Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                08 de mayo de 2023 - 09:41 a. m.

                                                                                                                                El diario de Ana Socorro, la madre que buscó a su hijo víctima de falsos positivos

                                                                                                                                En 2007, Ana Socorro Valencia perdió a su hijo Diyer Andrés Varona Valencia, de 23 años. El joven fue asesinado por el Ejército, que lo reportó como muerto en combate. Por años, Ana Socorro escribió en cuadernos su historia, su lucha por encontrar justicia y por saber quién dio la orden.

                                                                                                                                Sara Cristina Tejada Chávez *

                                                                                                                                Ana Socorro Valencia madre de Diyer Andrés Varona Valencia, de 23 años, asesinado por el Ejército, que lo reportó como muerto en combate.
                                                                                                                                Foto: Sara Cristina Tejada Chávez - TEJADASARA
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Un cuaderno de 16 por 21 centímetros guarda en sus hojas las memorias de Ana Socorro Valencia sobre el asesinato de uno de sus hijos a manos del Gaula del Ejército, el 7 de septiembre de 2007. En total dejó siete cuadernos que ahora su hija, Miryam Ortega Valencia, guarda en alguna parte del rancho para conservar la memoria de su madre por medio de las letras.

                                                                                                                                Como resultado de la Misión Táctica Orión 31, el 7 de octubre de 2007 el teniente Wílmar Criollo Lucumí reportó una baja en combate por parte de su destacamento, así quedó registrado en el informe 686977 del Grupo de Investigación Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Fiscalía General de la Nación, fechado el 4 de julio de 2012. En esa operación asesinaron a Diyer, quien salió el 29 de septiembre de su casa en el barrio Los Campos, en Popayán, con destino a Montería en búsqueda de un trabajo que mejorara sus condiciones de vida.

                                                                                                                                En contexto: El inédito reconocimiento de militares por “falsos positivos”

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                En Los Campos, barrio de la comuna 7, de casas de ladrillo a la vista, ranchos pequeños de autoconstrucción, Diyer creció junto a sus amigos Efrén Darío Chantré Rivera, Balbino Arley Gómez y Yeison David Idrobo, con quienes solía jugar al fútbol y que también fueron asesinados por el Gaula, en Córdoba, en fechas diferentes a la suya.

                                                                                                                                Pasó un mes desde la partida de ‘Yiyo’, como le decía cariñosamente su familia, y Ana Socorro sentía escalofríos como agujas por todo el cuerpo. “No me llamaba, empecé a inquietarme, empecé con angustias, y yo siempre mandaba a llamar a esa mujer, a Vicky, y la contestación de ella era: están bien, ellos están bien”, narró años después en una entrevista para el libro Camuflados, de los periodistas Andrés Córdoba, Omar Galvis y Harold Ordóñez.

                                                                                                                                Con la foto del diario, un registro de Diyer cuando prestó el servicio militar con el Batallón 2 de Contraguerrilla, en Putumayo.
                                                                                                                                Foto: Archivo particular Miryam Ortega Valencia.

                                                                                                                                En su diario, Ana Socorro marcó el 22 de junio de 2008 como la fecha en la que el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía le reportó la muerte de su hijo en el norte del país. Aunque en realidad la diligencia se hizo el 9 de junio de ese mismo año, un día antes de que Ana Socorro reportara la desaparición de Diyer ante la Procuraduría Regional de Cauca.

                                                                                                                                Le puede interesar: “No encontrábamos la guerrilla, pero había que dar resultados”: cabo del Ejército

                                                                                                                                Tres kilómetros y medio separan el barrio Los Campos del centro de Popayán. Caminar de un punto a otro son, mal contados, unos cuarenta y cinco minutos. Ese trayecto está marcado en la memoria de Luz Nelsy Rivera, madre de Efrén Darío Chantré, porque junto a Ana Socorro lo recorrieron incontables veces desde finales de 2007.

