En Arauca ya se sienten los efectos del cese al fuego multilateral
Este departamento al nororiente del país cumple un año de una crisis humanitaria que dejó un saldo de 320 personas asesinadas en 2022. Líderes y pobladores aseguran que las disidencias de las Farc y el Eln han mostrado disposición para negociar.
Valentina Parada Lugo
Camilo Pardo Quintero
El pulso de la violencia en Arauca se puede medir comparando los primeros días del año 2022 con los del 2023. El año pasado, los primeros 10 días de enero ya se habían registrado al menos cinco homicidios en el departamento y las disidencias de las Farc habían lanzado una granada contra la Empresa Comunitaria de Acueducto de Saravena. Una semana después, en ese mismo municipio, atentaron contra el edificio Héctor Martínez, donde había 50 líderes sociales reunidos. Para los primeros cinco días de este año, no hay registro de homicidios ni de ataques del Eln ni de las disidencias contra la población civil. La gente asegura que la política de paz total parece mostrar sus primeros resultados.
Justamente el 5 de enero de este año, el Comando Conjunto de Oriente de las disidencias de las Farc, al mando de Iván Mordisco, anunció que se acogerán a la decisión de cese al fuego bilateral con el que buscan pista en la propuesta de paz total. A través de un comunicado que difundieron en redes sociales, aseguraron que se acogerán al Decreto 2656, emitido por el Gobierno, que busca un cese al fuego multilateral con cuatro estructuras armadas hasta el próximo 30 de junio.
En contexto: “No hay crisis con el Eln”, Otty Patiño
Una de las zonas del país donde más se podrían sentir los cambios en las dinámicas territoriales por el cese al fuego es Arauca, un departamento con presencia del Frente Domingo Laín del Eln y de los frentes 28, 45 y 10 de las disidencias. El analista político Eduardo Simón Cedeño asegura que esta sería la tregua más importante que se haya dado en ese departamento.
“El conflicto en esta región no es contra el Estado sino entre grupos mismos. La tregua debe ser de manera simultánea entre el Eln y las disidencias de Farc”, no se pueden separar, asegura Cedeño, quien también menciona que el Frente Domingo Laín de esa guerrilla podría llegar a ser un hilo suelto dentro de la negociación. “Esa es una de las estructuras que más puede llegar a perder o a ganar en la mesa de diálogo, por el poder y el control tan grande que tienen en esta zona fronteriza”, agregó.
Lea la primera entrega de este cubrimiento: ¿Por qué Petro decretó cese con el Eln sin haberlo acordado?
Para el analista político, lo más importante en ese departamento sería lograr que algún comandante del Frente Domingo Laín pueda llegar a la mesa de negociación con el gobierno Petro. “El Eln es una guerrilla muy federal y la gente que está sentada con el Gobierno no representa a esa guerrilla en la totalidad de sus territorios, por lo menos no a la que combate en Arauca”.
Por su parte, Cayo Mario Sepúlveda, defensor de derechos humanos en el departamento, denunció que todavía en los municipios de Tame, Arauca y Arauquita hay zonas en las que por lo menos 7.000 personas permanecen confinadas a causa de la presencia de grupos armados en la zona, como en el corregimiento de Puerto Jordán (en el municipio de Arauca), y otras veredas como Caño Verde, Santo Domingo, Holanda y La Siberia. Por eso, asegura, hay urgencia de que comience la tregua entre ambos grupos armados.
Lea también: Crisis humanitaria en Chocó revelaría fisuras dentro del Eln
Yesid Robles, miembro del Observatorio de Derechos Humanos e Investigación de Arauca, dijo que su departamento está en un punto en el que si no avanzan las negociaciones de paz y de sometimiento a la justicia, pensadas en la política de paz total, se pondrán en muy poco tiempo en un punto de no retorno en el que será casi imposible sacar a los violentos del centro de las comunidades.
“Nos guste o no, aquí manda la guerrilla, el Eln es el Estado paralelo. A lo largo de este último año han operado con secuestros, detenciones, desapariciones y asesinatos. Aún así la percepción de muchos de nosotros en las veredas y en los cascos urbanos es que no hay nadie más interesado que ellos en negociar”, dijo.
El líder del observatorio también menciona la importancia de que, cuando se puedan pactar los alivios humanitarios, se tenga en cuenta que las necesidades básicas del departamento todavía están insatisfechas. “Nuestra situación no es solo producto de las armas y de la guerra. Somos uno de los departamentos productores más ricos del país y aun así tenemos vías rudimentarias, salud precaria y educación de baja calidad”.
Por su parte, Luis Eduardo Celis, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), dice que las disidencias de las Farc han mostrado su voluntad de paz en el departamento, por lo que es fundamental que el Gobierno comience un proceso de diálogo. “Debe haber un ánimo de distensión para parar la violencia. El Gobierno tiene que poner ese tema no solo con el Eln sino con las Farc, que han sido enfáticos en que quieren participar de este proceso. Si eso no se logra, difícilmente parará la violencia”.
Vea: ¿Qué pasa si se incumple el cese bilateral?
Uno de los puntos más importantes de las negociaciones de paz o acercamientos con grupos armados es la participación de la sociedad civil. Aunque esta metodología está por definirse en la mesa de negociación, algunos líderes de la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra aseguran que se sienten atemorizados de participar en algunos escenarios y que la criminalización contra ellos se exacerbe.
En 2022 se registraron 30 atentados contra líderes (entre amenazas, señalamientos y ataques con artefactos explosivos) y varios de ellos han sido señalados por las disidencias de las Farc de ser “colaboradores de la guerrilla”. Por eso, para el politólogo Eduardo Cedeño, la propuesta de participación de la sociedad civil en las negociaciones de paz no debe estar representada en las organizaciones sociales de siempre. “Esa participación debería hacerse con la gente de a pie, no con las organizaciones de derechos humanos de siempre, para diversificar las voces”.
Vea nuestro especial: Todo lo que debe saber sobre el proceso de negociación con el Eln
El pulso de la violencia en Arauca se puede medir comparando los primeros días del año 2022 con los del 2023. El año pasado, los primeros 10 días de enero ya se habían registrado al menos cinco homicidios en el departamento y las disidencias de las Farc habían lanzado una granada contra la Empresa Comunitaria de Acueducto de Saravena. Una semana después, en ese mismo municipio, atentaron contra el edificio Héctor Martínez, donde había 50 líderes sociales reunidos. Para los primeros cinco días de este año, no hay registro de homicidios ni de ataques del Eln ni de las disidencias contra la población civil. La gente asegura que la política de paz total parece mostrar sus primeros resultados.
Justamente el 5 de enero de este año, el Comando Conjunto de Oriente de las disidencias de las Farc, al mando de Iván Mordisco, anunció que se acogerán a la decisión de cese al fuego bilateral con el que buscan pista en la propuesta de paz total. A través de un comunicado que difundieron en redes sociales, aseguraron que se acogerán al Decreto 2656, emitido por el Gobierno, que busca un cese al fuego multilateral con cuatro estructuras armadas hasta el próximo 30 de junio.
En contexto: “No hay crisis con el Eln”, Otty Patiño
Una de las zonas del país donde más se podrían sentir los cambios en las dinámicas territoriales por el cese al fuego es Arauca, un departamento con presencia del Frente Domingo Laín del Eln y de los frentes 28, 45 y 10 de las disidencias. El analista político Eduardo Simón Cedeño asegura que esta sería la tregua más importante que se haya dado en ese departamento.
“El conflicto en esta región no es contra el Estado sino entre grupos mismos. La tregua debe ser de manera simultánea entre el Eln y las disidencias de Farc”, no se pueden separar, asegura Cedeño, quien también menciona que el Frente Domingo Laín de esa guerrilla podría llegar a ser un hilo suelto dentro de la negociación. “Esa es una de las estructuras que más puede llegar a perder o a ganar en la mesa de diálogo, por el poder y el control tan grande que tienen en esta zona fronteriza”, agregó.
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Para el analista político, lo más importante en ese departamento sería lograr que algún comandante del Frente Domingo Laín pueda llegar a la mesa de negociación con el gobierno Petro. “El Eln es una guerrilla muy federal y la gente que está sentada con el Gobierno no representa a esa guerrilla en la totalidad de sus territorios, por lo menos no a la que combate en Arauca”.
Por su parte, Cayo Mario Sepúlveda, defensor de derechos humanos en el departamento, denunció que todavía en los municipios de Tame, Arauca y Arauquita hay zonas en las que por lo menos 7.000 personas permanecen confinadas a causa de la presencia de grupos armados en la zona, como en el corregimiento de Puerto Jordán (en el municipio de Arauca), y otras veredas como Caño Verde, Santo Domingo, Holanda y La Siberia. Por eso, asegura, hay urgencia de que comience la tregua entre ambos grupos armados.
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Yesid Robles, miembro del Observatorio de Derechos Humanos e Investigación de Arauca, dijo que su departamento está en un punto en el que si no avanzan las negociaciones de paz y de sometimiento a la justicia, pensadas en la política de paz total, se pondrán en muy poco tiempo en un punto de no retorno en el que será casi imposible sacar a los violentos del centro de las comunidades.
“Nos guste o no, aquí manda la guerrilla, el Eln es el Estado paralelo. A lo largo de este último año han operado con secuestros, detenciones, desapariciones y asesinatos. Aún así la percepción de muchos de nosotros en las veredas y en los cascos urbanos es que no hay nadie más interesado que ellos en negociar”, dijo.
El líder del observatorio también menciona la importancia de que, cuando se puedan pactar los alivios humanitarios, se tenga en cuenta que las necesidades básicas del departamento todavía están insatisfechas. “Nuestra situación no es solo producto de las armas y de la guerra. Somos uno de los departamentos productores más ricos del país y aun así tenemos vías rudimentarias, salud precaria y educación de baja calidad”.
Por su parte, Luis Eduardo Celis, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación (Pares), dice que las disidencias de las Farc han mostrado su voluntad de paz en el departamento, por lo que es fundamental que el Gobierno comience un proceso de diálogo. “Debe haber un ánimo de distensión para parar la violencia. El Gobierno tiene que poner ese tema no solo con el Eln sino con las Farc, que han sido enfáticos en que quieren participar de este proceso. Si eso no se logra, difícilmente parará la violencia”.
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Uno de los puntos más importantes de las negociaciones de paz o acercamientos con grupos armados es la participación de la sociedad civil. Aunque esta metodología está por definirse en la mesa de negociación, algunos líderes de la Fundación de Derechos Humanos Joel Sierra aseguran que se sienten atemorizados de participar en algunos escenarios y que la criminalización contra ellos se exacerbe.
En 2022 se registraron 30 atentados contra líderes (entre amenazas, señalamientos y ataques con artefactos explosivos) y varios de ellos han sido señalados por las disidencias de las Farc de ser “colaboradores de la guerrilla”. Por eso, para el politólogo Eduardo Cedeño, la propuesta de participación de la sociedad civil en las negociaciones de paz no debe estar representada en las organizaciones sociales de siempre. “Esa participación debería hacerse con la gente de a pie, no con las organizaciones de derechos humanos de siempre, para diversificar las voces”.
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