“Todas las facciones de las Agc están con el cese al fuego”: padre Albeiro Parra
El sacerdote Albeiro Parra, facilitador de paz en varios procesos, explica como van los avances para los alivios humanitarios en el Chocó.
El sacerdote Albeiro Parra preside la Coordinación Regional del Pacífico, una agrupación de organizaciones étnicas y delegados de la iglesia Católica, que ha impulsado pactos locales de paz y convivencia a lo largo de todo el Pacífico colombiano desde hace más dos décadas. Sus labores como facilitador de paz lo han llevado a conocer de cerca varios de los acercamientos con el Ejército de Liberación Nacional y las Autodefensas Gaitanistas en este gobierno y también en gobiernos anteriores. La última semana de diciembre el padre Albeiro recorrió el río San Juan precisamente porque allá se va a llevar a cabo el primer piloto de alivios humanitarios acordado por el Eln y el gobierno colombiano en Caracas. Conversamos con él sobre esto y sobre la situación actual en el Chocó.
En contexto: Crisis humanitaria en Chocó revelaría fisuras dentro del Eln
Usted viajó al bajo San Juan y el río Calima la última semana de diciembre, ¿cómo le fue en esa visita? ¿Se encontró con los grupos armados?
Nosotros siempre hemos estado, la iglesia siempre ha estado metida por esos lados, no hablamos desde Bogotá. Por eso insistimos en que es muy importante que se haga ese cese al fuego, bilateral o multilateral, o como se quiera entender desde el DIH, pero que se haga porque las comunidades lo que quieren es que se acaben los enfrentamientos. Estuve por el bajo Calima y el medio San Juan, también en Nóvita y Sipí.
¿Qué pudo conversar con los grupos armados?
¿Qué le puedo decir? En el caso del Eln están muy comprometidos, quieren que las cosas se hagan bien, que el gobierno y el Estado hagan lo que tienen que hacer, pero con hechos reales: que haya salud, educación, seguridad alimentaria, que las comunidades puedan vivir de una manera digna. Y cuando hablo con los otros, con las Agc, dicen lo mismo. Ahora al menos lo están diciendo, porque antes cuando uno hablaba con ellos sólo hablaban de guerra, de matar, de desplazar, de secuestrar, ahora están hablando de la vida, de que quieren acompañar todo este ejercicio de la paz total. Yo les he dicho lo mismo que le decimos al gobierno: pasemos ya del discurso a cosas concretas, por ejemplo, cuando el Eln en diciembre decretó el paro armado [en el río San Juan] les dijimos ‘no señores, todo lo contrario, tregua para navidad y año nuevo’, no salimos a los medios a decirlo sino que fuimos allá a decírselo a ellos. A las Agc les estábamos diciendo lo mismo, que hagan un cese al fuego. Y al gobierno le estamos diciendo que hay que purificar esa Fuerza Pública en el Calima y en el San Juan, porque hay una connivencia de la Fuerza Pública con sectores de las Agc y del narcotráfico. Ahora estamos muy contentos con este anuncio del cese al fuego con estos grupos, así el Eln haya dicho que no está de acuerdo con este anuncio, estamos seguros que ellos van a entrar, porque es lo que siempre han pedido en negociaciones anteriores.
Lea la primera parte de esta cobertura: Las razones de Petro para decretar el cese
Usted habla de la connivencia entre la Fuerza Pública y las Agc, pero en diciembre el gobierno cambió al general Óscar Leonel Murillo, comandante de la Fuerza Titán, cuestionado por los pocos resultados contra las Agc en el San Juan, después hubo varios golpes a ese grupo en el Chocó, ¿no cree que ahora sí hay voluntad de actuar?
Todavía hace falta que eso lo hagan en el bajo Calima y el Litoral del San Juan. Yo sé que esto me puede traer dificultades, pero lo digo con responsabilidad: la semana pasada salí de Buenaventura, del puerto de agua dulce, ahí está la naval haciendo control, pero a cinco minutos están las Agc y si usted sigue más adelantico se vuelve y se encuentra a esta gente. Todavía falta, eso lo sabe el Ministerio de Defensa, con ellos estamos hablando, con el doctor Alberto Lara y el doctor Iván Velásquez. Es muy triste que se reaccionara a nivel nacional sólo después de que el Eln sacó un comunicado hablando de la connivencia de la Fuerza Pública con las Agc, pero eso lo veníamos denunciando con las organizaciones y la iglesia, el propio monseñor Juan Carlos Barreto, ahora obispo de Soacha, lo dijo muchas veces. El Ministerio de Defensa y la Fuerza Pública saben que tienen que controlar eso. Lo digo de otra manera: para todo este cese al fuego, para los alivios humanitarios y para que las comunidades puedan vivir en paz, quien tiene que controlar el territorio es la Fuerza Pública.
