Excapo del narcotráfico Miguel Rodríguez Orejuela pide pista como gestor de paz

El capo del cartel de Cali Miguel Rodríguez Orejuela dijo en la carta a Petro que sus familiares siguen siendo perseguidos.

Foto: El Espectador

Miguel Rodríguez Orejuela, uno de los capos del cartel de Cali, le pidió al presidente Gustavo Petro ser designado como gestor de paz. A través de una carta, el exnarcotraficante dijo que su deseo es “tratar de resarcir en parte al pueblo colombiano por nuestro proceder en tiempos pretéritos, y enmendar con compromisos reales los posibles daños causados”.

Y agregó: “Por consiguiente, señor presidente, pienso que nunca estuvieron dadas las condiciones para solicitarle a usted respetuosamente que considere la posibilidad de que sea yo avalado como un nuevo “gestor de paz”. Soy consciente de lo que esto representa, y la responsabilidad de tan difícil y ardua labor que tiene, para poder conseguir la “Paz Total” para Colombia”, se afirma en la misiva.

La carta llegó a través de Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social, quien dijo en un video que fue contactado por un hombre durante la COP16, en Cali, pero que solo le llegó hace unos días. También afirmó que la carta fue entregada al presidente Petro el viernes pasado. En la grabación, Bolívar dice que no sabe qué decisión ha tomado el presidente sobre esta petición, pero que le había dicho que “se pronunciaría en unos días”.

“Rodríguez Orejuela nos dice que está dispuesto a entregar el listado de 3.000 bienes que ellos le entregaron para reparar a las víctimas y que sienten que están desaparecidos o que cayeron en manos de políticos inescrupulosos, y que su hermano (Gilberto Rodríguez, ya muerto), entregó una cifra similar (.... )También una larga lista de personas que estuvieron involucradas desde el Estado que estaban en la nómina del cartel de Cali a cambio de la impunidad que tuvieron durante un tiempo mientras se daba la persecución de Pablo Escobar”, dijo Bolívar en el video y agregó que está dispuesto a viajar a Pensilvania, Estados Unidos para visitar a Rodríguez, pero que aún no tiene los permisos.

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Rodríguez, exjefe del Cartel de Cali y uno de los hombres más temidos y buscados del país, afirma que como uno de los principales protagonistas de la época “más oscura y sangrienta” de Colombia “con ataques despiadados a personalidades de la política, la justicia, el periodismo, y peor aún, a civiles inocentes”, está dispuesto a decir lo que sabe. En su relato nombró los asesinatos de Luis Carlos Galán Sarmiento, Jaime Pardo leal, Carlos Pizarro León Gómez, Bernardo Jaramillo Ossa y Álvaro Gómez Hurtado.

“Señor presidente, el pueblo colombiano solo quiere entender y saber la verdad de esta época oscura de nuestra historia, que ha sido permeada y empañada por la cultura de la corrupción que dirigió los destinos de nuestro país por más de 40 años, y poder cerrar definitivamente esos capítulos y continuar el camino hacia la Paz definitiva. Colombia merece tener una luz de esperanza real que venga de la mano de nuevos modelos de Gobierno, direccionados al beneficio del pueblo bajo la premisa de inclusión de todos y para todos, sin prejuicios ni temor al cambio de paradigmas, incluyendo especialmente a los perseguidos y a los que piensan distinto a las políticas que han fracasado”, dice en la carta.

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Petro ha dicho varias veces que quiere hacer un tribunal de cierre donde puedan entrar todos los actores del conflicto para dejar de “fragmentar la verdad” con tribunales para cada grupo armado que hace un proceso de paz con el Gobierno. “Se creó la JEP en esos acuerdos con este objetivo de la verdad. Si miramos si ha aparecido la verdad judicial, que es el que tiene que acabar la impunidad durante todas estas décadas de conflicto, tenemos que decir que no se ha cumplido, lo que ha existido es que la verdad se fragmentó en diversos tribunales de acuerdo con el tipo de sujeto de violencia”, aseguró Petro durante la visita del Consejo de Seguridad de la ONU a Colombia el pasado 8 de febrero.

Así se lo propuso a varios exparamilitares el pasado 3 de octubre cuando dijo que proponía una mesa para terminar con ese proceso de desmovilización que se dio en 2005, hace casi 20 años, y entregar los bienes a las víctimas.

En la carta, Rodríguez Orejuela también dijo que durante su proceso “no hubo segundas oportunidades” ni tampoco “perdón ni olvido” y por ello quiere contar su verdad “sin odios ni revanchas”. “Ya pesan sobre mí 80 largos años y casi 29 de ellos privado de la libertad y en silencio, y aun así, tomé la decisión de escribir estas líneas, convencido en que las nuevas generaciones merecen un mejor país, edificado en los cimientos de la verdad, con la posibilidad de contribuir en función de la Paz”, se afirma.

