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Las delegaciones de Gobierno y del ELN anunciaron este viernes que se reunirán el próximo jueves 30 de noviembre en México “para superar la crisis que atraviesa el proceso de diálogos”, según afirmaron en un escueto comunicado que fue difundido en la cuenta de X (antes Twitter) de la delegación de Gobierno.
“Agradecemos el compromiso del Gobierno de México y del presidente Andrés Manuel López Obrador para la construcción de paz de Colombia”, dice también el comunicado.
En las últimas semanas, esta negociación entró en crisis, luego de que el grupo armado secuestró a Luis Manuel Díaz -padre del futbolista Lucho Díaz-. Aunque no es el primer tropiezo y hay una serie de críticas hondas a la mesa de diálogos y la estrategia de Paz Total del Gobierno Petro, los avances con el ELN en el primer año que cumplieron esas negociaciones esta semana convierten a estas conversaciones en las más fructíferas que se han adelantado en las últimas tres décadas, y que han involucrado a distintos gobiernos.
En contexto: “Aún esperamos la respuesta del ELN sobre reunión para hablar de secuestro”: Otty Patiño
El secuestro de Díaz llevó a la delegación de Gobierno a pedir el pasado 16 de noviembre -a través de una carta- una reunión urgente a ese grupo armado ilegal. “El rechazo e indignación expresados por la opinión pública nacional e internacional frente al secuestro del señor Luis Manuel Díaz, y de los secuestrados que aún ustedes tienen en su poder, aunado a sus inaceptables justificaciones para seguir secuestrando, exigen una reunión urgente y extraordinaria entre las jefaturas de las dos delegaciones antes del próximo ciclo”, sostuvo Otty Patiño, jefe de la delegación negociadora del Gobierno, en la misiva enviada a Pablo Beltrán, comandante del ELN y líder de la delegación de esa guerrilla.
— Delegación de Paz del Gobierno de Colombia (@DelegacionGob) November 25, 2023
Hace unos días, Patiño dijo a este diario que aún estaban a la espera de la respuesta a esa comunicación, que fue una condición de la delegación para iniciar el quinto de ciclo de diálogos que debía haber arrancado hace unos días. El ELN, por su parte, nunca ha aceptado reuniones antes de los ciclos.
“Yo pienso que es una condición conveniente para que no empecemos el quinto ciclo sin hablar ello. Es que mire, el secuestro es una práctica rechazada por la comunidad nacional e internacional y no queríamos llegar al quinto ciclo con ese fardo en la espalda. De hecho, México primero nos dijo que no a hacer ese ciclo allá, pero una vez el presidente Petro hizo la gestión para que hubiese una reunión extraordinaria, su respuesta cambió y nos dieron el sí. Mejor dicho, esto no es solo de la delegación, esta situación ascendió a decisiones de Estado, a decisiones de los presidentes de esos países”, dijo Patiño a este diario.
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Fuentes cercanas al proceso afirman que aunque ambas delegaciones se mantienen en sus posiciones, esta reunión podría abrir la puerta para destrabar el proceso de paz y para que, en efecto, ese quinto ciclo empiece más formalmente.
Desde varios sectores se ha criticado la actitud del ELN frente a estos hechos, que son una clara violación al Derecho Internacional Humanitario y a los acuerdos alcanzados en el marco del cese al fuego bilateral, que está vigente hasta enero.
Tras un año de diálogos y una crisis por superar, la pregunta clave es qué se puede esperar a futuro. Tanto el Gobierno como la sociedad colombiana y la comunidad internacional han sido explícitos en la exigencia de que el grupo ilegal respete el Derecho Internacional Humanitario y se comprometa a dejar de secuestrar. Pero hay otros temas de fondo que deben definirse, como el compromiso del grupo con el desarme y el fin del conflicto, la reparación de las víctimas y una propuesta de justicia transicional acorde con las realidades del país.