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La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) pidió una diligencia de entrevista y aporte de verdad presencial con el exjefe de la guerrilla de las FARC Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, conocido en la guerra como Simón Trinidad.
Según la resolución, la idea con esa diligencia es que Trinidad “entregue información detallada acerca de su pertenencia a las antiguas FARC-EP, las posiciones que ocupó, las funciones que desempeñó y, en general, sobre su trayectoria en esa organización”, dice el documento.
Además, el tribunal afirma en la resolución que requiere ampliar información en relación con la participación de Trinidad “en los hechos por lo cuales ha sido procesado en la Justicia Penal Ordinaria”, especialmente, dice la JEP, en hechos como la toma de Becerril, los delitos cometidos en la llamada Zona de Despeje del Caguán, la masacre de Bojayá y varios atentados, secuestros.
Actualmente, Trinidad se encuentra en una prisión de Estados Unidos, a donde fue extraditado el 31 de diciembre de 2004 y condenado a 60 años de cárcel por el secuestro de tres estadounidenses en febrero del año 2003. Por estos hechos fue condenado a 60 años de prisión en la justicia estadounidense.
Por esa razón, la JEP dentro de la resolución, afirma que la fecha de esta audiencia dependerá de los tiempos que se acuerden con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y de los trámites que adelante la Cancillería. “Teniendo en cuenta que el señor Palmera Pineda se encuentra privado de la libertad en la prisión de Penitenciaría Administrativa de Máxima Seguridad de la ciudad de Florence, estado de Colorado, esta diligencia será programada en la fecha y hora que disponga el Departamento de Justicia de los Estados Unidos de América, una vez surtidos los trámites correspondientes por parte de la Cancillería de Colombia”, dice el documento.
Finalmente, el tribunal le pide a la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) que, con apoyo del Grupo de Análisis de Contexto y Estadística de la JEP, “realice una historia de vida” de Trinidad, en donde se aporte también información sobre su pertenencia a las antiguas FARC, “su posición, el mando y el rol que ocupó, de acuerdo con fuentes públicas y con las bases de datos a las cuales tenga acceso”.
No es la primera vez que la JEP hace un pedido al Departamento de Estado de Estados Unidos para interrogar a Trinidad. En agosto de 2023 ese tribunal le envió una carta a esa institución para una versión voluntaria que se realizaría en ese país. “El señor Palmera Pineda es un exintegrante de la estima guerrilla de las FARC y está actualmente recluido en la Penitenciaria Administrativa de Máxima Seguridad en Florence, Colorado. En la carta rogatoria solicité específicamente por asistencia judicial para permitir dar su versión voluntaria a esta jurisdicción a través de medios virtuales (la plataforma Teams usada por esta jurisdicción). Alternativamente, si fuera más fácil, podría ser también presencialmente, como sea determinado por los Estados Unidos”, decía la carta del tribunal.
Dado esos antecedentes, es poco probable que esa audiencia pueda darse. De acuerdo con Diego Martínez, abogado de Trinidad, la Cancillería “no ha realizado ninguna gestión” de los pedidos de la JEP.
“(La JEP) dan órdene que la Cancillería no acata. Entonces no se sabe si las autoridades judiciales de Estados Unidos las conocen”, dijo a este diario.
En contexto: JEP insiste en interrogar a Simón Trinidad en Estados Unidos
Trinidad también ha querido ser parte de la paz total de Petro. La última de sus cartas fechada el pasado 15 de julio de 2023 iba dirigida al excanciller Álvaro Leyva. En ella, el exjefe guerrillero decía que la JEP garantiza a las víctimas el derecho a la verdad y que su relato podría contribuir a ello. “He buscado comparecer ante La JEP, entendiendo que en nuestro país existe un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición”, dijo entonces Trinidad en su misiva.
¿En qué va el proceso de Trinidad en la JEP?
En septiembre de 2023, la JEP aceptó el sometimiento ante ese tribunal de justicia transicional de Trinidad. En ese momento se reconoció que el exjefe de las extintas FARC tiene cinco procesos penales en los que se encuentra procesado o acusado en Colombia, pero el tribunal le solicitó a la UIA que recabe información adicional sobre otros 116 procesos penales y analice el estado en el que se encuentran las actuaciones en su contra.
En junio pasado, ese tribunal le otorgó la amnistía a Trinidad, pero solo por el delito de rebelión, tal como lo hizo con todos los firmantes del Acuerdo de Paz. La Sala concluyó que la conducta de rebelión es amnistiable por cumplir con los ámbitos de aplicación de tiempo, al ocurrir antes de la firma del Acuerdo Final de Paz.
El exguerrillero está siendo procesado en Colombia por terrorismo, homicidio, desplazamiento y desaparición forzada; narcotráfico, utilización de medios y métodos de guerra ilícitos; destrucción y apropiación de bienes protegidos; apoderamiento de aeronaves, naves o medios de transporte colectivo, secuestro extorsivo y rebelión, entre otros hechos delictivos cometidos durante el conflicto armado.
Ese tribunal también ha aclarado que no estudiará dos casos en los que el exguerrillero fue absuelto por la justicia ordinaria: el secuestro de la dirigente política Consuelo González de Perdomo, ocurrido en septiembre de 2001, y el ataque a un vehículo perteneciente a la administración municipal de Gigante, Huila.
Antes de ingresar a las filas de la guerrilla, Palmera fue un reconocido economista y profesor de la Universidad Popular del Cesar, gerente de banco y miembro de una prestante familia en Valledupar. Durante los más de 20 años de militancia en la guerrilla, participó en operaciones de secuestro contra ganaderos y comerciantes. Rápidamente, ascendió dentro de ese grupo armado, donde llegó a ser uno de los jefes del Bloque Caribe de las extintas FARC.
En esa condición, llegó a formar parte del Comité Temático y luego negociador en los diálogos de paz del Caguán que adelantó el gobierno de Andrés Pastrana entre finales de 1998 y comienzos del 2002. Con el rompimiento de la negociación, Trinidad se desplazó hacia el sur del país. A finales de 2003, fue encargado por el secretariado de las FARC para tener contactos con enviados del gobierno de Álvaro Uribe en Quito (Ecuador), explorando una posibilidad de diálogos.
En desarrollo de esa misión, fue capturado el 2 de enero de 2004 y en noviembre de ese año fue extraditado a Estados Unidos. Los tres estadounidenses fueron rescatados en julio de 2008 durante la llamada Operación Jaque.
El Gobierno de Estados Unidos ha rechazado en varias oportunidades las peticiones para que Trinidad vuelva a Colombia y no ha considerado su indulto.
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