Arranca fase decisiva en proceso de paz con el ELN: cese al fuego y participación
Colombia+20 revela detalles de la instalación del Comité Nacional de Participación el próximo 3 de agosto y de cómo se verificará el cese al fuego bilateral con esta guerrilla.
Gloria Castrillón Pulido
Parece que ya es un hecho cumplido: si nada extraordinario ocurre, el próximo jueves 3 de agosto las delegaciones del Gobierno Nacional y del Ejército de Liberación Nacional instalarán en Corferias, Bogotá, el Comité Nacional de la Participación, una instancia acordada en los diálogos con esa guerrilla para recoger las propuestas de la sociedad civil sobre los cambios y transformaciones para la paz.
Se espera que el grueso de la delegación negociadora del ELN llegue al país en la tarde del lunes, incluido Pablo Beltrán, quien es el segundo comandante del ELN y jefe de la delegación negociadora, para participar en el evento. Entre tanto, varios de sus integrantes ya están en Colombia afinando detalles para la instalación del Mecanismo de Verificación y Monitoreo (MMV) que hará seguimiento al cese al fuego bilateral por 180 días que debe arrancar también este 3 de agosto.
Con la instalación del Comité y el inicio del cese al fuego comienza una fase decisiva del proceso de paz con esta guerrilla. En casi 30 años de historia de negociaciones de paz con el ELN nunca se había llegado tan lejos al punto de tener a la mesa reunida en Colombia.
En contexto: Este es el paso a paso de la participación de la sociedad en diálogos con ELN
La dinámica de la negociación cambiará a partir de este jueves, ya que las delegaciones trabajarán de manera continua y no solo en ciclos. De hecho, la dinámica del Comité y del MMV hará que casi la mitad de la delegación de la guerrilla esté en el país en diferentes labores.
El mecanismo se debe instalar ese mismo jueves 3 de agosto, después de una fase de alistamiento y pedagogía de casi dos meses, que empezó el 9 de junio. Al cierre de esta edición, no se sabe cuándo ni qué lugar ocurrirá la instalación porque el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aún no ha extendido el mandato de la Misión de Verificación, que está en el país desde 2017.
Se espera que a la instalación del Comité Nacional de Participación también asista Antonio García, máximo jefe del ELN, aunque aún no hay confirmación de su presencia. El evento contará con la participación de más de 2.000 personas de los territorios y los 81 delegados de 30 sectores sociales que integrarán esta instancia y pertenecen a organizaciones sociales, étnicas, gremiales, empresariales, sindicatos y organizaciones de derechos humanos.
Los delegados del ELN que participarán en el Comité son Consuelo Tapias, Mauricio Iguarán, Claudia Rodríguez y Juan Carlos Cuéllar.
Lea: Por qué la guerra en Arauca podría enredar la Paz Total de Gustavo Petro
La primera sesión del comité se debe realizar el miércoles 2 de agosto. Una vez instalado tendrá que comenzar a sesionar para cumplir el plan de trabajo, que incluye tres fases: una inicial, en donde se diseñarán los mecanismos de la participación; luego vendrá una segunda fase de diagnóstico y diálogo sobre las propuestas de democracia para la paz y, finalmente, una tercera fase que busca “pactar políticas y un plan integral de transformaciones con proyectos específicos de orden nacional y territorial” que permitan hacer “viable una Colombia en paz”, según se lee en los acuerdos.
Por ahora se sabe que para la primera fase de diseño hay contemplados nueve encuentros regionales y 15 nacionales durante los próximos meses.
Está prevista la intervención del presidente Gustavo Petro, de los jefes de las delegaciones de paz, de líderes sociales, además de dos intervenciones artísticas.
Lea también: Así participará sociedad civil en diálogos con ELN
Generación de confianza
Fuentes del ELN destacaron que desde el pasado 9 de junio, día en el que las partes anunciaron el acuerdo de cese al fuego y comenzó la fase de alistamiento, se han construido lazos de confianza.
El canal de comunicación que se creó para esta fase ha permitido evitar incidentes y aclarar situaciones, como sucedió con el secuestro del hijo del alcalde de Rosas (Cauca), atribuido falsamente a esa guerrilla.
El avance parcial de los compromisos del Gobierno Nacional con las comunidades afectadas por la guerra en los ríos Calima y San Juan, en límites entre Valle y Chocó, también ha contribuido a generar confianza entre las partes. Estos alivios humanitarios habían sido establecidos después de una caravana con representantes del Gobierno y el ELN, a finales de enero de este año, y ahora se avanza en la creación de un corredor denominado “Mecanismo humanitario” a lo largo del río San Juan, para garantizar la movilidad y el abastecimiento de las poblaciones confinadas.
