El libro sobre el impacto emocional que tuvieron miembros de Comisión de la Verdad

Ocho integrantes de esa comisión, que hace dos años entregó el Informe Final sobre los últimos 60 años de conflicto, recopilaron en el libro “Un florero que se rompe”, algunos poemas y relatos que recogen las secuelas que les dejó este tipo de trabajo.

Redacción Colombia +20
01 de septiembre de 2024 - 06:33 p. m.
La Comisión de la Verdad hizo un intenso trabajo de escucha y recolección de datos a nivel local, nacional e internacional para realizar el Informe Final que recoge lo que ocurrió en 60 años de conflicto armado en Colombia.
La Comisión de la Verdad hizo un intenso trabajo de escucha y recolección de datos a nivel local, nacional e internacional para realizar el Informe Final que recoge lo que ocurrió en 60 años de conflicto armado en Colombia.
Foto: Cortesía

“Un florero que se rompe” es el nuevo libro de poemas y relatos que recoge los impactos emocionales de ocho personas que trabajaron en la Comisión de la Verdad (CEV). Este grupo de exintegrantes de la entidad trabajó durante tres años escuchando los testimonios de víctimas, responsables y testigos de la guerra en Colombia, como parte del proceso de elaboración del Informe Final de la Comisión, considerado el análisis más completo del conflicto armado en el país.

¿Qué sabemos de las 800 personas que trabajaron en la Comisión de la Verdad? ¿Qué sucedió con las vidas de quienes dedicaron esos años a investigar y escuchar a víctimas, responsables y testigos de la guerra? Esas son algunas de las preguntas que llevaron a los ocho extrabajadores a abordar las secuelas que había dejado su labor dentro de esas institución.

Algunos de esos impactos dejaron heridas que ahora emergen en las páginas de este libro, que quiere ser la invitación a la sociedad a reflexionar sobre la salud emocional y mental de quienes trabajan en derechos humanos, un tema que rara vez se toca.

El lanzamiento del libro tuvo lugar el 24 de agosto de 2024 en el Ficciones Bar de Libros de Bogotá, donde se reunieron cerca de 70 personas para escuchar a los autores y reflexionar sobre sus propias experiencias. “Un florero que se rompe” presenta once relatos que reflejan los sentimientos y emociones de ocho personas que utilizaron la escritura para comprender, narrar y sanar una experiencia. El evento fue un espacio de catarsis y de conversación que se extendió a varias personas que habían hecho parte de la Comisión de la Verdad o que trabajan en la defensa de los derechos humanos.

Según el comunicado de prensa, el mismo padre Francisco de Roux, expresidente de la Comisión de la Verdad, reaccionó al libro. “Es una verdad brutal y dolorosa. No solamente de hechos físicos reales, como las jornadas violentas hasta las 9 o 10 de la noche y los dolores del cuerpo. Es también la verdad de lo que ustedes sintieron y siguen sintiendo en su interior”, dijo.

En su mensaje, De Roux dijo que se sentía responsable: “Tener esta realidad de ustedes reflejada en el libro me toca el alma y me sacude. Por supuesto, me siento responsable, con una responsabilidad moral y visceralmente humana… Hoy reconozco que desde mi lugar no brindé el apoyo suficiente a estas personas que fueron tan importantes en el proceso. Pagaron inmensos costos personales y familiares, poniendo en riesgo sus vidas y su salud emocional”. Además, hizo un llamado para futuros trabajos como el que hizo la CEV: “Cuídense primero a ustedes mismos como equipo”.

¿Cómo se realizó el libro?

El proceso que llevó a la creación de “Un florero que se rompe” fue posible gracias a un taller de escritura en el que participaron los exmiembros de la Comisión. Guiados por la escritora bogotana Eliana Hernández, y bajo el apoyo del colectivo Enramada y la Universidad de Chicago, los participantes encontraron en la escritura una forma de comprender y narrar su experiencia en la Comisión. Este ejercicio colectivo de creación sirvió también para abrir espacios de escucha y reconocimiento, partiendo de la premisa de que la escritura es en sí misma un acto de escucha profunda.

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“Los escritos de este fanzine son un intento colectivo por responder estas preguntas. Podríamos decir, simplemente, que se trató de un taller de escritura creativa para exintegrantes de la Comisión de la Verdad. Sin embargo, cuatro personas que creamos esta metodología –una poeta, un abogado, una periodista y un sociólogo–, fue más bien un espacio de experimentación que nos permitió hacer realidad un anhelo: fusionar métodos y saberes. Las ocho personas que aceptaron nuestra invitación hicieron el ejercicio de organizar en palabras su experiencia en la Comisión de la Verdad, guiadas por la escritora bogotana Eliana Hernández. Nos convocaba la escritura. Y los medios para llegar a ella fueron la respiración, el diálogo, la lectura, la escucha y la experimentación”, dice la introducción del libro.

Entre quienes escribieron el libro está Andrés Celis, investigador de la Comisión de la Verdad cuyo caso trascendió a la opinión pública por las amenazas y hostigamientos que ha recibido tras la entrevista que en febrero de 2022 le hizo a ‘Otoniel’, al exjefe del Clan del Golfo, y que lo obligaron a salir del país para proteger su vida.

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“Las afectaciones más que todo son psicosociales. Lo que generan ese tipo de amenazas y lo que me ha tenido a mí más consternado es que haciendo las investigaciones para la Comisión de la Verdad y hablando con algunas víctimas, cuando tuvieron la oportunidad de hacerlo, estoy padeciendo parte de lo que documenté, eso en particular es lo que a mí me tiene en descolocado, vivir en carne propia lo que uno ha documentado”, dijo entonces Celis a este diario.

Y agregaba: En mi caso particular, uno aguanta y aguanta mucho y genera cosas como aislarse, no frecuentar las mismas personas, estar muy solo y con una cantidad de interrogantes. Me pregunto, ¿por qué uno haciendo un ejercicio de esclarecimiento termina metido en una situación tan difícil? Una de las cosas más difíciles para mí es la afectación a los seres queridos, a la familia. Las mamás y los papás no suelen decir mucho pero es un sufrimiento en silencio, lo ven a uno mal, no dicen nada, pero uno sabe que eso también les ha afectado a ellos. El simple hecho de tener que salir del país así es duro”. Su testimonio da cuenta de esos impactos psicoemocionales.

Las experiencias plasmadas en sus páginas son una muestra de la complejidad de trabajar con la memoria de la violencia y, al mismo tiempo, una llamada a construir redes de apoyo que permitan sanar a quienes están en la primera línea de la defensa de los derechos humanos. “Un florero que se rompe” es un recordatorio de que el trabajo por la verdad y la justicia no solo deja huellas en las víctimas directas del conflicto, sino también en quienes se dedican a contar sus historias.

El libro ya está disponible para su descarga digital. Aquí lo puede hacer.

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Sara(d89ha)01 de septiembre de 2024 - 11:29 p. m.
La Comisión de la Verdad, todos y cada uno de sus miembros entregaron buen a parte de sus vidas, expusieron a la inseguridad y a la crítica irracional su propia vida y sus familias para hacer una labor de escucha, de legado de memoria y de gran sanación para las víctimas la mayoría de las cuales no ha sido resarcida y aún lucha por la verdad, la reconciliación y la reparación. Sinembargo la labor de la CEV constituye una especie de marco constitucional perenne en la busqueda de justicia y paz
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