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En las montañas del municipio de Samaniego aún se camina con temor. Los pobladores tienen presente esa época, entre 2005 y 2008, en la que los grupos armados que se disputaban el territorio utilizaron como estrategia de guerra la instalación de minas antipersonal y otros artefactos explosivos.
Según los registros oficiales, al menos 164 samanieguenses han sido víctimas de estos dispositivos, que se siguieron sembrando en esta región del departamento de Nariño a lo largo de los años.
En parte por esa grave afectación, el desminado humanitario ha sido uno de los ejes centrales de los diálogos regionales de paz que el Gobierno está adelantando en Nariño, cuya apuesta principal es plantear una conversación directa con el Frente Comuneros del Sur, una estructura que perteneció a la guerrilla del ELN desde 1992, pero a inicios de mayo de 2024 se separó de esa organización armada.
Por cuenta de estos acercamientos de diálogo con el Comuneros del Sur —que tienen a Samaniego como sede—, en febrero pasado la comandancia del ELN declaró una crisis en la mesa de negociaciones de paz. Aunque en medio de la tensión se han dado pasos importantes (como la firma del primer punto de la agenda, sobre participación), en la última semana la delegación de la guerrilla reiteró que la mesa sigue congelada.
Lea: Gobierno y ELN firman primer punto de la agenda de negociación de paz
Entre tanto, en Nariño avanzan las actividades de los gobiernos locales y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP) con miras a buscar respuestas a las afectaciones que el conflicto ha dejado en este territorio.
El foro sobre desminado humanitario
De hecho este miércoles 12 de junio, en Samaniego, se desarrolla el foro ‘Desminado humanitario y pedagogía para la paz’. Según cuenta Geovanny Melo, secretario de Gobierno del municipio, “el objetivo es sensibilizar a las comunidades sobre la importancia de esta acción y brindar información sobre las medidas, los criterios, las posibles veredas priorizadas, la Educación en el Riesgo de Minas (ERM), entre otros temas clave como antesala a este proceso”.
El foro contará con la participación de Nathalie Ochoa, coordinadora del Grupo de Acción Integral Contra Minas Antipersonal (AICMA) de la OACP. También harán presencia funcionarios de la Alcaldía y la Gobernación, líderes sociales y sobrevivientes de artefactos explosivos.
”En el pasado hubo en Samaniego algunas experiencias de desminado, pero no salieron como se esperaba. Fueron ejercicios incompletos que no se materializaron, y por eso queremos abrir estas jornadas de pedagogía y resolver las preguntas de la población, que entre otras cosas quiere saber cuál será su participación en las acciones de desminado humanitario”, explica el secretario Melo.
El foro también está relacionado con los diálogos con el Frente Comuneros del Sur, pues el primer compromiso de esta estructura guerrillera fue justamente contribuir al desminado humanitario. Sin embargo, el espacio no contará con la participación de ningún miembro ni vocero de ese grupo armado.
Otro de los objetivos del foro es combatir la desinformación que hay en torno al desminado, pues además de las experiencias no exitosas del pasado, en las últimas semanas algunos miembros del ELN han criticado este proceso.
Los dardos del comandante del ELN y la crisis en la mesa nacional
Hace algunos días, el comandante de esa guerrilla, Antonio García, criticó no solo los diálogos regionales, sino esas estrategias de desminado. Sin pruebas, García acusó a Álvaro Jiménez, asesor de la oficina del Alto Comisionado para la Paz, y al Partido Comunes de tener contratos de desminado con el Gobierno.
García también dijo recientemente que las conversaciones paralelas con Comuneros del Sur son muestra de incumplimiento a los acuerdos. El Gobierno anunció que esa estructura ahora sería tratada como un grupo totalmente diferente al ELN con el fin de continuar las negociaciones por separado.
Frente a esa decisión, la guerrilla expresó total rechazo y señaló que el Estado estaría relegando la mesa de negociación para concentrarse en los diálogos con esa estructura que opera en Nariño, y que volvió a tildar de “infiltrados”.
“Ahora, activando la supuesta ‘disidencia’, el gobierno le ha dado prioridad a dicho montaje, relegando la Mesa oficial con el ELN y por tanto confirmando que su prioridad es hacer el diálogo de paz con sus propios agentes de inteligencia”, dijo la Dirección Nacional del ELN.
Con respecto a los señalamientos del ELN, la delegación del Gobierno emitió un comunicado en el que exigieron respeto y le pidieron a la guerrilla tomar decisiones para dejar de “perder el tiempo” y avanzar en la negociación.