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“No estábamos locas, hemos dicho la verdad”: Con esta frase, Luz Helena Galeano, quien busca desde hace 16 años a su esposo desaparecido en la Comuna 13 de Medellín, celebró los primeros hallazgos de restos humanos en La Escombrera, la “fosa común a cielo abierto” más grande de Colombia.
Desde el miércoles, cuando se anunció que se encontraron los primeros restos de cuerpos ya se han contado tres hallazgos, el más reciente la noche del viernes. Las primeras intervenciones a la zona priorizada, que tiene una extensión de 2.417 metros cuadrados del total de 6.912 metros cuadrados en la parte alta de la comuna San Javier, solo habían dado como resultado el hallazgo de prendas de vestir, accesorios, documentos y huesos de animales.
Desde hace casi dos décadas, madres, hijas, esposas, primas, nietas, sobrinas y amigas han estado resistiendo frente a la gran montaña de escombros, señalada por las víctimas de la violencia de los años 2000 en Antioquia como un lugar de inhumación clandestina de personas desaparecidas y asesinadas en hechos violentos de esos años.
El hallazgo que esta semana anunció la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD) junto a la Jurisdiccion Especial para La Paz (JEP) y al colectivo Mujeres caminando por la verdad, que reúne a quienes llevan años buscando a sus familiares, reinvidica justamente las voces de cientos de mujeres que fueron minimizadas. Varias autoridades y administraciones de la capital antioqueña negaron por años la existencia de cuerpos en La Escombrera e incluso pusieron muchas trabas para avanzar en la búsqueda de estos restos.
“Tengo emociones encontradas, pero es importante mostrarle a todo un país, que conoce la historia de la Comuna 13, que nosotras siempre hemos dicho la verdad. Hemos resistido en que no éramos ni unas viejas locas ni unas guerrilleras”, dijo a Colombia +20 Luz Helena Galeano.
El hallazgo de las primeras estructuras óseas en La Escombrera es la puerta de entrada para un intenso trabajo de búsqueda pues se estima que en ese lugar habrían por lo menos 500 desaparecidos.
“En la Escombrera no hay cuerpos”
Algunas administraciones de Medellín negaron la presencia de cuerpos en el cerro. De hecho, exalcaldes como Luis Pérez han dicho que “Medellín se arregló cuando ocurrió la Operación Orión”. Orión es considerada la intervención militar urbana más grande del país, cuando cerca de mil hombres armados, incluyendo efectivos de la Policía, el Ejército, el CTI, el desaparecido DAS y miembros del bloque paramilitar Cacique Nutibara se tomaron la Comuna 13.
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Entre el 16 y 19 de octubre de 2002, el operativo se desplegó de manera violenta por los barrios de la comuna para “erradicar la presencia de las milicias guerrilleras en Medellín”. Sin embargo, esta operación dejó familias desplazadas, personas desaparecidas y asesinatos injustificados.
Cuando Orión acabó, decenas de víctimas empezaron a denunciar que los cuerpos de sus seres queridos habían sido arrojados en La Escombrera, pero para las autoridades esto se quedó en simples rumores.
Esas mismas versiones fueron escuchadas años después en el tribunal de Justicia y Paz cuando exparamilitares como Carlos Villa explicaron que el bloque Cacique Nutibara sí había participado en Orión y que algunos cuerpos de las personas asesinadas habían sido arrojados en La Escombrera.
Las víctimas siguieron levantando sus voces y solo hasta 2009, el exalcalde Alfonso Salazar dio los primeros pasos para comenzar con la investigación mediante una alianza entre la Fiscalía y Medicina Legal para atender las 30 denuncias que se habían recibido en el caso de La Escombrera.
Durante su administración también se contrató un equipo de forenses internacionales que visitaron la zona y determinaron la complejidad de encontrar cuerpos en la zona donde por años se habían depositado escombros.
La primera excavación en la Escombrera se hizo en 2014 tras una orden del Tribunal Superior de Medellín a la administración de Anibal Gaviria. En los meses posteriores, las investigaciones se extendieron por la zona con apoyo de la Fiscalía y del Ministerio del Interior, pero tras varios intentos por hallar los cuerpos, los forenses no encontraron nada en el polígono 1.
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La llegada de Federico Gutiérrez en 2016 a la Alcaldía de Medellín vino acompañada del compromiso por seguir con la segunda fase de las excavaciones en el cerro. Sin embargo, el plan se trancó tras un estudio entregado por la empres española Falcon High Tech, que fue contratada por “Fico” para ubicar los restos óseos.
No obstante, la conclusión de la empresa extranjera fue que en La Escombrera no había cuerpos.
“Él se inventó y trajo unos españoles que dijeron que no era necesario buscar acá porque los georadares habían mostrado que no había cuerpos acá, pero hoy les estamos demostrando que nosotros teníamos la verdad desde que empezamos a levantar nuestras voces”, dijo Galeano.
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La petición de la JEP
Un auto de septiembre de 2019 emitido por la Jurisdicción Especial para la Paz volvió a poner los ojos sobre La Escombrera, pues desde ese tribunal ordenaron tomar las medidas cautelares solicitadas por los familiares de las víctimas de la Comuna 13 para seguir con la búsqueda de los cuerpos desaparecidos.
En ese momento, la JEP también vinculó al proceso a la constructora El Cóndor, a quien se le había extendido en 2019 el contrato para la explotación del cerro.
Para el 2020 se dictó la medida cautelar con la que se prohibió cualquier tipo de explotación en la zona acordada por la JEP y en 2022 se retomaron las excavaciones. Esas mismas que dos años después empiezan a dar hallazgos sobre los clamores de las mujeres buscadoras.
Los hallazgos se dan justamente en el segundo periodo de Gutiérrez como alcalde y la petición de las víctimas es que esta vez no se frenen las investigaciones. El mandatario aún no ha dicho nada al respecto.
“Quiero hacerle un llamado al alcalde Federico Gutiérrez porque él tiene la obligación de continuar con las investigaciones tras las órdenes que ha dado la JEP. En la administración pasada él fue quien truncó la búsqueda, ahora lo tiene que hacer”, aseguró Galeano a este medio.
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