Este diario conoció que, la última semana de julio, miembros del Gobierno y de la gestoría de paz del ELN estuvieron en la región afinando los detalles para dicho corredor, así como para la segunda parte de la caravana humanitaria, que abarcará la cuenca del alto río San Juan, escuchando los reclamos de las comunidades afectadas por el conflicto en donde intervienen el ELN, las AGC o Clan del Golfo y el Ejército Nacional.
¿Cómo se harán el monitoreo y la verificación?
El Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) será diferente a los que han funcionado en ceses anteriores, como el que se pactó con las FARC al final del proceso de paz de La Habana, o incluso al que se había acordado con el ELN durante 101 días entre 2017 y 2018. Esta vez se tratará de un mecanismo con un cuarto componente, pues la Conferencia Episcopal acompañará la labor del monitoreo.
En conversación con Colombia+20, monseñor Héctor Fabio Henao, delegado por la Iglesia para acompañar estos diálogos, aseguró que “el rol de verificación [del cumplimiento al cese al fuego] lo harán las Naciones Unidas a través de la Misión que encabeza el representante del secretario general en Colombia”, mientras que las labores de monitoreo estarán a cargo de la Conferencia Episcopal a través de las diócesis y arquidiócesis en los territorios.
Henao contó que la Iglesia hizo una serie de recomendaciones en retrospectiva con los aprendizajes del cese anterior de 101 días, pactado con el ELN durante el gobierno Santos, para aprender de aquella experiencia y mejorarla. De acuerdo con el obispo, “se ha perfeccionado el Mecanismo [de Monitoreo y Verificación], ambas partes mostraron voluntad de llegar a las mayores precisiones posibles en torno al cese al fuego”.
Lea: ¿Qué dicen los protocolos de cese al fuego firmados con el ELN?
Según Henao, la Iglesia acompañará con un “seguimiento muy cuidadoso en los territorios” realizando “tareas preventivas que eviten rupturas o incidentes en el cese al fuego, alertas que se puedan elevar hacia el Mecanismo, y seguimiento también al estado de las comunidades”.
Algo novedoso de este cese al fuego es que contará con veedurías comunitarias de los ciudadanos en las regiones afectadas por la violencia.
El rol de la iglesia será fundamental pues, en opinión de monseñor Henao, para que el monitoreo funcione se “requiere una presencia territorial permanente, de diálogo con las comunidades, que es la que nosotros tenemos”.
El MVM tendrá ocho instancias regionales acompañadas por las arquidiócesis de Bucaramanga, Medellín y Cali, así como las diócesis de Quibdó, Valledupar, Pasto, Soacha, Arauca y Cúcuta.
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Del mismo modo, habrá 22 puntos locales del mecanismo en las regiones, que funcionarán en parroquias o en oficinas de la Misión de la ONU, en permanente contacto con la población en los territorios. Aunque aún no se conoce el mapa completo de estos puntos, Colombia+20 estableció que ya están definidos lugares como Popayán, Magangué, Pereira, Istmina, Yopal, Buenaventura y Tumaco. En cada uno de estos mecanismos locales estarán al menos dos representantes del ELN que pertenezcan a la región y puedan sostener contacto directo con las estructuras armadas, para el cruce oportuno de información, la recepción de quejas sobre presuntos actos violatorios al cese, reclamos de la comunidad o coordinación con la fuerza pública en caso de desplazamientos, como se mencionó antes.
Una fuente del ELN aseguró que para tal fin ya se está realizando el trámite de levantamientos de órdenes de captura a través de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.
La seguridad de dichos puntos y de sus integrantes estará a cargo de la Unidad Policial para la Edificación de la Paz (Unipep), creada después del acuerdo con las FARC. Aunque dicha unidad había sido casi desmantelada por completo durante el gobierno de Iván Duque y ahora tiene poco más de 180 efectivos que no dan abasto para la enorme tarea que se viene, desde aquella entidad confirmaron a este diario que hay varios miles de policías en formación para robustecerla y ampliarla en los próximos meses.
En la coordinación nacional del MVM estarán monseñor Darío Monsalve, arzobispo emérito de Cali; monseñor Ómar Sánchez, obispo de Popayán, y monseñor Héctor Fabio Henao.
Por el ELN habrá tres miembros de la delegación negociadora que se instalarán en Colombia para tales efectos: Bernardo Téllez, Gustavo Martínez y un tercer integrante cuyo nombre se desconoce.
