Negociadores del Gobierno hablaron de reincorporación, Acuerdo de Paz y Paz Total

Como antesala al cumplimiento de los ocho años de la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y la extinta guerrilla de las FARC, que se conmemora el próximo 24 de noviembre, varios jefes negociadores del Gobierno en las distintas mesas de diálogo actuales se dieron cita en el foro “Reincorporación: un cambio hacia la paz total y la no repetición”, organizado por Foros El Espectador, Caracol Televisión y la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), para abordar los principales retos y aprendizajes que deja ese proceso de cara a la política de paz total del presidente Gustavo Petro.

La instalación del evento estuvo a cargo de Alejandra Miller, directora de la ARN; Juan Fernando Cristo, ministro del Interior; y Carlos Ruiz Massieu, jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.

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En el primer panel sobre reincorporación para la paz, la no repetición y la reconciliación están Armando Novoa, jefe negociador del Gobierno con la Segunda Marquetalia; Camilo González Posso, jefe negociador del Gobierno con las disidencias de las FARC; y Pablo Pardo, delegado negociador del Gobierno con Comuneros del Sur. La charla es moderada por Élber Gutiérrez, productor general de El Espectador.

El segundo panel abordó la implementación del Acuerdo de Paz vista desde la reincorporación y los avances y retos que han surgido en estos ocho años. En esta charla estuvieron Gloria Cuartas, directora de la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz; José Nicolás Hurtado, gerente de la cervecería artesanal La Roja —uno de los proyectos de excombatientes—; María Camila Carreño, asesora de despacho de la ministra de Vivienda; y Juan Felipe Harman, director de la Agencia Nacional de Tierras (ANT). Ese panel fue moderado por Ricardo Ospina, director de noticias de Blu Radio.

Aquí un resumen del evento

Segundo panel sobre la implementación del Acuerdo de Paz vista desde la reincorporación

La primera hablar en este panel fue Gloria Cuartas, directora de la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz, quien dijo que el cambio más grande en este Gobierno con respecto a la ejecución del pacto firmado en 2016 fue el de la arquitectura institucional.

“La implementación del Acuerdo de Paz en este Gobierno ha tenido acuerdos muy significativos. Al eliminarse la Consejería de Estabilización queda la Unidad de Implementación y en ella hemos consolidado equipos que están en cada uno de los puntos del Acuerdo y que están en constante coordinación con la ARN y sus equipos para lograr los compromisos. Esto no existía. No había unidad entre los seis puntos del Acuerdo”, dijo Cuartas.

La directora se refirió a que uno de los obstáculos de la reincorporación a nivel de entrega de tierras es que los dueños de los lugares donde se asentaron los excombatientes no han querido vender esas hectáreas. “No es un problema del presidente Petro. Hemos trabajado para superar lo que significó la entrega de tierra en arriendo que, cuando se busca comprarle a los arrendatarios, se niegan a vender porque es más cómodo seguir teniendo un subarriendo que poder hacer una redistribución efectiva de la compra de tierra”, explicó.

Y agregó que si se habla de una implementación del Acuerdo de Paz de forma fragmentada será imposible llevarlo a cabo y que por eso ahora tienen una estrategia llamada “Pensamiendo geográfico para la paz” para entender las distintas dinámicas de las regiones a la luz de los diferentes planes rurales.

Por su parte, Juan Felipe Harman, director de la ANT, aseguró que hay retos para que la reforma rural avance, pero una de las grandes dificultades es que aún hay estigmas para que los firmantes de paz puedan acceder a la tierra. Según el funcionario, muchos procesos han avanzado, pero se han caído al saber que son excombatientes quienes van a llegar a ocupar los espacios.

Y agregó que se entregarán más de 5.000 hectáreas para la primera semana de diciembre.

“Para la primera semana de diciembre vamos a entregar más de 5.000 hectáreas, pero sabemos que no es suficiente porque tenemos que solucionar muchos más obstáculos”, dijo Juan Felipe Harman, director de la ANT.

Por otro lado, María Camila Carreño, asesora de despacho del Ministerio de Vivienda, habló sobre el trabajo que adelanta esa cartera para adquirir tierra en los ETCR para construir y entregar vivienda, dando respuesta a lo pactado en la firma del Acuerdo de Paz.

