Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Libros para narrar el conflicto armado desde la perspectiva de las víctimas y la afectación que se les causó, cartografías para encontrar a personas dadas por desaparecidas y para identificar las zonas del país contaminadas por minas antipersonales y artefactos explosivos, talleres pedagógicos sobre los hechos que marcaron el conflicto y cartas pidiendo perdón a quienes sufrieron la guerra. Estas son algunas de las acciones que los siete excomandantes de las Farc procesados por secuestro le propusieron como sanción a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), que en los próximos meses dictará sentencias en su contra.
(En contexto: Estas son las sanciones por el caso de secuestro que ex Farc le proponen a la JEP)
Estas propuestas, reveladas en primicia por Colombia+20, no son en absoluto definitivas. Se trata apenas de un proyecto que los comparecientes le presentaron a la Sala de Reconocimiento, y que debe ser consultado con las víctimas. Luego de una revisión y aprobación, la Sala incorpora las propuestas en la resolución de conclusiones que le entrega a la Sección de Reconocimiento del Tribunal para la Paz, que puede devolverla o modificarla y, finalmente, imponer las sanciones propias en la sentencia que emita.
Con la radicación del proyecto por parte de los ex-Farc arranca a surtirse el trámite, en el que las víctimas tienen un rol clave. Este diario habló con familiares de personas asesinadas y desaparecidas en cautiverio, militares y políticos retenidos para conocer su opinión frente a las propuestas.
Así fueron recibidas las propuestas entre las víctimas
Las apuestas por contribuir a la búsqueda de las personas dadas por desaparecidas en el conflicto fueron, para varias víctimas, el punto que más llamó la atención de las propuestas reparadoras presentadas por los exFarc a la JEP.
(Puede leer: La audiencia de reconocimiento de secuestro por parte de antiguos mandos de las Farc)
“Aunque considero que es un error que los excombatientes, que son victimarios, puedan proponer cómo ser sancionados y resarcir a las víctimas, el tema de la cartografía de la desaparición es muy importante, porque ellos tienen información muy reveladora sobre los puntos en los que están las víctimas”, dice Helmuth Angulo, hijo de los esposos Gerardo Angulo y Carmenza Castañeda -ambos de 68 años-, quienes fueron secuestrados en abril del 2000 y asesinados en cautiverio.
“Los libros sobre el conflicto ya los hizo la Comisión de la Verdad, pero estas labores para hallar a los desaparecidos son más concisas y satisfacen lo que las víctimas queremos: saber el paradero y la verdad de lo que pasó con nuestros familiares”, agrega Helmuth, cuya familia pudo recuperar el cuerpo de su madre el año pasado, en parte gracias a la información entregada por excombatientes.
Ángela Cordón, hija de uno de los comerciantes del Huila secuestrados y desaparecidos en 2003 por las Farc, quien aún está a la espera de encontrar el cuerpo de su padre, asegura que esa información cartográfica “puede ser un insumo muy valioso para que la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) agilice sus acciones”, y añade que los compromisos de los firmantes de paz también puede fortalecer la coordinación con la Corporación Reencuentros (conformada por exFarc que buscan a desaparecidos), para visibilizar casos y acelerar la búsqueda a nivel local, regional y nacional.
Sobre propuestas como la elaboración de libros, cartas y acciones pedagógicas, el exgobernador del Meta Alan Jara, quien estuvo en cautiverio entre el 2001 y el 2009, señala que las propuestas simbólicas de los excombatientes de las Farc sí configuran acciones reparadoras.
(Le puede interesar: Los reparos de las víctimas a las sanciones propias de la JEP)
“Para mi familia y para mí es muy importante que se generen obras o actos que evidencien todo eso que pasó, para que no vuelva a suceder. En la JEP nosotros dijimos que sería muy importante tener un museo de la memoria, incluso en los sitios donde hubo secuestros, para que no se olvide, porque las nuevas generaciones van pasando la página como si no hubiera sucedido y eso es muy grave para las personas que fuimos víctimas”, dice Jara.
Esa petición la comparte Ángela Cordón: “Realizar un libro o un producto similar es dejar un registro de esos hechos del conflicto, y para mí eso sí configura una reparación, pero le añadiría la propuesta que siempre he hecho de tener museos de la memoria construidos con participación y financiación de los mismos excombatientes o recursos que obtengan de cooperación internacional, porque en varios departamentos no se cuenta con esas casas de la memoria, que necesitamos para reivindicar nuestra historia”.
(Lea también: Avanza plan para que los máximos responsables del conflicto paguen en Bogotá sanciones de la JEP)
Sin embargo, en otros sectores no cayeron bien estas propuestas de los exguerrilleros. Un militar que duró casi una década secuestrado por las Farc, y que pidió no ser mencionado, aseguró que aunque “las acciones simbólicas mitigan de alguna forma, los exguerrilleros se quedan en romanticismos y dejan de lado una realidad de muchas víctimas: la falta de reparación económica”.
El oficial señaló que cientos de soldados y policías afectados en el conflicto no han sido reparados ni reconocidos, “y es gente está en situación socioeconómica muy grave”, y propuso que, para saldar esa deuda, se les podrían brindar proyectos productivos.
¿Mantener sus curules mientras cumplen sus sanciones?
De otro lado, uno de los puntos que generan debate es la intención de los exguerrilleros de cumplir las sanciones propias a la par que ejercen sus cargos como congresistas de la República.
“Estoy de acuerdo en que como partido político, tienen que tener incidencia, pero creo que los comparecientes primero deben cumplir sus sanciones y luego sí, dado el caso, continuar con sus curules, porque incluso resulta desigual las garantías de participación que les han dado a ellos frente a la participación de las víctimas en el Congreso”, dice Ángela Cordón.
(Siga leyendo: Las 21 iniciativas de exFarc para reparar a víctimas en un epicentro de la guerra)
Al respecto, Helmuth Angulo aseguró que “si desde el congreso los exguerrilleros van a aportar algo en pro de reconciliar al país, y pueden cumplir sus condenas mientras lo hacen, pueden conservar sus curules”.
Otro de los temas que han levantado pronunciamientos entre las víctimas es el de las obras de mantenimiento que algunos exFarc han presentado como TOAR (Trabajos, Obras, Actividades con contenido reparador y restaurador) anticipados.
“El contenido reparador de una acción u obra debe tener mayor permanencia y estar ligado a la reparación de la víctima. Construir una carretera o hacerle mantenimiento no se consideraría, en mi concepto, como un hecho reparador, por cuanto entre otras cosas es una obligación del Estado, y eso no implica reparación. Si lo van a hacer ellos, que lo hagan, pero la vocación de la carretera no es reparadora, por eso preferiría que fueran acciones que permitan que las víctimas vean que no ha sido ignorado ni olvidado el daño causado”, dice el exgobernador Alan Jara.