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A mediados de septiembre de 2023 –en un multitudinario evento a menos de dos kilómetros de una playa paradisíaca de Santa Marta– el entonces alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, anunció el inicio de una nueva etapa hacia la paz con las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada (ACSN).
“El proceso va a iniciar de forma privada, sin marco jurídico por ahora, pero con testigos”, dijo Rueda ese día bajo una carpa donde se reunieron más de 200 pobladores, delegados de la comunidad internacional y la iglesia, funcionarios del Estado y representantes del grupo armado, que llevaba varios meses pidiendo que los acercamientos de paz despegaran.
Sin embargo, los días fueron pasando y el tema se quedó sin mayores avances. De hecho, Rueda salió del cargo dos meses después, dejando casi a la deriva el canal de comunicación con las ACSN, según fuentes cercanas al proceso.
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Esta semana, cuatro meses después de aquel evento, las Autodefensas Conquistadoras convocaron a una nueva reunión el próximo lunes 29 de enero para retomar los acercamientos con el Ejecutivo en el marco de la apuesta de paz total.
“Los invitamos porque nuestro mayor compromiso es avanzar en la construcción de la anhelada paz que se requiere, desde allí con la presencia del Alto Comisionado para buscar soluciones a todo lo que nos ha aquejado por más de tres décadas en nuestra región, como lo es el conflicto armado. El propósito es cumplir nuestro sueño de poder tener una vida digna en Santa paz y con desarrollo social”, expresó el grupo en un comunicado el pasado 23 de enero, y horas después anunciaron el cese de acciones armadas para garantizar la seguridad de los participantes.
Hasta el momento, el comisionado Otty Patiño no ha confirmado su asistencia al encuentro ni se ha conocido pronunciamiento sobre la invitación de las ACSN por parte de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP). Sin embargo, fuentes del territorio aseguran que privadamente Patiño informó que un delegado de la OACP haría presencia en el evento.
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Se espera que también asistan delegados de la MAPP OEA, ONU, Defensoría del Pueblo y observadores de la Embajada de Irlanda.
¿Qué buscan las Autodefensas Conquistadoras?
Llegar a un acuerdo con las ASCN resultaría, a primera vista, más sencillo que con cualquiera de los otros cuatro grandes grupos armados organizados con los que negocia el gobierno (dos disidencias de las FARC, al guerrilla del ELN y el Clan del Golfo). Primero, porque están localizadas en una sola región (la Sierra Nevada de Santa Marta). Segundo, porque tienen el menor número de personas en armas (se ha dicho que son alrededor de 1.100 integrantes).
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Sin embargo, eso no significa en lo absoluto que se trate de un proceso fácil. El grupo viene de una larga tradición marcada por el paramilitarismo, que ha sabido reencaucharse en nuevas estructuras desde 2006, cuando se desmovilizó el bloque Resistencia Tayrona de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), comandado por Hernán Giraldo (apodado el Patrón de la Sierra), a quien todavía le rinden culto en la zona.
El tema principal es el control de las economías lícitas e ilícitas de la zona. Para varios investigadores de la región, la fuente principal de recursos de las ACSN es el turismo, que se multiplica en la zona con los miles de visitantes que reciben cada año lugares como el Parque Tayrona, Guacha, Minca, y cientos de hoteles, la mayoría de los cuales pagarían cuotas extorsivas.
Sin embargo, el grupo ha dicho que está dispuesto a abandonar su accionar y a llegar a acuerdos con el Gobierno si se garantizan tres puntos fundamentales: garantías legales para la comandancia, garantías de reincorporación y resocialización para los combatientes —en su mayoría, jóvenes de la zona—, y el compromiso del Estado con la protección de las comunidades.
Para poder avanzar en estos temas, habrá que esperar a que el Congreso de la República expida una ley que fije las condiciones del sometimiento de estos grupos, según determinó en noviembre la Corte Constitucional tras revisar la Ley de Paz Total.
A principios de enero, Germán Navarrete, abogado que acompaña el proceso con las ACSN, le dijo a Colombia+20 que hay cuatro prioridades que deben fijarse una vez se restablezca el contacto entre el grupo y el Gobierno.
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“Primero, hay que instalar las mesas de conversación. Segundo, se necesita definir ceses al fuego debidamente vigilados y verificados por la sociedad civil y comunidad internacional. Luego, hay que establecer canales de diálogo directo con esas organizaciones para acordar los mínimos legales para cesar su actividad criminal, que por cierto es rentable e impune, y eso debe tenerlo en cuenta el gobierno para ofrecer incentivos que propicien el sometimiento. Y el cuarto tema es establecer una hoja de ruta para llegar a la paz de una manera seria, concertada y efectiva”, afirma Navarrete, de la Fundación International Law Assistant.
Por ahora, habrá que esperar a que la reunión del lunes se dé y las partes puedan trazar un camino para avanzar en la paz.