Lea también: No hay cese bilateral con el Eln, se discutirá en la mesa
Uno podría interpretar eso como que la Fuerza Pública va a terminar cuidando al Eln para que las Agc no los acaben en el Chocó, porque allá la guerra la están ganando las Agc…
Para ser claro y sincero la estaban ganando por lo mismo que estoy diciendo, por el apoyo de la Fuerza Pública. El Eln sigue estando donde está. No se trata de que nadie cuide a nadie, si las Agc realmente tienen voluntad de hacer un cese bilateral y si el Eln también, pero lo tiene que acordar en la mesa, pues quien tiene que asegurar el territorio son las fuerzas constitucionalmente establecidas, la Fuerza Pública, que sean garantes de los derechos y la vida de las comunidades. Por eso nos interesa mucho lo del cese al fuego, no se trata de defender o cuidar a nadie.
¿Se encontró en el río con las Agc? ¿Pudo hablar con ellos?
Eso hace parte de nuestro trabajo, sí tuvimos unos diálogos allá en la zona y por eso sabíamos que ellos iban a aceptar lo del cese al fuego.
Hay una información de que las Agc en el Chocó están bajo las órdenes de alias ‘Siopas’ y él no le está caminando a la propuesta de Paz Total, ¿usted que sabe de eso?
Todas esas fracciones de las Agc, en el fondo, están con la Paz Total. Las discusiones que se dan entre algunas fracciones, como las que usted menciona, son frente a la clase de proceso, unos están reclamando estatus político y ahí sería un proceso de paz, ellos no le jalan mucho al tema de acogida y sometimiento, pero ese es un tema que lo va a dar el proceso. Lo que sí tenemos es que los jefes de las Agc todos han hablado en que están de acuerdo con el cese al fuego bilateral. Ya bajando al territorio seguramente habrá algunos que no están de acuerdo, como pasó con las Farc, pero ese es un tema que lo tendrán que cuadrar allá entre ellos y el mismo proceso lo dirá.
Vea: Así es la vida en una región controlada por el Eln
El Eln lleva más de treinta años en el Chocó, pero a su jefatura histórica la descabezaron, algunos están diciendo que no se sienten representados con la delegación de paz ¿qué tanta cohesión hay ahí? ¿Cómo los ve a ellos?
Del Eln siempre se ha dicho que no están unidos, y sobre todo del Frente de Guerra Occidental, pero en lo que yo conozco siempre terminan entrando a las negociaciones. Ahora mismo la máxima jefa es Martha, que viene de la línea de Fabián, de la línea vieja. Ahí hay unos mandos nuevos, pero ellos están en la línea del quinto congreso y de la delegación, solamente que tienen algunos reparos, algunas diferencias, seguramente que eso es lo tendrá que solucionar la gestoría de paz o cuando el mismo proceso lo indique definir si van a venir los que están en la mesa o los del Chocó van a ir allá. Seguramente habrá quien no se quiera salir y vaya a seguir con los negocios de narcotráfico y minería ilegal, pero ese es un tema que lo debe abordar el mismo proceso. En general lo que creo y siento es que ellos van a entrar al proceso y sobre todo lo creo por una cosa muy sencilla: si ellos dicen que están a favor del pueblo y de lo que digan las comunidades, pues las comunidades allá en lo más profundo quieren que todos estos grupos armados, incluyendo al Eln, entren en el proceso de paz. Las comunidades ya no aguantan más.
¿Usted cree que ahora sí se hace el milagro?
Pues no sé si el milagro, todavía queda mucha tela que cortar. Creo que hay voluntad política de parte del Estado y por parte de ellos, que era lo que no había antes. Hay unos acompañantes ya muy definidos, muy claros, estamos nosotros como iglesia, la cooperación internacional. Ellos mismos, esos muchachos allá en las tropas, están cansados, están agotados, quieren vivir en paz con sus familias. Seguramente que esto no va a ser en tres o cuatro años, hay que trabajarlo y continuarlo a ver qué resulta de todo esto, pero al menos ahora hay una decisión de estos grupos de querer dialogar y querer hablar que antes no la había, ese es el milagro.
