"Macaco" dice que quiere ingresar a la JEP
Al regresar de Estados Unidos, a donde fue extraditado en 2008, Carlos Mario Jiménez Naranjo, el exfeje paramilitar, envió una carta a la opinión pública en que la asegura que está dispuesto a contribuir con la verdad y reparar a sus víctimas a cambio de que le den la oportunidad de rehacer su vida.
Colombia en Transición
A tan solo cuatro días de haber sido deportado por Estados Unidos de regreso a Colombia, después de pagar una condena de 33 años de prisión por narcotráfico (de los cuales pasó 11 años privado de la libertad), el exjefe paramilitar del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), Carlos Mario Jiménez Naranjo, conocido como Macaco, pidió someterse a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
(Le recomendamos: ¿Quién es ‘Macaco’, el exjefe paramilitar que acaba de ser deportado a Colombia?)
En una carta, dirigida a la opinión pública, señaló que regresó al país con “el compromiso inamovible con la promoción de la reconciliación y la paz entre todos los colombianos, reparar a las víctimas, comparecer ante la Comisión de la Verdad y la Justicia Transicional y cooperar con la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas”.
Jiménez hizo un llamado a la sociedad colombiana y la justicia transicional para que le den oportunidad de rehacer su vida al lado de su familia y seres queridos. “No seré inferior al pueblo colombiano y pondré todo mi empeño en la reparación integral a través de proyectos productivos y pedagogías de no repetición”, agregó el exjefe paramilitar.
En la misiva, además, dejó claro que su verdad es crucial para cerrar las heridas del conflicto armado, y subrayó que desea someterse al tribunal de paz como promotor y financiador del grupo de las autodefensas en el Bajo Cauca Antioqueño y comandante general del Bloque Central Bolívar. Asimismo, recuerda que ayudó a la desmovilización de 7.603 personas de las Auc.
(Le sugerimos leer: Alias "Macaco", exjefe paramilitar, fue capturado por la Fiscalía luego de ser deportado)
Orián Jiménez Meneses, doctor en Historia y profesor de la Universidad Nacional de Colombia que ha investigado de cerca el conflicto armado y el caso de Carlos Mario Jiménez, explica que “este comunicado es muy importante porque abre una expectativa, una posibilidad para que los terceros, en su condición de financiador y promotor, ingresen a la JEP, teniendo en cuenta de que este es uno de los temas más débiles en la negociación de La Habana y los que "más verdades" pueden traer para esclarecer la participación de los terceros que financiaron el conflicto armado, un capítulo muy poco conocido.
Orián Jiménez considera que, tras su experiencia con la justicia estadounidense, Macaco tiene la voluntad de decir la verdad, entre ellas, la violación al acuerdo de Justicia y Paz: “En su momento dijeron que ellos estaban delinquiendo, pero eso no era cierto, no tuvieron cómo probarlo. Creo que es muy importante resaltar que aunque siempre dicen que todo aquel que vuelve de Estados Unidos se va a armar de nuevo y en la carta queda claro que viene arreglar sus problemas y a pasar la página de la guerra”.
Prueba de ello, añade, es que Macaco fue uno de los que más apoyó el acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc. “¿Se acuerda de la carta de los 35 exjefes paramilitares que sacaron un comunicado apoyando lo de La Habana? El promotor de todo esto fue Carlos Mario Jiménez. Él inició ese proceso desde 2005. Estando allá delegó la representación en Julián Bolívar, el segundo al mando, para que continuará con el discurso de la reconciliación”, puntualiza.
Jiménez Naranjo no es el único que ha pedido pista en la JEP. También lo hizo Salvatore Mancuso, con el argumento de que, si este tribunal quiere cerrar el conflicto armado, la verdad de los paramilitares es necesaria. En eso concuerda María Camila Moreno, directora del Centro Internacional de Justicia Transicional (ICTJ por sus siglas en inglés), quien sugiere que este tipo de casos sean considerados por los magistrados para el esclarecimiento de los hechos.
“Son personas que tuvieron un rol muy importante en las Auc, que fueron excluidas de Justicia y Paz cuando fueron extraditadas a los Estados Unidos. Además, no han contado nada, no han dicho la verdad. Las víctimas y la sociedad tienen derecho a conocer esa verdad”, manifiesta la directora del ICTJ.