Nicolás Hurtado, gerente de Cervecería La Roja, un proyecto productivo que surgió después de la firma del Acuerdo de Paz, aseguró que aún hay incertidumbre sobre cómo se van a resolver muchos problemas de reincorporación. “A veces vemos que este proceso de reincorporación no avanza como nosotros queremos. Resulta que estamos vivenciando una lentitud en la implementación”, dijo Hurtado.

Hurtado también dijo que su emprendimiento nació del esfuerzo de los reincorporados y que nunca tuvo el apoyo del Gobierno de Iván Duque. “Estamos en la ruta del proceso de fortalecimiento, pero hay que decir que este Gobierno sí ha hecho un esfuerzo, también la ARN. Pero nos enfrentamos a una institucionalidad que no es de hoy, ni hace dos años, sino de hace 200 años y que no reconoce las necesidades del ciudadanos. A todo eso nos enfrentamos como sociedad, pero también como firmantes de paz”, afirmó.

Alejandra Miller culminó el evento hablando sobre los nuevos métodos de diálogo, aplicando las lecciones aprendidas del proceso de reincorporación de los excombatientes de las FARC. “Tenemos la necesidad de que la reincorporación incluya a los excombatientes en los procesos de transformación territorial”, dijo la directora de la ARN.

Primer panel sobre reincorporación para la paz, la no repetición y la reconciliación

Según Pablo Pardo, la lección aprendida es que se debe cumplir con lo pactado, sea por este Gobierno o por los gobiernos que vengan. “La fuerza del ejercicio que se está desarrollando no solo puede ser de una mesa, sino que también debe ser de las comunidades para que estos procesos sean irreversibles. Hay que dejar esto apropiado y socializado con la comunidad para evitar que esto que arranque en las mesas se pare por posiciones ideológicas”, agregó Pardo.

Y agregó que desde el sur del país se está construyendo un método que puede funcionar en las otras mesas para construir la paz y desescalar la violencia en las intenciones que tengan los grupos armados para regresar a la sociedad civil. “El mayor miedo de Comuneros es que pase lo mismo que con las FARC, que los empiecen a asesinar”, dijo.

Por otro lado, Camilo González aseguró que es importante afinar los diálogos con los territorios para que las conversaciones surjan desde lo local a lo nacional. “Por allí tenemos lecciones de carencias e intentos, por eso aprovecho para rescatar la importancia del mayor acuerdo nacional. Lo que tenemos ahora como limitaciones en el proceso de implementación del Acuerdo de 2016 tienen que ver con la fragmentación del poder político frente a la necesidad de los mecanismos de la paz”, dijo.

Foro sobre paz total y reincorporación.

Foto: Ministerio del Interior

Finalmente, Armando Novoa dijo que en estos procesos de negociación hay que acudir a un nuevo método de diálogo para que los acuerdos se empiecen a implementar de manera inmediata.

“El concepto de desescalamiento integral del conflicto, o por lo menos en nuestra mesa, significa que ellos vayan adoptando medidas de dejación de armas y que se conviertan en socios de los proyectos económicos que desarrollemos en el territorio”, puntualizó Novoa.

Novoa también se refirió a la reciente carta enviada por Iván Márquez, donde desconoce a su delegación en los diálogos con el Gobierno y evidencia una fractura en el grupo de la Segunda Marquetalia. “Nunca había buscado tanto a alguien como a Iván Márquez”, dijo Novoa, quien afirmó que aún se investiga la veracidad de la misiva.

“Para hablar con Iván Márquez estamos a punto de pedirle una prueba de supervivencia. Ayer le pedimos que nos mande un video saludo como lo mandó hace dos meses a una reunión, pero dicen que por razones de seguridad la voz puede ser grabada en sistemas de seguridad del Estado, pero me resisto a creer que en esta era de las comunicaciones no sea posible que él nos dé ‘un cariñito’ diciendo si quiere o no hablar con nosotros”, agregó Novoa.

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En el foro está Armando Novoa, jefe negociador del Gobierno con la Segunda Marquetalia; Camilo González Posso, jefe negociador del Gobierno con las disidencias de las FARC y Pablo Pardo, delegado negociador del Gobierno con Comuneros del Sur.