                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Luz Nelsy recuerda cómo iban juntas para todos lados. Fueron a emisoras, buscaron en el CTI, en la Alcaldía de Popayán, en la Gobernación de Cauca, en la Defensoría del Pueblo y en la Procuraduría. Así quedó registrado en el oficio remitido por Victoria Eugenia Coronado, Procuradora Regional del Cauca, a María Beatriz Silva Ortiz, directora seccional del CTI de Córdoba, el 9 de julio de 2008. En la misiva, Coronado le pidió información a la oficina de Montería sobre los muchachos desaparecidos y, de ser cierta su muerte, solicitó “colaboración con la entrega de los despojos mortales para proceder a darles cristiana sepultura”. “Nosotros empezamos a luchar, porque lo que queríamos era tener a nuestros hijos aquí, en Popayán, que nos colaboraran. Ahí fue donde nos entregaron los restos de ellos”, explica Luz Nelsy.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La página diez del diario de Ana Socorro inicia con la pregunta que se hacen muchos familiares de víctimas de ejecuciones extrajudiciales: “¿Quién dio la orden?”. La Misión Táctica Orión 31 fue ordenada por el entonces mayor Julio César Parga Rivas, en el marco de la Operación Ébano. En el proceso que adelantó la Fiscalía para esclarecer los asesinatos de al menos cuarenta y seis personas, Parga Rivas aceptó los cargos por los delitos de homicidio en persona protegida, peculado por apropiación y falsedad en documento público.

                                                                                                                                Vea: El mayor Parga, condenado por ‘falsos positivos’, no pedirá perdón

                                                                                                                                “Lamento mucho decirle que su hijo fue asesinado el 7 de octubre del 2007 por el Gaula”, se puede leer en la página tres del diario. En la fotografía, Ana Socorro toma de la mano a Edilson, otro de sus hijos, para ayudarlo a caminar.
                                                                                                                                Foto: archivo personal Miryam Ortega Valencia
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El 1 de diciembre de 2011, Parga Rivas le dijo a la Fiscalía que: “en las diferentes operaciones militares, como le he confesado a usted, señor fiscal, se hicieron gastos para comprar armas, pagos para otras personas que supuestamente son informantes y que en realidad no eran sino sapos de la red de cooperantes. (…) Hubo gastos en esas Misiones Tácticas antes de la realización de las mismas, entonces yo en esos casos les di la plata a los oficiales responsables de las Misiones Tácticas, como son el teniente Arias y el teniente Criollo, para que ellos dispusieran de ellas en el desarrollo de cada una de las misiones que cada uno tenía como liderazgo”. Esta confesión llevó a la sentencia anticipada del 30 de julio de 2012, con la cual Parga Rivas fue condenado a treinta años de prisión. El teniente Wílmar Criollo Lucumí coordinó las Misiones Tácticas responsables de asesinar a los cuatro jóvenes payaneses del barrio Los Campos, según la Fiscalía en el Informe 621812 del 16 de agosto, en la investigación del proceso 6820 contra Parga Rivas, por homicidio agravado en persona protegida.

                                                                                                                                El 11 de marzo de 2015, tras su apelación a la sentencia de julio de 2012, Parga Rivas fue condenado a veinte años de cárcel por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Montería, que lo responsabilizó de “concurso homogéneo de homicidios” por causar la muerte a 46 personas.

                                                                                                                                Retrato de Ana Socorro Valencia y Luz Nelsy Rivera, amigas y madres buscadoras de Popayán.
                                                                                                                                Foto: TEJADASARA
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Los asesinatos que reconoce la sentencia son los de Edwin Carlos Rodríguez Romero, Yeimer Alfredo Morales Pérez, Douglas José Cuello Pico, Elver Adrián Casallas Morales, Andrés Felipe Marín Peláez, Amaury Enrique Mercado Montes, Cristian Manuel Suárez Pardo, Jan Alexander Palma Martínez, Jhonsnin Darío Hernández Ortiz, Humberto Alonso Márquez, Juan Carlos Maestre, Juan Diego Vergara, Henry Richard Castro Narváez, Fernelys Enrique Villadiego Corrales, Jhonattan Luis González Prens, Michael de Jesús Sevilla Rodríguez, Ludwin Ericsson Ortega Arrieta, Diyer Andrés Barona Valencia, Efrén Darío Chantré Rivera, Yeison David Hidrovo Hoyos, Néstor Manuel Simanca Salcedo, Isaac Hernández Clemente, Cristian Javier Vergara Ozuna, Luis Fernando Mejía Vides, Miguel E. Jiménez Chamorro, Frank Padilla Bandera, Jhon Jairo Colon (¿Colón?)Anaya, Dayner José de Hoyos, Juan Carlos Barreto, Sicardi Julio Quiroz, Jair Hernández Meneo, Jorge Jovanny Rojas Arias, Rodolfo Antonio Bohórquez Manjarrez, Harold Andrés Gutiérrez González, Ricardo Antonio Molina Osorio, Ronald de Jesús Berdugo Molina, César Augusto Fonseca Morales, José Rafael Fonseca Morales, José Ramón Fonseca Cassiani y seis personas más sin identificar.

