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Durante poco más de tres años un equipo encabezado por el sacerdote Francisco de Roux se dedicó a la tarea de investigar y recolectar información sobre el conflicto armado, con el propósito de producir el Informe Final de la Comisión de la Verdad. Aunque en esta labor participaron centenares de personas, que incluían desde documentadores hasta investigadores de campo y coordinadores en los territorios, la cabeza de la Comisión estuvo compuesta por un órgano de 11 comisionados con su presidente. Dos de ellos fallecieron durante el proceso, Alfredo Molano y Ángela Salazar, quienes fueron reemplazados por Alejandro Castillejo y Leyner Palacios, respectivamente. A continuación un breve perfil de cada una de las personas que fungieron como Comisionados de la Verdad.
Francisco de Roux
El sacerdote jesuita fue el presidente de la Comisión y se echó al hombro el liderazgo de la misma. En su trayectoria hay una amplia experiencia trabajando en iniciativas comunitarias y de paz, concretamente con el Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, del cual fue impulsor a mediado de los años noventa, en un momento de fuerte confrontación armada en dicha región del país. Quienes lo conocen lo describen como un hombre conciliador y con una gran capacidad de ponerse en el lugar de los otros.
Su labor no estuvo libre de polémica, pues recibió ataques de sectores afines a la ultraderecha y las Fuerzas Militares, que lo acusaron de simpatizar con grupos guerrilleros. Paradójicamente, desde el otro bando organizaciones de víctimas y movimientos sociales también cuestionaron algunas de sus posturas después de unas declaraciones del sacerdote sobre el fenómeno del paramilitarismo en Barrancabermeja.
“No queremos que ese informe acreciente los odios, los apetitos de venganza y los señalamientos, sino que sea un informe que nos llame incluso a tener compasión de nosotros mismos, que levante una decisión de que esto jamás vuelva a pasar”, dijo el sacerdote de Roux en una entrevista.
Lea: Francisco de Roux, el conciliador que se echó al hombro la Comisión de la Verdad
Martha Ruiz
Esta periodista antioqueña egresada de la Universidad de Antioquia y con una maestría en estudios políticos de la Universidad Nacional. Ruiz cuenta con una amplia experiencia en medios como Semana Rural y la Revista Arcadia. Siempre se interesó por el conflicto armado y las verdades de la guerra en Colombia. Por eso mismo tuvo a cargo la redacción del capítulo sobre narrativa, que recoge testimonios recolectados por la Comisión durante su labor investigativa.
“Así como la guerra es fruto de las decisiones humanas, vivir en paz también es una construcción humana y social. La construcción de paz, la construcción de verdad requiere de mucha democracia, de mucho pluralismo y esa palabra pluralismo tiene que jugar mucho en nuestras sociedades porque es la posibilidad realmente de que todas voces sean escuchadas y ese es el compromiso de esta Comisión”, dijo la comisionada Ruiz durante un evento público en Valledupar.
Vea: La apuesta de Martha Ruiz por narrar el conflicto
Alfredo Molano
El sociólogo y escritor Alfredo Molano fue elegido para coordinar la labor de la Comisión en la macroregión de la Orinoquía, una zona del país clave en la consolidación de las Farc y buena parte de los grupos paramilitares, que él conocía bastante bien por sus investigaciones. Molano emprendió esa labor con entusiasmo y desde el primer día invitó a su equipo a partir al terreno, motivado por un espíritu de que la verdad debía construirse con las voces de los campesinos y colonos que habían sido protagonistas de la historia.
“Todos nos vamos a campo. Pronto. Cuanto antes”, le había dicho a su equipo de trabajo: “no hay tiempo que perder. La ruta de investigación la marcan no los informes y los libros que sobre la guerra en la Orinoquia ya se han escrito, sino la gente del común y los sobrevivientes del conflicto. Las preguntas que ellos tienen sobre la guerra son las preguntas que la Comisión debería responderle al país”
Molano falleció el 31 de octubre de 2019 cuando estaba dedicado de lleno a las labores de la Comisión. Fue reemplazado por Alejandro Castillejo.
Lea: Alfredo Molano, en busca de la médula de la verdad
Alejandra Miller
La economista caleña Alejandra Miller tuvo un rol muy importante en la Comisión de la Verdad: construir un capítulo dedicado a estudiar el impacto del conflicto armado en las mujeres y la población LGBTIQ+, una labor que en sus propias palabras “fue un proceso bellísimo porque recogimos mil testimonios de mujeres, en un momento en que el conflicto armado estaba muy duro. Entonces, nos tocaba casi trabajar clandestinamente para protegerlas. Así logramos sistematizar esa información y logré conocer experiencias que me marcaron de por vida”.
