Iglesias funcionarán como sedes de mecanismo que verificará cese al fuego con ELN
En entrevista con Colombia+20, el almirante (r) Orlando Romero Reyes, uno de los negociadores del Gobierno en la mesa con esa guerrilla, habla sobre los avances en esos diálogos y explicó cómo va la fase de alistamiento del cese al fuego bilateral, que empezará este jueves 3 de agosto. Agregó que un canal de comunicación con esa guerrilla activado desde junio permitió evitar hechos violentos y liberar secuestrados.
Gloria Castrillón Pulido
El almirante en retiro Orlando Romero Reyes es uno de los negociadores del Gobierno en la mesa de diálogo con el ELN. Llegó allí no solo por su brillante carrera en la Armada, sino por su experiencia negociando durante dos años el cese al fuego con las extintas FARC en La Habana y porque dirigió durante un año el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) del cese y el desarme de esa guerrilla. El presidente Gustavo Petro lo sacó de una tranquila vida en el retiro para que dirigiera el equipo que negoció el cese al fuego con el ELN. Es un hombre serio, organizado y de pocas palabras. Accedió a revelarnos detalles sobre cómo funcionará el cese con esta guerrilla.
¿Cómo transcurrieron estos meses de negociación del cese al fuego y los protocolos?
Desde noviembre del año pasado hemos logrado un avance significativo. Tenemos 20 acuerdos, los más relevantes son el de participación y el de cese al fuego, que terminará su fase de alistamiento el 3 de agosto. Ese día comenzará el despliegue de todo el personal del Mecanismo Monitoreo y Verificación. Desde 1993, se ha querido desarrollar un cese al fuego con el ELN y solo se pudo consolidar uno de 101 días en 2017, pero aquí hay elementos diferentes: es la primera vez que se crea un mecanismo cuatripartito, donde están Naciones Unidas, los integrantes del ELN, del Gobierno y la Conferencia Episcopal con el acompañamiento de la veeduría social.
¿Han ocurrido incidentes desde el 6 de julio que pararon las acciones ofensivas?, ¿cómo se solucionaron?
Sí, hemos tenido algunos incidentes que se evitaron gracias a un canal de comunicación que se activó el 9 de junio. Ahí están Naciones Unidas, delegados del Gobierno a través de la Unipep ( Unidad Policial para la Edificación de la Paz) y el Comando Estratégico de Transición de las Fuerzas Militares, que están trabajando con integrantes del ELN. Se han evitado incidentes de contacto armado entre estructuras del ELN y la Fuerza Pública. Este canal es un medio para evitar incidentes y para generar confianza.
En contexto: ¿Qué dicen los protocolos del cese al fuego con el ELN?
¿Qué tipo de incidentes se han prevenido?
Le doy un ejemplo: estructuras del ELN desplegadas en Ricaurte, Nariño, avisaron que estaban viendo el acercamiento de unidades de la Fuerza Pública. Se pudo confirmar y verificar la información, y se actuó para no entrar en contacto armado. Eso es muy relevante. Eso quiere decir que ya hay la confianza para tramitar una información de ese tipo. Se ha utilizado ese canal de comunicación para confirmar si algunos secuestros que se han presentado son autoría del ELN y se ha logrado, como era el propósito, buscar la liberación de estas personas.
¿El ELN liberó a personas secuestradas gracias a este canal de comunicación?
Sí, claro. Ese es el propósito. Si se llega a presentar algún secuestro se pone en conocimiento del Mecanismo de Monitoreo para aclarar por qué se presenta y buscar la liberación lo antes posible. Ese canal nos ha permitido, en esta fase de alistamiento, poner en ejecución la comunicación para que el 3 de agosto, cuando empiece a funcionar el Mecanismo, ya esa maquinaria esté montada y funcionando.
¿Cómo va el alistamiento de las sedes regionales y locales de ese Mecanismo de Monitoreo y Verificación?
La instancia nacional funcionará en Bogotá, en las instalaciones de la Misión de Verificación de Naciones Unidas. Tendrá tres representantes del ELN, tres representantes del Gobierno, representantes de la Conferencia Episcopal y representantes de la Misión. Eso ya está funcionando. El 3 de agosto llegarán los delegados de ELN. Se designaron nueve regionales que funcionarán donde ya está la ONU y estamos buscando 22 sedes locales también, donde ya está ese organismo. Donde no haya Naciones Unidas queremos espacios que nos pueda garantizar la Conferencia Episcopal, a través de parroquias o iglesias.
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¿Cuántas sedes estarán en iglesias?
Las que sean necesarias. Por ahora no se sabe, porque estamos en la fase de alistamiento.
¿Y cómo funcionará la veeduría social?
Este componente de veeduría social acompaña al Mecanismo suministrando información con la debida reserva, de manera libre y espontánea. La instancia nacional debe recibir la información y determinar cuál será el procedimiento. Ya están definidas la estructura y las funciones, y los canales de comunicación están habilitados.
¿Por qué no hay zonas de ubicación específicas del ELN?
Este es un proceso inicial. Nosotros les hicimos esa propuesta y ellos dicen que no son solamente una estructura militar, sino que hacen trabajo político organizativo y se han comprometido a que no van a afectar a la población, pero no quieren perder ese contacto. La idea es que ellos puedan hacer ese tránsito hacia una política sin armas. Este cese inicial a futuro debe ser progresivo y que se puedan incrementar medidas como, por ejemplo, hacer desminado. Con el tiempo el ELN se dará cuenta de que para poder recibir la financiación del Estado se necesita ubicarlos.
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Se dijo que en esta fase de alistamiento habría pedagogía y capacitaciones, ¿cómo va eso?
Ya se está terminando la capacitación que se ha dado en el interior de cada uno de los componentes. En las Fuerzas Militares y en las estructuras del ELN se hace internamente. También se están haciendo las capacitaciones a la Iglesia y a Naciones Unidas. Después del 3 de agosto se va a hacer una capacitación a las autoridades locales regionales y a las instituciones del Estado para que sepan qué es lo que está pasando, cuáles son las acciones específicas o los actos prohibidos y cómo se está haciendo el seguimiento y el monitoreo. El propósito del cese al fuego es dar garantías a la población civil para el ejercicio de sus derechos y libertades, sobre todo en aquellos lugares más vulnerables. La idea es que no se hagan paros armados, que no se tengan restricciones de movilidad, que no se presenten secuestros o combates. A medida que se vayan presentando incidentes e infracciones, se irán aplicando los protocolos y se van sacando lecciones aprendidas para ir mejorando.
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Hay mucho escepticismo sobre el éxito del cese al fuego, ¿qué diría a quienes no creen?
Después de más de 60 años de tener una maquinaria de guerra por parte del ELN no se puede pretender parar esta locomotora de la guerra de la noche a la mañana. Hay que hacerlo de manera progresiva, pero es llamativo el hecho de que Antonio García haya solicitado que se le pueda dar solución a la parte financiera del funcionamiento de las estructuras del ELN en cese. Mucha gente se preguntará por qué si están en cese al fuego inicial están pidiendo que el Estado los financie. Este es un cese preliminar, pero si estamos pensando en uno definitivo donde el ELN deje las armas, pues lógicamente se tendrán que tomar decisiones sobre esas armas, la presencia en el terreno del ELN y cómo se va a verificar eso por parte de Naciones Unidas. Estamos frente a un proceso que ya se hizo irreversible.
¿Cree que es irreversible?
Claro que es irreversible. No hay duda. Lo primero que dijimos cuando estuvimos en el ciclo número tres fue: la única forma de hacer irreversible este proceso es teniendo firmado por lo menos un acuerdo de la agenda, y se hizo con el de participación que incluye la discusión de varios puntos: el de la democracia para la paz y las transformaciones que deben concluir en mayo 2025. Eso lo hace irreversible. Este proceso va porque va. Además, se tiene el cese al fuego progresivo, es decir que tiene la vocación de ser un cese definitivo y por eso la urgencia de ellos de que se busque la financiación, porque están pensando cómo será ese proceso se separarse de las armas.
Para usted, ¿ese reclamo reciente de Antonio García no es negativo? Él habla de incumplimiento, y eso no es cierto, la financiación no se ha acordado.
No hay incumplimiento, pero sí es llamativo que Antonio García esté pensando en que ellos quieren dejar las economías ilegales. Si quieren hacer un tránsito de la ilegalidad a la legalidad se tiene que facilitar que sus integrantes respeten los derechos en el marco del Derecho Internacional Humanitario. A mayo de 2025 se está pensando que la comunidad internacional pueda apoyar con recursos una vez se defina la voluntad de silenciar las armas o se discuta el destino final de las armas.
Lea también: Así será la participación de la sociedad civil en diálogos con ELN
Se avecinan las elecciones regionales en octubre y hay temor de que el ELN impida el libre ejercicio de la ciudadanía…
En un comunicado que se firmó cuando se terminaron los protocolos, el ELN se comprometió a respetar las elecciones. Hay una serie de elementos que dan fuerza a esa voluntad de paz. Sabemos que hay una cantidad de temores, se asumen riesgos porque cuando usted inicia un proceso de paz nadie le puede dar garantía de que todo esté resuelto, pero sí hay unos elementos significativos que acabo de nombrar.
¿Cómo garantizar que todo eso se cumpla?
El presidente tiene la voluntad de cumplir los acuerdos, de llevar a cabo las transformaciones. Ya se está hablando de cómo lograr la sustitución de cultivos de uso ilícito y hay que definir cómo aportará el ELN para garantizar esa sustitución. Cómo garantizar que el ELN pueda, con sus gestores de paz, participar con todas sus ideas transformadoras, pero sin el empleo de las armas, de las amenazas ni el terrorismo. Hay unos temores que son entendibles, como los que tratan de sabotear el proceso.
¿Cómo garantizar este cese al fuego con otros actores como las AGC y las disidencias de las FARC que siguen en guerra contra el ELN?
Estamos en un proceso de paz con varios grupos ilegales y una política de “paz total”. Ya se nombró la delegación para el proceso con las disidencias de las FARC del Estado Mayor Central. En la práctica se podría dar un cese al fuego multilateral de facto.
Lea también: Masacre del Carrá, los audios que comprometen al ELN
¿Este proceso tiene el poder de jalonar a los otros grupos?
El ELN tiene claro que el Gobierno tiene la autonomía y la independencia para buscar acuerdos con otros grupos armados. Lo único que pidieron fue que no los comparemos con esos otros grupos que tienen otro fin. Por eso salió una resolución de la Presidencia diciendo que el ELN es un grupo armado organizado rebelde. En este momento lo importante es parar la guerra, y en eso vamos por buen camino.
¿Qué se necesita para parar la guerra pronto?
Se necesita que el Mecanismo de Monitoreo y Verificación empiece a funcionar, que el Gobierno cumpla con los compromisos porque paralelamente a la participación y al cese de fuego, se darán unos acuerdos humanitarios.
Se dice con frecuencia que la Fuerza Pública está maniatada y no puede actuar para perseguir el delito, ¿es así?
A la Fuerza Pública no se le ha restringido su función constitucional a pesar de que el ELN no se concentrará en territorios específicos. La Fuerza Pública va a tener ciertas ventajas, una de ellas el canal de comunicación para evitar incidentes y no tendrá restricción en ninguna parte del territorio nacional para desarrollar las operaciones. Se busca que el Estado llegue donde no lo ha hecho y pueda llevar esas transformaciones con el Plan Nacional de Desarrollo.
Nadie cree en que el ELN tenga una voluntad de negociación, ¿qué dice su experiencia?
Tenemos que ser pragmáticos, hasta no ver no creer, pero no podemos desconocer que esa guerrilla ya firmó un acuerdo. Esa es una voluntad, no podemos dejar de ver que están facilitando que se dé un proceso de participación y que estamos digamos ad portas de que haya cambios sustanciales a nivel social y en el proceso. En el mundo cada vez que se firma un proceso es una buena señal de que se está consolidando la democracia. Se están evitando muertes, pero sobre todo se está buscando aliviar todas esas inequidades en la sociedad, y es una buena noticia. Sabemos que hay problemas, siempre los hemos tenido. Nunca he vivido en paz en Colombia desde que nací en el año 64, ¿por qué tenemos que negarnos a esta oportunidad de un cese al fuego? Aceptemos la oportunidad de llegar a una paz negociada.
El almirante en retiro Orlando Romero Reyes es uno de los negociadores del Gobierno en la mesa de diálogo con el ELN. Llegó allí no solo por su brillante carrera en la Armada, sino por su experiencia negociando durante dos años el cese al fuego con las extintas FARC en La Habana y porque dirigió durante un año el Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) del cese y el desarme de esa guerrilla. El presidente Gustavo Petro lo sacó de una tranquila vida en el retiro para que dirigiera el equipo que negoció el cese al fuego con el ELN. Es un hombre serio, organizado y de pocas palabras. Accedió a revelarnos detalles sobre cómo funcionará el cese con esta guerrilla.
¿Cómo transcurrieron estos meses de negociación del cese al fuego y los protocolos?
Desde noviembre del año pasado hemos logrado un avance significativo. Tenemos 20 acuerdos, los más relevantes son el de participación y el de cese al fuego, que terminará su fase de alistamiento el 3 de agosto. Ese día comenzará el despliegue de todo el personal del Mecanismo Monitoreo y Verificación. Desde 1993, se ha querido desarrollar un cese al fuego con el ELN y solo se pudo consolidar uno de 101 días en 2017, pero aquí hay elementos diferentes: es la primera vez que se crea un mecanismo cuatripartito, donde están Naciones Unidas, los integrantes del ELN, del Gobierno y la Conferencia Episcopal con el acompañamiento de la veeduría social.
¿Han ocurrido incidentes desde el 6 de julio que pararon las acciones ofensivas?, ¿cómo se solucionaron?
Sí, hemos tenido algunos incidentes que se evitaron gracias a un canal de comunicación que se activó el 9 de junio. Ahí están Naciones Unidas, delegados del Gobierno a través de la Unipep ( Unidad Policial para la Edificación de la Paz) y el Comando Estratégico de Transición de las Fuerzas Militares, que están trabajando con integrantes del ELN. Se han evitado incidentes de contacto armado entre estructuras del ELN y la Fuerza Pública. Este canal es un medio para evitar incidentes y para generar confianza.
En contexto: ¿Qué dicen los protocolos del cese al fuego con el ELN?
¿Qué tipo de incidentes se han prevenido?
Le doy un ejemplo: estructuras del ELN desplegadas en Ricaurte, Nariño, avisaron que estaban viendo el acercamiento de unidades de la Fuerza Pública. Se pudo confirmar y verificar la información, y se actuó para no entrar en contacto armado. Eso es muy relevante. Eso quiere decir que ya hay la confianza para tramitar una información de ese tipo. Se ha utilizado ese canal de comunicación para confirmar si algunos secuestros que se han presentado son autoría del ELN y se ha logrado, como era el propósito, buscar la liberación de estas personas.
¿El ELN liberó a personas secuestradas gracias a este canal de comunicación?
Sí, claro. Ese es el propósito. Si se llega a presentar algún secuestro se pone en conocimiento del Mecanismo de Monitoreo para aclarar por qué se presenta y buscar la liberación lo antes posible. Ese canal nos ha permitido, en esta fase de alistamiento, poner en ejecución la comunicación para que el 3 de agosto, cuando empiece a funcionar el Mecanismo, ya esa maquinaria esté montada y funcionando.
¿Cómo va el alistamiento de las sedes regionales y locales de ese Mecanismo de Monitoreo y Verificación?
La instancia nacional funcionará en Bogotá, en las instalaciones de la Misión de Verificación de Naciones Unidas. Tendrá tres representantes del ELN, tres representantes del Gobierno, representantes de la Conferencia Episcopal y representantes de la Misión. Eso ya está funcionando. El 3 de agosto llegarán los delegados de ELN. Se designaron nueve regionales que funcionarán donde ya está la ONU y estamos buscando 22 sedes locales también, donde ya está ese organismo. Donde no haya Naciones Unidas queremos espacios que nos pueda garantizar la Conferencia Episcopal, a través de parroquias o iglesias.
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¿Cuántas sedes estarán en iglesias?
Las que sean necesarias. Por ahora no se sabe, porque estamos en la fase de alistamiento.
¿Y cómo funcionará la veeduría social?
Este componente de veeduría social acompaña al Mecanismo suministrando información con la debida reserva, de manera libre y espontánea. La instancia nacional debe recibir la información y determinar cuál será el procedimiento. Ya están definidas la estructura y las funciones, y los canales de comunicación están habilitados.
¿Por qué no hay zonas de ubicación específicas del ELN?
Este es un proceso inicial. Nosotros les hicimos esa propuesta y ellos dicen que no son solamente una estructura militar, sino que hacen trabajo político organizativo y se han comprometido a que no van a afectar a la población, pero no quieren perder ese contacto. La idea es que ellos puedan hacer ese tránsito hacia una política sin armas. Este cese inicial a futuro debe ser progresivo y que se puedan incrementar medidas como, por ejemplo, hacer desminado. Con el tiempo el ELN se dará cuenta de que para poder recibir la financiación del Estado se necesita ubicarlos.
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Se dijo que en esta fase de alistamiento habría pedagogía y capacitaciones, ¿cómo va eso?
Ya se está terminando la capacitación que se ha dado en el interior de cada uno de los componentes. En las Fuerzas Militares y en las estructuras del ELN se hace internamente. También se están haciendo las capacitaciones a la Iglesia y a Naciones Unidas. Después del 3 de agosto se va a hacer una capacitación a las autoridades locales regionales y a las instituciones del Estado para que sepan qué es lo que está pasando, cuáles son las acciones específicas o los actos prohibidos y cómo se está haciendo el seguimiento y el monitoreo. El propósito del cese al fuego es dar garantías a la población civil para el ejercicio de sus derechos y libertades, sobre todo en aquellos lugares más vulnerables. La idea es que no se hagan paros armados, que no se tengan restricciones de movilidad, que no se presenten secuestros o combates. A medida que se vayan presentando incidentes e infracciones, se irán aplicando los protocolos y se van sacando lecciones aprendidas para ir mejorando.
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Después de más de 60 años de tener una maquinaria de guerra por parte del ELN no se puede pretender parar esta locomotora de la guerra de la noche a la mañana. Hay que hacerlo de manera progresiva, pero es llamativo el hecho de que Antonio García haya solicitado que se le pueda dar solución a la parte financiera del funcionamiento de las estructuras del ELN en cese. Mucha gente se preguntará por qué si están en cese al fuego inicial están pidiendo que el Estado los financie. Este es un cese preliminar, pero si estamos pensando en uno definitivo donde el ELN deje las armas, pues lógicamente se tendrán que tomar decisiones sobre esas armas, la presencia en el terreno del ELN y cómo se va a verificar eso por parte de Naciones Unidas. Estamos frente a un proceso que ya se hizo irreversible.
¿Cree que es irreversible?
Claro que es irreversible. No hay duda. Lo primero que dijimos cuando estuvimos en el ciclo número tres fue: la única forma de hacer irreversible este proceso es teniendo firmado por lo menos un acuerdo de la agenda, y se hizo con el de participación que incluye la discusión de varios puntos: el de la democracia para la paz y las transformaciones que deben concluir en mayo 2025. Eso lo hace irreversible. Este proceso va porque va. Además, se tiene el cese al fuego progresivo, es decir que tiene la vocación de ser un cese definitivo y por eso la urgencia de ellos de que se busque la financiación, porque están pensando cómo será ese proceso se separarse de las armas.
Para usted, ¿ese reclamo reciente de Antonio García no es negativo? Él habla de incumplimiento, y eso no es cierto, la financiación no se ha acordado.
