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                                                                                                                                  Tras 21 años del secuestro que rompió el proceso de paz de Pastrana con las Farc

                                                                                                                                  Habitantes de Hobo (Huila) evocan detalles de la operación en la que fue plagiado el político liberal Jorge Eduardo Gechem Turbay, por la cual su pueblo quedó estigmatizado para siempre. El hecho desencadenaría la fase más cruenta del conflicto armado hasta el desarme de esa guerrilla, en 2016.

                                                                                                                                  Camilo Pardo Quintero

                                                                                                                                  Periodista Proyectos especiales
                                                                                                                                  Hobo - Huila - Avión secuestrado en 2002
                                                                                                                                  Foto: Mauricio Alvarado / El... - Mauricio Alvarado
                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  Aun así, estas personas no levantaron sospechas, inscribieron a sus hijos en la escuela del casco urbano y se dedicaron al rebusque. Supieron ganarse la confianza de la gente. Lo único extraño que observaron los vecinos fue que, a pie, en camionetas viejas o en colectivo, dos de ellos iban frecuentemente a la carretera que une al pueblo con el municipio de Gigante, hacia el sur.

                                                                                                                                  Llegando a una trocha que conduce a la vereda El Batán, había un largo pedazo de carretera en línea recta de casi un kilómetro de extensión. Los recién llegados solían ir allí para tomar algunas medidas y charlar por horas. Algunos hobeños aseguran que los vieron en varias ocasiones, pero no les pareció extraño.

                                                                                                                                  Read more!

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                                                                                                                                  “Cuando me pedían información por los garajes, jamás me llegué a imaginar que se iba a tratar de una operación de las FARC. Ese hombre no parecía un guerrillero como los que desfilaban cerca del pueblo por esos días”, comenta don Honorio.

                                                                                                                                  Le puede interesar: Masacre de Carrá: los audios inéditos donde ‘Uriel’ aceptó responsabilidad del Eln

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                                                                                                                                  “Me acuerdo de que eran casi las 9 de la mañana y de la represa de Betania hacia acá venía un avión grandote que planeaba muy bajito. No podía ver de qué empresa era, creo que era lo último que me importaba. Estábamos muy asustados mirando hacia el cielo, porque venía tan bajo que todos creíamos que iba a chocar con nosotros y así se acababa el pueblito. En cuestión de segundos ese avión bajó cerca de una de las salidas del municipio. Se escuchó como un aterrizaje brusco y cuando quisimos ir a ver lo que pasaba, la vía estaba bloqueada”, narra don Honorio.

                                                                                                                                  Read more!
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                                                                                                                                  Horas antes de que esa aeronave de marca canadiense Dash De Havilland saliera de la capital huilense, un grupo de guerrilleros de las FARC se apoderó discretamente de las vías de Hobo.

                                                                                                                                  No ad for you

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                                                                                                                                  Le puede interesar: Tras un mes de caravana del Eln y Gobierno, no llega ayuda urgente a Chocó y Valle

                                                                                                                                  Farid Sánchez es el único periodista de Hobo. En el pueblo lo conocen como el “Corresponsal” y recuerda con muchos detalles el día en el que las FARC ejecutaron ese secuestro.

                                                                                                                                  No ad for you

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                                                                                                                                  Un secuestro más para el canje

                                                                                                                                  Jorge Eduardo Gechem Turbay era el presidente de la Comisión de Paz del Senado en momentos en que la ofensiva de los grupos armados nos llevó a tener el pico más alto de masacres y la sensación de que las FARC estaban en las goteras de Bogotá, acechando para tomarse el poder a pesar de adelantar negociaciones con el Gobierno en una zona desmilitarizada que cubría cuatro municipios del Meta y uno de Caquetá.

                                                                                                                                  No ad for you

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                                                                                                                                  También puede leer: “No vamos a pactar treguas o alivios temporales, solo permanentes”: Gobierno a Eln

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Así estaba efectuando la amenaza que había proferido el jefe del bloque Oriental, Jorge Briceño Mono Jojoy, en 1999 de secuestrar políticos para presionar el “canje de prisioneros”, como llamó a la pretensión de que el Gobierno liberara cientos de guerrilleros presos a cambio de la liberación de cerca de 500 militares y policías que tenían en su poder.

                                                                                                                                  Gechem, como otros políticos, estaba en la mira. Por eso siempre tomaba precauciones, manejaba un bajo perfil y cambiaba sus rutinas. De hecho, los registros de la Aerocivil muestran que el pase de abordar del excongresista estaba a nombre de uno de sus escoltas. Ninguna de sus precauciones sirvió. Las FARC planearon su secuestro durante seis meses y ese día lo lograron, llevándose de paso no solo su libertad, sino el proceso de negociación que se adelantaba en San Vicente del Caguán.