Vea nuestro especial: Todo lo que debe saber sobre el proceso de negociación con el Eln
El sacerdote Albeiro Parra preside la Coordinación Regional del Pacífico, una agrupación de organizaciones étnicas y delegados de la iglesia Católica, que ha impulsado pactos locales de paz y convivencia a lo largo de todo el Pacífico colombiano desde hace más dos décadas. Sus labores como facilitador de paz lo han llevado a conocer de cerca varios de los acercamientos con el Ejército de Liberación Nacional y las Autodefensas Gaitanistas en este gobierno y también en gobiernos anteriores. La última semana de diciembre el padre Albeiro recorrió el río San Juan precisamente porque allá se va a llevar a cabo el primer piloto de alivios humanitarios acordado por el Eln y el gobierno colombiano en Caracas. Conversamos con él sobre esto y sobre la situación actual en el Chocó.
En contexto: Crisis humanitaria en Chocó revelaría fisuras dentro del Eln
Usted viajó al bajo San Juan y el río Calima la última semana de diciembre, ¿cómo le fue en esa visita? ¿Se encontró con los grupos armados?
Nosotros siempre hemos estado, la iglesia siempre ha estado metida por esos lados, no hablamos desde Bogotá. Por eso insistimos en que es muy importante que se haga ese cese al fuego, bilateral o multilateral, o como se quiera entender desde el DIH, pero que se haga porque las comunidades lo que quieren es que se acaben los enfrentamientos. Estuve por el bajo Calima y el medio San Juan, también en Nóvita y Sipí.
¿Qué pudo conversar con los grupos armados?
¿Qué le puedo decir? En el caso del Eln están muy comprometidos, quieren que las cosas se hagan bien, que el gobierno y el Estado hagan lo que tienen que hacer, pero con hechos reales: que haya salud, educación, seguridad alimentaria, que las comunidades puedan vivir de una manera digna. Y cuando hablo con los otros, con las Agc, dicen lo mismo. Ahora al menos lo están diciendo, porque antes cuando uno hablaba con ellos sólo hablaban de guerra, de matar, de desplazar, de secuestrar, ahora están hablando de la vida, de que quieren acompañar todo este ejercicio de la paz total. Yo les he dicho lo mismo que le decimos al gobierno: pasemos ya del discurso a cosas concretas, por ejemplo, cuando el Eln en diciembre decretó el paro armado [en el río San Juan] les dijimos ‘no señores, todo lo contrario, tregua para navidad y año nuevo’, no salimos a los medios a decirlo sino que fuimos allá a decírselo a ellos. A las Agc les estábamos diciendo lo mismo, que hagan un cese al fuego. Y al gobierno le estamos diciendo que hay que purificar esa Fuerza Pública en el Calima y en el San Juan, porque hay una connivencia de la Fuerza Pública con sectores de las Agc y del narcotráfico. Ahora estamos muy contentos con este anuncio del cese al fuego con estos grupos, así el Eln haya dicho que no está de acuerdo con este anuncio, estamos seguros que ellos van a entrar, porque es lo que siempre han pedido en negociaciones anteriores.
Lea la primera parte de esta cobertura: Las razones de Petro para decretar el cese
Usted habla de la connivencia entre la Fuerza Pública y las Agc, pero en diciembre el gobierno cambió al general Óscar Leonel Murillo, comandante de la Fuerza Titán, cuestionado por los pocos resultados contra las Agc en el San Juan, después hubo varios golpes a ese grupo en el Chocó, ¿no cree que ahora sí hay voluntad de actuar?
Todavía hace falta que eso lo hagan en el bajo Calima y el Litoral del San Juan. Yo sé que esto me puede traer dificultades, pero lo digo con responsabilidad: la semana pasada salí de Buenaventura, del puerto de agua dulce, ahí está la naval haciendo control, pero a cinco minutos están las Agc y si usted sigue más adelantico se vuelve y se encuentra a esta gente. Todavía falta, eso lo sabe el Ministerio de Defensa, con ellos estamos hablando, con el doctor Alberto Lara y el doctor Iván Velásquez. Es muy triste que se reaccionara a nivel nacional sólo después de que el Eln sacó un comunicado hablando de la connivencia de la Fuerza Pública con las Agc, pero eso lo veníamos denunciando con las organizaciones y la iglesia, el propio monseñor Juan Carlos Barreto, ahora obispo de Soacha, lo dijo muchas veces. El Ministerio de Defensa y la Fuerza Pública saben que tienen que controlar eso. Lo digo de otra manera: para todo este cese al fuego, para los alivios humanitarios y para que las comunidades puedan vivir en paz, quien tiene que controlar el territorio es la Fuerza Pública.