                                                                                                                                Pero la búsqueda de verdad no terminó ahí. El 24 de septiembre de 2021, Parga Rivas compareció ante la Jurisdicción Especial para la Paz; y el 19 de octubre de ese año entregó versión libre ante el tribunal. El caso de Parga Rivas en la JEP sigue abierto.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En contexto: Kankuamo, el pueblo indígena de la Sierra Nevada al que señalaron de ser guerrillero

                                                                                                                                Sin lugar para el olvido

                                                                                                                                Una cajita mediana le entregó la Procuraduría a cada una de las cuatro familias. El reporte de la prensa de esos días describe cómo los osarios se dispusieron de forma lineal en el jardín de la Procuraduría del Cauca.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Diana Pito, secretaria técnica del Capítulo Cauca del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) cuenta que “al final doña Ana tenía una insistencia sobre que recibieron unos cuerpos que no eran los de sus hijos: ‘a nosotras nos engañaron, nos entregaron unos cuerpos que no son los de nuestros hijos’. Ese es un reclamo constante y va a quedar en el Capítulo. Aunque la Defensoría estaba con ellas cuando les entregaron los cuerpos, siempre existió esa duda. Yo siempre tuve la inquietud de por qué habían comentado que los cuerpos llegaron con cucarachas y todo eso, cuando se supone que jamás en una entrega digna podían pasar ese tipo de cosas y, de hecho, ellas no podían tener contacto [con los restos] en caso de que estuvieran en ese tipo de estado”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En la diligencia del 23 de abril de 2009, Diego Osorio Ángel, del grupo de investigación de la Fiscalía 69 de Derechos Humanos, le expuso a Ana Socorro los folios pertenecientes a la inspección de un cadáver. Su mano apretaba fuertemente unas hojas tamaño carta, que contenían fotografías de la Misión Orión 31 y que mostraban a un joven de 23 años de piel trigueña tumbado en el suelo. Ana Socorro sostuvo su humanidad con dificultad, apretó las fotos con fuerza, vio el tatuaje de Mickey Mouse del brazo izquierdo, seña particular de Diyer, y confirmó que el cadáver tirado en el pasto era de su ‘Yiyo’.

                                                                                                                                “Si hubiera tenido corazón, hubiera hecho justicia por mis propias manos”, dice el diario de Ana Socorro Valencia, que en la imagen está acompañado por una fotografía del día de su velación, el 25 de agosto de 2022 en el barrio Los Campos.
                                                                                                                                Foto: archivo personal Miryam Ortega Valencia
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El 8 de mayo de 2015, Ana Socorro supo que su dolor no era único. En el Primer Encuentro Nacional de Víctimas de Falsos Positivos, junto a organizaciones defensoras de derechos humanos como la Asociación Minga, el CINEP, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación y el Movice revelaron que el número de casos, para ese momento, era de 5700. El padre Javier Giraldo, director de Derechos Humanos del CINEP, afirmó que la justicia penal militar, el sistema de recompensas por resultados y la posibilidad de pago a reclutadores por medio de rubros discrecionales impedían parar la práctica de reclutamiento y ejecución extrajudicial.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Seis años más tarde, en 2021, la JEP determinó que entre 2002 y 2008, durante el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, el número de casos fue por lo menos de 6402. “Ese señor Uribe creía que todo lo que les dio a los militares de prebendas, de permiso, de plata, creía que todo se iba a quedar en la impunidad, pero mire lo que está pasando ahorita. Porque si él estuvo en contra de nosotras hay otros que estarán en contra de él”, dijo por esos días Ana Socorro, para quien la pregunta seguía siendo la misma: ¿Quién dio la orden?

