Comisión de la Verdad lanza “Transparentes”, una novela gráfica sobre el exilio
El libro recoge ocho historias de colombianos exiliados en Ecuador, Chile y Estados Unidos por causa del conflicto armado. Retrata los silencios y el desarraigo marcados en sus vidas, además de los impactos que ha tenido el exilio en las segundas generaciones.
Carolina Ávila Cortés
Transparentes es el nombre de la novela gráfica de 130 páginas realizada por la Comisión de la Verdad y el historietista e ilustrador español Javier De Isusi, ganador del Premio español Nacional del Cómic 2020 y quien desde principios de la década de los 2000 ha hecho cómics sobre derechos humanos y refugiados.
En sus viñetas e ilustraciones recoge lo que ha significado el exilio para las y los colombianos a través de ocho historias con personajes de distintas edades, clases sociales y regiones. Los relatos están basados en algunos de los 1.600 testimonios de exiliados que ha recogido la Comisión de la Verdad en sus dos años de trabajo en más de 23 países.
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“El exilio, como el desplazamiento forzado, es el desarraigo, pero de su país, sin que además puedan participar de nada de lo que ocurre allí dentro. Los exiliados, que han tratado de dejar atrás su historia por muchos años, tienen que reconstruir sus vidas desde las cenizas en un lugar totalmente nuevo para ellos”, asegura el comisionado Carlos Beristain.
El nombre Transparentes juega en dos sentidos: por un lado, hace alusión al estado de las y los exiliados, quienes no están en Colombia por razones de seguridad, pero su mente está con las historias de sus familiares víctimas del conflicto armado. Por otro lado, es la propia representación del exilio, un fenómeno que desde los años 60 se ha presentado continuamente en el país, pero que aún así no es visible para el resto del país.
De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Colombia se ha convertido en un país expulsor de más de 500 mil personas que han huido de la violencia. La Unidad de Víctimas solo tiene registradas a 25.643 personas refugiadas, exiliadas o asiladas, de las cuales han 14.130 están en Ecuador, 5.815 en Venezuela, 5.551 en España, 4.770 en Estados Unidos y 2.574 en Panamá.
El comisionado Beristain afirma que la idea de la novela gráfica surgió hace más de un año por la necesidad de contar la historia de exilio en otros lenguajes y que lograra quitar ese imaginario de que quienes se van lo hacen porque quieren o están mucho mejor en otros países.
Vea: “Un país en paz para retornar”: la petición de colombianos exiliados por la violencia
Los ocho personajes son víctimas de todos los grupos armados y del Estado. Van desde la mujer indígena hasta el líder sindicalista o la empresaria que tuvieron que salir del país con sus familias para preservar sus vidas. Al final todas las historias se cruzan. “Lo interesante es que muestra que hay una historia del exilio compartida en un país en el que eso no se da. O tú eres de un lado o del otro, pero no se da allí una historia compartida”, agrega el comisionado.
Entre los personajes está Luciano, un niño de ocho años que no habla. Y no porque no sepa o tenga alguna discapacidad, simplemente, la familia no sabe por qué no musita palabra. Ese silencio enmarca a todos los personajes: en el intento de dejar el dolor de los vivido atrás, los padres exiliados callan lo sucedido a sus hijos, pero ellos crecen y sienten ese vacío.
Los dos personajes jóvenes, una hija de una mujer desaparecida y el otro hijo de una mujer de la rama judicial que sufrió un atentado, entablan una conversación sobre estos silencios en sus familias. La novela recoge precisamente esa marca que ha dejado el exilio en las segundas generaciones y cómo empiezan a tejer las vidas entre las familias exiliadas lejos de los prejuicios.
A Javier de Isusi le tomó un año hacer el guion de la novela. Se basó en los testimonios que le dio la Comisión de la Verdad con la precaución de la confidencialidad y en un encuentro con las segundas generaciones que se llevó a cabo en 2019, en Bilbao (España). De esta manera, asegura, se acercó a un país que anhela conocer desde que viajó por Latinoamérica en el año 2000 y que no pudo visitar a causa de la violencia.
