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El Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), también conocido como el Clan del Golfo, publicó un comunicado como respuesta a las declaraciones que el martes dio el consejero comisionado para la paz, Otty Patiño, en medio de un debate de control político y en el que afirmaba que ese grupo armado “quiere apoderarse de Chocó”.
“Tenemos la mesa en Quibdó hoy con un problema tenaz (...) el Clan del Golfo ha tomado la decisión de apoderarse de Quibdó, la capital de un departamento. No es cosa menor. Están asesinando o apoderándose de los territorios donde operan estos grupos como los Mexicanos. Ellos quieren desalojarlos para apoderarse de ese territorio”, señaló Patiño.
Las declaraciones del comisionado se dieron un día después de que las tres bandas criminales de Quibdó con las que el Gobierno sigue un espacio de diálogo con miras al sometimiento, anunciaran el fin del cese al fuego y que y comenzarían “a emprender acciones militares para defender” los territorios.
De acuerdo con el comunicado que firmaron Los Mexicanos, Lokos Yam y RPS, en el departamento de Chocó se viene realizando una avanzada del Clan del Golfo. “Durante el presente año hemos observado la avanzada que viene realizando el Ejército Gaitanista de Colombia (también conocido como el Clan del Golfo), los cuales de la mano de las autoridades anteriormente mencionadas, han venido en la búsqueda de expandir su dominio territorial en el municipio de Quibdó”, afirman.
El Clan del Golfo respondió a las declaraciones de Patiño y dijo que está cayendo en el “juego de los enemigos de la paz” que “difunden rumores falsos con el fin de desacreditar a una de las partes”.
Además, el grupo armado —que actualmente es la estructura con más personas en armas, mayor presencia territorial y que tiene más potencial de expansión— le pide al comisionado que pruebe esas acusaciones. “El señor Patiño debe mostrar las pruebas de semejantes acusaciones (...) En lo que respecta al Ejército Gaitanista de Colombia, nunca hemos publicado en nuestros canales oficiales de comunicación amenazas personales en contra de nadie, ni mucho menos listas de mujeres como irresponsablemente lo sostiene el señor Patiño”, afirman.
Sobre este caso de las mujeres, fuentes cercanas al proceso afirman que los habitantes han manifestado preocupación por una lista de personas, la mayoría mujeres, que estarían amenazadas por el grupo por supuesta connivencia con las bandas criminales.
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En el texto difundido por Los Mexicanos, Lokos Yam y RPS se hace mención al asesinato el pasado 28 de agosto de Luz Berilia Chalá Córdoba, activista y lideresa y miembros de Red de Madres y Cuidadoras de Jóvenes Asesinados en Quibdó. “Esta lideresa fue asesinada por sicarios al inferior de su establecimiento comercial ubicado en el Barrio Huapango de la ciudad de Quibdó”, dijo Indepaz en un informe.
El Clan del Golfo también le pidió al Gobierno que las dudas sobre acciones de ese grupo deberían ser canalizadas a través del coordinador de las negociaciones. Cabe aclarar que, por ahora, no ha iniciado formalmente un diálogo de paz. Lo que se anunció son los nombres de los delegados, pero no ha habido una instalación formal del proceso.
Entre los negociadores del Gobierno está Álvaro Jiménez, la mano derecha del comisionado de Paz Patiño y quien será el coordinador del proceso, y también María Gaitán, directora del Centro Nacional de Memoria Histórica. El decreto también reconoce a seis personas como miembros representantes del grupo en el espacio sociojurídico, entre ellos a Jobanis de Jesús Avila Villadiego, conocido como Chiquito Malo, máximo jefe de esa organización criminal.
“Dado que el gobierno nacional expide las resoluciones respectivas en donde nombra un coordinador para las negociaciones con el EGC, todo tipo de dudas que haya en cuanto al accionar del Ejército Gaitanista, deberia ser canalizado e informado entre las partes, con el fin de evitar estos malentendidos, que da una pésima imagen ante la opinión pública.-El señor Patiño debe mostrar las pruebas de semejantes acusaciones”, dice el documento.
La expansión Clan del Golfo sí ha tenido impactos en la mesa de Chocó
En entrevista con Colombia+20, el congresista David Racero, delegado en ese espacio de diálogo, explicó el martes pasado que el accionar del Clan y su plan de expansión en Chocó sí he tenido efectos negativos en el proceso que se adelanta con las tres bandas.
“Indiscutiblemente, la presión que se tiene por parte del Clan del Golfo y su política expansionista ha anulado completamente el proceso de paz. Recordemos que el Clan del Golfo no hace parte del proceso de paz en Quibdó, dado su característica de ser un grupo armado organizado a nivel nacional, tiene un proceso muy diferente que se dio recientemente. Esa expansión del Clan del Golfo, por supuesto, presiona negativamente el proceso de paz con las otras bandas. Hay una disputa territorial entre ellos. Los grupos armados levantan el cese al fuego, según ellos, para poder contrarrestar la ofensiva del Clan del Golfo. Eso, por supuesto, es una mala noticia para el pueblo de Quibdó que iba avanzando positivamente en la capital de Chocó”, explicó el representante.
En contexto: “La expansión del Clan presiona negativamente el proceso con bandas en Quibdó”: Racero
Aunque el martes se iba a llevar a cabo un consejo de seguridad con el presidente Gustavo Petro y varios ministros, entre ellos los titulares de Justicia y Defensa, para resolver la crisis de este proceso, debió posponerse por el Puesto de Mando Unificado para resolver el paro camionero. Sin embargo, Racero explicó que la mesa no se ha levantado.
“Que quede claro: las tres bandas que hacen parte del proceso de paz decidieron levantar su compromiso del cese de hostilidades, según ellos, con la intención de defenderse y hacerle frente al Clan del Golfo. Pero continúan en la mesa de conversación entre ellos tres, por supuesto, como bandas y el Gobierno Nacional. Este gobierno no claudicará en esa visión de que garantizar la paz, garantizar la seguridad, van de la mano. Así que quede muy claro, ellos hacen una manifestación para poder responder a la ofensiva del Clan del Golfo, pero siguen expresando su voluntad de construir una paz”, dijo.
¿En qué va ese diálogo?
El espacio de diálogo sociojurídico con bandas en Quibdó, Chocó, cumplió el pasado 18 de agosto, un año desde su instalación y se perfilaba como uno de los procesos más estables, según cercanos al desarrollo de la paz en este territorio.
Dentro de los avances más recientes del proceso, el Gobierno pactó un nuevo compromiso con las estructuras urbanas para suspender la extorsión a varios sectores, en el marco de la paz total.
Ese acuerdo se firmó el pasado 8 de agosto y en el documento quedó contemplado que “se comprometen a dejar de extorsionar a los sectores de profesores, personal de la salud, obras comunitarias en los barrios, mejoras de vivienda y construcciones menores y acarreos de material de construcción”. Asimismo, el compromiso explica que “estos acuerdos se realizan en el marco del proceso de desmonte a mediano plazo de todas las extorsiones y un primer paso para superar las economías ilícitas”.
Uno de los grandes obstáculos que ha tenido el proceso de paz con las bandas en Chocó es que todavía no existe un instrumento legal que le entregue una vía clara al espacio sociojurídico.