Los 257 días sin Andrés Camilo Peláez
Este viernes 16 de diciembre de 2022 se cumplen 257 días de la desaparición del ingeniero forestal Andrés Camilo Peláez Yepes en el municipio del norte antioqueño San Andrés de Cuerquia.
Óscar Arnulfo Cardozo
Su desaparición el 4 de abril de este año se dio mientras cumplía labores de interventoría a los proyectos ambientales de Hidroituango en dicho municipio a través de la empresa contratista de EPM, William Sale Partnership (WSP). Las hipótesis alrededor de su caso son muchas, sin embargo, las más fuertes señalan un posible secuestro o asesinato a manos de las disidencias del Frente 36 de las Farc, el Clan del Golfo y bandas criminales asentadas en la región. En diálogo con su madre, Claudia Yepes Upegui, reconstruimos su historia, los eventos en torno a su desaparición y un mensaje de apoyo en este proceso de búsqueda.
¿Quién es Andrés Camilo Peláez?
Andrés Camilo Peláez Yepes nació un 4 de enero de 1996 en el municipio de Itagüí. Fue el primer hijo de la unión entre Claudia Yepes y Carlos Augusto Peláez, dos trabajadores del municipio de Jericó, suroeste antioqueño. Su primaria la estudió en la escuela Madre Laura de Jericó, centro educativo construido en homenaje a la hoy santa, madre Laura de Jesús Montoya, nacida allí en 1874.
Con tan solo 10 años, Andrés Camilo ya cursaba sexto de bachillerato y a sus 15 años egresaría con los más altos reconocimientos del colegio Lasallista San José de Jericó. Finalizada esta etapa, sin embargo, para su familia de clase media no se vislumbraba otro camino que el de aplicar a las universidades públicas como única forma de acceder a la educación superior.
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“Nosotros económicamente no somos gente de plata. Entonces, cuando acabo el bachillerato pensamos, bueno, y ahora con las capacidades que él tiene, ¿dónde lo ponemos a estudiar? En ese momento, le dijimos: preséntate a la Universidad de Antioquia y a la Universidad Nacional. Se presentó entonces a ambas. Salieron primero los resultados de la Universidad de Antioquia y desafortunadamente no pasó. Pero a los tres días salieron los resultados de la Nacional y fue una felicidad total al pasar a ingeniería ambiental”, relata Claudia, su madre.
Una vez admitido a la Universidad Nacional, Andrés Camilo, cargado con sus maletas y sus paisajes jericoanos aun en su cabeza, arribaría a Medellín con apenas 16 años a cursar su primer semestre de ingeniería ambiental. De casa en casa, de arriendo en arriendo, de residencia en residencia, pasaría su vida universitaria con los pocos fondos con los que sobrevivía en la capital antioqueña. Ya en quinto semestre, se trasladaría a ingeniería forestal dentro de la misma universidad, siguiendo así su verdadera pasión, el estudio por los bosques y la conservación de la naturaleza.
Ya con 18 años, Andrés Camilo empezaría a vincularse como auxiliar desde la universidad en proyectos ubicados en el área de influencia de Hidroituango. Allí desarrollaría su experiencia en terreno hasta graduarse en julio de 2020, virtualmente, por la pandemia. Justamente el día de su grado, Andrés Camilo alzaría sus manos sosteniendo simbólicamente aquel diploma que aún no le llegaba pero que reflejaba su esfuerzo hasta la obtención de su título profesional.
Después de su grado, trabajó unos días en el Jardín Botánico de Medellín, otros días en una empresa llamada Forestry Consulting Group, hasta que finalmente alguien le dijo que pasara su hoja de vida a WSP, empresa contratista de EPM, pues necesitaban un ingeniero forestal para hacer trabajos de interventoría a los proyectos ambientales de Hidroituango en San Andrés de Cuerquia (Norte antioqueño) y allí fue contratado.
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Su desaparición
El domingo 3 de abril de 2022, Claudia Yepes viajó a Palestina (Caldas). Como todos los días, habló con Andrés Camilo por WhatsApp debido a que en San Andrés de Cuerquia no hay señal para llamadas telefónicas. Durante la conversación, de más de 30 minutos, su hijo le expresó que estaba bien, algo cansado por el trabajo en campo en el municipio, pero feliz porque sabía que en menos de un par de meses volaría a Canadá a aprender inglés y quizás a trabajar, pues su profesión era muy bien remunerada en este país. Andrés Camilo estaba enfocado en sus proyectos con la intención de, en un futuro, fundar una empresa forestal en el suroeste antioqueño, en compañía de su novia, Natalí.
