Los ataques en Cauca a manos del Bloque Occidental de la disidencia de Mordisco
En medio de la crisis que atraviesa el proceso de paz del Gobierno con la disidencia Estado Mayor Central (EMC) se intensifican los ataques en Jamundí, Morales y otras zonas del Cauca. Una parte de la disidencia se apartó de la mesa de diálogo tras la suspensión del cese al fuego en tres territorios.
Explosiones por moto bombas, ataques por tierra, ráfagas de fusiles, secuestros y aumento del reclutamiento forzado han sido hasta el momento las principales consecuencias que ha sufrido específicamente el departamento del Cauca a raíz de la crisis interna que atraviesa el proceso de paz entre el Gobierno Nacional y la mayor disidencia de las antiguas FARC, el Estado Mayor Central. Este lunes, 20 de mayo, diferentes zonas como Jamundí (Valle del Cauca) y Morales (Cauca) amanecieron entre el horror y la incertidumbre por el doble atentado que ya deja por lo menos ocho personas heridas y daños estructurales debido a hostigamientos contra la Fuerza Pública.
El Ejército Nacional confirmó que los ataques contra la estación de policía fueron atribuidos a la columna Jaime Martínez y la columna Dagoberto Ramos, pertenecientes al bloque occidental. En la zona también tiene incidencia la columna Carlos Patiño. La Fuerza Pública reportó que el ataque en Jamundí sucedió en la calle 14 con la esquina 11, zona en donde está ubicado un hotel en el cual se estarían hospedando los nuevos policías que habrían llegado a apoyar la seguridad en el municipio.
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El Bloque occidental es una de las tres estructuras al mando de Iván Mordisco que actualmente no está en esa mesa de diálogos. Los frentes que operan en el Cauca bajo la conducción del Occidental Jacobo Arenas son los más fuertes y con mayor control territorial de esa disidencia. En esa zona del país, así como en Valle del Cauca y Nariño, el Gobierno levantó el pasado 17 de marzo el cese al fuego con esas facciones del EMC tras un atentado contra una comunidad indígena. Pese a ello, el Gobierno sigue en la mesa con frentes de Caquetá, Catatumbo y algunos de Putumayo y Arauca.
Tras el levantamiento del cese al fuego, los hechos violentos por parte del EMC se han incrementado en la región, y han incluido ataques contra sedes militares, secuestros como el ocurrido contra tres agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) en Cauca y un aumento acelerado en el reclutamiento forzado, especialmente de jóvenes indígenas.
El pasado viernes se registró un ataque en la vía que conecta a los municipios de Miranda y Corinto, Cauca. La explosión cobró la vida de un menor de edad y, recientemente, Wilmer Zúñiga, alcalde de Miranda, confirmó el fallecimiento de Luis Ovidio Rodríguez Velásquez, de 67 años, quien se movilizaba por la zona al momento de la detonación. La madre del menor sigue en cuidados intensivos. Ante tales hechos, este domingo, Camilo González, jefe negociador del Gobierno en la mesa con la disidencia de las FARC que continúa en el diálogo, rechazó los ataques violentos en los que también ha sido víctima la comunidad.
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“El atentado de Miranda es otra muestra del nivel de barbarie al que ha llegado la ofensiva de terror del bloque occidental del llamado Estado Mayor Central. La comunidad caucana, no solamente del norte del departamento, sino también en las otras regiones y a nivel del país, está indignada repudiando estas acciones que solo contribuyen a más dolor y al deterioro de todas las condiciones de vida”, dijo González en referencia al frente Dagoberto Ramos, presunto responsable de ese atentado.
En el municipio de Miranda, en los últimos dos meses, ya se han producido tres atentados. El pasado 10 de mayo fue detonado un vehículo en el casco urbano del municipio, cerca de un comando del Ejército, en el barrio El Porvenir.
Explosiones por moto bombas, ataques por tierra, ráfagas de fusiles, secuestros y aumento del reclutamiento forzado han sido hasta el momento las principales consecuencias que ha sufrido específicamente el departamento del Cauca a raíz de la crisis interna que atraviesa el proceso de paz entre el Gobierno Nacional y la mayor disidencia de las antiguas FARC, el Estado Mayor Central. Este lunes, 20 de mayo, diferentes zonas como Jamundí (Valle del Cauca) y Morales (Cauca) amanecieron entre el horror y la incertidumbre por el doble atentado que ya deja por lo menos ocho personas heridas y daños estructurales debido a hostigamientos contra la Fuerza Pública.
El Ejército Nacional confirmó que los ataques contra la estación de policía fueron atribuidos a la columna Jaime Martínez y la columna Dagoberto Ramos, pertenecientes al bloque occidental. En la zona también tiene incidencia la columna Carlos Patiño. La Fuerza Pública reportó que el ataque en Jamundí sucedió en la calle 14 con la esquina 11, zona en donde está ubicado un hotel en el cual se estarían hospedando los nuevos policías que habrían llegado a apoyar la seguridad en el municipio.
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Tras el levantamiento del cese al fuego, los hechos violentos por parte del EMC se han incrementado en la región, y han incluido ataques contra sedes militares, secuestros como el ocurrido contra tres agentes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) en Cauca y un aumento acelerado en el reclutamiento forzado, especialmente de jóvenes indígenas.
El pasado viernes se registró un ataque en la vía que conecta a los municipios de Miranda y Corinto, Cauca. La explosión cobró la vida de un menor de edad y, recientemente, Wilmer Zúñiga, alcalde de Miranda, confirmó el fallecimiento de Luis Ovidio Rodríguez Velásquez, de 67 años, quien se movilizaba por la zona al momento de la detonación. La madre del menor sigue en cuidados intensivos. Ante tales hechos, este domingo, Camilo González, jefe negociador del Gobierno en la mesa con la disidencia de las FARC que continúa en el diálogo, rechazó los ataques violentos en los que también ha sido víctima la comunidad.
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En el municipio de Miranda, en los últimos dos meses, ya se han producido tres atentados. El pasado 10 de mayo fue detonado un vehículo en el casco urbano del municipio, cerca de un comando del Ejército, en el barrio El Porvenir.