas en una gran propiedad ganadera, después de que la gente fuera expulsada por medio de masacres e intimidaciones de su territorio.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Además: La denuncia entre bananeros por caso de despojo de tierras en Apartadó, Antioquia

                                                                                                                                Muchas de estas tierras terminaron acaparadas por un puñado de empresarios y terratenientes que además impulsaron grandes proyectos agroindustriales como la palma de aceite, tal y como lo hemos contado antes en Colombia+20.

                                                                                                                                ¿Y la responsabilidad de los políticos?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea también: Mancuso habló del poder paramilitar: Incidimos “en elecciones presidenciales”

                                                                                                                                La cifra total de desplazados por el conflicto en el Darién y el Urabá podría superar las 662 mil víctimas. Varias nunca pudieron regresar a la región.

                                                                                                                                El testimonio ante la Comisión del coronel en retiro Alfonso Velásquez Romero da cuenta del rol que jugó Uribe durante la célebre Operación Génesis, y en general en medio de la emergencia del paramilitarismo en el Urabá:

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea además: “Sigue la cobarde acusación de los bandidos”: la respuesta de Uribe a Mancuso

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Según la Comisión, la cifra total de desplazados por el conflicto armado en el Darién y el Urabá podría superar las 662 mil personas víctimas, aunque se presume que hay un subregistro.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Según el documento, “la restitución está frenada no solo por la persistencia del conflicto, sino por las presiones que ejercen las élites económicas que se beneficiaron del despojo”, en un territorio donde aún ejercen su control grupos herederos del paramilitarismo como las Agc, también llamadas Clan del Golfo.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Una víctima de desplazamiento que aportó su versión a la Comisión resumió así aquel drama con su testimonio:

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Miembros de grupos paramilitares estuvieron detrás del entramado que dejó miles de desplazamientos y despojos en la región.
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                Según la versión más aceptada, los paramilitares decapitaron a Marino y jugaron fútbol con su cabeza delante de los vecinos aterrorizados. Este crimen fue reconocido por el comandante paramilitar Freddy Rendón Herrera, “El Alemán”, quien aceptó que sus hombres decapitaron a López, pero negó que hubieran jugado con su cabeza. Por este hecho atroz fue juzgado el general del Ejército Rito Alejo del Río, quien comandó la Operación Génesis.

                                                                                                                                Puede interesarle: Paramilitarismo y despojo: las verdades a medias de Sor Teresa Gómez ante la JEP

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                                                                                                                                Allí coincidieron el surgimiento de los primeros sindicatos bananeros con la fallida reforma agraria mientras los grupos guerrilleros de las FARC y el EPL se hacían fuertes entre la población.

                                                                                                                                Aquello derivó en una situación de violencia incontrolada en los años 80, cuando la respuesta de los hacendados fue apoyar grupos de autodefensas afiliados a la familia Castaño, con fuertes vínculos con el narcotráfico.

                                                                                                                                Carlos Castaño, líder de las extintas Autodefensas Unidas de Colombia (Auc). Se presume muerto desde 2004.
                                                                                                                                Foto: Archivo

                                                                                                                                “Los principales responsables eran Los Mochacabezas o Tangueros, un grupo de autodefensas al mando de Fidel Castaño Gil alias ‘Rambo’, narcotraficante y miembro del Cartel de Medellín. Los Tangueros, conocidos así porque tenían su base paramilitar en la finca Las Tangas, en Córdoba, habían recibido entrenamiento militar en la región del Magdalena Medio”, estableció la Comisión, que hace un recuento del auge de las masacres, cometidas tanto por las guerrillas como los nacientes grupos paramilitares, como estrategia de guerra común que buscaba golpear las bases sociales de los grupos rivales.

                                                                                                                                Puede leer: Arauca: ¿por qué el bastión del ELN podría enredar la Paz Total de Petro?

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                En 1988 se registraron 12 masacres en el Urabá y la cifra se duplicó para 1990 con 21. En 1995 ese número ascendió a 38 masacres cometidas ese año. Aunque la narrativa suele atribuir esos crímenes a los paramilitares, la Comisión asegura que las FARC fueron tan responsables como aquellos de muchas de estas masacres. En ese mismo lapso se registraron 12.753 desplazamientos forzados que configuraron una dinámica de éxodo que aún no se detiene en la región.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Según la Comisión, la cifra total de desplazados por el conflicto armado en el Darién y el Urabá podría superar las 662 mil personas víctimas, aunque se presume que hay un subregistro.

                                                                                                                                La cifra es aterradora: 285.804 víctimas expulsadas con violencia del Urabá y el Darién, con un pico entre 1996 y 1997 que coincide con la Operación Génesis, citada al comienzo. Según datos de la Unidad de Víctimas, los mayores responsables de los desplazamientos fueron las guerrillas, concretamente las FARC, mientras que a los paramilitares se les atribuyen la mayoría de despojos y robos de tierras.

                                                                                                                                Se consolida el despojo

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Según la Comisión, entre los noventa y el nuevo milenio ocurrió “un periodo de operativos combinados y masacres en las que participaron miembros del Ejército y paramilitares de la Casa Castaño, provocando el abandono masivo de tierras y la materialización del despojo”.

                                                                                                                                Puede ser de su interés: Tulapas, el reino del despojo paramilitar

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                                                                                                                                Más de 4.300 hectáreas entre San Pedro, Necoclí y Turbo, en donde antes había 58 veredas, terminaron convertidas en una gran propiedad ganadera, después de que la gente fuera expulsada por medio de masacres e intimidaciones de su territorio.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Además: La denuncia entre bananeros por caso de despojo de tierras en Apartadó, Antioquia

                                                                                                                                Muchas de estas tierras terminaron acaparadas por un puñado de empresarios y terratenientes que además impulsaron grandes proyectos agroindustriales como la palma de aceite, tal y como lo hemos contado antes en Colombia+20.

                                                                                                                                ¿Y la responsabilidad de los políticos?

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea también: Mancuso habló del poder paramilitar: Incidimos “en elecciones presidenciales”

                                                                                                                                La cifra total de desplazados por el conflicto en el Darién y el Urabá podría superar las 662 mil víctimas. Varias nunca pudieron regresar a la región.

                                                                                                                                El testimonio ante la Comisión del coronel en retiro Alfonso Velásquez Romero da cuenta del rol que jugó Uribe durante la célebre Operación Génesis, y en general en medio de la emergencia del paramilitarismo en el Urabá:

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea además: “Sigue la cobarde acusación de los bandidos”: la respuesta de Uribe a Mancuso

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Según la Comisión, la cifra total de desplazados por el conflicto armado en el Darién y el Urabá podría superar las 662 mil personas víctimas, aunque se presume que hay un subregistro.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Según el documento, “la restitución está frenada no solo por la persistencia del conflicto, sino por las presiones que ejercen las élites económicas que se beneficiaron del despojo”, en un territorio donde aún ejercen su control grupos herederos del paramilitarismo como las Agc, también llamadas Clan del Golfo.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Una víctima de desplazamiento que aportó su versión a la Comisión resumió así aquel drama con su testimonio:

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Temas recomendados:

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