¿Cómo fue ser mujer en los peores años del conflicto en el Catatumbo?
El informe Estos dolores que nos hacen fuertes. Voces y memorias de mujeres del Catatumbo, del Centro Nacional de Memoria Histórica, son las historias de violencias de cuatro mujeres de esta región, de su resistencia y dignidad.
Beatriz Valdés Correa - @beatrijelena
Estela, en Tibú, vivió la violencia en su cuerpo desde que era niña. Después vino el miedo a los hombres que estaban armados y después, la huida. Mariela, en Sardinata, una adolescente rubia, “catira”, fue acosada por un paramilitar. Lo que la llevó a confinarse en su casa. Una mujer en San Calixto sufre en silencio, el cuerpo y la cabeza le cobran lo que vio y las situaciones que vivió le pasan factura por correr, por esconderse, por desplazarse. Una mujer más, promotora de salud, fue violada por tres paramilitares cuando iba desde el Catatumbo bajo hacia Cúcuta.
Sucedió en la región del Catatumbo (Norte de Santander) a finales de los años 90 y principio de los 2000. Ahí ocurrieron 104 masacres entre 1958 y 2018, con un total de 599 personas muertas. También se desplazaron casi 100 mil habitantes y 832 fueron asesinados de manera selectiva. Estas son las cifras que arrojó el informe Catatumbo: memorias de vida y dignidad, del Centro Nacional de Memoria Histórica.
Lea: El Catatumbo resiste y renace, pero necesita un Estado presente
¿Pero qué sabemos de la violencia ejercida contra las catatumberas? “Yo digo que esa gente, los paramilitares del Bloque Catatumbo, llegaron como en una persecución contra las mujeres, fue como si se hubieran ensañado contra nosotras”, dijo una de las mujeres víctimas que les narraron a los y las investigadoras del CNMH las vejaciones que sufrieron en la guerra. Sus voces quedaron escritas en el informe complementario Estos dolores que nos hacen fuertes. Voces y memorias de mujeres del Catatumbo, que se lanzará, junto con otros cinco (y el principal) este jueves 15 de noviembre en Bogotá. El informe narra, en primera persona, los historias de las mujeres, pero también habla de la sororidad que se despertó entre ellas y de la dignidad con la que siguieron asumiendo la vida. Habla sobre cómo se cuidaron.
Estas son algunas citas de los relatos dolorosos, pero también solidarios, de las mujeres que vivieron la guerra en sus cuerpos.
Sobre los roles sociales y el abuso:
- Estela, La Gabarra, Tibú
Pie de foto: La historia de la casa de las palomas, la historia de Estela.
Sobre el control paramilitar:
- Mariela, Las Mercedes, Sardinata
- Mariela, Las Mercedes, Sardinata
Pie de foto: Los días en que ser bonita era un peligro, la historia de Mariela.
Sobre la violencia sexual:
- Una mujer en el Catatumbo bajo
- Estela, La Gabarra, Tibú
Sobre las secuelas físicas y psicológicas:
- Una mujer en San Calixto
Pie de foto: Como un lamento por dentro, la historia de una mujer en el Catatumbo bajo.
Sobre el silencio:
- Una mujer en el Catatumbo bajo
Sobre la organización y la solidaridad:
- Patricia, de la Asociación de Mujeres del Catatumbo
Estela, en Tibú, vivió la violencia en su cuerpo desde que era niña. Después vino el miedo a los hombres que estaban armados y después, la huida. Mariela, en Sardinata, una adolescente rubia, “catira”, fue acosada por un paramilitar. Lo que la llevó a confinarse en su casa. Una mujer en San Calixto sufre en silencio, el cuerpo y la cabeza le cobran lo que vio y las situaciones que vivió le pasan factura por correr, por esconderse, por desplazarse. Una mujer más, promotora de salud, fue violada por tres paramilitares cuando iba desde el Catatumbo bajo hacia Cúcuta.
Sucedió en la región del Catatumbo (Norte de Santander) a finales de los años 90 y principio de los 2000. Ahí ocurrieron 104 masacres entre 1958 y 2018, con un total de 599 personas muertas. También se desplazaron casi 100 mil habitantes y 832 fueron asesinados de manera selectiva. Estas son las cifras que arrojó el informe Catatumbo: memorias de vida y dignidad, del Centro Nacional de Memoria Histórica.
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¿Pero qué sabemos de la violencia ejercida contra las catatumberas? “Yo digo que esa gente, los paramilitares del Bloque Catatumbo, llegaron como en una persecución contra las mujeres, fue como si se hubieran ensañado contra nosotras”, dijo una de las mujeres víctimas que les narraron a los y las investigadoras del CNMH las vejaciones que sufrieron en la guerra. Sus voces quedaron escritas en el informe complementario Estos dolores que nos hacen fuertes. Voces y memorias de mujeres del Catatumbo, que se lanzará, junto con otros cinco (y el principal) este jueves 15 de noviembre en Bogotá. El informe narra, en primera persona, los historias de las mujeres, pero también habla de la sororidad que se despertó entre ellas y de la dignidad con la que siguieron asumiendo la vida. Habla sobre cómo se cuidaron.
Estas son algunas citas de los relatos dolorosos, pero también solidarios, de las mujeres que vivieron la guerra en sus cuerpos.
Sobre los roles sociales y el abuso:
- Estela, La Gabarra, Tibú
Pie de foto: La historia de la casa de las palomas, la historia de Estela.
Sobre el control paramilitar:
- Mariela, Las Mercedes, Sardinata
- Mariela, Las Mercedes, Sardinata
Pie de foto: Los días en que ser bonita era un peligro, la historia de Mariela.
Sobre la violencia sexual:
- Una mujer en el Catatumbo bajo
- Estela, La Gabarra, Tibú
Sobre las secuelas físicas y psicológicas:
- Una mujer en San Calixto
Pie de foto: Como un lamento por dentro, la historia de una mujer en el Catatumbo bajo.
Sobre el silencio:
- Una mujer en el Catatumbo bajo
Sobre la organización y la solidaridad:
- Patricia, de la Asociación de Mujeres del Catatumbo