Lea: “En el ojo de la aguja”, la obra de teatro sobre las víctimas en el exilio
Transparentes contó con el apoyo técnico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) y la financiación y cooperación de la Dirección de Derechos Humanos del Gobierno Vasco y el Instituto HEGOA. El libro ya está circulando en España y por los distintos nodos con los que trabaja la Comisión de la Verdad en los 23 países. Se espera que en la próximas semanas llegue a Colombia.
Transparentes es el nombre de la novela gráfica de 130 páginas realizada por la Comisión de la Verdad y el historietista e ilustrador español Javier De Isusi, ganador del Premio español Nacional del Cómic 2020 y quien desde principios de la década de los 2000 ha hecho cómics sobre derechos humanos y refugiados.
En sus viñetas e ilustraciones recoge lo que ha significado el exilio para las y los colombianos a través de ocho historias con personajes de distintas edades, clases sociales y regiones. Los relatos están basados en algunos de los 1.600 testimonios de exiliados que ha recogido la Comisión de la Verdad en sus dos años de trabajo en más de 23 países.
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“El exilio, como el desplazamiento forzado, es el desarraigo, pero de su país, sin que además puedan participar de nada de lo que ocurre allí dentro. Los exiliados, que han tratado de dejar atrás su historia por muchos años, tienen que reconstruir sus vidas desde las cenizas en un lugar totalmente nuevo para ellos”, asegura el comisionado Carlos Beristain.
El nombre Transparentes juega en dos sentidos: por un lado, hace alusión al estado de las y los exiliados, quienes no están en Colombia por razones de seguridad, pero su mente está con las historias de sus familiares víctimas del conflicto armado. Por otro lado, es la propia representación del exilio, un fenómeno que desde los años 60 se ha presentado continuamente en el país, pero que aún así no es visible para el resto del país.
De acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Colombia se ha convertido en un país expulsor de más de 500 mil personas que han huido de la violencia. La Unidad de Víctimas solo tiene registradas a 25.643 personas refugiadas, exiliadas o asiladas, de las cuales han 14.130 están en Ecuador, 5.815 en Venezuela, 5.551 en España, 4.770 en Estados Unidos y 2.574 en Panamá.
El comisionado Beristain afirma que la idea de la novela gráfica surgió hace más de un año por la necesidad de contar la historia de exilio en otros lenguajes y que lograra quitar ese imaginario de que quienes se van lo hacen porque quieren o están mucho mejor en otros países.
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Los ocho personajes son víctimas de todos los grupos armados y del Estado. Van desde la mujer indígena hasta el líder sindicalista o la empresaria que tuvieron que salir del país con sus familias para preservar sus vidas. Al final todas las historias se cruzan. “Lo interesante es que muestra que hay una historia del exilio compartida en un país en el que eso no se da. O tú eres de un lado o del otro, pero no se da allí una historia compartida”, agrega el comisionado.
Entre los personajes está Luciano, un niño de ocho años que no habla. Y no porque no sepa o tenga alguna discapacidad, simplemente, la familia no sabe por qué no musita palabra. Ese silencio enmarca a todos los personajes: en el intento de dejar el dolor de los vivido atrás, los padres exiliados callan lo sucedido a sus hijos, pero ellos crecen y sienten ese vacío.
Los dos personajes jóvenes, una hija de una mujer desaparecida y el otro hijo de una mujer de la rama judicial que sufrió un atentado, entablan una conversación sobre estos silencios en sus familias. La novela recoge precisamente esa marca que ha dejado el exilio en las segundas generaciones y cómo empiezan a tejer las vidas entre las familias exiliadas lejos de los prejuicios.
A Javier de Isusi le tomó un año hacer el guion de la novela. Se basó en los testimonios que le dio la Comisión de la Verdad con la precaución de la confidencialidad y en un encuentro con las segundas generaciones que se llevó a cabo en 2019, en Bilbao (España). De esta manera, asegura, se acercó a un país que anhela conocer desde que viajó por Latinoamérica en el año 2000 y que no pudo visitar a causa de la violencia.
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Transparentes contó con el apoyo técnico del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) y la financiación y cooperación de la Dirección de Derechos Humanos del Gobierno Vasco y el Instituto HEGOA. El libro ya está circulando en España y por los distintos nodos con los que trabaja la Comisión de la Verdad en los 23 países. Se espera que en la próximas semanas llegue a Colombia.