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Uno podría interpretar eso como que la Fuerza Pública va a terminar cuidando al Eln para que las Agc no los acaben en el Chocó, porque allá la guerra la están ganando las Agc…
Para ser claro y sincero la estaban ganando por lo mismo que estoy diciendo, por el apoyo de la Fuerza Pública. El Eln sigue estando donde está. No se trata de que nadie cuide a nadie, si las Agc realmente tienen voluntad de hacer un cese bilateral y si el Eln también, pero lo tiene que acordar en la mesa, pues quien tiene que asegurar el territorio son las fuerzas constitucionalmente establecidas, la Fuerza Pública, que sean garantes de los derechos y la vida de las comunidades. Por eso nos interesa mucho lo del cese al fuego, no se trata de defender o cuidar a nadie.
¿Se encontró en el río con las Agc? ¿Pudo hablar con ellos?
Eso hace parte de nuestro trabajo, sí tuvimos unos diálogos allá en la zona y por eso sabíamos que ellos iban a aceptar lo del cese al fuego.
Hay una información de que las Agc en el Chocó están bajo las órdenes de alias ‘Siopas’ y él no le está caminando a la propuesta de Paz Total, ¿usted que sabe de eso?
Todas esas fracciones de las Agc, en el fondo, están con la Paz Total. Las discusiones que se dan entre algunas fracciones, como las que usted menciona, son frente a la clase de proceso, unos están reclamando estatus político y ahí sería un proceso de paz, ellos no le jalan mucho al tema de acogida y sometimiento, pero ese es un tema que lo va a dar el proceso. Lo que sí tenemos es que los jefes de las Agc todos han hablado en que están de acuerdo con el cese al fuego bilateral. Ya bajando al territorio seguramente habrá algunos que no están de acuerdo, como pasó con las Farc, pero ese es un tema que lo tendrán que cuadrar allá entre ellos y el mismo proceso lo dirá.
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El Eln lleva más de treinta años en el Chocó, pero a su jefatura histórica la descabezaron, algunos están diciendo que no se sienten representados con la delegación de paz ¿qué tanta cohesión hay ahí? ¿Cómo los ve a ellos?
Del Eln siempre se ha dicho que no están unidos, y sobre todo del Frente de Guerra Occidental, pero en lo que yo conozco siempre terminan entrando a las negociaciones. Ahora mismo la máxima jefa es Martha, que viene de la línea de Fabián, de la línea vieja. Ahí hay unos mandos nuevos, pero ellos están en la línea del quinto congreso y de la delegación, solamente que tienen algunos reparos, algunas diferencias, seguramente que eso es lo tendrá que solucionar la gestoría de paz o cuando el mismo proceso lo indique definir si van a venir los que están en la mesa o los del Chocó van a ir allá. Seguramente habrá quien no se quiera salir y vaya a seguir con los negocios de narcotráfico y minería ilegal, pero ese es un tema que lo debe abordar el mismo proceso. En general lo que creo y siento es que ellos van a entrar al proceso y sobre todo lo creo por una cosa muy sencilla: si ellos dicen que están a favor del pueblo y de lo que digan las comunidades, pues las comunidades allá en lo más profundo quieren que todos estos grupos armados, incluyendo al Eln, entren en el proceso de paz. Las comunidades ya no aguantan más.
¿Usted cree que ahora sí se hace el milagro?
Pues no sé si el milagro, todavía queda mucha tela que cortar. Creo que hay voluntad política de parte del Estado y por parte de ellos, que era lo que no había antes. Hay unos acompañantes ya muy definidos, muy claros, estamos nosotros como iglesia, la cooperación internacional. Ellos mismos, esos muchachos allá en las tropas, están cansados, están agotados, quieren vivir en paz con sus familias. Seguramente que esto no va a ser en tres o cuatro años, hay que trabajarlo y continuarlo a ver qué resulta de todo esto, pero al menos ahora hay una decisión de estos grupos de querer dialogar y querer hablar que antes no la había, ese es el milagro.
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