Un día después, el 4 de abril de 2022, su hijo menor Nicolás, le informó a Claudia sobre la desaparición de Andrés Camilo. En ese momento, Claudia dice que sintió dos puñaladas en su corazón. De inmediato, arrancó para Jericó y de allí para San Andrés de Cuerquia. En el lugar, las autoridades le recomendaron buscar hospedarse en algún pueblo cercano mientras procedían las investigaciones. Sin embargo, su padre Carlos Augusto en compañía de los bomberos, Policía y Ejército buscaron por ríos, montes y hasta en estaderos del municipio sin resultado alguno.
Alrededor de su desaparición se tejen muchas hipótesis. Sin embargo, las más fuertes están vinculadas a un posible secuestro o asesinato por parte de actores armados debido a sus actividades como ingeniero en el municipio pues allí operan tanto las disidencias del frente 36 de las Farc, el Clan del Golfo a través de “Los Pachelly” y la banda criminal originaria de Bello, “El Mesa”.
Justamente, un integrante de este último grupo, José Fernando Chavarría bajo el sobrenombre de “Huevito”, fue capturado por la Policía Nacional y enviado a prisión por orden judicial el 13 de septiembre de 2022, sindicado del delito de desaparición forzada agravada del ingeniero. Según la Fiscalía General, versiones de pobladores del municipio antioqueño y pruebas técnicas, arrojan una contundente participación de esta persona en la desaparición de Andrés Camilo. Aún con este acervo probatorio en su contra, el capturado no se acogió a los cargos señalados. Este caso aún no prescribe y se espera continuar con una nueva audiencia de indagación en enero de 2023, con el objetivo de que “Huevito” revele información que contribuya a dar con el paradero del ingeniero.
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A la fecha de su desaparición, Andrés Camilo Peláez Yepes tenía contrato con la empresa William Sale Partnership (WSP), contratista de EPM para realizar trabajos de interventoría a los proyectos ambientales de Hidroituango en San Andrés de Cuerquia hasta el 5 de mayo de 2022. Sin embargo, según cuenta su mamá, esta empresa no suspendió el contrato de Andrés Camilo una vez desapareció el 4 de abril de 2022 y, por el contrario, el 2 de mayo de 2022 se comunicó con ella para solicitarle dejar de vincular a WSP como lugar de trabajo de su hijo, pues, según la empresa, en realidad Andrés Camilo trabajaba para Consorcio Energía Colombia.
Sin embargo, Consorcio Energía Colombia es una filial de WSP y en un comunicado del 8 de abril de 2022, EPM reafirmó la vinculación del ingeniero como funcionario de WSP, empresa contratista de EPM: “Andrés Camilo es funcionario de la empresa WSP, Contratista de EPM, encargada de realizar trabajos de interventoría a los proyectos ambientales en Hidroituango”.
La búsqueda no cesa
A Andrés Camilo, sus amigos y familiares lo recuerdan como una persona extrovertida, el del consejo amable, el del cuidado colectivo. Todo el mundo lo extraña. Por eso su rostro pintado en su otra casa, la Universidad Nacional, sede Medellín, es un acto de memoria para no olvidarlo y dejar claro que su sonrisa sigue allí.
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Este apoyo por parte de sus compañeros de universidad ha sido constante. Ellos han solicitado reiteradamente a varias entidades nacionales e internacionales no bajar la guardia en su búsqueda y, por el contrario, reforzarla. A este apoyo en la búsqueda de Andrés Camilo se han sumado también la Gobernación de Antioquia, la Cruz Roja y casi personalmente, el director de la Fiscalía Seccional Antioquia, Daniel Parada.
Sin embargo, aún falta más apoyo. Insistentemente a través de derechos de petición, Claudia Yepes ha buscado algún tipo de encuentro con el nuevo gobierno, particularmente con el ministro de Justicia Iván Velásquez y la vicepresidenta, Francia Márquez, con el único interés de exponer el caso de su hijo desaparecido. “Yo he hecho muchos plantones y velatones porque a mi hijo no voy a dejar de buscarlo. Tristemente, en el último que hice en Medellín el pasado 27 de octubre solo había familiares de 4 personas desaparecidas. Nunca entendí donde estaba toda la gente. En esto uno no se puede quedar callada. Todos los días en este país hay desaparecidos por múltiples causas”.
A la espera de la nueva audiencia de indagación con “Huevito”, en enero del próximo año, Claudia Yepes sigue esperando encontrar a su hijo con vida. No niega que ha sentido algo de indiferencia por parte del gobierno nacional ante su caso. Aún no entiende como el gobierno colombiano representado a través de su viceministra de Asuntos Multilaterales, Laura Gil, suscribe su adhesión el miércoles 16 de Noviembre de 2022 a la Alianza Mundial para los Desaparecidos y no se atiende su solicitud de encuentro con sus delegados por cuestiones de “agenda”. Hay mucha tristeza en su corazón y aunque existen días en los que piensa desfallecer, la ausencia de Andrés Camilo en su vida, la alienta todos los días a seguir buscándolo, a seguir reportando un día más sin él desde todos los lugares posibles
Su desaparición el 4 de abril de este año se dio mientras cumplía labores de interventoría a los proyectos ambientales de Hidroituango en dicho municipio a través de la empresa contratista de EPM, William Sale Partnership (WSP). Las hipótesis alrededor de su caso son muchas, sin embargo, las más fuertes señalan un posible secuestro o asesinato a manos de las disidencias del Frente 36 de las Farc, el Clan del Golfo y bandas criminales asentadas en la región. En diálogo con su madre, Claudia Yepes Upegui, reconstruimos su historia, los eventos en torno a su desaparición y un mensaje de apoyo en este proceso de búsqueda.
¿Quién es Andrés Camilo Peláez?
Andrés Camilo Peláez Yepes nació un 4 de enero de 1996 en el municipio de Itagüí. Fue el primer hijo de la unión entre Claudia Yepes y Carlos Augusto Peláez, dos trabajadores del municipio de Jericó, suroeste antioqueño. Su primaria la estudió en la escuela Madre Laura de Jericó, centro educativo construido en homenaje a la hoy santa, madre Laura de Jesús Montoya, nacida allí en 1874.
Con tan solo 10 años, Andrés Camilo ya cursaba sexto de bachillerato y a sus 15 años egresaría con los más altos reconocimientos del colegio Lasallista San José de Jericó. Finalizada esta etapa, sin embargo, para su familia de clase media no se vislumbraba otro camino que el de aplicar a las universidades públicas como única forma de acceder a la educación superior.
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“Nosotros económicamente no somos gente de plata. Entonces, cuando acabo el bachillerato pensamos, bueno, y ahora con las capacidades que él tiene, ¿dónde lo ponemos a estudiar? En ese momento, le dijimos: preséntate a la Universidad de Antioquia y a la Universidad Nacional. Se presentó entonces a ambas. Salieron primero los resultados de la Universidad de Antioquia y desafortunadamente no pasó. Pero a los tres días salieron los resultados de la Nacional y fue una felicidad total al pasar a ingeniería ambiental”, relata Claudia, su madre.
Una vez admitido a la Universidad Nacional, Andrés Camilo, cargado con sus maletas y sus paisajes jericoanos aun en su cabeza, arribaría a Medellín con apenas 16 años a cursar su primer semestre de ingeniería ambiental. De casa en casa, de arriendo en arriendo, de residencia en residencia, pasaría su vida universitaria con los pocos fondos con los que sobrevivía en la capital antioqueña. Ya en quinto semestre, se trasladaría a ingeniería forestal dentro de la misma universidad, siguiendo así su verdadera pasión, el estudio por los bosques y la conservación de la naturaleza.
Ya con 18 años, Andrés Camilo empezaría a vincularse como auxiliar desde la universidad en proyectos ubicados en el área de influencia de Hidroituango. Allí desarrollaría su experiencia en terreno hasta graduarse en julio de 2020, virtualmente, por la pandemia. Justamente el día de su grado, Andrés Camilo alzaría sus manos sosteniendo simbólicamente aquel diploma que aún no le llegaba pero que reflejaba su esfuerzo hasta la obtención de su título profesional.
Después de su grado, trabajó unos días en el Jardín Botánico de Medellín, otros días en una empresa llamada Forestry Consulting Group, hasta que finalmente alguien le dijo que pasara su hoja de vida a WSP, empresa contratista de EPM, pues necesitaban un ingeniero forestal para hacer trabajos de interventoría a los proyectos ambientales de Hidroituango en San Andrés de Cuerquia (Norte antioqueño) y allí fue contratado.
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Su desaparición
El domingo 3 de abril de 2022, Claudia Yepes viajó a Palestina (Caldas). Como todos los días, habló con Andrés Camilo por WhatsApp debido a que en San Andrés de Cuerquia no hay señal para llamadas telefónicas. Durante la conversación, de más de 30 minutos, su hijo le expresó que estaba bien, algo cansado por el trabajo en campo en el municipio, pero feliz porque sabía que en menos de un par de meses volaría a Canadá a aprender inglés y quizás a trabajar, pues su profesión era muy bien remunerada en este país. Andrés Camilo estaba enfocado en sus proyectos con la intención de, en un futuro, fundar una empresa forestal en el suroeste antioqueño, en compañía de su novia, Natalí.
Un día después, el 4 de abril de 2022, su hijo menor Nicolás, le informó a Claudia sobre la desaparición de Andrés Camilo. En ese momento, Claudia dice que sintió dos puñaladas en su corazón. De inmediato, arrancó para Jericó y de allí para San Andrés de Cuerquia. En el lugar, las autoridades le recomendaron buscar hospedarse en algún pueblo cercano mientras procedían las investigaciones. Sin embargo, su padre Carlos Augusto en compañía de los bomberos, Policía y Ejército buscaron por ríos, montes y hasta en estaderos del municipio sin resultado alguno.
Alrededor de su desaparición se tejen muchas hipótesis. Sin embargo, las más fuertes están vinculadas a un posible secuestro o asesinato por parte de actores armados debido a sus actividades como ingeniero en el municipio pues allí operan tanto las disidencias del frente 36 de las Farc, el Clan del Golfo a través de “Los Pachelly” y la banda criminal originaria de Bello, “El Mesa”.
Justamente, un integrante de este último grupo, José Fernando Chavarría bajo el sobrenombre de “Huevito”, fue capturado por la Policía Nacional y enviado a prisión por orden judicial el 13 de septiembre de 2022, sindicado del delito de desaparición forzada agravada del ingeniero. Según la Fiscalía General, versiones de pobladores del municipio antioqueño y pruebas técnicas, arrojan una contundente participación de esta persona en la desaparición de Andrés Camilo. Aún con este acervo probatorio en su contra, el capturado no se acogió a los cargos señalados. Este caso aún no prescribe y se espera continuar con una nueva audiencia de indagación en enero de 2023, con el objetivo de que “Huevito” revele información que contribuya a dar con el paradero del ingeniero.
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A la fecha de su desaparición, Andrés Camilo Peláez Yepes tenía contrato con la empresa William Sale Partnership (WSP), contratista de EPM para realizar trabajos de interventoría a los proyectos ambientales de Hidroituango en San Andrés de Cuerquia hasta el 5 de mayo de 2022. Sin embargo, según cuenta su mamá, esta empresa no suspendió el contrato de Andrés Camilo una vez desapareció el 4 de abril de 2022 y, por el contrario, el 2 de mayo de 2022 se comunicó con ella para solicitarle dejar de vincular a WSP como lugar de trabajo de su hijo, pues, según la empresa, en realidad Andrés Camilo trabajaba para Consorcio Energía Colombia.
Sin embargo, Consorcio Energía Colombia es una filial de WSP y en un comunicado del 8 de abril de 2022, EPM reafirmó la vinculación del ingeniero como funcionario de WSP, empresa contratista de EPM: “Andrés Camilo es funcionario de la empresa WSP, Contratista de EPM, encargada de realizar trabajos de interventoría a los proyectos ambientales en Hidroituango”.
La búsqueda no cesa
A Andrés Camilo, sus amigos y familiares lo recuerdan como una persona extrovertida, el del consejo amable, el del cuidado colectivo. Todo el mundo lo extraña. Por eso su rostro pintado en su otra casa, la Universidad Nacional, sede Medellín, es un acto de memoria para no olvidarlo y dejar claro que su sonrisa sigue allí.
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Este apoyo por parte de sus compañeros de universidad ha sido constante. Ellos han solicitado reiteradamente a varias entidades nacionales e internacionales no bajar la guardia en su búsqueda y, por el contrario, reforzarla. A este apoyo en la búsqueda de Andrés Camilo se han sumado también la Gobernación de Antioquia, la Cruz Roja y casi personalmente, el director de la Fiscalía Seccional Antioquia, Daniel Parada.
Sin embargo, aún falta más apoyo. Insistentemente a través de derechos de petición, Claudia Yepes ha buscado algún tipo de encuentro con el nuevo gobierno, particularmente con el ministro de Justicia Iván Velásquez y la vicepresidenta, Francia Márquez, con el único interés de exponer el caso de su hijo desaparecido. “Yo he hecho muchos plantones y velatones porque a mi hijo no voy a dejar de buscarlo. Tristemente, en el último que hice en Medellín el pasado 27 de octubre solo había familiares de 4 personas desaparecidas. Nunca entendí donde estaba toda la gente. En esto uno no se puede quedar callada. Todos los días en este país hay desaparecidos por múltiples causas”.
A la espera de la nueva audiencia de indagación con “Huevito”, en enero del próximo año, Claudia Yepes sigue esperando encontrar a su hijo con vida. No niega que ha sentido algo de indiferencia por parte del gobierno nacional ante su caso. Aún no entiende como el gobierno colombiano representado a través de su viceministra de Asuntos Multilaterales, Laura Gil, suscribe su adhesión el miércoles 16 de Noviembre de 2022 a la Alianza Mundial para los Desaparecidos y no se atiende su solicitud de encuentro con sus delegados por cuestiones de “agenda”. Hay mucha tristeza en su corazón y aunque existen días en los que piensa desfallecer, la ausencia de Andrés Camilo en su vida, la alienta todos los días a seguir buscándolo, a seguir reportando un día más sin él desde todos los lugares posibles