Darío Acevedo renuncia a la dirección del Centro Nacional de Memoria Histórica
La renuncia fue confirmada desde la cuenta de Twitter de esa entidad. Acevedo deja el Centro sin cumplir con su tarea más importante que consistía en entregarle al país el Museo de la Memoria. Su gestión estuvo marcada por controversias y desencuentros con las víctimas.
A través de su cuenta de Twitter, el Centro Nacional de Memoria Histórica confirmó la renuncia de su director Darío Acevedo. Su gestión de casi tres años, estuvo marcada por la disputa con víctimas y organizaciones que le cuestionaban su actitud negacionista del conflicto armado.
También por desencuentros con sus subordinados. Durante su administración al menos ocho funcionarios se fueron de las dos principales direcciones de esa entidad: Construcción de Memoria, que produce la investigación sobre el conflicto armado, y el Museo de Memoria, que será el lugar para las víctimas de la guerra en Colombia, tal como lo reportó esta nota de Colombia+20. La mayoría coincidía en que diferencias en el diálogo con las víctimas ha sido la razón de su salida.
De acuerdo con el trino de la entidad, el mensaje de Acevedo es: “Construir sobre lo construido por las víctimas”.
Las más recientes críticas a su gestión surgieron después de que en el guion para la exposición del Museo de la Memoria se omitiera el rol del paramilitarismo como actor responsable de innumerables crímenes y violaciones a los Derechos Humanos durante el conflicto. Ya en septiembre de 2019, en el acto de entrega de los restos de las víctimas de la masacre de Bojayá, Acevedo había hablado de “mal llamados paramilitares”, algo que fue reprochado por las víctimas, entre ellas el hoy Comisionado de la Verdad Leyner Palacios.
Lea también: Los testimonios que probarían censura a una exposición indígena en el CNMH.
Acevedo además censuró varias exposiciones del CNMH relacionadas con las víctimas de la Unión Patriótica y frustró la publicación de informes que habían sido producidos por el equipo anterior a su llegada al CNMH. Las fricciones con las víctimas y organizaciones sociales nunca se atenuaron desde cuando con su llegada a la dirección del CNMH, la Red Colombiana de Lugares de Memoria expulsara al CNMH y también cuando organizaciones de víctimas retiraran sus archivos del CNMH en protesta por su designación como director.
Vea: ‘SaNaciones’, la otra exposición que habría sido censurada en el Centro Nacional de Memoria.
Además, su administración también había sido criticada por malos manejos administrativos que generaron desencuentros con sus subordinados. Acevedo abandona el CNMH sin cumplir la que era su tarea principal: entregarle al país el Museo de la Memoria, cuyas obras están empantanadas, entre otras cosas por las constantes renuncias de los directores, subalternos de Acevedo, que incluso han publicado cartas abiertas quejándose por su gestión, como lo ha informado Colombia+20 en varias oportunidades. Entregar el Museo de la Memoria también fue una de las promesas del presidente Iván Duque.
Con la llegada del gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez, organizaciones han pedido reformar ese Museo. Recientemente se conoció una carta de la Alianza Colombiana de Museos y la Red Nacional de Lugares de Memoria en la que pidieron reestructurar el Museo Nacional de Memoria y el funcionamiento y extensión del Archivo Nacional de Derechos Humanos con el fin de “escuchar y promover una reflexión nacional”, como se lee en los documentos.
En el capítulo sobre Síntesis, Hallazgos y Recomendaciones del Informe Final de la Comisión de la Verdad también se hacía referencia a este museo. La Comisión le recomendó “al Gobierno y al Congreso, con la participación de autoridades locales, incluyendo autoridades étnicas, academia y medios de comunicación y en especial las organizaciones de víctimas, discutir y concertar una política de memoria para la no repetición”.
El corazón de dicha política, de acuerdo con ese capítulo, sería el Museo de Memoria de Colombia, que deberá crearse y reglamentarse como una institución permanente, autónoma e independiente y asumir varias de las funciones que actualmente tiene el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), que según plantea la Comisión debería suprimirse. Entre las recomendaciones está también financiar y fortalecer los lugares e iniciativas de memoria, que también asumiría el Museo.
Además, la Comisión le recomendó “Al Gobierno y al Congreso, asignar al Museo de Memoria liderar la política pública de archivos de derechos humanos y el protocolo de gestión documental de los archivos referidos a graves violaciones a los DD.HH. e infracciones al DIH, incluyendo la implementación del Registro Especial de Archivos de Derechos Humanos”.
El mismo día de su renuncia, en horas de la mañana, Acevedo inició la primera mesa de empalme de esta institución con el gobierno electo del presidente Gustavo Petro. Bajo el hashtag #JuntosConstruimosLaMemoria, el Centro publicó en sus redes sociales fotografías de este encuentro en el que dieron a conocer los logros, avances y compromisos de esta entidad.
