“Les hemos cerrado las puertas a los familiares de desaparecidos”: Medicina Legal
La directora Claudia Adriana García reconoció que las fallas en la entidad, como la lentitud en la entrega de resultados, ha hecho que el Estado no reconozca el delito de la desaparición en el momento inmediato.
Colombia en Transición
“Quiero iniciar esta intervención como directora general del Instituto, y como representante de los 2.089 funcionarios, reconociendo que el fenómeno de la desaparición sí existe”. Con estas palabras, Claudia Adriana García, directora de Medicina Legal, arrancó su discurso en el encuentro de reconocimiento de la Comisión de la Verdad y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, realizado hoy en Pasto (Nariño).
Su afirmación fue aplaudida por un público, conformado por 400 mujeres buscadoras, que justo ayer se pronunció en contra de la Fiscalía, entidad que aseguró que en la toma y la retoma del Palacio de Justicia, el 6 de noviembre de 1985, no hubo desaparecidos.
Vea también: "Nuestra ausencia es la misma, pero nos hemos encontrado en el dolor": mujeres buscadoras
García continuó su discurso aceptando que, desafortunadamente, la participación de Medicina Legal en la búsqueda de los desparecidos sólo se ha limitado al apoyo técnico científico, la realización de las necropsias medicolegales y la construcción de las bases de datos, que no satisfacen las necesidades de los familiares buscadores.
“Reconozco que, de la institucionalidad, de mi instituto, no una vez sino muchas veces, les hemos cerrado las puertas a ustedes como familiares, cuando han ido a denunciar la desaparición de un familiar y nosotros no hemos recibido esa información ahí mismo, sino que hemos enviado a los familiares a una ruta que no esta clara y que no les permite que el Estado conozca y reconozca la desaparición en el momento inmediato”, dijo la directora.
García también manifestó que las necesidades de las mujeres buscadoras tampoco fueron tenidas en cuenta en los procesos de reconocimiento: “Sé que no las satisface en muchos aspectos, entre ellos, por los tiempos de respuestas que hemos tenidos frente a esos resultados que ustedes necesitan de la identificación de los cuerpos que hemos recibido en el instituto”.
Entre lágrimas, la directora expresó que en los 24 años que ha trabajado en esta entidad ha podido aprender del fenómeno de la desaparición gracias a los familiares de las víctimas, cuya búsqueda se ha desprendido de la tenacidad y el amor, y de sus “reclamos, quejas, que indiscutiblemente son todas justificadas”.
Vea también: Negar la desaparición forzada es un acto de revictimización: familiar de víctima
Al final, se compromtió con los familiares de personas desaparecidas que asistieron al evento a cambiar una generación del Instituto de Medicina Legal, para que sea más consciente de que desde el reconocimiento de los cuerpos también se contribuye con la reparación. Para esa tarea, pidió su ayuda: “Quiero terminar pidiéndoles el favor, a ustedes, familiares, organizaciones, mujeres buscadoras, para que no me dejen sola en este compromiso. Que nos acompañen en los territorios, donde hacemos presencia, donde les hemos cerrado las puertas, para que con sus vivencias me permitan mostrar que el instituto puede cambiar”.
“Quiero iniciar esta intervención como directora general del Instituto, y como representante de los 2.089 funcionarios, reconociendo que el fenómeno de la desaparición sí existe”. Con estas palabras, Claudia Adriana García, directora de Medicina Legal, arrancó su discurso en el encuentro de reconocimiento de la Comisión de la Verdad y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, realizado hoy en Pasto (Nariño).
Su afirmación fue aplaudida por un público, conformado por 400 mujeres buscadoras, que justo ayer se pronunció en contra de la Fiscalía, entidad que aseguró que en la toma y la retoma del Palacio de Justicia, el 6 de noviembre de 1985, no hubo desaparecidos.
Vea también: "Nuestra ausencia es la misma, pero nos hemos encontrado en el dolor": mujeres buscadoras
García continuó su discurso aceptando que, desafortunadamente, la participación de Medicina Legal en la búsqueda de los desparecidos sólo se ha limitado al apoyo técnico científico, la realización de las necropsias medicolegales y la construcción de las bases de datos, que no satisfacen las necesidades de los familiares buscadores.
“Reconozco que, de la institucionalidad, de mi instituto, no una vez sino muchas veces, les hemos cerrado las puertas a ustedes como familiares, cuando han ido a denunciar la desaparición de un familiar y nosotros no hemos recibido esa información ahí mismo, sino que hemos enviado a los familiares a una ruta que no esta clara y que no les permite que el Estado conozca y reconozca la desaparición en el momento inmediato”, dijo la directora.
García también manifestó que las necesidades de las mujeres buscadoras tampoco fueron tenidas en cuenta en los procesos de reconocimiento: “Sé que no las satisface en muchos aspectos, entre ellos, por los tiempos de respuestas que hemos tenidos frente a esos resultados que ustedes necesitan de la identificación de los cuerpos que hemos recibido en el instituto”.
Entre lágrimas, la directora expresó que en los 24 años que ha trabajado en esta entidad ha podido aprender del fenómeno de la desaparición gracias a los familiares de las víctimas, cuya búsqueda se ha desprendido de la tenacidad y el amor, y de sus “reclamos, quejas, que indiscutiblemente son todas justificadas”.
Vea también: Negar la desaparición forzada es un acto de revictimización: familiar de víctima
Al final, se compromtió con los familiares de personas desaparecidas que asistieron al evento a cambiar una generación del Instituto de Medicina Legal, para que sea más consciente de que desde el reconocimiento de los cuerpos también se contribuye con la reparación. Para esa tarea, pidió su ayuda: “Quiero terminar pidiéndoles el favor, a ustedes, familiares, organizaciones, mujeres buscadoras, para que no me dejen sola en este compromiso. Que nos acompañen en los territorios, donde hacemos presencia, donde les hemos cerrado las puertas, para que con sus vivencias me permitan mostrar que el instituto puede cambiar”.