La influencia extranjera en la historia del conflicto armado colombiano
El informe entregado esta semana por la Comisión de la Verdad encontró que “la injerencia e influencia de los actores extranjeros ha sido constante en los escenarios de la guerra colombiana”. La entidad también reconoció los esfuerzos de varios países para conseguir la paz.
Jhordan C. Rodríguez
“La injerencia e influencia de los actores extranjeros ha sido constante en los escenarios de la guerra colombiana”, reza el Informe Final entregado por la Comisión de la Verdad el pasado martes 28 de junio. De acuerdo con la entidad, que recopiló lo que ha sido la guerra en Colombia durante más de medio siglo, la comunidad internacional ha jugado un papel preponderante en el conflicto interno.
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Para la Comisión, muchos de los actores armados que han ensangrentado la historia del país han tenido “soportes ideológicos o militares” en otros países. Aún así, los once comisionados que construyeron el documento coincidieron en que, a pesar de esto, la comunidad internacional ha sido vital para avanzar en diálogos y acuerdos para lograr la paz en Colombia.
Pero además, el conflicto ha sido tan desenfrenado que, según el Informe Final de la Comisión, ha afectado a países de la región, causando especial daño a los fronterizos. El documento sostiene que la guerra “se desplazó hacia las fronteras”, cuyos territorios “muestran que la paz tiene también una necesaria dimensión regional”. Para solucionar esta problemática, concluyeron que no basta con que se haya firmado el Acuerdo de Paz, sino que también es necesario que se cumpla.
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La comunidad internacional, de acuerdo con lo escrito por la Comisión de la Verdad en el capítulo 12 de los hallazgos, será uno de los pilares fundamentales para que la paz completa sea real y no haya repetición de violencias. El Informe recordó e hizo una positiva mención del rol extranjero dentro del conflicto colombiano y el papel que jugaron países como Estados Unidos y Cuba, que apoyaron con recursos y espacios para que los diálogos con las extintas Farc concluyeran en la firma del Acuerdo de Paz con el gobierno de Juan Manuel Santos.
La Comisión, dentro de su informe, dijo que guarda la esperanza de que más países apoyen procesos similares al de las Farc, y que aliados de Colombia “lo sigan siendo en la negociación con el Eln y la salida global de sometimiento a la justicia de otros grupos”. El llamado también se hace porque, de acuerdo a lo encontrado por la entidad, “la mediación de actores internacionales y la protección del espacio de esas negociaciones han sido fundamentales”.
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Influencias internacionales negativas, dice el Informe, quedan atrás, porque países de la región como Venezuela, Brasil o Chile, e incluso países europeos, como España y Reino Unido, han sido un gran soporte en impulsar la solución de conflictos internos en Colombia. La Comisión reconoció que “el trabajo internacional que hicieron para legitimar sus luchas dejó en un momento de ser importante para justificar la guerra y se convirtió en impulso para construir la paz”.
El conflicto y la paz total no llegaron con la firma del Acuerdo, reconoce el documento, pero “el rol de la comunidad internacional no solo se circunscribió a acompañar el acuerdo sino en la construcción de la paz en el posconflicto”. Asimismo, el capítulo 12 de los hallazgos de la Comisión resalta que para avanzar por el camino de la paz es necesario “privilegiar las políticas sociales y de desarrollo como medidas para generar alternativas a la violencia y al conflicto mediante la cooperación internacional”.
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Para lograr la paz y no repetición de la violencia, la Comisión concluye que el apoyo internacional debe enfocarse en “los procesos de reconciliación y fortalecimiento institucional y organizacional en regiones que han vivido la violencia del conflicto armado”. El texto reconoce que el avance de estos ha sido mantenido “por esa cooperación que es necesaria como apuesta por la paz y no centrada en intereses económicos, políticos o militares”.
La Comisión refiere también que el apoyo internacional no se limita solo a estados, sino que también son “organizaciones internacionales solidarias, ONG, los partidos políticos o movimientos sociales, las organizaciones de ayuda humanitaria, de defensa de los derechos humanos o atención a refugiados”. El trabajo de estas organizaciones se concentra principalmente en “dar a conocer y poner atención internacional sobre Colombia, como para apoyar o acoger a personas exiliadas en los países receptores”.
Finalmente, el Informe consideró que “si bien el conflicto armado de Colombia es interno, ha tenido también fuerte incidencia regional e implicaciones internacionales evidentes, tanto en la guerra como en la paz”. Para la Comisión es primordial que Colombia “cuente tanto con una política del Estado colombiano como del acompañamiento y el apoyo internacional”, para así seguirle apostando a la paz, al apoyo a las víctimas y a la sociedad colombiana.
“La injerencia e influencia de los actores extranjeros ha sido constante en los escenarios de la guerra colombiana”, reza el Informe Final entregado por la Comisión de la Verdad el pasado martes 28 de junio. De acuerdo con la entidad, que recopiló lo que ha sido la guerra en Colombia durante más de medio siglo, la comunidad internacional ha jugado un papel preponderante en el conflicto interno.
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Pero además, el conflicto ha sido tan desenfrenado que, según el Informe Final de la Comisión, ha afectado a países de la región, causando especial daño a los fronterizos. El documento sostiene que la guerra “se desplazó hacia las fronteras”, cuyos territorios “muestran que la paz tiene también una necesaria dimensión regional”. Para solucionar esta problemática, concluyeron que no basta con que se haya firmado el Acuerdo de Paz, sino que también es necesario que se cumpla.
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La Comisión, dentro de su informe, dijo que guarda la esperanza de que más países apoyen procesos similares al de las Farc, y que aliados de Colombia “lo sigan siendo en la negociación con el Eln y la salida global de sometimiento a la justicia de otros grupos”. El llamado también se hace porque, de acuerdo a lo encontrado por la entidad, “la mediación de actores internacionales y la protección del espacio de esas negociaciones han sido fundamentales”.
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La Comisión refiere también que el apoyo internacional no se limita solo a estados, sino que también son “organizaciones internacionales solidarias, ONG, los partidos políticos o movimientos sociales, las organizaciones de ayuda humanitaria, de defensa de los derechos humanos o atención a refugiados”. El trabajo de estas organizaciones se concentra principalmente en “dar a conocer y poner atención internacional sobre Colombia, como para apoyar o acoger a personas exiliadas en los países receptores”.
Finalmente, el Informe consideró que “si bien el conflicto armado de Colombia es interno, ha tenido también fuerte incidencia regional e implicaciones internacionales evidentes, tanto en la guerra como en la paz”. Para la Comisión es primordial que Colombia “cuente tanto con una política del Estado colombiano como del acompañamiento y el apoyo internacional”, para así seguirle apostando a la paz, al apoyo a las víctimas y a la sociedad colombiana.