Víctimas piden empezar ya la búsqueda de sus desaparecidos
La construcción del Plan Nacional de Búsqueda con los familiares, que por mandato tiene que hacer la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos (UBPD), ya terminó. En diciembre se conocerá este documento que marcará la ruta de búsqueda de los desaparecidas en el conflicto.
Carolina Ávila Cortés - @lacaroa08
Durante los dos últimos meses, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) ha realizado encuentros nacionales para escuchar a organizaciones de víctimas, LGBTI, de mujeres, afro, indígenas, entre otras, para construir el Plan Nacional de Búsqueda. Los ocho encuentros se realizaron en ciudades como Cali, Neiva o Barranquilla, incluso con colombianos exiliados en Inglaterra o Argentina, vía Skype.
Según lo dicho por la UBPD, este documento sería entregado en diciembre. Están en el proceso de consolidar todas las propuestas y preocupaciones que surgieron en las jornadas para definir esta hoja de ruta general para buscar, localizar e identificar (en los casos de personas fallecidas) a personas desaparecidas con ocasión del conflicto armado en Colombia.
De estas jornadas de discusión salieron aportes importantes, como los enfoques étnicos y territoriales en la búsqueda y entrega de los cuerpos, así como la asistencia psicosocial que deben tener las familiares durante este proceso. Colombia2020 consultó algunas opiniones sobre este proceso y una de las principales preocupaciones es que este Plan Nacional de Búsqueda termine siendo una promesa incumplida, como tantas otras que han escuchado durante 30 o 40 años que llevan de búsqueda.
Lo que pide la sociedad
Gloria Chicanoy es representante de la Asociación de Víctimas de Desaparición Forzada en Nariño (Avides), y solo una de las miles de voces que preguntan por sus seres queridos desaparecidos en Colombia. No hay rastro de su hijo Miguel desde hace 16 años, solo sabe que fue reclutado por las Farc, pero no tiene más información de dónde está y qué pasó con él.
(Le puede interesar: (Pódcast) Las afectaciones psicológicas de quienes buscan a sus desaparecidos)
Para ella es gratificante que una organización del Estado la escuche. Nunca había participado en la concertación colectiva de un plan de búsqueda. Estuvo en una de las jornadas con la UBPD y allí pidió, como tantas otras madres, que la búsqueda de los desaparecidos se concentre también en los cementerios. Alguna vez le dijeron que el cuerpo de su hijo podría estar como no identificado en una bóveda en Putumayo, pero no ha escuchado nada más de su caso por parte del Estado.
Es clara en pedirle a la UBPD que lo que se habló en estos encuentros no se quede solo en palabras: “Estamos cansadas de escuchar promesas de búsqueda, no queremos pasárnosla en reuniones. Queremos resultados”.
El encuentro en Barranquilla, el pasado 8 de octubre, fue con organizaciones LGBTI de todo el país. Allí participó Diego Ruiz Thorrens, director de ConPazes, una organización que trabaja principalmente en Santander. Su petición, que engloba lo que muchas personas también afirmaron en ese encuentro, es que haya un reconocimiento de las víctimas por su identidad de género.
“Hemos tenido la oportunidad de hablar con actores armados y algunos nos expresaron que la principal razón para asesinar y desaparecer a nuestros compañeros y compañeras fue porque eran gais, lesbianas o trans; por el estigma que hay en muchas regiones sobre ellos”, afirma.
Queremos que haya un reconocimiento de las mujeres trans y homosexuales desaparecidos por el conflicto, agrega. Que se haga una lectura de las causales de su desaparición y la forma cómo fueron asesinadas. Ir a su historia y que se dignifique su memoria.
(Lea también: Los cuerpos que aún no aparecen en Bojayá)
Otras de las peticiones que surgieron durante los encuentros con población LGBTI es que haya un apoyo constante con las redes LGBTI que hay en todo el territorio nacional. Que se cree una aplicación para que la sociedad pueda aportar información o estar al tanto de su proceso de búsqueda y que haya atención psicosocial enfocada a manejar el conflicto que hubo con las familias en el reconocimiento de su identidad de género.
En Cali fue el encuentro con representantes afro y en La Mesa (Cundinamarca) con pueblos indígenas. Un punto en común en las peticiones es que la UBPD tenga en cuenta su cosmovisión. Por ejemplo, que se consulte con las autoridades indígenas o líderes afro el proceso de búsqueda, que se haga un saneamiento tradicional de su territorio después de una exhumación y que la entrega se haga de acuerdo con sus rituales y cantos ancestrales.