Moreno deja claro que no se trataría de una regla general, sino de una evaluación de cada caso y del aporte a la verdad que la persona pueda dar, como ya lo ha dicho en su jurisprudencia el tribunal de paz, en la que ha aclarado que esa verdad debe ser extraordinaria, temprana y que supere la información que tiene la justicia ordinaria.
Macaco se desmovilizó en 2005, en el proceso de reinserción de los paramilitares liderado por el expresidente Álvaro Uribe, y fue recluido en la cárcel de Itagüí. Sin embargo, en 2008, el Gobierno ordenó su extradición hacia los Estados Unidos y de otros doce jefes paramilitares por supuestamente incumplir sus compromisos con Justicia y Paz. Entre ellos, estaba Salvatore Mancuso; Juan Carlos El Tuso Sierra; Hernán Giraldo; Rodrigo Tovar Pupo o Jorge 40; Ramiro Vanoy Murillo o Cuco Vanoy; y Diego Fernando Murillo o Don Berna.
(Vea también: Los exjefes paramilitares extraditados que no han regresado a Colombia)
Su testimonio en Estados Unidos fue clave para que las autoridades pudieran condenar al exgeneral de la Policía Flavio Buitrago, exjefe de seguridad del expresidente Álvaro Uribe, quien resultó teniendo nexos con el narcotraficante el Papero, y el general retirado de la Policía Mauricio Santoyo, cooperante de los grupos paramilitares y de la Oficina de Envigado, la organización criminal que creó Pablo Escobar en los años 80 en Medellín.
El pasado sábado, apenas Jiménez Naranjo tocó suelo colombiano, fue capturado en el Aeropuerto El Dorado por orden de un fiscal especializado de Derechos Humanos, quien le imputará cerca de 100 hechos cometidos bajo su mando por integrantes del Bloque Central Bolivar de las Auc, en Risaralda, Putumayo, Santander, Caquetá y Antioquia. "No lo quieren en Justicia y Paz pero en la justicia ordinaria sí lo quieren judicializar por cadena de mando de todos los crímenes de este bloque con más de 7.000 personas en armas", afirmó Orián Jiménez. Se espera que en los próximos días la Justicia Especial de Paz se pronuncie sobre el caso.
Lea aquí la carta completa:
A tan solo cuatro días de haber sido deportado por Estados Unidos de regreso a Colombia, después de pagar una condena de 33 años de prisión por narcotráfico (de los cuales pasó 11 años privado de la libertad), el exjefe paramilitar del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), Carlos Mario Jiménez Naranjo, conocido como Macaco, pidió someterse a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
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En una carta, dirigida a la opinión pública, señaló que regresó al país con “el compromiso inamovible con la promoción de la reconciliación y la paz entre todos los colombianos, reparar a las víctimas, comparecer ante la Comisión de la Verdad y la Justicia Transicional y cooperar con la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas”.
Jiménez hizo un llamado a la sociedad colombiana y la justicia transicional para que le den oportunidad de rehacer su vida al lado de su familia y seres queridos. “No seré inferior al pueblo colombiano y pondré todo mi empeño en la reparación integral a través de proyectos productivos y pedagogías de no repetición”, agregó el exjefe paramilitar.
En la misiva, además, dejó claro que su verdad es crucial para cerrar las heridas del conflicto armado, y subrayó que desea someterse al tribunal de paz como promotor y financiador del grupo de las autodefensas en el Bajo Cauca Antioqueño y comandante general del Bloque Central Bolívar. Asimismo, recuerda que ayudó a la desmovilización de 7.603 personas de las Auc.
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Orián Jiménez Meneses, doctor en Historia y profesor de la Universidad Nacional de Colombia que ha investigado de cerca el conflicto armado y el caso de Carlos Mario Jiménez, explica que “este comunicado es muy importante porque abre una expectativa, una posibilidad para que los terceros, en su condición de financiador y promotor, ingresen a la JEP, teniendo en cuenta de que este es uno de los temas más débiles en la negociación de La Habana y los que "más verdades" pueden traer para esclarecer la participación de los terceros que financiaron el conflicto armado, un capítulo muy poco conocido.