A través de su cuenta de Twitter, el Centro Nacional de Memoria Histórica confirmó la renuncia de su director Darío Acevedo. Su gestión de casi tres años, estuvo marcada por la disputa con víctimas y organizaciones que le cuestionaban su actitud negacionista del conflicto armado.
También por desencuentros con sus subordinados. Durante su administración al menos ocho funcionarios se fueron de las dos principales direcciones de esa entidad: Construcción de Memoria, que produce la investigación sobre el conflicto armado, y el Museo de Memoria, que será el lugar para las víctimas de la guerra en Colombia, tal como lo reportó esta nota de Colombia+20. La mayoría coincidía en que diferencias en el diálogo con las víctimas ha sido la razón de su salida.
De acuerdo con el trino de la entidad, el mensaje de Acevedo es: “Construir sobre lo construido por las víctimas”.
Las más recientes críticas a su gestión surgieron después de que en el guion para la exposición del Museo de la Memoria se omitiera el rol del paramilitarismo como actor responsable de innumerables crímenes y violaciones a los Derechos Humanos durante el conflicto. Ya en septiembre de 2019, en el acto de entrega de los restos de las víctimas de la masacre de Bojayá, Acevedo había hablado de “mal llamados paramilitares”, algo que fue reprochado por las víctimas, entre ellas el hoy Comisionado de la Verdad Leyner Palacios.
Lea también: Los testimonios que probarían censura a una exposición indígena en el CNMH.
Acevedo además censuró varias exposiciones del CNMH relacionadas con las víctimas de la Unión Patriótica y frustró la publicación de informes que habían sido producidos por el equipo anterior a su llegada al CNMH. Las fricciones con las víctimas y organizaciones sociales nunca se atenuaron desde cuando con su llegada a la dirección del CNMH, la Red Colombiana de Lugares de Memoria expulsara al CNMH y también cuando organizaciones de víctimas retiraran sus archivos del CNMH en protesta por su designación como director.
Vea: ‘SaNaciones’, la otra exposición que habría sido censurada en el Centro Nacional de Memoria.
Además, su administración también había sido criticada por malos manejos administrativos que generaron desencuentros con sus subordinados. Acevedo abandona el CNMH sin cumplir la que era su tarea principal: entregarle al país el Museo de la Memoria, cuyas obras están empantanadas, entre otras cosas por las constantes renuncias de los directores, subalternos de Acevedo, que incluso han publicado cartas abiertas quejándose por su gestión, como lo ha informado Colombia+20 en varias oportunidades. Entregar el Museo de la Memoria también fue una de las promesas del presidente Iván Duque.
Con la llegada del gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez, organizaciones han pedido reformar ese Museo. Recientemente se conoció una carta de la Alianza Colombiana de Museos y la Red Nacional de Lugares de Memoria en la que pidieron reestructurar el Museo Nacional de Memoria y el funcionamiento y extensión del Archivo Nacional de Derechos Humanos con el fin de “escuchar y promover una reflexión nacional”, como se lee en los documentos.
En el capítulo sobre Síntesis, Hallazgos y Recomendaciones del Informe Final de la Comisión de la Verdad también se hacía referencia a este museo. La Comisión le recomendó “al Gobierno y al Congreso, con la participación de autoridades locales, incluyendo autoridades étnicas, academia y medios de comunicación y en especial las organizaciones de víctimas, discutir y concertar una política de memoria para la no repetición”.
El corazón de dicha política, de acuerdo con ese capítulo, sería el Museo de Memoria de Colombia, que deberá crearse y reglamentarse como una institución permanente, autónoma e independiente y asumir varias de las funciones que actualmente tiene el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), que según plantea la Comisión debería suprimirse. Entre las recomendaciones está también financiar y fortalecer los lugares e iniciativas de memoria, que también asumiría el Museo.
Además, la Comisión le recomendó “Al Gobierno y al Congreso, asignar al Museo de Memoria liderar la política pública de archivos de derechos humanos y el protocolo de gestión documental de los archivos referidos a graves violaciones a los DD.HH. e infracciones al DIH, incluyendo la implementación del Registro Especial de Archivos de Derechos Humanos”.
El mismo día de su renuncia, en horas de la mañana, Acevedo inició la primera mesa de empalme de esta institución con el gobierno electo del presidente Gustavo Petro. Bajo el hashtag #JuntosConstruimosLaMemoria, el Centro publicó en sus redes sociales fotografías de este encuentro en el que dieron a conocer los logros, avances y compromisos de esta entidad.