Las preocupaciones
Es la primera vez que en el país hay un plan de búsqueda con enfoques de género y étnico. Para Yanette Bautista, directora de la Fundación Nydia Erika Bautista, una organización nacional, estos deben ser transversales, “no fragmentados, porque los problemas estructurales en la búsqueda (como la falta de cifras, la demora en la identificación, el desconocimiento de funcionarios del Estado) son los mismos para todos”.
Se pregunta cómo será la búsqueda de niños y niñas que fueron reclutados, secuestrados y de las personas que posiblemente están vivas. También se refiere a la participación de las víctimas: “No queremos que sea solo en las reuniones, sino estar en los escenarios de participación cotidianos de la UBPD donde se deciden nuestros derechos”.
Yanette señala que su participación en la construcción del Plan Nacional de Búsqueda no ha sido continua, pues con las demás víctimas de la fundación están más enfocadas en los planes regionales, los cuales sí contemplan casos concretos e individuales de búsqueda de personas desaparecidas.
(Lea: Organizaciones piden a la JEP que abra caso de desaparición forzada)
Una última preocupación que manifestó otra organización nacional, la Fundación Hasta Encontrarlos, es que se vuelva a hacer un plan nacional desde cero cuando ya hay uno hecho con la Comisión Nacional de Búsqueda desde 2007. “Si ya hay un documento lo mejor sería ajustarlo a partir de los errores que tiene y lo que han dicho los familiares, no hacer uno nuevo porque puede resultar revictimizante para las personas que llevan años esperando respuestas de su familiar”.
Hasta Encontrarlos sostiene que debe ponerse un tiempo límite a la recolección de información y comenzar pronto con los procesos de búsqueda y exhumaciones. Considera, además, que la UBPD debe aterrizar cuanto antes este paso con los planes regionales.
Luz Marina Monzón, directora de esta entidad, ha afirmado públicamente que son ocho los planes regionales que están en proceso, cuatro de ellos ya aprobados, pero no ha dado más detalles.
Las organizaciones y familias están a la expectativa de que sus aportes queden consignados en el Plan Nacional de Búsqueda. Sin embargo, son varias las posturas, sobre todo de aquellas organizaciones que han liderado procesos de búsqueda desde hace casi 40 años, las que le piden a esta entidad que las respuestas del paradero de sus seres queridos empiecen a responderse pronto. No quieren más años de espera.
Durante los dos últimos meses, la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) ha realizado encuentros nacionales para escuchar a organizaciones de víctimas, LGBTI, de mujeres, afro, indígenas, entre otras, para construir el Plan Nacional de Búsqueda. Los ocho encuentros se realizaron en ciudades como Cali, Neiva o Barranquilla, incluso con colombianos exiliados en Inglaterra o Argentina, vía Skype.
Según lo dicho por la UBPD, este documento sería entregado en diciembre. Están en el proceso de consolidar todas las propuestas y preocupaciones que surgieron en las jornadas para definir esta hoja de ruta general para buscar, localizar e identificar (en los casos de personas fallecidas) a personas desaparecidas con ocasión del conflicto armado en Colombia.
De estas jornadas de discusión salieron aportes importantes, como los enfoques étnicos y territoriales en la búsqueda y entrega de los cuerpos, así como la asistencia psicosocial que deben tener las familiares durante este proceso. Colombia2020 consultó algunas opiniones sobre este proceso y una de las principales preocupaciones es que este Plan Nacional de Búsqueda termine siendo una promesa incumplida, como tantas otras que han escuchado durante 30 o 40 años que llevan de búsqueda.
Lo que pide la sociedad
Gloria Chicanoy es representante de la Asociación de Víctimas de Desaparición Forzada en Nariño (Avides), y solo una de las miles de voces que preguntan por sus seres queridos desaparecidos en Colombia. No hay rastro de su hijo Miguel desde hace 16 años, solo sabe que fue reclutado por las Farc, pero no tiene más información de dónde está y qué pasó con él.
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Para ella es gratificante que una organización del Estado la escuche. Nunca había participado en la concertación colectiva de un plan de búsqueda. Estuvo en una de las jornadas con la UBPD y allí pidió, como tantas otras madres, que la búsqueda de los desaparecidos se concentre también en los cementerios. Alguna vez le dijeron que el cuerpo de su hijo podría estar como no identificado en una bóveda en Putumayo, pero no ha escuchado nada más de su caso por parte del Estado.