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El papel de la Policía para la Paz
El general William Rincón, director de la Unidad de la Policía para la Edificación de la Paz (Unipep) explicó que esa unidad, además de participar en todas las instancias del mecanismo en labores de verificación, también será la encargada de brindar seguridad a los miembros del ELN que participen en todas las instancias de la negociación.
La seguridad que brinda la Unipep a los miembros del ELN y a los componentes regionales y locales del mecanismo será en colectivo, mientras que la protección individual correrá por cuenta de la Unidad Nacional de Protección (UNP).
La Unipep acaba de ser reforzada y ahora tiene cerca de 3.000 uniformados, explicó el general, que están recibiendo entrenamiento y capacitación especial para estas labores.
El general aclaró que sus unidades se encargarán de emitir conceptos técnicos sobre posibles incidentes o violaciones al cese, apoyar cumplimiento de protocolos, hacer recomendaciones a la mesa, acudir al terreno para apoyar el monitoreo y brindar seguridad en los desplazamientos de los integrantes del mecanismo.
El general, que estuvo en La Habana participando en las discusiones del cese al fuego y los protocolos, explicó que la Unipep también hará el puente con otras unidades de la Policía para asegurar que puedan cumplir su función constitucional. “La institución, por ejemplo, podrá abrir una noticia criminal, hacer un levantamiento de cadáver y apoyar labores de policía judicial, con Medicina Legal”, explicó el general Rincón.
Lea: Así fue la caravana del Gobierno y el ELN para escuchar a comunidades del Pacífico
Sobre la participación en el mecanismo, el oficial explicó que la coronel Luragely Franco Rodríguez, experta en derechos humanos, será la jefa del mecanismo a escala nacional por parte de la Policía.
Además, 32 oficiales participaran en las tres instancias del mecanismo, y 110 estarán a cargo de la seguridad de los integrantes del ELN, apoyando las labores de protección de la UNP.
Los miembros de la Unipep vestirán un uniforme especial, con insignias y colores diferenciales que en este momento están siendo avalados por el Gobierno y la dirección de la Policía.
La Unipep fue creada en virtud del Acuerdo Final firmado con la extinta guerrilla de las FARC para cumplir labores similares durante el cese al fuego y el desarme. Hoy sigue brindando seguridad a los 23 Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, además de otras labores.
Habrá movilizaciones de respaldo en Bogotá
Diversas organizaciones y movimientos sociales aglutinadas en torno al Congreso de los Pueblos marcharán en Bogotá el miércoles 2 de agosto desde las 8 de la mañana, en una jornada que empezará en el Parque Nacional.
El propósito de esta movilización es ambientar y respaldar la instalación al día siguiente del Comité Nacional de Participación, acordado entre el Gobierno Nacional y el ELN en el último ciclo de negociaciones llevado a cabo en La Habana, Cuba, entre mayo y abril de este año.
La jornada de movilización, que se ha denominado “Paz con cambios”, según sus convocantes, tendrá como especial exigencia el desmonte del paramilitarismo. Se espera la presencia de al menos 1.500 personas de diferentes regiones del país.
Parece que ya es un hecho cumplido: si nada extraordinario ocurre, el próximo jueves 3 de agosto las delegaciones del Gobierno Nacional y del Ejército de Liberación Nacional instalarán en Corferias, Bogotá, el Comité Nacional de la Participación, una instancia acordada en los diálogos con esa guerrilla para recoger las propuestas de la sociedad civil sobre los cambios y transformaciones para la paz.
Se espera que el grueso de la delegación negociadora del ELN llegue al país en la tarde del lunes, incluido Pablo Beltrán, quien es el segundo comandante del ELN y jefe de la delegación negociadora, para participar en el evento. Entre tanto, varios de sus integrantes ya están en Colombia afinando detalles para la instalación del Mecanismo de Verificación y Monitoreo (MMV) que hará seguimiento al cese al fuego bilateral por 180 días que debe arrancar también este 3 de agosto.
Con la instalación del Comité y el inicio del cese al fuego comienza una fase decisiva del proceso de paz con esta guerrilla. En casi 30 años de historia de negociaciones de paz con el ELN nunca se había llegado tan lejos al punto de tener a la mesa reunida en Colombia.
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La dinámica de la negociación cambiará a partir de este jueves, ya que las delegaciones trabajarán de manera continua y no solo en ciclos. De hecho, la dinámica del Comité y del MMV hará que casi la mitad de la delegación de la guerrilla esté en el país en diferentes labores.