Rodríguez Orejuela fue capturado el 6 de agosto de 1995 y fue condenado a siete años de prisión por narcotráfico, pero en 2005, el Gobierno colombiano lo extraditó a Estados Unidos junto a su hermano Gilberto, donde fueron hallados culpables de narcotráfico y lavado de activos.

En la misiva, el capo también denuncia que la Fiscalía incumplió los acuerdos que se firmaron con la justicia de Estados Unidos cuando para la rendición y aceptación de cargos de varios de los que fueron encontrados culpables de narcotráfico y dijo que se trató de un “entrampamiento sistemático en contra de 28 miembros” de su familia. “Mis propias generaciones emergentes, siguen siendo víctimas de persecución, hostigamiento y torturas psicológicas constantes, por el simple hecho de portar mi apellido, retomando de otras culturas y de tiempos remotos, la figura de “los delitos de sangre”, que no les corresponde”, dice.

Rodríguez dice que concuerda con el presidente Petro en que la “la única solución para descomprimir los conflictos que nos aquejan, son la verdad, el perdón, la reconciliación y el olvido”. Y agrega algunas ideas para la lucha contra el narcotráfico. “Es importante considerar las distintas propuestas y modelos aplicados en otros países que han tenido éxito, para demostrar como las actuales metodologías utilizadas para luchar en contra del delito del narcotráfico y la corrupción no han tenido el éxito esperado, solo se pueden solucionar con cambios educativos, culturales, clínicos y líderes con conceptos distintos” afirma.

La misiva finaliza con el pedido ser parte de la apuesta de paz total de Petro “con el convencimiento de que la única vía a la reconciliación es la verdad y el perdón”.

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¿Qué hace un gestor de paz?

La figura de los gestores de paz, creada a partir de la Ley 418 de 1997, fue creada para designar a personas que han pertenecido a los grupos armados ilegales y que estando en la cárcel son liberadas para que presten sus buenos oficios en tareas varias que ayuden a alcanzar acuerdos humanitarios o avanzar en contactos que permitan consolidar la paz con el grupo al que pertenecen.

“La designación es una facultad exclusiva del Presidente de la República. Esta figura solo se otorga a miembros o exmiembros representantes de grupos armados organizados al margen de la ley y no se aplica de manera indiscriminada”, informó la Consejería en un comunicado.

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Además, los gestores de paz deben tener un plan de trabajo específico y contribuir activamente a procesos de diálogo y construcción de paz. Cualquier persona designada bajo esta figura debe contar con una resolución formal que lo acredite. Lo anterior lo puede verificar la ciudadanía en el artículo 5 de la Ley 2272 de 2022″.

¿Quiénes han sido designados como gestores de paz?

El caso más reciente de nombramientos de este tipo fue el de 18 exjefes paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) que se hizo a través de la resolución 453 de 2024. Entre ellos está Rodrigo Tovar, conocido como Jorge 40, Ramón Isaza; Hernán Giraldo Serna; Diego Fernando Murillo, conocido Don Berna.

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En septiembre también hubo un nombramiento quie generó polémica. Se trató de la designación de cuatro disidentes de FARC capturados en retén en Medellín en un caso de mal uso de vehículos de la UNP. Los gestores son Édgar de Jesús Orrego Arango, conocido como ‘Firu’, cabecilla de la estructura 36 y quien fue detenido porque tenía orden de captura vigente. También están Wenser Yosony Duque, conocido como Oliver González; cabecilla de Comisión Frente Raúl Reyes; María Alejandra Ojeda Londoño y Omar Delgado Novoa, conocido como Boyaco o Hermes. Aunque con esta medida podrán salir de la cárcel, este diario conoció que hasta el momento no ha pasado.

En julio de 2023, Mancuso también fue designado como gestor de paz. Otros antiguos paramilitares como Daniel Rendón Herrera (Don Mario) también han pedido pista para ser gestor de paz, argumentando que podría “iniciar procesos regionales que terminen en un gran acuerdo nacional entre la sociedad y actores del conflicto y así llegar a la paz estable y duradera”. Su propuesta incluía promover la desmovilización de 6.000 miembros de las bandas emergentes que decía controlar.

Varios presidentes han usado estas figuras para adelantar negociaciones o para destrabar algunos procesos de paz. Uno de los mandatarios que más utilizó la figura de gestores de paz fue Álvaro Uribe Vélez, quien los usó no para explorar una salida negociada, sino que fueron parte de su estrategia para excarcelar guerrilleros que lograran la desmovilización de sus excompañeros de armas.

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