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Han pasado poco más 24 horas desde la captura, o aprehensión como prefiere llamarlo la Fiscalía, por una circular roja de Interpol contra Giovanni Andrés Rojas, conocido como “Araña” y miembro de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, una de las disidencias que negocian la paz con el gobierno de Gustavo Petro.
Todavía no se sabe de qué tamaño es el impacto de esta captura no solo para ese proceso de negociación -que justamente había cerrado el miércoles un duro tercer ciclo de diálogos en los que se había llegado a varios acuerdos-, sino en general para la apuesta de paz total de Petro. El hecho es, por decir lo menos, inusual al tratarse de un hombre que está en un proceso de paz por el que le fueron levantadas sus órdenes de captura.
El punto de discusión a tres bandas, entre la mesa de negociación con el comisionado de Paz, Otty Patiño, a bordo; la Fiscalía y Estados Unidos es justamente si la resolución que firmó el Gobierno en abril de 2024 cobija o no las circulares rojas de Interpol.
Para la Fiscalía, “en cumplimiento de compromisos internacionales”, dicha suspensión de órdenes contenida en la Resolución 0139 de abril de 2024 “no contempla” ese tipo de notificaciones a escala internacional sobre prófugos de la justicia; mientras que para la delegación del Gobierno sí lo hace.
Según la circular que conoció Colombia+20, Rojas es requerido por una corte del Distrito Sur de California (Estados Unidos) por cargos relacionados con tráfico de drogas. La Fiscalía dice, sin dar más detalles, que la solicitud sería por un posible “envío reciente de cocaína” hacia ese país.
Varias voces, como las del comisionado Patiño y las del gobernador de Nariño, Luis Alfonso Escobar, han dicho sin matices que el hecho obedece a “fuerzas oscuras” que quieren torpedear esa mesa de diálogo. En el caso de Patiño, afirmó sin titubear que se trataba de una “trampa al proceso de paz”.
“Esto puede constituir un nuevo elemento de trampa hecho por ustedes. Cuando procedan a esta operación están reiterando que están haciendo una trampa contra el proceso de paz que estamos desarrollando”, dijo Patiño a los agentes del CTI que efectuaron el operativo.
La fiscal general, Luz Adriana Camargo, quien está en Barranquilla, afirmó que el CTI estaba cumpliendo su labor. “Eso coincidió con el final de esa mesa que estaban teniendo, pero no fue intención de la Fiscalía, de ninguna manera, actuar de una forma desleal. La verdad, nosotros acompañamos el proceso de paz cada que se pueda, pero también estamos obligados con las labores que nos corresponden y hay obligaciones internacionales que derivan de acuerdos que hemos hecho”, dijo.
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Delegaciones de otros grupos armados salieron de Bogotá
El operativo que llevó a la captura de “Araña”, mientras se disponía a comer en el restaurante del hotel donde se dio la rueda de prensa, no solo sorprendió a los periodistas que asistieron a esa reunión, sino a varios comensales y huéspedes del lugar. El mismo “Araña”, evidentemente perplejo ante la situación, se pasó varias veces la mano por su cara mientras les reclamaba a los agentes del CTI por qué querían llevarlo si estaba en un proceso de paz. “¿Cómo me van a dejar llevar?”, le decía al tiempo a una de las abogadas.
De hecho, varias veces opuso resistencia, lo que subió los ánimos del lugar y obligó por momentos a los uniformados a emplear la fuerza para llevarlo.
Desde entonces, los negociadores del Gobierno, el comisionado Patiño y representantes de la Iglesia y de la comunidad internacional no se han detenido en las gestiones. Hasta altas horas de la madrugada del jueves se hicieron llamadas intentando resolver el asunto.
A primera hora, Armando Novoa, jefe negociador del Gobierno con esa disidencia, llegó al búnker de la Fiscalía a donde arribó “Araña” en algún momento entre las 2 y las 7 de la mañana. En varias ocasiones, distintos medios de comunicación lo abordaron para conocer cómo iba la diligencia que se surte en el ente acusador, pero tanto Novoa como Gloria Arias, otra delegada del Gobierno, guardaron silencio.
La delegación convocó para este viernes una rueda de prensa sin dar mayores detalles.
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Pero al tiempo que se daban esas gestiones, también se empezaban a mostrar las primeras repercusiones de ese enjambre judicial que puso en alerta todos los procesos de paz del gobierno Petro. Delegaciones de mesas de paz distintas (Comuneros del Sur y la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, a la que pertenecía “Araña”), que estaban en Bogotá adelantando reuniones para avanzar en sus procesos, abandonaron la ciudad y retornaron a sus zonas de dominio ante el temor de que hubiese otra orden que alterara su seguridad jurídica.
Al menos uno de los hombres de esas mesas podría correr con la misma suerte de “Araña”. Se trata de Gabriel Yepes Mejía, conocido como “HH”, comandante de Comuneros del Sur, el frente que se separó del ELN. En noviembre de 2024, la Fiscalía le suspendió 11 órdenes de captura y extradición.
En diálogo con este diario, Wálter Mendoza, jefe de la delegación de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, dijo que la captura de “Araña” tiene un impacto gravísimo en el proceso. “El Gobierno está llevando varias mesas con diferentes organizaciones armadas, y esto es un campanazo de alerta de que hay enemigos de la paz en todas partes”, afirmó. Sin embargo, agregó que el trabajo de los países garantes, ONU y el Gobierno los “motiva” a que “esto no pase a mayores”.
En todo caso, la resolución de este episodio será clave para que no se debilite la confianza de los grupos armados con este tipo de proceso.
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