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El cementerio La Dolorosa, en Puerto Berrío (Antioquia), recibió durante años los cuerpos de las personas que eran arrojadas al río Magdalena por cuenta de los grupos armados. Los pobladores y pescadores los recogían y los llevaban a fosas, osarios y bóvedas del cementerio, donde posteriormente eran identificados con las letras “NN”, es decir, cuerpos sin nombre o no identificados.
Aunque ha sido una práctica usual en los pueblos ribereños de Colombia, que vivieron el conflicto armado y fueron testigos de esta práctica de desaparición forzada, en Puerto Berrío se generó la tradición de “adoptar” a estos cuerpos sin nombre y pedirles favores a cambio del cuidado de su tumba.
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La persona o familia le ponía un nombre, podía ser el cuerpo de su ser querido también desaparecido por la guerra, y marcaba su tumba. Pero esta práctica generó en muchos casos la doble pérdida de los cuerpos, ya que las autoridades no podían seguir el rastro de los cuerpos sin identificar para recuperarlos, identificarlos y entregarlos a sus familias.
Por eso el Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado y el Colectivo Sociojurídico Orlando Fals Borda le pidieron a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que el cementerio La Dolorosa fuera uno de los 17 sitios donde se decretaran medidas cautelares para no intervenir estos lugares y proteger los cuerpos.
En el marco de esas medidas, y dentro del trabajo del Sistema Integral para la Paz, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) empezó desde esta semana la mayor intervención que ha hecho desde su conformación para recuperar los cuerpos adoptados de Puerto Berrío.
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Entre el 13 y el 26 de septiembre, esta entidad estará en el cementerio La Dolorosa trabajando en la recuperación de más de cien cuerpos que podrían ser víctimas del conflicto y que están en los pabellones de caridad, es decir, donde son enterradas las personas que no pueden pagar bóvedas como habitantes de calle o personas de la tercera edad sin familia.
En su primer día de trabajo, la Unidad de Búsqueda recuperó cinco cuerpos que tendrían indicios de muerte violenta a razón del conflicto, los cuales serán llevados a Medicina Legal para su análisis e identificación. Así será el procedimiento con los demás hallazgos que haga el equipo forense en estas dos semanas. Uno de estos cuerpos sería el de un menor de edad, entre los 14 y 17 años.
Esta es la cuarta acción humanitaria que hace esta entidad sobre el cementerio La Dolorosa en el marco de las medidas cautelares. En febrero de 2021, protegió y reubicó 416 cuerpos que se encontraban en riesgo de desaparición, por la forma en la que permanecían almacenados en el cementerio. En una segunda acción humanitaria en abril la Unidad de Búsqueda recuperó 43 cuerpos que fueron entregados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para su correspondiente identificación.