![La delegación de Gobierno de la mesa de paz urbana en Buenaventura, en cabeza de Fabio Cardozo, rechazó el comunicado de los Shottas sobre bloqueo de vías.](https://www.elespectador.com/resizer/v2/BLNLKKFGUJELXFNTTVWT2PIURI.png?auth=e32d28346de5000c74fadf3c4a126825281e038b2c884cb8b3e49aec115f4f15&width=920&height=613&smart=true&quality=60)
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El primer laboratorio de paz urbana que instaló el Gobierno de Gustavo Petro con las dos principales bandas criminales de Buenaventura, Los Shottas y Los Espartanos, atraviesa un momento crucial a raíz del aumento de los índices de homicidio en el puerto, la prórroga de la tregua que sigue en entredicho, así como la denuncia de la Secretaria de Paz del municipio por la salida del vocero de Los Espartanos de la mesa de negociación.
A eso se le suman recientes denuncias de la población que apuntan a que se han visto a hombres armados “patrullando” las calles del puerto. Según el equipo negociador de Petro en ese espacio, los recientes hostigamientos y asesinatos en el puerto no corresponden totalmente a las bandas criminales, sin embargo, aseguraron que es un tema que se tocará en la mesa.
De acuerdo con cifras oficiales, en enero de este año hubo 14 homicidios en Buenaventura.
En entrevista con Colombia+20, Fabio Cardozo, delegado del Gobierno en ese espacio de diálogo, aseguró que la mesa se mantiene con las dos bandas criminales, y que el retiro del vocero de Los Espartanos se debe a que se le activó una de las órdenes de captura. Sin embargo, afirmó que se siguen contactos con otros voceros de esa banda criminal. También hizo un balance del proceso y pidió que la tregua incluya alivios humanitarios para las comunidades en Buenaventura.
¿Es cierto que Los Espartanos se alejaron de la mesa de paz urbana y ahora solo están dialogando con la banda criminal Los Shottas en Buenaventura?
Hay una circunstancia y es que el vocero de Los Espartanos tiene un proceso judicial que le impidió seguir participando en la mesa de conversaciones. Es un proceso judicial que antecede al esfuerzo de todo este proceso, se aparta de la mesa hasta que no se tramite en su favor una decisión judicial. Es un asunto que él está asumiendo y tomé la decisión, como jefe de la delegación, de establecer interlocución directa con los jefes de Los Espartanos.
¿Esto de qué manera impacta el proceso o qué implicaciones trae al espacio de diálogo?
Realmente no afecta. Simplemente afecta en el sentido práctico porque con él había una interlocución fluida, permanente. En este caso, nos toca pactar conversaciones y seguir adelante en la mesa.
Entonces ¿Cómo se está manejando la comunicación con Los Espartanos?
Una forma de establecer rápidamente conversación es a través de las personas que tienen jefatura de ellos en la cárcel o a través de emisarios con los que cruzamos algunos mensajes.
¿Con esto habría alguna interferencia en las decisiones que se toman en el espacio de diálogo?
No hay problema porque el nivel de interlocución se escaló. Es decir, hablamos con los jefes de Los Espartanos. En asuntos muy prácticos tal vez podría afectar. En todo caso, se espera que ellos designen una persona que pueda suplir la presencia del vocero que se retira de sus problemas judiciales.
¿Ambas estructuras están presentes en el espacio de diálogo?
Sí, así es.
¿Cómo arranca el 2025 para la paz urbana en Buenaventura?
Arranca con mucha expectativa y con muchas dificultades. Este 2025 tomamos la decisión de que sea el año de las ejecuciones, de los acuerdos y de los avances importantes. Lo he llamado el año de paz en Buenaventura. Desde ese punto de vista hay muchas expectativas. Existe la representación de la voluntad de las estructuras y existe una interlocución con distintos sectores de la sociedad, jóvenes, comunidades, sectores empresariales, animando la construcción de un gran acuerdo por la paz.
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Al tiempo tenemos el propósito de seguir avanzando. Se han presentado un número importante de muertes que dificultan la concreción de avances en materia de paz y que nos obliga también a prestar atención sobre lo que viene ocurriendo. Es preciso señalar que estas muertes no responden en lo fundamental a enfrentamientos entre las bandas, aunque sí existen, el grueso de las muertes tiene que ver con dinámicas propias de otras estructuras.
¿Se ha pensado en extender la tregua que termina este 5 de febrero?
La tregua ha sido un instrumento entre los grupos armados, no es una tregua con el Estado. Ese instrumento se tiene que robustecer en el sentido que se le tiene que proponer un acompañamiento, un proceso de verificación que implique consecuencias para quienes violan la tregua. Es decir, si un grupo determinado viola la tregua, entonces que eso tenga consecuencias judiciales y de todo orden.
Además he exigido a la delegación que esa tregua sea también con el pueblo de Buenaventura, porque en medio de la violencia, las personas inocentes han tenido pánico en los territorios y terror por la presencia de hombres armados en los barrios que hostigan a la comunidad.
La tregua no es un asunto que ellos hayan acordado con nosotros. Ese tema lo están abordando. Unos y otros han manifestado el interés de seguir y de ampliar la tregua, pero aspiramos que sea una tregua honrada, no sea violentada y que signifique mayor tranquilidad para las personas.
¿Cuál es la percepción de seguridad que tienen los habitantes de Buenaventura?
El impacto en materia de seguridad es apenas evidente. Había una reducción importante año tras año de homicidios. En el 2024 hubo una reducción de homicidios del 44%, pero si hoy midiéramos la percepción de seguridad de Buenaventura se perdería la materia porque estos días ha habido muertes y hostigamientos.
Hay confinamiento en algunas zonas de Buenaventura y definitivamente eso contradice las aspiraciones de paz que se han manifestado en la mesa y en las conversaciones bilaterales que se han tenido con los jefes de las estructuras. Se tiene que reforzar la presencia de las autoridades que garantice la tranquilidad, la libertad, los derechos y la vida de las personas.
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Este año se tiene que concretar el gran acuerdo por la paz de Buenaventura. Es una propuesta política que nosotros le hacemos a la sociedad, a la institucionalidad y los distintos sectores para que construyamos a muchas manos. Hay que desescalar las violencias en Buenaventura como el asesinato, el confinamiento, la instrumentalización de niños y niñas.
Sobre estas violencias estamos insistiendo y procurar la generación de un proceso de transformación territorial. Necesitamos que florezca la vida, otras oportunidades.
La tranquilidad de Buenaventura no tiene por qué depender de los armados.
*Esta pieza periodística hace parte de la iniciativa “Comunidades que Transforman” de El Espectador, el Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ por su sigla en inglés) y la Embajada de la Unión Europea. Esta es una alianza para producir contenidos que narran los esfuerzos de las organizaciones comunitarias, las autoridades y el sector privado en la construcción de paz.
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