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Carlos Martín Berístain
Este médico y psicólogo oriundo del país Vasco en España ha hecho parte de procesos de reconstrucción de memoria, verdad y defensa de los derechos humanos en El Salvador, Guatemala, Perú, Ecuador, México, Paraguay y procesos de justicia en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Penal Internacional.
Tuvo la tarea de construir un capítulo inédito en la experiencia de las diferentes comisiones de la verdad que han existido en el mundo: el del exilio. Con más de dos mil testimonios recogidos en una veintena de países, el equipo de Martín Berístain reconstruyó la historia de esa “Colombia fuera de Colombia”, como a él mismo le gusta llamarla, que narra como los daños del conflicto armado terminaron por influir en la vida de miles de personas fuera del país.
Vea: El líder del proyecto sobre el exilio en la Comisión de la Verdad
Ángela Salazar
La comisionada Ángela Salazar venía del mundo comunitario y el liderazgo social, pues durante décadas trabajó con comunidades y víctimas de la violencia en el Urabá antioqueño. Oriunda del departamento del Chocó, su misión era incluir el relato étnico en el Informe Final de la Comisión de la Verdad, así como tender puentes con las comunidades étnicas que más habían sufrido la guerra. Salazar falleció el 7 de agosto de 2020, justo en medio del mandato de la Comisión, por ello fue reemplazada por Leyner Palacios, también chocoano y con un perfil muy similar al suyo, proveniente de los movimientos sociales.
Sus hijas la recuerdan siempre impugnando el racismo: “¿Por qué carajos les siguen llamando obras negras a los proyectos inconclusos?”, se quejaba Salazar, “¿Por qué siempre los negros somos los que debemos dejar todo a medias?, no entiendo por qué nos ven como sinónimo de chambonería. Hombre, llámenlas obras inconclusas, pero siempre tirando contra nosotros”.
Lea: Abrazar al distinto, así fue la vida de Ángela Salazar
Leyner Palacios
Leyner Palacios es sobreviviente de la masacre de Bojayá, uno de los peores hechos de la guerra en el país, además, se ha destacado por su liderazgo social en el Chocó y el Pacífico colombiano, donde ha sido un firme defensor de las iniciativas de paz territorial y los derechos de los pueblos étnicos.
Fue por esa trayectoria que los comisionados en pleno lo escogieron entre decenas de postulados más para reemplazar a la comisionada Ángela Salazar tras su fallecimiento. Palacios llegó a la Comisión de la Verdad a finales de 2020 y se convirtió en un impulsor del relato étnico en el Informe Final. Su participación durante el encuentro que la Comisión sostuvo con el ex presidente Álvaro Uribe fue contundente, simbólica y definitiva.
Palacios además fue muy crítico con el gobierno de Iván Duque y ha insistido varias veces en que es necesario ampliar el espectro de los diálogos de paz para que otros actores armados abandonen la ilegalidad. “Si analizamos la historia reciente, Colombia hizo un intento de construir la paz y esa paz ha sido ahorcada en toda su implementación”, dijo Palacios a este diario recientemente.
Vea: Leyner Palacios, el sobreviviente
Saúl Franco
Este médico y filósofo antioqueño integró desde el comienzo la Comisión de la Verdad y tuvo a cargo el capítulo de Impactos, afrontamientos y resistencias, llamado Sufrir la guerra y rehacer la vida, en el que se explican las repercusiones en salud mental y física, sobre el entorno, la democracia y la naturaleza del conflicto armado en Colombia.
Lea: Saúl Franco, el médico que ha diagnosticado los dolores de la guerra
Alejandro Valencia
Este abogado y defensor de Derechos Humanos, autor de libros y artículos sobre el conflicto, tiene además una amplia trayectoria trabajando en otras comisiones de la verdad, como las de Perú y Guatemala, ahora fue el encargado de recoger la versión de los victimarios en el trabajo de investigación de la Comisión de la Verdad. Su labor no estuvo excenta de riesgos y amenazas, por ejemplo cuando después de entrevistar al paramilitar Dairo Antonio Úsuga “Otoniel”, los computadores y grabadoras donde se encontraban los audios fueron robados de la casa de uno de sus colaboradores.
“Yo me he dedicado, como digo coloquialmente, a entrevistar a los ‘malos’. Como soy el comisionado enlace formal con la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), soy el que más ha entrevistado a comparecientes: militares, guerrilleros, paramilitares y me he encontrado con unos testimonios impresionantes”, le dijo Valencia a Colombia+20 en una entrevista reciente.
Vea: Quién es Alejandro Valencia, el comisionado que habló con los malos
Lucía González
Esta arquitecta antioqueña se ha dedicado al trabajo social, desde que recorría las calles de Medellín en una ardua labor de escuchar a los sicarios y ayudarles a integrarse de nuevo en la sociedad. Ha trabajado en la Consejería de Paz de la Alcaldía de Medellín, en el Museo Casa de la Memoria y el Teatro Pablo Tobón.
Justamente, trabajando en la Casa de la Memoria tuvo contacto con los líderes paramilitares que comenzaban a cumplir sus penas y declaraban que querían contribuir a la paz: “me fui por ellos, me eché la bendición y llegué temblando porque nada más tenebroso que el proyecto paramilitar, pero dije: si estos señores dicen que van a trabajar por la paz de Colombia, yo me pido recogerlos y darles la mano”, dijo la Comisionada en una entrevista.
También fue muy diciente su visita al ex presidente Álvaro Uribe, junto al sacerdote Francisco de Roux y el comisionado Leyner Palacios, donde hubo roces y acusaciones infundadas del ex presidente contra ella.
Su tarea en la Comisión es impulsar el legado de la misma apoyando iniciativas artísticas y culturales que lleven el mensaje del Informe Final por todo el país, a través de una serie de encuentros denominados “Nombrar lo innombrable”.
Lea: Lucía González, la encargada del legado de la Comisión de la Verdad
Carlos Guillermo Ospina
El mayor Ospina, como se lo conoce de forma coloquial, era el único comisionado proveniente de las Fuerzas Militares. Mayor retirado del Ejército, Carlos Guillermo Ospina renunció pocos meses antes de terminar el mandato de la Comisión, en un gesto no excento de polémica, por sus declaraciones donde aseguró que lo habían maltratado y que su trabajo había sido minusvalorado.
No obstante, Ospina entregó un volumen escrito por él y su equipo de trabajo, que se centra exclusivamente en analizar la trayectoria de las Farc en el conflicto colombiano. Apartes de este documento fueron utilizados para la construcción del Informe Final, aunque este documento no es oficial, ni fue avalado por la Comisión.
Vea: Carlos Ospina, la representación de los militares en la Comisión de la Verdad
Patricia Tobón Yagarí
La abogada Patricia Tobón Yagarí es la más joven entre todos los comisionados. Oriunda del resguardo emberá de Cristianía, en el suroeste de Antioquia, Tobon Yagarí es la otra comisionada de los pueblos étnicos y tuvo bajo su responsabilidad la construcción del capítulo del Informe Final que analiza los daños que el conflicto armado ha provocado sobre estos pueblos, una labor que desarrolló en colaboración con Leyner Palacios.
“Yo creo realmente que el mundo tiene prejuicios. Mi lucha es una contra esos prejuicios. Yo soy una mujer indígena, joven. Todo eso pudo llevar a que el plenario tuviera unas ideas sobre mí que no soy. Entonces, creo que conmigo se encontraron la destrucción de todos esos prejuicios porque, bueno, creo que se esperaban una mujer indígena distinta. Llevo encima una generación de jóvenes indígenas que le ha tocado tramitar muchos asuntos. Fui la comisionada más joven, pero me tocaron las mismas responsabilidades que al resto de comisionados: investigar, escribir, analizar, debatir, dialogar. Creo que me hice un lugar en la Comisión de la Verdad”, le dijo la comisionada a El Espectador, durante una entrevista poco antes de la entrega del Informe Final.
Lea: Patricia Tobón Yagarí, la guardiana que lucha contra los prejuicios
Alejandro Castillejo
El historiador, investigador y profesor universitario fue quien reemplazó a Alfredo Molano Bravo en la Comisión tras su fallecimiento. Antes Castillejo fue consultor en la Comisión de la Verdad del Perú, y también desarrolló labores investigativas con los sobrevivientes del Apartheid en Sudáfrica.
“Los efectos y relatos de una guerra son artefactos propiamente históricos que solo son comprensibles en ese momento”, dijo el Comisionado a El Espectador. Por eso su énfasis fue tratar de entender el significado que la guerra tuvo en las comunidades y las víctimas.
Vea: Alejandro Castillejo, el arte de escuchar y descifrar la guerra