                                                                                                                                La memoria de una memoriosa

                                                                                                                                Jorge Luis Borges escribió sobre Funes el memorioso, aquel hombre que no olvidaba nada, no dormía, no depuraba recuerdos. Pues así era Ana Socorro con sus cuadernos: no quería olvidar nada de su hijo ni de las personas que le dieron una mano en su búsqueda y en la empresa de limpiar su nombre, pues ‘Yiyo’ no era un criminal.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En contexto: ‘Falsos positivos’: 5 militares que serían fichas claves no aparecen en imputación

                                                                                                                                En las paredes de la casa de Miryam cuelgan fotografías que recuerdan a su madre, Ana Socorro, y a su hermano Diyer
                                                                                                                                Foto: TEJADASARA

                                                                                                                                Ana Socorro murió el 25 de agosto de 2022, y en su despedida Miryam Ortega, la hija que estuvo a su lado en sus últimos días de vida, le rindió homenaje también por medio de las letras:

                                                                                                                                Si me preguntas por mi madre te diré…

                                                                                                                                Si me preguntas por mi madre te diré…

                                                                                                                                Es la poeta que su pena plasmaba

                                                                                                                                Que mostraba al mundo una sonrisa forzada

                                                                                                                                Cuando toda su alma estaba destrozada

                                                                                                                                (…)

                                                                                                                                De mi madre aprendimos tantas cosas

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Menos a vivir sin ella, aunque siempre quiso dejarnos

                                                                                                                                Por un abrazo de los hijos que las balas le robaron

                                                                                                                                Hoy quizás estará feliz con ellos y quienes quedamos lloramos junto a su tumba

                                                                                                                                O en los recuerdos guardados

                                                                                                                                De quien aprendí al dolor en letras plasmarlo.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                * Esta historia forma parte del especial periodístico ‘Memorias en resistencia’, como resultado de la formación ‘CdR/Lab Visitar el pasado para comprender el presente: periodismo para cubrir la memoria del conflicto en Colombia’, iniciativa de CdR, gracias al apoyo del Servicio Civil para la Paz de Agiamondo.

                                                                                                                                Ana Socorro Valencia madre de Diyer Andrés Varona Valencia, de 23 años, asesinado por el Ejército, que lo reportó como muerto en combate.
                                                                                                                                Foto: Sara Cristina Tejada Chávez - TEJADASARA
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Un cuaderno de 16 por 21 centímetros guarda en sus hojas las memorias de Ana Socorro Valencia sobre el asesinato de uno de sus hijos a manos del Gaula del Ejército, el 7 de septiembre de 2007. En total dejó siete cuadernos que ahora su hija, Miryam Ortega Valencia, guarda en alguna parte del rancho para conservar la memoria de su madre por medio de las letras.

                                                                                                                                Como resultado de la Misión Táctica Orión 31, el 7 de octubre de 2007 el teniente Wílmar Criollo Lucumí reportó una baja en combate por parte de su destacamento, así quedó registrado en el informe 686977 del Grupo de Investigación Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Fiscalía General de la Nación, fechado el 4 de julio de 2012. En esa operación asesinaron a Diyer, quien salió el 29 de septiembre de su casa en el barrio Los Campos, en Popayán, con destino a Montería en búsqueda de un trabajo que mejorara sus condiciones de vida.

                                                                                                                                En contexto: El inédito reconocimiento de militares por “falsos positivos”

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                En Los Campos, barrio de la comuna 7, de casas de ladrillo a la vista, ranchos pequeños de autoconstrucción, Diyer creció junto a sus amigos Efrén Darío Chantré Rivera, Balbino Arley Gómez y Yeison David Idrobo, con quienes solía jugar al fútbol y que también fueron asesinados por el Gaula, en Córdoba, en fechas diferentes a la suya.