Novoa aseguró que en los diálogos con la Segunda Marquetalia se han encontrado con varias críticas al proceso de reincorporación de los miembros de las antiguas FARC que pretendían regresar a la vida civil, pero que terminaron de nuevo levantados en armas porque no han podido ejercer derechos como ciudadanos.

Además, señaló las dificultades que han tenido los excombatientes para la reincorporación económica, pues y citó el caso de Walter Mendoza, jefe de la delegación de la Segunda Marquetalia en los diálogos con el Gobierno. Entre las críticas también está el modelo de seguridad que no ha funcionado para cuidar la vida de los firmantes de paz.

Por su parte, Camilo González, delegado del Gobierno con las disidencias de las FARC, dijo que es necesario sentar las bases para la transformación territorial y para que la reincorporación se dé de manera comunitaria y colectiva. “No es reincorporación, de excombatientes, es reincorporación de poblaciones, de territorios, comunidades. No se puede pensar que un proceso de reincorporación es darle solución a unos individuos, aunque sea colectivo”, dijo González.

Pablo Pardo, delegado negociador del Gobierno con Comuneros del Sur, aseguró que desde la mesa con Comuneros del Sur han entendido que el proceso tiene que ser territorial e integral, pues la línea entre el grupo armado y la comunidad es muy difusa. “Esto nos ha llevado a construir una hoja de ruta con tres puntos que permiten que esta incorporación sea exitosa. El primer eje es el desescalamiento de la violencia, el segundo es transformación territorial, a través de la transformación de economías ilegales, y el tercer eje es la transición del grupo hacia la vida civil. Todos estos ejes los estamos construyendo para que se hagan realidad. Tenemos que cumplir porque no puede haber un plan b”, agregó Pardo.

Tania Rodríguez, directora programática de la ARN, habló sobre algunos retos que ha tenido esa entidad en el programa de reincorporación. La funcionaria habló sobre la reincorporación política y el papel ciudadano de los excombatientes en la sociedad. Además, habló sobre la necesidad de apostarle a la reincorporación económica sostenible articulada con la transformación territorial para que los proyectos de los firmantes puedan salir adelante. También puso sobre la mesa el tema de la reforma agraria y los esfuerzos que han hecho desde la ARN para entregar cerca de 14.000 hectáreas de tierra.

“Colombia tiene mucho que celebrar a pesar de todos los obstáculos y desafíos. Colombia consiguió un acuerdo histórico hace 8 años y le demostró al mundo que con el diálogo se pueden resolver conflictos”, dijo el jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia.

Además, Massieu reiteró la necesidad de velar por la seguridad de los excombatientes y de las comunidades que siguen cumpliendo con lo acordado en 2016. “Tenemos un deber colectivo para que los recursos destinados a la reincorporación se mantengan”, añadió el jefe de la Misión en sus palabras de apertura en el foro.

La directora de la Agencia para la Reincorporación y Normalización habló sobre la necesidad de articular los proyectos de paz total que adelanta el Gobierno Nacional con el Acuerdo de Paz firmado en 2016. Según Miller, es necesario persistir en las negociaciones que están en curso para la transformación del país. Además, se refirió a la tarea que tiene el Estado para garantizar el no regreso de excombatientes a la guerra: “La reincorporación es una responsabilidad del Estado que busca acompañar a aquellas personas que han dejado las armas en su tránsito en su camino de regreso a la vida civil”, dijo Miller.

Las primeras palabras del evento estuvieron a cargo del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, quien hizo un recuento de los ocho años del Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el Gobierno y las extintas FARC. “En este tema de la reincorporación podemos ver el vaso medio lleno en el sentido de que la gran mayoría de quienes firmaron el Acuerdo de Paz, ha venido cumpliendo con la sociedad colombiana. La gran mayoría dejaron las armas, se desmovilizaron y durante ocho años han avanzado en la reconstrucción de su proyecto de vida acompañados por el Estado y por la ARN. Eso es una buena noticia”, señaló el ministro.

Y agregó: “Si el Estado no cumple con el Acuerdo de Paz, no solo con los excombatientes, sino con los 7 millones de colombianos, va a ser muy difícil avanzar en cualquier política de paz”.

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