                                                                                                                                  No ad for you

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                                                                                                                                  No ad for you

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                                                                                                                                  No ad for you

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                                                                                                                                  Adiós al proceso de paz

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Mientras los habitantes de Hobo intentaban entender lo que había pasado en su territorio, en Bogotá, el presidente Pastrana daba órdenes perentorias: hizo devolver al equipo la oficina del alto comisionado para la paz que estaba en San Vicente del Caguán, reunió de emergencia al gabinete ministerial y a la cúpula militar. Por la noche hizo una histórica alocución televisada y le dijo al máximo jefe de las Farc, Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda: “Yo le di mi palabra y siempre la cumplí, pero usted me ha asaltado en mi buena fe... hoy son ustedes los que tendrán que responder por su arrogancia” y soltó la frase lapidaria: “He decidido no continuar con el proceso de paz con las FARC, he decidido poner fin a la zona de distensión a partir de la medianoche de hoy”.

                                                                                                                                  La historia diría que el desencanto de la sociedad por ese proceso de paz fallido llevaría a la elección de Álvaro Uribe Vélez como presidente de un país que creía que había llegado el momento de buscar una solución militar. Ese fue un punto de inflexión que desembocaría en la más grande ofensiva del Estado contra las FARC con las consecuencias humanitarias que conocimos.

                                                                                                                                  No ad for you

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                                                                                                                                  Lea también: La silla vacía de las Farc: se cumplen 22 años de un mal presagio

                                                                                                                                  Hasta allí llegó don José Ninco, un campesino que puso un café, donde sus comensales disfrutan de sus productos y se sientan a hablar y escuchar sobre la que para él es una de esas tristes historias que dejó la guerra en Colombia.

                                                                                                                                  No ad for you

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                                                                                                                                  Hobo - Huila - Avión secuestrado en 2002
                                                                                                                                  Foto: Mauricio Alvarado / El... - Mauricio Alvarado
                                                                                                                                  PUBLICIDAD

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                                                                                                                                  Aun así, estas personas no levantaron sospechas, inscribieron a sus hijos en la escuela del casco urbano y se dedicaron al rebusque. Supieron ganarse la confianza de la gente. Lo único extraño que observaron los vecinos fue que, a pie, en camionetas viejas o en colectivo, dos de ellos iban frecuentemente a la carretera que une al pueblo con el municipio de Gigante, hacia el sur.

                                                                                                                                  Llegando a una trocha que conduce a la vereda El Batán, había un largo pedazo de carretera en línea recta de casi un kilómetro de extensión. Los recién llegados solían ir allí para tomar algunas medidas y charlar por horas. Algunos hobeños aseguran que los vieron en varias ocasiones, pero no les pareció extraño.

                                                                                                                                  Read more!

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                                                                                                                                  “Cuando me pedían información por los garajes, jamás me llegué a imaginar que se iba a tratar de una operación de las FARC. Ese hombre no parecía un guerrillero como los que desfilaban cerca del pueblo por esos días”, comenta don Honorio.

                                                                                                                                  Le puede interesar: Masacre de Carrá: los audios inéditos donde ‘Uriel’ aceptó responsabilidad del Eln

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                                                                                                                                  “Me acuerdo de que eran casi las 9 de la mañana y de la represa de Betania hacia acá venía un avión grandote que planeaba muy bajito. No podía ver de qué empresa era, creo que era lo último que me importaba. Estábamos muy asustados mirando hacia el cielo, porque venía tan bajo que todos creíamos que iba a chocar con nosotros y así se acababa el pueblito. En cuestión de segundos ese avión bajó cerca de una de las salidas del municipio. Se escuchó como un aterrizaje brusco y cuando quisimos ir a ver lo que pasaba, la vía estaba bloqueada”, narra don Honorio.

                                                                                                                                  Read more!
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                                                                                                                                  Horas antes de que esa aeronave de marca canadiense Dash De Havilland saliera de la capital huilense, un grupo de guerrilleros de las FARC se apoderó discretamente de las vías de Hobo.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Algunos de ellos talaron en tiempo récord una larga fila de árboles para que el avión pudiera aterrizar en una zona despejada. Otros, vestidos como trabajadores de Invías, bloquearon los pasos de la salida sur del pueblo hacia la carretera nacional que conducía a Gigante. Mientras tanto, un último grupo de combatientes quemó neumáticos antes de la recta de la vía para que desde el cielo la piloto supiera con esa señal dónde querían que bajaran.

                                                                                                                                  Le puede interesar: Tras un mes de caravana del Eln y Gobierno, no llega ayuda urgente a Chocó y Valle

                                                                                                                                  Farid Sánchez es el único periodista de Hobo. En el pueblo lo conocen como el “Corresponsal” y recuerda con muchos detalles el día en el que las FARC ejecutaron ese secuestro.

                                                                                                                                  No ad for you

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                                                                                                                                  Un secuestro más para el canje

                                                                                                                                  Jorge Eduardo Gechem Turbay era el presidente de la Comisión de Paz del Senado en momentos en que la ofensiva de los grupos armados nos llevó a tener el pico más alto de masacres y la sensación de que las FARC estaban en las goteras de Bogotá, acechando para tomarse el poder a pesar de adelantar negociaciones con el Gobierno en una zona desmilitarizada que cubría cuatro municipios del Meta y uno de Caquetá.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  El entonces senador sabía que era un objetivo de ese grupo armado. En ese momento, las FARC ya habían secuestrado a Óscar Tulio Lizcano (5 de agosto de 2000), Luis Eladio Pérez (10 de julio de 2001), Gloria Polanco (26 de julio de 2001), Orlando Beltrán (28 de agosto de 2001) y Consuelo González (10 de septiembre de 2001).

                                                                                                                                  También puede leer: “No vamos a pactar treguas o alivios temporales, solo permanentes”: Gobierno a Eln

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Así estaba efectuando la amenaza que había proferido el jefe del bloque Oriental, Jorge Briceño Mono Jojoy, en 1999 de secuestrar políticos para presionar el “canje de prisioneros”, como llamó a la pretensión de que el Gobierno liberara cientos de guerrilleros presos a cambio de la liberación de cerca de 500 militares y policías que tenían en su poder.

                                                                                                                                  Gechem, como otros políticos, estaba en la mira. Por eso siempre tomaba precauciones, manejaba un bajo perfil y cambiaba sus rutinas. De hecho, los registros de la Aerocivil muestran que el pase de abordar del excongresista estaba a nombre de uno de sus escoltas. Ninguna de sus precauciones sirvió. Las FARC planearon su secuestro durante seis meses y ese día lo lograron, llevándose de paso no solo su libertad, sino el proceso de negociación que se adelantaba en San Vicente del Caguán.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  En un parpadeo, con el avión de Aires quieto en la carretera, la guerrilla subió a Gechem a una camioneta. En ese instante comenzó un largo cautiverio de seis años, al que se le unirían tres días después la entonces candidata presidencial Ingrid Betancourt y su fórmula vicepresidencial, Clara Rojas.

                                                                                                                                  No ad for you

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                                                                                                                                  No ad for you

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                                                                                                                                  Adiós al proceso de paz

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Mientras los habitantes de Hobo intentaban entender lo que había pasado en su territorio, en Bogotá, el presidente Pastrana daba órdenes perentorias: hizo devolver al equipo la oficina del alto comisionado para la paz que estaba en San Vicente del Caguán, reunió de emergencia al gabinete ministerial y a la cúpula militar. Por la noche hizo una histórica alocución televisada y le dijo al máximo jefe de las Farc, Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda: “Yo le di mi palabra y siempre la cumplí, pero usted me ha asaltado en mi buena fe... hoy son ustedes los que tendrán que responder por su arrogancia” y soltó la frase lapidaria: “He decidido no continuar con el proceso de paz con las FARC, he decidido poner fin a la zona de distensión a partir de la medianoche de hoy”.

                                                                                                                                  La historia diría que el desencanto de la sociedad por ese proceso de paz fallido llevaría a la elección de Álvaro Uribe Vélez como presidente de un país que creía que había llegado el momento de buscar una solución militar. Ese fue un punto de inflexión que desembocaría en la más grande ofensiva del Estado contra las FARC con las consecuencias humanitarias que conocimos.

                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  Con el tiempo, en Hobo los habitantes demostraron que de esa situación se podía sacar algo provechoso. Justo al frente de donde frenó el avión, pusieron un restaurante llamado El Aeropuerto, que dejó de existir al poco tiempo.

                                                                                                                                  Lea también: La silla vacía de las Farc: se cumplen 22 años de un mal presagio

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                                                                                                                                  No ad for you

                                                                                                                                  “Una muy buena amiga mía, que se llama Sandra Rivas, tomó una foto en la que varias personas revisan el avión ya vacío. Ella me regaló el retrato original y es parte de la galería que quiero crear en Café Ninco para contar ese y muchos otros relatos de nuestro pueblo. En la fotografía se ve un terreno vacío que hoy es donde queda mi negocio. Es válido recordar la historia y superar lo malo con nuestro café, que es de los mejores del mundo… que se lo diga yo, que por mucho tiempo tuve que esconder esa foto de grupos de inteligencia del Estado, quienes creyeron que dentro de Hobo había aliados de la guerrilla y nos persiguieron sin razón alguna”, concluye José.

                                                                                                                                  Ver todas las noticias
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