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Hace una semana, Danilo Rueda salió de su cargo como alto Comisionado para la Paz en Colombia. Durante casi un año, Rueda trató de hacer despegar la política de Paz Total del Gobierno Petro, pero su salida del Gobierno se dio en medio de varias crisis de esa estrategia, con varios procesos están detenidos, entre ellos el del ELN, que es el que más ha avanzado.
En diálogo con Colombia+20 habló sobre cómo ve la negociación con el ELN; los cambios que habría hecho en su cargo y lo que espera de la estrategia de paz.
Desde hacía varias semanas se rumoraba sobre su salida, ‘pero ¿se la esperaba? ¿Sabía que iba a hacer ese día?
Eso lo he contestado. Ya sabía y recibí la noticia con tranquilidad.
Usted ha hablado de que esa salida también se da porque vienen cambios en la construcción de paz, ¿A qué cambios se refiere?
Ya dejamos todas las bases, todos los cimientos, ahora lo que se necesita es empezar a pavimentarlos. Eso significa que se tienen que empezar a concretar los compromisos que se dieron en los diálogos y negociaciones.
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Le repito la pregunta, ¿concretamente qué cambios pueden venir?
Van a haber decisiones grandes y puntuales a nivel territorial con los grupos con los que se está hablando. Este es un proceso de paz en el que cada negociación y diálogo tiene su ritmo, cada uno tiene su especificidad y hay que acompañar todo eso.
Usted se fue en el momento en el que la Paz Total atraviesa el peor de sus momentos por la crisis con el ELN y con las disidencias. ¿Eso aceleró su salida?
No. Eso fue totalmente coincidencia. Todos los procesos atraviesan esos momentos.
A propósito de eso, ¿cómo ve la negociación hoy con el ELN?
Estoy seguro de que se va a salir de la crisis y que el proceso va a salir fortalecido. Es un momento de asuntos sustanciales. Hay mucho avance en esa negociación y se debe seguir adelante.
¿Cree que debió cambiar algo de lo que se hizo desde su cargo?
Sí, muchas cosas. También creo que hubo razones de cómo se dieron las cosas. Se avanzó mucho, pasamos de fases apenas de exploración a escenarios. Pero diría que habría que haber tomado medidas preventivas frente a algunos efectos nocivos de lo que fue inicialmente el cese de fuego.
Hay gente que dice que su gran fallo es que era demasiado activista y permisivo con los grupos armados que le faltaba mano dura. ¿Lo ve así?
No, no lo veo así. Nadie sabe lo que se discute internamente. Los que han sido testigos pueden decir que no había ninguna contemplación. Tuve una compresión de las dinámicas de los grupos armados, pero esa comprensión no significa justificación ni permisividad. Sí se pusieron límites y no hubo transacciones. Esas son las percepciones de muchos analistas y muchos opinadores, pero los grupos armados saben que desde el comienzo los marcos del juego están clarísimos y cuáles cosas se podían traspasar y cuáles no.
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¿Va a tener otro puesto en el Gobierno o ahora qué viene?
Estoy en el empalme y sigo trabajando como ciudadano del común. Trabajando por la vida.
La Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la Jurisdicción Especial para la Paz publicó un informe que dice que los cese al fuego sí disminuyeron los efectos del conflicto armado. Esto parece ir en contravía de lo que han dicho otros informes que tratan esas temáticas. ¿Le llegó tarde ese espaldarazo? ¿Qué piensa de ese informe?
Yo creo que es otra perspectiva para los centros de pensamiento para que tengan otras aristas de interpretación. Creo que hay una desinformación. Si este gobierno es el gobierno de la vida, qué es lo que se ha pretendido proteger la vida y la integridad de las personas: primero de los civiles, luego de los combatientes. Hemos logrado 150 liberaciones entre el 7 de agosto y octubre pasado sin el uso de la fuerza y solamente como exigencia de compromisos de los diversos grupos armados para la paz. Eso muestra que sí es posible, a través del diálogo, lograr ese propósito del respeto a la vida y a las libertades. Las mesas de conversaciones van a lograr acuerdos fundamentales en asuntos que afectan a la ciudadanía, desde las extorsiones, secuestros y otro conjunto de hechos. Para que eso pueda lograrse se necesita dialogar y llegar a acuerdos.
El cambio en el desarrollo de la estrategia de la violencia para muchos significó que se expandieron los grupos armados y no, no se expandieron. Son la misma cantidad de hombres que tratan de mostrar que hay una expansión, pero esa expansión no corresponde a que puedan tener capacidad de confrontación y de control social y territorial. La otra afirmación falsa con los ceses de fuego es que se puso de manos cruzadas a las Fuerzas Militares y a las Fuerzas Policiales, eso no es cierto. Ningún cese de fuego pactó que la Fuerza Pública cesara sus acciones de inteligencia o cesar a sus acciones contra el delito.