                                                                                                                                Pasó un mes desde la partida de ‘Yiyo’, como le decía cariñosamente su familia, y Ana Socorro sentía escalofríos como agujas por todo el cuerpo. “No me llamaba, empecé a inquietarme, empecé con angustias, y yo siempre mandaba a llamar a esa mujer, a Vicky, y la contestación de ella era: están bien, ellos están bien”, narró años después en una entrevista para el libro Camuflados, de los periodistas Andrés Córdoba, Omar Galvis y Harold Ordóñez.

                                                                                                                                Con la foto del diario, un registro de Diyer cuando prestó el servicio militar con el Batallón 2 de Contraguerrilla, en Putumayo.
                                                                                                                                Foto: Archivo particular Miryam Ortega Valencia.

                                                                                                                                En su diario, Ana Socorro marcó el 22 de junio de 2008 como la fecha en la que el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía le reportó la muerte de su hijo en el norte del país. Aunque en realidad la diligencia se hizo el 9 de junio de ese mismo año, un día antes de que Ana Socorro reportara la desaparición de Diyer ante la Procuraduría Regional de Cauca.

                                                                                                                                Le puede interesar: “No encontrábamos la guerrilla, pero había que dar resultados”: cabo del Ejército

                                                                                                                                Tres kilómetros y medio separan el barrio Los Campos del centro de Popayán. Caminar de un punto a otro son, mal contados, unos cuarenta y cinco minutos. Ese trayecto está marcado en la memoria de Luz Nelsy Rivera, madre de Efrén Darío Chantré, porque junto a Ana Socorro lo recorrieron incontables veces desde finales de 2007.

                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Luz Nelsy recuerda cómo iban juntas para todos lados. Fueron a emisoras, buscaron en el CTI, en la Alcaldía de Popayán, en la Gobernación de Cauca, en la Defensoría del Pueblo y en la Procuraduría. Así quedó registrado en el oficio remitido por Victoria Eugenia Coronado, Procuradora Regional del Cauca, a María Beatriz Silva Ortiz, directora seccional del CTI de Córdoba, el 9 de julio de 2008. En la misiva, Coronado le pidió información a la oficina de Montería sobre los muchachos desaparecidos y, de ser cierta su muerte, solicitó “colaboración con la entrega de los despojos mortales para proceder a darles cristiana sepultura”. “Nosotros empezamos a luchar, porque lo que queríamos era tener a nuestros hijos aquí, en Popayán, que nos colaboraran. Ahí fue donde nos entregaron los restos de ellos”, explica Luz Nelsy.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                La página diez del diario de Ana Socorro inicia con la pregunta que se hacen muchos familiares de víctimas de ejecuciones extrajudiciales: “¿Quién dio la orden?”. La Misión Táctica Orión 31 fue ordenada por el entonces mayor Julio César Parga Rivas, en el marco de la Operación Ébano. En el proceso que adelantó la Fiscalía para esclarecer los asesinatos de al menos cuarenta y seis personas, Parga Rivas aceptó los cargos por los delitos de homicidio en persona protegida, peculado por apropiación y falsedad en documento público.

                                                                                                                                Vea: El mayor Parga, condenado por ‘falsos positivos’, no pedirá perdón

                                                                                                                                “Lamento mucho decirle que su hijo fue asesinado el 7 de octubre del 2007 por el Gaula”, se puede leer en la página tres del diario. En la fotografía, Ana Socorro toma de la mano a Edilson, otro de sus hijos, para ayudarlo a caminar.
                                                                                                                                Foto: archivo personal Miryam Ortega Valencia
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El 1 de diciembre de 2011, Parga Rivas le dijo a la Fiscalía que: “en las diferentes operaciones militares, como le he confesado a usted, señor fiscal, se hicieron gastos para comprar armas, pagos para otras personas que supuestamente son informantes y que en realidad no eran sino sapos de la red de cooperantes. (…) Hubo gastos en esas Misiones Tácticas antes de la realización de las mismas, entonces yo en esos casos les di la plata a los oficiales responsables de las Misiones Tácticas, como son el teniente Arias y el teniente Criollo, para que ellos dispusieran de ellas en el desarrollo de cada una de las misiones que cada uno tenía como liderazgo”. Esta confesión llevó a la sentencia anticipada del 30 de julio de 2012, con la cual Parga Rivas fue condenado a treinta años de prisión. El teniente Wílmar Criollo Lucumí coordinó las Misiones Tácticas responsables de asesinar a los cuatro jóvenes payaneses del barrio Los Campos, según la Fiscalía en el Informe 621812 del 16 de agosto, en la investigación del proceso 6820 contra Parga Rivas, por homicidio agravado en persona protegida.