Orián Jiménez considera que, tras su experiencia con la justicia estadounidense, Macaco tiene la voluntad de decir la verdad, entre ellas, la violación al acuerdo de Justicia y Paz: “En su momento dijeron que ellos estaban delinquiendo, pero eso no era cierto, no tuvieron cómo probarlo. Creo que es muy importante resaltar que aunque siempre dicen que todo aquel que vuelve de Estados Unidos se va a armar de nuevo y en la carta queda claro que viene arreglar sus problemas y a pasar la página de la guerra”.
Prueba de ello, añade, es que Macaco fue uno de los que más apoyó el acuerdo de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc. “¿Se acuerda de la carta de los 35 exjefes paramilitares que sacaron un comunicado apoyando lo de La Habana? El promotor de todo esto fue Carlos Mario Jiménez. Él inició ese proceso desde 2005. Estando allá delegó la representación en Julián Bolívar, el segundo al mando, para que continuará con el discurso de la reconciliación”, puntualiza.
Jiménez Naranjo no es el único que ha pedido pista en la JEP. También lo hizo Salvatore Mancuso, con el argumento de que, si este tribunal quiere cerrar el conflicto armado, la verdad de los paramilitares es necesaria. En eso concuerda María Camila Moreno, directora del Centro Internacional de Justicia Transicional (ICTJ por sus siglas en inglés), quien sugiere que este tipo de casos sean considerados por los magistrados para el esclarecimiento de los hechos.
“Son personas que tuvieron un rol muy importante en las Auc, que fueron excluidas de Justicia y Paz cuando fueron extraditadas a los Estados Unidos. Además, no han contado nada, no han dicho la verdad. Las víctimas y la sociedad tienen derecho a conocer esa verdad”, manifiesta la directora del ICTJ.
Moreno deja claro que no se trataría de una regla general, sino de una evaluación de cada caso y del aporte a la verdad que la persona pueda dar, como ya lo ha dicho en su jurisprudencia el tribunal de paz, en la que ha aclarado que esa verdad debe ser extraordinaria, temprana y que supere la información que tiene la justicia ordinaria.
Macaco se desmovilizó en 2005, en el proceso de reinserción de los paramilitares liderado por el expresidente Álvaro Uribe, y fue recluido en la cárcel de Itagüí. Sin embargo, en 2008, el Gobierno ordenó su extradición hacia los Estados Unidos y de otros doce jefes paramilitares por supuestamente incumplir sus compromisos con Justicia y Paz. Entre ellos, estaba Salvatore Mancuso; Juan Carlos El Tuso Sierra; Hernán Giraldo; Rodrigo Tovar Pupo o Jorge 40; Ramiro Vanoy Murillo o Cuco Vanoy; y Diego Fernando Murillo o Don Berna.
(Vea también: Los exjefes paramilitares extraditados que no han regresado a Colombia)
Su testimonio en Estados Unidos fue clave para que las autoridades pudieran condenar al exgeneral de la Policía Flavio Buitrago, exjefe de seguridad del expresidente Álvaro Uribe, quien resultó teniendo nexos con el narcotraficante el Papero, y el general retirado de la Policía Mauricio Santoyo, cooperante de los grupos paramilitares y de la Oficina de Envigado, la organización criminal que creó Pablo Escobar en los años 80 en Medellín.
El pasado sábado, apenas Jiménez Naranjo tocó suelo colombiano, fue capturado en el Aeropuerto El Dorado por orden de un fiscal especializado de Derechos Humanos, quien le imputará cerca de 100 hechos cometidos bajo su mando por integrantes del Bloque Central Bolivar de las Auc, en Risaralda, Putumayo, Santander, Caquetá y Antioquia. "No lo quieren en Justicia y Paz pero en la justicia ordinaria sí lo quieren judicializar por cadena de mando de todos los crímenes de este bloque con más de 7.000 personas en armas", afirmó Orián Jiménez. Se espera que en los próximos días la Justicia Especial de Paz se pronuncie sobre el caso.
Lea aquí la carta completa: