En menos de tres meses, Comuneros del Sur destruirá parte de sus armas de guerra
Ambas delegaciones pactaron cuatro puntos clave, entre ellas que habrá zonas de concentración para el tránsito a la vida civil. El presidente Gustavo Petro saludó el avance y espera que el proceso llegue a buen puerto. Estos son los detalles.
En medio de la mayor crisis que enfrenta la mesa de diálogo con el ELN, que esta semana quedó oficialmente suspendida, el Gobierno anunció varios avances en el proceso con Comuneros del Sur, antiguo frente de esa guerrilla que se separó en mayo y que fue la génesis de los problemas con el ELN.
Entre los anuncios, que configuran el primer acuerdo de cara a la construcción de paz en Nariño, se destaca la destrucción de armas de guerra antes de diciembre de este año, el inicio del diseño para un cese al fuego, y de unas “zonas de concentración” para quienes hagan tránsito de la vida civil. Además de continuar con las labores de desminado humanitario.
Tras la instalación oficial de la Mesa de Diálogos de Paz que quedó en firme el pasado 13 de septiembre, se realizó la tercera sesión para la co-construcción de paz territorial en la que se logró adelantar acciones concretas que quedaron resumidas en esos cuatro pactos.
¿Qué se acordó?
Uno de los compromisos más clave en este proceso que quedaron pactados en el documento responde a la destrucción gradual de instrumentos de guerra, pues en menos de tres meses, Comuneros destruirá una parte de sus armamentos.
“Comuneros del Sur se compromete a iniciar la destrucción gradual de instrumentos de guerra, destruyendo una parte de ellos antes de diciembre de 2024. Para facilitar este proceso, se formará una mesa técnica con las Delegaciones de Gobierno y Comuneros del Sur, la Fuerza Pública y el Ministerio de Defensa”, indica el documento.
Lea también: Las claves de apuesta de desminado del Gobierno y Comuneros, frente separado de ELN
En lo que respecta a las Zonas Territoriales de Concentración, las delegaciones explican que ambas partes diseñarán el proceso y se espera que la primera zona se pueda instalar antes de finalizar el año en curso. “En este espacio, un 30% de la tropa de Comuneros del Sur comenzará un proceso de concentración en una ubicación definida”, dice el documento.
Por otra parte, el Cese al Fuego Bilateral y Definitivo, el acuerdo indica que se trabajará en una mesa técnica con las delegaciones en el proceso, junto con la Fuerza Pública y el Ministerio de Defensa, con el objetivo de establecer los protocolos necesarios.
Asimismo, Comuneros del Sur estableció sus primeros gestos de voluntad de paz como la suspensión de los secuestros, el reclutamiento de menores de edad y el uso de minas antipersonal. El documento también señala la implementación de un Mecanismo de Monitoreo y Verificación Eficaz.
Las labores de desminado es uno de los proceso más adelantados de Comuneros del Sur. Precisamente, el pasado lunes, 16 de septiembre, la Consejería Comisionada de Paz lanzó oficialmente el proceso de desminado en Nariño con miras al avance del proceso de diálogo con el grupo Comuneros del Sur. Según quedó consignado en el documento firmado por ambas delegaciones, el lanzamiento de este punto se llevó a cabo en el resguardo La Montaña de Samaniego y se extenderá a otros territorios.
El presidente Gustavo Petro saludó el avance a través de su red social X y envió un mensaje para que el proceso llegue a buen puerto. “Espero que el proceso de paz que arranca en Nariño sea cada vez más social que armado. Que las armas se oxiden y florezca la voluntad libre y popular. Aquí se inicia una etapa inevitable de la larga historia de la paz de Colombia: el territorio y su población como protagonista de la paz”, dijo.
Los avances con Comuneros del Sur
Antes de la ruptura entre el ELN y Comuneros del Sur, que se comenzó a gestar desde febrero, este grupo ya le había metido acelerador al proceso con el Estado, tanto así que ya habían avanzado en temas como las propuestas para el desarme, las posibilidades de justicia transicional y los planes de desminado humanitario en la región.
El pasado 7 de julio, en Nariño, el consejero comisionado, Otty Patiño, se reunió con los Comuneros, bajo el mando de Gabriel Yepes Mejía, conocido también como HH, para plantear propuestas de desescalamiento de la violencia.
Durante ese encuentro, que tuvo lugar en Betania, corregimiento de Samaniego, se presentó un plan de trabajo para profundizar en los tres ejes de paz territorial que se plantearon desde un comienzo.
Por un lado, se conformaron cinco grupos de trabajo para cada eje en cuanto al retorno de pobladores desplazados; la atención a niños en condición de reclutamiento; el tratamiento de casos de desaparecidos locales; el fortalecimiento de las autoridades étnicas y comunitarias de la zona; y el trabajo integral contra minas antipersonal, que ya se venía ejecutando en el territorio.
Semanas más tarde, el Gobierno firmó un pacto de paz con Comuneros del Sur. Según conoció Colombia+20, ese sería considerado el primer paso para la instalación formal del diálogo social con ese grupo armado en Nariño. La reunión tuvo lugar en Pasto y en ella se ratificaron los planes de trabajo para los ejes de paz.
De acuerdo con el comunicado conjunto de esa reunión, este proceso se denominó como ‘Instancia para la co-construcción para la paz territorial en Nariño’, para aplicar a 10 municipios donde hace presencia el grupo armado, entre ellos Andes Sotomayor, Barbacoas, Cumbal, Ricaurte, Samaniego, Santacruz de Guachavez.
Para Carlos Erazo, jefe negociador del Gobierno en este proceso, esos tres ejes integrados en un solo propósito “nos van a garantizar el cumplimiento de una ruta diferente hacia la paz acorde a las condiciones concretas del territorio”.
✉️ Si tiene información o denuncias sobre temas relacionadas con la paz, el conflicto, las negociaciones de paz o algún otro tema que quiera compartirnos o que trabajemos, puede escribirnos a: cmorales@elespectador.com; jrios@elespectador.com; pmesa@elespectador.com; jcontreras@elespectador.com o aosorio@elespectador.com
En medio de la mayor crisis que enfrenta la mesa de diálogo con el ELN, que esta semana quedó oficialmente suspendida, el Gobierno anunció varios avances en el proceso con Comuneros del Sur, antiguo frente de esa guerrilla que se separó en mayo y que fue la génesis de los problemas con el ELN.
Entre los anuncios, que configuran el primer acuerdo de cara a la construcción de paz en Nariño, se destaca la destrucción de armas de guerra antes de diciembre de este año, el inicio del diseño para un cese al fuego, y de unas “zonas de concentración” para quienes hagan tránsito de la vida civil. Además de continuar con las labores de desminado humanitario.
Tras la instalación oficial de la Mesa de Diálogos de Paz que quedó en firme el pasado 13 de septiembre, se realizó la tercera sesión para la co-construcción de paz territorial en la que se logró adelantar acciones concretas que quedaron resumidas en esos cuatro pactos.
¿Qué se acordó?
Uno de los compromisos más clave en este proceso que quedaron pactados en el documento responde a la destrucción gradual de instrumentos de guerra, pues en menos de tres meses, Comuneros destruirá una parte de sus armamentos.
“Comuneros del Sur se compromete a iniciar la destrucción gradual de instrumentos de guerra, destruyendo una parte de ellos antes de diciembre de 2024. Para facilitar este proceso, se formará una mesa técnica con las Delegaciones de Gobierno y Comuneros del Sur, la Fuerza Pública y el Ministerio de Defensa”, indica el documento.
Lea también: Las claves de apuesta de desminado del Gobierno y Comuneros, frente separado de ELN
En lo que respecta a las Zonas Territoriales de Concentración, las delegaciones explican que ambas partes diseñarán el proceso y se espera que la primera zona se pueda instalar antes de finalizar el año en curso. “En este espacio, un 30% de la tropa de Comuneros del Sur comenzará un proceso de concentración en una ubicación definida”, dice el documento.