                                                                                                                                El 11 de marzo de 2015, tras su apelación a la sentencia de julio de 2012, Parga Rivas fue condenado a veinte años de cárcel por la Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Montería, que lo responsabilizó de “concurso homogéneo de homicidios” por causar la muerte a 46 personas.

                                                                                                                                Retrato de Ana Socorro Valencia y Luz Nelsy Rivera, amigas y madres buscadoras de Popayán.
                                                                                                                                Foto: TEJADASARA
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Los asesinatos que reconoce la sentencia son los de Edwin Carlos Rodríguez Romero, Yeimer Alfredo Morales Pérez, Douglas José Cuello Pico, Elver Adrián Casallas Morales, Andrés Felipe Marín Peláez, Amaury Enrique Mercado Montes, Cristian Manuel Suárez Pardo, Jan Alexander Palma Martínez, Jhonsnin Darío Hernández Ortiz, Humberto Alonso Márquez, Juan Carlos Maestre, Juan Diego Vergara, Henry Richard Castro Narváez, Fernelys Enrique Villadiego Corrales, Jhonattan Luis González Prens, Michael de Jesús Sevilla Rodríguez, Ludwin Ericsson Ortega Arrieta, Diyer Andrés Barona Valencia, Efrén Darío Chantré Rivera, Yeison David Hidrovo Hoyos, Néstor Manuel Simanca Salcedo, Isaac Hernández Clemente, Cristian Javier Vergara Ozuna, Luis Fernando Mejía Vides, Miguel E. Jiménez Chamorro, Frank Padilla Bandera, Jhon Jairo Colon (¿Colón?)Anaya, Dayner José de Hoyos, Juan Carlos Barreto, Sicardi Julio Quiroz, Jair Hernández Meneo, Jorge Jovanny Rojas Arias, Rodolfo Antonio Bohórquez Manjarrez, Harold Andrés Gutiérrez González, Ricardo Antonio Molina Osorio, Ronald de Jesús Berdugo Molina, César Augusto Fonseca Morales, José Rafael Fonseca Morales, José Ramón Fonseca Cassiani y seis personas más sin identificar.

                                                                                                                                Pero la búsqueda de verdad no terminó ahí. El 24 de septiembre de 2021, Parga Rivas compareció ante la Jurisdicción Especial para la Paz; y el 19 de octubre de ese año entregó versión libre ante el tribunal. El caso de Parga Rivas en la JEP sigue abierto.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En contexto: Kankuamo, el pueblo indígena de la Sierra Nevada al que señalaron de ser guerrillero

                                                                                                                                Sin lugar para el olvido

                                                                                                                                Una cajita mediana le entregó la Procuraduría a cada una de las cuatro familias. El reporte de la prensa de esos días describe cómo los osarios se dispusieron de forma lineal en el jardín de la Procuraduría del Cauca.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Diana Pito, secretaria técnica del Capítulo Cauca del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) cuenta que “al final doña Ana tenía una insistencia sobre que recibieron unos cuerpos que no eran los de sus hijos: ‘a nosotras nos engañaron, nos entregaron unos cuerpos que no son los de nuestros hijos’. Ese es un reclamo constante y va a quedar en el Capítulo. Aunque la Defensoría estaba con ellas cuando les entregaron los cuerpos, siempre existió esa duda. Yo siempre tuve la inquietud de por qué habían comentado que los cuerpos llegaron con cucarachas y todo eso, cuando se supone que jamás en una entrega digna podían pasar ese tipo de cosas y, de hecho, ellas no podían tener contacto [con los restos] en caso de que estuvieran en ese tipo de estado”.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En la diligencia del 23 de abril de 2009, Diego Osorio Ángel, del grupo de investigación de la Fiscalía 69 de Derechos Humanos, le expuso a Ana Socorro los folios pertenecientes a la inspección de un cadáver. Su mano apretaba fuertemente unas hojas tamaño carta, que contenían fotografías de la Misión Orión 31 y que mostraban a un joven de 23 años de piel trigueña tumbado en el suelo. Ana Socorro sostuvo su humanidad con dificultad, apretó las fotos con fuerza, vio el tatuaje de Mickey Mouse del brazo izquierdo, seña particular de Diyer, y confirmó que el cadáver tirado en el pasto era de su ‘Yiyo’.

