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                                                                                                                                Contenido Patrocinado
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                                                                                                                                Bajo Atrato: un pulmón del mundo en alto riesgo por el actuar del Clan del Golfo

                                                                                                                                Esa zona del país sufre una crisis ambiental por la deforestación, la minería, los monocultivos agroindustriales y la contaminación de ríos generada por las economías de este grupo armado. Sus acciones reviven la época del despojo paramilitar y han causado consecuencias incluso en la salud de las comunidades.

                                                                                                                                Julián Ríos Monroy

                                                                                                                                Periodista de Colombia +20
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                                                                                                                                Foto: Laura Zuleta
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                En esta región del norte de Chocó las comunidades, en su mayoría afros e indígenas, no solo vieron desaparecer paulatinamente el pez boquiancha o el sabaleta, sino también especies como la danta, el puma o la tortuga morrocoy. Junto a estos animales, árboles como el guayaquil, el cativo, el pino o la choibá, que antes abundaban, poco a poco fueron desapareciendo al son de las motosierras, para darles paso a miles de hectáreas de palma de aceite, arroz, coca o pastizales para alimentar vacas.

                                                                                                                                La degradación es difícil de medir, pero de acuerdo con un reciente informe del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), por lo menos 65.100 hectáreas han sido deforestadas en los últimos años, un área que equivale, aproximadamente, a dos veces el tamaño de Medellín.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                “Acá ellos manejan todo. La tala indiscriminada, la extracción de oro, la producción de coca, todo pasa por el Clan del Golfo, todo se les vende a ellos al precio que pongan, por eso es tan difícil denunciar”, dice un defensor de derechos humanos que pidió reservar su identidad.

                                                                                                                                Además: Así opera el plan feminicida de Clan del Golfo; hay alarma por lista de 27 mujeres

                                                                                                                                Una región, todas las afectaciones

                                                                                                                                Ahora mismo, a 800 kilómetros de este territorio, en la COP16, los líderes mundiales debaten cómo preservar la biodiversidad del planeta, mientras en el Bajo Atrato -considerado uno de los pulmones del mundo- aumenta silenciosamente la devastación por la deforestación, la minería (legal e ilegal), los monocultivos agroindustriales y la cría intensiva de animales.

                                                                                                                                A esa dinámica de décadas se suma la huella ambiental de los migrantes que atraviesan el Tapón del Darién en su tránsito hacia Norteamérica: solo en 2023 fueron al menos 520.000 personas que, en medio de una enorme vulnerabilidad, van dejando en la selva desechos de plásticos y metales que contaminan los ecosistemas y las fuentes hídricas, sin mencionar la tala de árboles para ampliar las rutas por las que se mueven, un negocio que también controla el Clan del Golfo.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Que esto ocurra en el Bajo Atrato no es un asunto menor. Este territorio, que conecta el centro de América con el sur, “es uno de los lugares más húmedos del mundo, haciendo que su riqueza hídrica sea absolutamente crucial para el planeta y nuestra supervivencia como especie. Se dice que, en esta región, en un solo árbol de más de 50 metros de altura pueden encontrarse más insectos que en toda el área de las Islas Británicas”, explica el informe del Cinep.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Acá ellos manejan todo. La tala indiscriminada, la extracción de oro, la producción de coca, todo pasa por el Clan del Golfo, todo se les vende a ellos al precio que pongan, por eso es tan difícil denunciar

                                                                                                                                Líder social

                                                                                                                                Los desechos de la tala, al igual que los de la agroindustria, la producción de pasta base de coca y la minería van a parar al río Atrato, que desemboca en el mar Caribe, poniendo en jaque el ecosistema marino del país entero.

                                                                                                                                Les puede interesar: Así es la estrategia amenazante del Clan del Golfo para expandirse en el Sur de Bolívar

                                                                                                                                La huella paramilitar de los Castaño y la nueva dinámica del Clan

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Para los investigadores, la crisis ambiental del Bajo Atrato no responde solo a las dinámicas actuales, sino al desplazamiento forzado, el despojo y el vaciamiento de la región promovido por las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) a finales de la década de 1990 y principios de 2000.

                                                                                                                                Los pobladores aún recuerdan cómo, después de que los obligaron a abandonar el territorio, miles de hectáreas de cultivos de pancoger y bosques fueron arrasadas para sembrar palma de aceite.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                “Se dice que, en esta región, en un solo árbol de más de 50 metros de altura pueden encontrarse más insectos que en toda el área de las Islas Británicas”

                                                                                                                                Informe del Cinep

                                                                                                                                A pesar de que el Clan es considerado heredero del paramilitarismo y tiene entre su comandancia a varios ex-AUC, la forma en la que impone su dominio ha cambiado.

                                                                                                                                Ya no desplazan, sino que confinan a la población, la obligan a mantenerse en la región e incluso han tratado de politizar su actuar para obtener apoyos y legitimidad. Sin embargo, se ha desarrollado una práctica que algunos investigadores asocian a un “nuevo despojo”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Vista aérea de bosque deforestado por minería de oro en el río Quito, departamento del Chocó, Colombia.
                                                                                                                                Foto: Jesús Oliveros

                                                                                                                                Sus hallazgos en terreno van en el mismo sentido de los que los líderes sociales le contaron a Colombia+20 y de lo que documentó la UIA de la JEP.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El informe de esta entidad judicial indica que en municipios como Carmen del Darién y el Litoral del San Juan (Chocó) integrantes de la subestructura Efrén Vargas Gutiérrez “les han ordenado a las comunidades asistir a reuniones en las que los obligan a aumentar los cultivos de uso ilícito y les comunicaron que deben cumplir con una meta de hectáreas cultivadas con hoja de coca. En muchos casos, en el interior de los territorios colectivos o en áreas selváticas, les fuerzan a realizar procesos de deforestación y resiembra de cultivos”. Otras unidades del Clan “han promovido la tala y deforestación masivas” y han citado a reuniones para informar que “son los únicos autorizados para promover la tala de árboles”.

                                                                                                                                Es más, la UIA encontró que en la subregión del Atrato el Clan estuvo detrás de la deforestación de al menos 34 hectáreas para minería de oro desde 2023.

                                                                                                                                Y aunque el grupo ilegal asegura que tiene voluntad de paz de cara al eventual proceso con el gobierno Petro, en el Bajo Atrato varias personas ponen en duda esa afirmación.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea también: Paz total: El complejo reto de Petro de dialogar con herederos de paramilitarismo

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                “Nosotros nos sentimos acorralados por todas partes. Los grupos armados nos confinan, las plantas medicinales que usábamos para los remedios ya no se consiguen por la deforestación, los animales que cazábamos se extinguieron de acá y ya no hay espacio en los resguardos para sembrar comida. Alrededor hay ganadería extensiva, arriba los colonos tienen lleno de coca, a un lado talan y al otro los ríos están llenos de químicos”, le contó a Colombia+20 un líder indígena de la región.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Los graves efectos de la contaminación en la salud de pobladores

                                                                                                                                La afectación de las fuentes hídricas es una de las mayores heridas que ha dejado el deterioro ambiental en el Bajo Atrato y Darién. Una lideresa afro aseguró que los ríos y ciénegas, que eran casi la única opción de estas poblaciones para consumir proteína, están tan contaminados por el mercurio usado en la minería, que la gente prefiere no pescar. La afectación es tan notoria, que las comunidades evitan incluso bañarse por las molestias en la piel.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Además: Los cabos sueltos en propuesta de Petro para que el Estado pueda comprar coca

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Producto de esa contaminación, las comunidades denuncian el aumento de enfermedades como el paludismo, las infecciones en la piel, problemas respiratorios, pérdida del cabello y envenenamiento por mercurio, entre otros impactos. Todas estas aguas contaminadas que llegan al Atrato terminan desembocando en el mar Caribe, “generando afectaciones al ecosistema marino del país”, resalta el documento.

                                                                                                                                Otras de las afectaciones que más preocupan a los pobladores son la violencia sexual y el reclutamiento de menores de edad, que según aseguran, ha aumentado en los últimos dos años.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Se trata de una estrategia violenta que, en estos territorios alejados de los grandes centros urbanos como el Bajo Atrato, donde ni siquiera hay carreteras para acceder a algunos municipios, queda completamente invisibilizada, el escenario ideal para que el grupo extienda su poder sin frenos, a costa de la población y del ecosistema entero.

                                                                                                                                El Clan del Golfo estaría detrás de varias actividades ilegales en la región.
                                                                                                                                Foto: Laura Zuleta
                                                                                                                                PUBLICIDAD

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                                                                                                                                En esta región del norte de Chocó las comunidades, en su mayoría afros e indígenas, no solo vieron desaparecer paulatinamente el pez boquiancha o el sabaleta, sino también especies como la danta, el puma o la tortuga morrocoy. Junto a estos animales, árboles como el guayaquil, el cativo, el pino o la choibá, que antes abundaban, poco a poco fueron desapareciendo al son de las motosierras, para darles paso a miles de hectáreas de palma de aceite, arroz, coca o pastizales para alimentar vacas.

                                                                                                                                La degradación es difícil de medir, pero de acuerdo con un reciente informe del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), por lo menos 65.100 hectáreas han sido deforestadas en los últimos años, un área que equivale, aproximadamente, a dos veces el tamaño de Medellín.

                                                                                                                                Read more!

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                                                                                                                                “Acá ellos manejan todo. La tala indiscriminada, la extracción de oro, la producción de coca, todo pasa por el Clan del Golfo, todo se les vende a ellos al precio que pongan, por eso es tan difícil denunciar”, dice un defensor de derechos humanos que pidió reservar su identidad.

                                                                                                                                Además: Así opera el plan feminicida de Clan del Golfo; hay alarma por lista de 27 mujeres

                                                                                                                                Una región, todas las afectaciones

                                                                                                                                Ahora mismo, a 800 kilómetros de este territorio, en la COP16, los líderes mundiales debaten cómo preservar la biodiversidad del planeta, mientras en el Bajo Atrato -considerado uno de los pulmones del mundo- aumenta silenciosamente la devastación por la deforestación, la minería (legal e ilegal), los monocultivos agroindustriales y la cría intensiva de animales.

                                                                                                                                A esa dinámica de décadas se suma la huella ambiental de los migrantes que atraviesan el Tapón del Darién en su tránsito hacia Norteamérica: solo en 2023 fueron al menos 520.000 personas que, en medio de una enorme vulnerabilidad, van dejando en la selva desechos de plásticos y metales que contaminan los ecosistemas y las fuentes hídricas, sin mencionar la tala de árboles para ampliar las rutas por las que se mueven, un negocio que también controla el Clan del Golfo.

                                                                                                                                Read more!
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                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Que esto ocurra en el Bajo Atrato no es un asunto menor. Este territorio, que conecta el centro de América con el sur, “es uno de los lugares más húmedos del mundo, haciendo que su riqueza hídrica sea absolutamente crucial para el planeta y nuestra supervivencia como especie. Se dice que, en esta región, en un solo árbol de más de 50 metros de altura pueden encontrarse más insectos que en toda el área de las Islas Británicas”, explica el informe del Cinep.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El documento hace énfasis en que son precisamente estos árboles los que constituyen hábitats de biodiversidad únicos y están siendo talados masivamente, afectando áreas de alto valor ambiental y de conservación: “Esta deforestación atenta contra el ciclo del agua y del carbono, conduciendo inexorablemente a la pérdida de biodiversidad”.

                                                                                                                                Acá ellos manejan todo. La tala indiscriminada, la extracción de oro, la producción de coca, todo pasa por el Clan del Golfo, todo se les vende a ellos al precio que pongan, por eso es tan difícil denunciar

                                                                                                                                Líder social

                                                                                                                                Los desechos de la tala, al igual que los de la agroindustria, la producción de pasta base de coca y la minería van a parar al río Atrato, que desemboca en el mar Caribe, poniendo en jaque el ecosistema marino del país entero.

                                                                                                                                Les puede interesar: Así es la estrategia amenazante del Clan del Golfo para expandirse en el Sur de Bolívar

                                                                                                                                La huella paramilitar de los Castaño y la nueva dinámica del Clan

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Los pobladores aún recuerdan cómo, después de que los obligaron a abandonar el territorio, miles de hectáreas de cultivos de pancoger y bosques fueron arrasadas para sembrar palma de aceite.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                “Se dice que, en esta región, en un solo árbol de más de 50 metros de altura pueden encontrarse más insectos que en toda el área de las Islas Británicas”

                                                                                                                                Informe del Cinep

                                                                                                                                A pesar de que el Clan es considerado heredero del paramilitarismo y tiene entre su comandancia a varios ex-AUC, la forma en la que impone su dominio ha cambiado.

                                                                                                                                Ya no desplazan, sino que confinan a la población, la obligan a mantenerse en la región e incluso han tratado de politizar su actuar para obtener apoyos y legitimidad. Sin embargo, se ha desarrollado una práctica que algunos investigadores asocian a un “nuevo despojo”.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Vista aérea de bosque deforestado por minería de oro en el río Quito, departamento del Chocó, Colombia.
                                                                                                                                Foto: Jesús Oliveros

                                                                                                                                Sus hallazgos en terreno van en el mismo sentido de los que los líderes sociales le contaron a Colombia+20 y de lo que documentó la UIA de la JEP.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                El informe de esta entidad judicial indica que en municipios como Carmen del Darién y el Litoral del San Juan (Chocó) integrantes de la subestructura Efrén Vargas Gutiérrez “les han ordenado a las comunidades asistir a reuniones en las que los obligan a aumentar los cultivos de uso ilícito y les comunicaron que deben cumplir con una meta de hectáreas cultivadas con hoja de coca. En muchos casos, en el interior de los territorios colectivos o en áreas selváticas, les fuerzan a realizar procesos de deforestación y resiembra de cultivos”. Otras unidades del Clan “han promovido la tala y deforestación masivas” y han citado a reuniones para informar que “son los únicos autorizados para promover la tala de árboles”.

                                                                                                                                Es más, la UIA encontró que en la subregión del Atrato el Clan estuvo detrás de la deforestación de al menos 34 hectáreas para minería de oro desde 2023.

                                                                                                                                Y aunque el grupo ilegal asegura que tiene voluntad de paz de cara al eventual proceso con el gobierno Petro, en el Bajo Atrato varias personas ponen en duda esa afirmación.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Lea también: Paz total: El complejo reto de Petro de dialogar con herederos de paramilitarismo

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Quienes pudieron retornar tras el paso de las AUC vieron cómo los males de ese monocultivo se extendían a sus siembras. Por ejemplo, la pudrición del cogollo que afectó a las palmas pronto llegó a las especies nativas, como el chontaduro o el níspero, que no han vuelto a prosperar. La expansión de proyectos agroindustriales y ganaderos también marcó el inicio de un cerco a los territorios étnicos que ha puesto en riesgo la soberanía alimentaria y la salud de los pobladores.

                                                                                                                                “Nosotros nos sentimos acorralados por todas partes. Los grupos armados nos confinan, las plantas medicinales que usábamos para los remedios ya no se consiguen por la deforestación, los animales que cazábamos se extinguieron de acá y ya no hay espacio en los resguardos para sembrar comida. Alrededor hay ganadería extensiva, arriba los colonos tienen lleno de coca, a un lado talan y al otro los ríos están llenos de químicos”, le contó a Colombia+20 un líder indígena de la región.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Para el Cinep, es claro que en el proyecto macrocriminal del Clan del Golfo en Bajo Atrato “poco importa la presencia de procesos comunitarios y étnicas, y lo que se ha impuesto es un control psicológico y físico de la población, de sus cuerpos y del control territorial para hacer uso de la tierra”.

                                                                                                                                Los graves efectos de la contaminación en la salud de pobladores

                                                                                                                                La afectación de las fuentes hídricas es una de las mayores heridas que ha dejado el deterioro ambiental en el Bajo Atrato y Darién. Una lideresa afro aseguró que los ríos y ciénegas, que eran casi la única opción de estas poblaciones para consumir proteína, están tan contaminados por el mercurio usado en la minería, que la gente prefiere no pescar. La afectación es tan notoria, que las comunidades evitan incluso bañarse por las molestias en la piel.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Además: Los cabos sueltos en propuesta de Petro para que el Estado pueda comprar coca

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Producto de esa contaminación, las comunidades denuncian el aumento de enfermedades como el paludismo, las infecciones en la piel, problemas respiratorios, pérdida del cabello y envenenamiento por mercurio, entre otros impactos. Todas estas aguas contaminadas que llegan al Atrato terminan desembocando en el mar Caribe, “generando afectaciones al ecosistema marino del país”, resalta el documento.

                                                                                                                                Otras de las afectaciones que más preocupan a los pobladores son la violencia sexual y el reclutamiento de menores de edad, que según aseguran, ha aumentado en los últimos dos años.

                                                                                                                                No ad for you

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                                                                                                                                Por Julián Ríos Monroy

                                                                                                                                Periodista y fotógrafo. Es subeditor de Colombia+20 y profesor de cátedra en la Universidad del Rosario.@julianrios_mjrios@elespectador.com
                                                                                                                                Ver todas las noticias
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