Por otra parte, el Cese al Fuego Bilateral y Definitivo, el acuerdo indica que se trabajará en una mesa técnica con las delegaciones en el proceso, junto con la Fuerza Pública y el Ministerio de Defensa, con el objetivo de establecer los protocolos necesarios.
Asimismo, Comuneros del Sur estableció sus primeros gestos de voluntad de paz como la suspensión de los secuestros, el reclutamiento de menores de edad y el uso de minas antipersonal. El documento también señala la implementación de un Mecanismo de Monitoreo y Verificación Eficaz.
Las labores de desminado es uno de los proceso más adelantados de Comuneros del Sur. Precisamente, el pasado lunes, 16 de septiembre, la Consejería Comisionada de Paz lanzó oficialmente el proceso de desminado en Nariño con miras al avance del proceso de diálogo con el grupo Comuneros del Sur. Según quedó consignado en el documento firmado por ambas delegaciones, el lanzamiento de este punto se llevó a cabo en el resguardo La Montaña de Samaniego y se extenderá a otros territorios.
El presidente Gustavo Petro saludó el avance a través de su red social X y envió un mensaje para que el proceso llegue a buen puerto. “Espero que el proceso de paz que arranca en Nariño sea cada vez más social que armado. Que las armas se oxiden y florezca la voluntad libre y popular. Aquí se inicia una etapa inevitable de la larga historia de la paz de Colombia: el territorio y su población como protagonista de la paz”, dijo.
Los avances con Comuneros del Sur
Antes de la ruptura entre el ELN y Comuneros del Sur, que se comenzó a gestar desde febrero, este grupo ya le había metido acelerador al proceso con el Estado, tanto así que ya habían avanzado en temas como las propuestas para el desarme, las posibilidades de justicia transicional y los planes de desminado humanitario en la región.
El pasado 7 de julio, en Nariño, el consejero comisionado, Otty Patiño, se reunió con los Comuneros, bajo el mando de Gabriel Yepes Mejía, conocido también como HH, para plantear propuestas de desescalamiento de la violencia.
Durante ese encuentro, que tuvo lugar en Betania, corregimiento de Samaniego, se presentó un plan de trabajo para profundizar en los tres ejes de paz territorial que se plantearon desde un comienzo.
Por un lado, se conformaron cinco grupos de trabajo para cada eje en cuanto al retorno de pobladores desplazados; la atención a niños en condición de reclutamiento; el tratamiento de casos de desaparecidos locales; el fortalecimiento de las autoridades étnicas y comunitarias de la zona; y el trabajo integral contra minas antipersonal, que ya se venía ejecutando en el territorio.
Semanas más tarde, el Gobierno firmó un pacto de paz con Comuneros del Sur. Según conoció Colombia+20, ese sería considerado el primer paso para la instalación formal del diálogo social con ese grupo armado en Nariño. La reunión tuvo lugar en Pasto y en ella se ratificaron los planes de trabajo para los ejes de paz.
De acuerdo con el comunicado conjunto de esa reunión, este proceso se denominó como ‘Instancia para la co-construcción para la paz territorial en Nariño’, para aplicar a 10 municipios donde hace presencia el grupo armado, entre ellos Andes Sotomayor, Barbacoas, Cumbal, Ricaurte, Samaniego, Santacruz de Guachavez.
Para Carlos Erazo, jefe negociador del Gobierno en este proceso, esos tres ejes integrados en un solo propósito “nos van a garantizar el cumplimiento de una ruta diferente hacia la paz acorde a las condiciones concretas del territorio”.
✉️ Si tiene información o denuncias sobre temas relacionadas con la paz, el conflicto, las negociaciones de paz o algún otro tema que quiera compartirnos o que trabajemos, puede escribirnos a: cmorales@elespectador.com; jrios@elespectador.com; pmesa@elespectador.com; jcontreras@elespectador.com o aosorio@elespectador.com