                                                                                                                                “Si hubiera tenido corazón, hubiera hecho justicia por mis propias manos”, dice el diario de Ana Socorro Valencia, que en la imagen está acompañado por una fotografía del día de su velación, el 25 de agosto de 2022 en el barrio Los Campos.
                                                                                                                                Foto: archivo personal Miryam Ortega Valencia
                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El 8 de mayo de 2015, Ana Socorro supo que su dolor no era único. En el Primer Encuentro Nacional de Víctimas de Falsos Positivos, junto a organizaciones defensoras de derechos humanos como la Asociación Minga, el CINEP, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación y el Movice revelaron que el número de casos, para ese momento, era de 5700. El padre Javier Giraldo, director de Derechos Humanos del CINEP, afirmó que la justicia penal militar, el sistema de recompensas por resultados y la posibilidad de pago a reclutadores por medio de rubros discrecionales impedían parar la práctica de reclutamiento y ejecución extrajudicial.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Seis años más tarde, en 2021, la JEP determinó que entre 2002 y 2008, durante el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez, el número de casos fue por lo menos de 6402. “Ese señor Uribe creía que todo lo que les dio a los militares de prebendas, de permiso, de plata, creía que todo se iba a quedar en la impunidad, pero mire lo que está pasando ahorita. Porque si él estuvo en contra de nosotras hay otros que estarán en contra de él”, dijo por esos días Ana Socorro, para quien la pregunta seguía siendo la misma: ¿Quién dio la orden?

                                                                                                                                La memoria de una memoriosa

                                                                                                                                Jorge Luis Borges escribió sobre Funes el memorioso, aquel hombre que no olvidaba nada, no dormía, no depuraba recuerdos. Pues así era Ana Socorro con sus cuadernos: no quería olvidar nada de su hijo ni de las personas que le dieron una mano en su búsqueda y en la empresa de limpiar su nombre, pues ‘Yiyo’ no era un criminal.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En contexto: ‘Falsos positivos’: 5 militares que serían fichas claves no aparecen en imputación

                                                                                                                                En las paredes de la casa de Miryam cuelgan fotografías que recuerdan a su madre, Ana Socorro, y a su hermano Diyer
                                                                                                                                Foto: TEJADASARA

                                                                                                                                Ana Socorro murió el 25 de agosto de 2022, y en su despedida Miryam Ortega, la hija que estuvo a su lado en sus últimos días de vida, le rindió homenaje también por medio de las letras:

                                                                                                                                Si me preguntas por mi madre te diré…

                                                                                                                                Si me preguntas por mi madre te diré…

                                                                                                                                Es la poeta que su pena plasmaba

                                                                                                                                Que mostraba al mundo una sonrisa forzada

                                                                                                                                Cuando toda su alma estaba destrozada

                                                                                                                                (…)

                                                                                                                                De mi madre aprendimos tantas cosas

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Menos a vivir sin ella, aunque siempre quiso dejarnos

                                                                                                                                Por un abrazo de los hijos que las balas le robaron

                                                                                                                                Hoy quizás estará feliz con ellos y quienes quedamos lloramos junto a su tumba

                                                                                                                                O en los recuerdos guardados

                                                                                                                                De quien aprendí al dolor en letras plasmarlo.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                * Esta historia forma parte del especial periodístico ‘Memorias en resistencia’, como resultado de la formación ‘CdR/Lab Visitar el pasado para comprender el presente: periodismo para cubrir la memoria del conflicto en Colombia’, iniciativa de CdR, gracias al apoyo del Servicio Civil para la Paz de Agiamondo.

                                                                                                                                Por Sara Cristina Tejada Chávez *

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar