Los dos líderes sociales desaparecidos que protegían a Yurumanguí de la coca

Fiscalía y la Armada adelantan la búsqueda de Abencio Caicedo y Edinson Valencia, desaparecidos en la cuenca del río Yurumanguí el pasado 28 de noviembre. Su desaparición ocasiona un daño colectivo sobre el pueblo negro de este corregimiento, que desde 2007 vive sin ninguna mata de coca. Se han dedicado a la docencia, procesos políticos y a la defensa de los recursos naturales de su territorio. Ambos, además, protegían al territorio de la minería ilegal y las armas.

Carolina Ávila Cortés
10 de diciembre de 2021 - 04:58 p. m.
Edinson Valencia (derecha) es etnoeducador. Abencio Caicedo (izquierda) enseña de danzas y ritmos africanos a los jóvenes de Yurumanguí.
Edinson Valencia (derecha) es etnoeducador. Abencio Caicedo (izquierda) enseña de danzas y ritmos africanos a los jóvenes de Yurumanguí.
Foto: Archivo particular
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Han transcurrido doce días desde la desaparición de Abencio Caicedo y Edinson Valencia, dos queridos líderes sociales en toda la cuenca del río Yurumanguí, y la información oficial es que no se sabe nada de ellos. La Armada, la Fiscalía y miembros de Consejo Comunitario que acoge a las 13 veredas que habitan en la orilla de este río, en zona rural de Buenaventura (Valle del Cauca), los han buscado entre la selva, los manglares y el mar Pacífico y no hay pistas de ellos.

Lea: En Buenaventura se hará la primera búsqueda de desaparecidos en el mar

Los desaparecieron el domingo 28 de noviembre, cuando ambos se dirigían al río Naya a una reunión a la que los habían convocado. No se sabe tampoco, de manera oficial, cuál fue el grupo armado que se los llevó. De acuerdo con Edwin Patiño, personero de Buenaventura, en la parte alta, donde inicia el río Yurumanguí, hace presencia el Eln y en la parte baja del río, donde desemboca al mar, está el frente Jaime Martínez de las disidencias de las Farc . Además, aseguró que viene “una oleada de la Segunda Marquetalia, que presuntamente ha hecho acuerdo con el Eln”.

Pero los habitantes de este corregimiento no se atreven a dar el nombre concreto del grupo responsable de su desaparición, aunque lo sepan. Viven con la amenaza sobre sus espaldas. La presencia de estos grupos los ha llevado a que tengan problemas de seguridad alimentaria. Los alimentos no cruzan entre la parte baja a la alta del río por rumores de que les estarían llegando a un grupo de la disidencia. Las comunidades también informaron que los grupos armados les habían quitado la señal de internet.

Las personas que trabajan en sus lanchas son muy vulnerables: las califican de informantes por su constante tránsito de una parte a otra. Los enfrentamientos pueden comenzar desde las 5:00 a. m. y durar horas y ese miedo, a salir herido, a que maten a algún familiar, ha provocado que varias familias salgan de esa zona.

“Estamos pidiendo presencia del Estado, pero no con pie de fuerza, sino con oportunidades”, dice un líder del Consejo Comunitario de Yurumanguí que prefiere no ser citado por razones de seguridad.

La economía de este corregimiento está basada en la pesca, la extracción de madera y la minería artesanal. Desde 2007 decidieron erradicar cualquier cultivo de uso ilícito y prohibir la minería ilegal, como una forma de protegerse del conflicto armado. Ahora, y según testimonios de la zona, estos grupos los están presionando para que su territorio sirva a sus intereses financieros.

A Abendio y a Edinson los conocían como “Pelao” y “Encho”, respectivamente. Ellos dos hacían parte del grupo de gente en Yurumanguí que más se oponían a las presiones de los grupos armados para cultivar coca. Algunas de las personas con las que habló este medio, nos aseguraron que esta pudo haber sido una de las razones de su desaparición, aunque nunca antes habían recibido amenazas.

“No sería descabellado, aunque hoy no es oficial, porque la economía de estos grupos se fundamenta en el tráfico de drogas y este es un sector por donde se facilita su entrada y salida y su comercio y es lógico que presionen a la comunidad. Lo que se sabe es que las actividades de liderazgo que ellos hacen por la defensa de su territorio puede ser un factor determinante para su desaparición”, sostiene Arlinton Agudelo, gestor de paz de la Alcaldía de Buenaventura.

Explica además que desde la Alcaldía se han hecho todos los esfuerzos para la búsqueda de los dos líderes. “Las fuerzas militares están haciendo presencia permanente en la zona para recaudar información. No sabemos quién los convocó a esa reunión, pero con eso tendríamos un poco más de certeza de los presuntos infractores de su libertad, pero eso se está investigación a través de las fuerzas militares y la Policía”, añade.

Dos referentes para los jóvenes de Yurumanguí

Abencio Caicedo es delegado por la Junta de Gobierno del Consejo Comunitario al Equipo de Resolución de Conflictos y Edinson Valencia García es coordinador de control y vigilancia de la Organización Étnico Territorial Aponury del río Yurumanguí.

Edinson también es docente de la Institución Educativa Esther Etelvina Aramburo, la única que hay para toda esa cuenca. Les daba clases de desarrollo comunitario y otras materias a las niñas, niños y jóvenes del Consejo Comunitario.

Vea: Naya y su defensa por los desaparecidos en el río que lleva su nombre

Antes de su desaparición estaba buscando una beca para hacer su maestría en gestión ambiental y etnoeducación. Según quienes lo conocen, constantemente está en búsqueda de aprendizajes y con Abencio se encarga de enseñarles a los jóvenes la importancia de su territorio y por qué tienen que defenderlo.

Abencio, o “pelao”, da clases de danza. También transmite los conocimientos ancestrales, sobre todo en Semana Santa, a través de la música y el baile con ritmos como el manasillo que él mismo lideraba y les enseñaba a otros jóvenes. “‘Pelao’ fue mi profesor de danza por muchos años. También amigo y compañero. Siempre han defendido su pueblo, nunca se les ha visto en malo pasos, sino buscando el bien de su comunidad”, contó desde Bogotá otro joven, primo de Edinson, que hace once años vive en la capital a raíz del conflicto en Yurumanguí.

Junto a él, un grupo de personas provenientes de Yurumanguí, Buenaventura y de otros municipios del Pacífico se reunieron la noche del Día de las Velitas frente al Centro Internacional en Bogotá, donde queda la sede principal de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, para pedir por el regreso con vida de los dos líderes sociales.

Formaron una flor con veladoras blancas, cantaron y tocaron los tambores para recordarlos. “Vivos los queremos, porque vivos se los llevaron”, fueron algunas de las consignas. Esta velatón también fue convocada en Buenaventura, Cali y Santander de Quilichao.

“Lo que pasa es que los líderes que tratan de dirigir a la juventud para que no se metan con los grupos armados se convierten en una amenaza para ellos, es como ir contra sus leyes. Yo le digo al grupo que se los llevó que pensemos en los jóvenes que están creciendo y que hay familias que están sufriendo sin ellos dos”, agregó el joven.

La ausencia de Abencio y Edinson causa una gran afectación colectiva para el pueblo afro de Yurumanguí. Múltiples voces le han reclamado a la institucionalidad para que los busque de manera efectiva y para que el grupo armado que los tiene los devuelva con vida. Entre esas voces está la de la candidata presidencial Francia Márquez, la lideresa social Clemencia Carabalí y el comisionado Leyner Palacios.

“Son las personas encargadas de todo el tema de derechos humanos, de los procesos de resolución de conflictos, de formación y enseñanza. Esa afectación también se ve en que la mayoría de los jóvenes hoy dicen que no vale la pena luchar por la comunidad. Es muy doloroso observar las expresiones de jóvenes que no tienen esperanza”, señaló el mismo líder de Yurumanguí que pidió su anonimato.

Entidades también han rechazado públicamente su desaparición: la Defensoría del Pueblo, ONU para los Derechos Humanos y el Sistema Integral de paz, conformado por la UBPD, la Comisión de la Verdad y la Jurisdicción Especial para la Paz:

“El Sistema Integral para la Paz hacen un llamado para que se respete la vida e integridad de los dos líderes, y de todos aquellos que trabajan por la construcción de la paz territorial. La situación de incertidumbre frente al paradero de Abencio y Edinson golpea fuertemente los esfuerzos iniciados con el Pacto por la Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas suscrito en esa ciudad el pasado 13 de abril y el llamado a hacer de Buenaventura territorio de paz”.

Mientras tanto, en la vereda San Antonio de Yurumanguí, el colectivo de mujeres se declaró en Asamblea Permanente desde el 1 de diciembre. Aseguraron a través de un comunicado que se movilizarán de manera colectiva hasta encontrar sanos y salvos a los dos líderes.

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Jhon(07935)16 de diciembre de 2021 - 03:28 p. m.
Que terrible que sigan ocurriendo estas desapariciones, el Narco-Estado debe responder.
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