Es clara en pedirle a la UBPD que lo que se habló en estos encuentros no se quede solo en palabras: “Estamos cansadas de escuchar promesas de búsqueda, no queremos pasárnosla en reuniones. Queremos resultados”.
El encuentro en Barranquilla, el pasado 8 de octubre, fue con organizaciones LGBTI de todo el país. Allí participó Diego Ruiz Thorrens, director de ConPazes, una organización que trabaja principalmente en Santander. Su petición, que engloba lo que muchas personas también afirmaron en ese encuentro, es que haya un reconocimiento de las víctimas por su identidad de género.
“Hemos tenido la oportunidad de hablar con actores armados y algunos nos expresaron que la principal razón para asesinar y desaparecer a nuestros compañeros y compañeras fue porque eran gais, lesbianas o trans; por el estigma que hay en muchas regiones sobre ellos”, afirma.
Queremos que haya un reconocimiento de las mujeres trans y homosexuales desaparecidos por el conflicto, agrega. Que se haga una lectura de las causales de su desaparición y la forma cómo fueron asesinadas. Ir a su historia y que se dignifique su memoria.
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Otras de las peticiones que surgieron durante los encuentros con población LGBTI es que haya un apoyo constante con las redes LGBTI que hay en todo el territorio nacional. Que se cree una aplicación para que la sociedad pueda aportar información o estar al tanto de su proceso de búsqueda y que haya atención psicosocial enfocada a manejar el conflicto que hubo con las familias en el reconocimiento de su identidad de género.
En Cali fue el encuentro con representantes afro y en La Mesa (Cundinamarca) con pueblos indígenas. Un punto en común en las peticiones es que la UBPD tenga en cuenta su cosmovisión. Por ejemplo, que se consulte con las autoridades indígenas o líderes afro el proceso de búsqueda, que se haga un saneamiento tradicional de su territorio después de una exhumación y que la entrega se haga de acuerdo con sus rituales y cantos ancestrales.
Las preocupaciones
Es la primera vez que en el país hay un plan de búsqueda con enfoques de género y étnico. Para Yanette Bautista, directora de la Fundación Nydia Erika Bautista, una organización nacional, estos deben ser transversales, “no fragmentados, porque los problemas estructurales en la búsqueda (como la falta de cifras, la demora en la identificación, el desconocimiento de funcionarios del Estado) son los mismos para todos”.
Se pregunta cómo será la búsqueda de niños y niñas que fueron reclutados, secuestrados y de las personas que posiblemente están vivas. También se refiere a la participación de las víctimas: “No queremos que sea solo en las reuniones, sino estar en los escenarios de participación cotidianos de la UBPD donde se deciden nuestros derechos”.
Yanette señala que su participación en la construcción del Plan Nacional de Búsqueda no ha sido continua, pues con las demás víctimas de la fundación están más enfocadas en los planes regionales, los cuales sí contemplan casos concretos e individuales de búsqueda de personas desaparecidas.
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Una última preocupación que manifestó otra organización nacional, la Fundación Hasta Encontrarlos, es que se vuelva a hacer un plan nacional desde cero cuando ya hay uno hecho con la Comisión Nacional de Búsqueda desde 2007. “Si ya hay un documento lo mejor sería ajustarlo a partir de los errores que tiene y lo que han dicho los familiares, no hacer uno nuevo porque puede resultar revictimizante para las personas que llevan años esperando respuestas de su familiar”.
Hasta Encontrarlos sostiene que debe ponerse un tiempo límite a la recolección de información y comenzar pronto con los procesos de búsqueda y exhumaciones. Considera, además, que la UBPD debe aterrizar cuanto antes este paso con los planes regionales.
Luz Marina Monzón, directora de esta entidad, ha afirmado públicamente que son ocho los planes regionales que están en proceso, cuatro de ellos ya aprobados, pero no ha dado más detalles.
Las organizaciones y familias están a la expectativa de que sus aportes queden consignados en el Plan Nacional de Búsqueda. Sin embargo, son varias las posturas, sobre todo de aquellas organizaciones que han liderado procesos de búsqueda desde hace casi 40 años, las que le piden a esta entidad que las respuestas del paradero de sus seres queridos empiecen a responderse pronto. No quieren más años de espera.