No hay incumplimiento, pero sí es llamativo que Antonio García esté pensando en que ellos quieren dejar las economías ilegales. Si quieren hacer un tránsito de la ilegalidad a la legalidad se tiene que facilitar que sus integrantes respeten los derechos en el marco del Derecho Internacional Humanitario. A mayo de 2025 se está pensando que la comunidad internacional pueda apoyar con recursos una vez se defina la voluntad de silenciar las armas o se discuta el destino final de las armas.
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Se avecinan las elecciones regionales en octubre y hay temor de que el ELN impida el libre ejercicio de la ciudadanía…
En un comunicado que se firmó cuando se terminaron los protocolos, el ELN se comprometió a respetar las elecciones. Hay una serie de elementos que dan fuerza a esa voluntad de paz. Sabemos que hay una cantidad de temores, se asumen riesgos porque cuando usted inicia un proceso de paz nadie le puede dar garantía de que todo esté resuelto, pero sí hay unos elementos significativos que acabo de nombrar.
¿Cómo garantizar que todo eso se cumpla?
El presidente tiene la voluntad de cumplir los acuerdos, de llevar a cabo las transformaciones. Ya se está hablando de cómo lograr la sustitución de cultivos de uso ilícito y hay que definir cómo aportará el ELN para garantizar esa sustitución. Cómo garantizar que el ELN pueda, con sus gestores de paz, participar con todas sus ideas transformadoras, pero sin el empleo de las armas, de las amenazas ni el terrorismo. Hay unos temores que son entendibles, como los que tratan de sabotear el proceso.
¿Cómo garantizar este cese al fuego con otros actores como las AGC y las disidencias de las FARC que siguen en guerra contra el ELN?
Estamos en un proceso de paz con varios grupos ilegales y una política de “paz total”. Ya se nombró la delegación para el proceso con las disidencias de las FARC del Estado Mayor Central. En la práctica se podría dar un cese al fuego multilateral de facto.
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¿Este proceso tiene el poder de jalonar a los otros grupos?
El ELN tiene claro que el Gobierno tiene la autonomía y la independencia para buscar acuerdos con otros grupos armados. Lo único que pidieron fue que no los comparemos con esos otros grupos que tienen otro fin. Por eso salió una resolución de la Presidencia diciendo que el ELN es un grupo armado organizado rebelde. En este momento lo importante es parar la guerra, y en eso vamos por buen camino.
¿Qué se necesita para parar la guerra pronto?
Se necesita que el Mecanismo de Monitoreo y Verificación empiece a funcionar, que el Gobierno cumpla con los compromisos porque paralelamente a la participación y al cese de fuego, se darán unos acuerdos humanitarios.
Se dice con frecuencia que la Fuerza Pública está maniatada y no puede actuar para perseguir el delito, ¿es así?
A la Fuerza Pública no se le ha restringido su función constitucional a pesar de que el ELN no se concentrará en territorios específicos. La Fuerza Pública va a tener ciertas ventajas, una de ellas el canal de comunicación para evitar incidentes y no tendrá restricción en ninguna parte del territorio nacional para desarrollar las operaciones. Se busca que el Estado llegue donde no lo ha hecho y pueda llevar esas transformaciones con el Plan Nacional de Desarrollo.
Nadie cree en que el ELN tenga una voluntad de negociación, ¿qué dice su experiencia?
Tenemos que ser pragmáticos, hasta no ver no creer, pero no podemos desconocer que esa guerrilla ya firmó un acuerdo. Esa es una voluntad, no podemos dejar de ver que están facilitando que se dé un proceso de participación y que estamos digamos ad portas de que haya cambios sustanciales a nivel social y en el proceso. En el mundo cada vez que se firma un proceso es una buena señal de que se está consolidando la democracia. Se están evitando muertes, pero sobre todo se está buscando aliviar todas esas inequidades en la sociedad, y es una buena noticia. Sabemos que hay problemas, siempre los hemos tenido. Nunca he vivido en paz en Colombia desde que nací en el año 64, ¿por qué tenemos que negarnos a esta oportunidad de un cese al fuego? Aceptemos la oportunidad de llegar a una paz negociada.