El mecanismo se debe instalar ese mismo jueves 3 de agosto, después de una fase de alistamiento y pedagogía de casi dos meses, que empezó el 9 de junio. Al cierre de esta edición, no se sabe cuándo ni qué lugar ocurrirá la instalación porque el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aún no ha extendido el mandato de la Misión de Verificación, que está en el país desde 2017.
Se espera que a la instalación del Comité Nacional de Participación también asista Antonio García, máximo jefe del ELN, aunque aún no hay confirmación de su presencia. El evento contará con la participación de más de 2.000 personas de los territorios y los 81 delegados de 30 sectores sociales que integrarán esta instancia y pertenecen a organizaciones sociales, étnicas, gremiales, empresariales, sindicatos y organizaciones de derechos humanos.
Los delegados del ELN que participarán en el Comité son Consuelo Tapias, Mauricio Iguarán, Claudia Rodríguez y Juan Carlos Cuéllar.
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La primera sesión del comité se debe realizar el miércoles 2 de agosto. Una vez instalado tendrá que comenzar a sesionar para cumplir el plan de trabajo, que incluye tres fases: una inicial, en donde se diseñarán los mecanismos de la participación; luego vendrá una segunda fase de diagnóstico y diálogo sobre las propuestas de democracia para la paz y, finalmente, una tercera fase que busca “pactar políticas y un plan integral de transformaciones con proyectos específicos de orden nacional y territorial” que permitan hacer “viable una Colombia en paz”, según se lee en los acuerdos.
Por ahora se sabe que para la primera fase de diseño hay contemplados nueve encuentros regionales y 15 nacionales durante los próximos meses.
Está prevista la intervención del presidente Gustavo Petro, de los jefes de las delegaciones de paz, de líderes sociales, además de dos intervenciones artísticas.
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Generación de confianza
Fuentes del ELN destacaron que desde el pasado 9 de junio, día en el que las partes anunciaron el acuerdo de cese al fuego y comenzó la fase de alistamiento, se han construido lazos de confianza.
El canal de comunicación que se creó para esta fase ha permitido evitar incidentes y aclarar situaciones, como sucedió con el secuestro del hijo del alcalde de Rosas (Cauca), atribuido falsamente a esa guerrilla.
El avance parcial de los compromisos del Gobierno Nacional con las comunidades afectadas por la guerra en los ríos Calima y San Juan, en límites entre Valle y Chocó, también ha contribuido a generar confianza entre las partes. Estos alivios humanitarios habían sido establecidos después de una caravana con representantes del Gobierno y el ELN, a finales de enero de este año, y ahora se avanza en la creación de un corredor denominado “Mecanismo humanitario” a lo largo del río San Juan, para garantizar la movilidad y el abastecimiento de las poblaciones confinadas.
Este diario conoció que, la última semana de julio, miembros del Gobierno y de la gestoría de paz del ELN estuvieron en la región afinando los detalles para dicho corredor, así como para la segunda parte de la caravana humanitaria, que abarcará la cuenca del alto río San Juan, escuchando los reclamos de las comunidades afectadas por el conflicto en donde intervienen el ELN, las AGC o Clan del Golfo y el Ejército Nacional.
¿Cómo se harán el monitoreo y la verificación?
El Mecanismo de Monitoreo y Verificación (MMV) será diferente a los que han funcionado en ceses anteriores, como el que se pactó con las FARC al final del proceso de paz de La Habana, o incluso al que se había acordado con el ELN durante 101 días entre 2017 y 2018. Esta vez se tratará de un mecanismo con un cuarto componente, pues la Conferencia Episcopal acompañará la labor del monitoreo.
En conversación con Colombia+20, monseñor Héctor Fabio Henao, delegado por la Iglesia para acompañar estos diálogos, aseguró que “el rol de verificación [del cumplimiento al cese al fuego] lo harán las Naciones Unidas a través de la Misión que encabeza el representante del secretario general en Colombia”, mientras que las labores de monitoreo estarán a cargo de la Conferencia Episcopal a través de las diócesis y arquidiócesis en los territorios.
Henao contó que la Iglesia hizo una serie de recomendaciones en retrospectiva con los aprendizajes del cese anterior de 101 días, pactado con el ELN durante el gobierno Santos, para aprender de aquella experiencia y mejorarla. De acuerdo con el obispo, “se ha perfeccionado el Mecanismo [de Monitoreo y Verificación], ambas partes mostraron voluntad de llegar a las mayores precisiones posibles en torno al cese al fuego”.
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Según Henao, la Iglesia acompañará con un “seguimiento muy cuidadoso en los territorios” realizando “tareas preventivas que eviten rupturas o incidentes en el cese al fuego, alertas que se puedan elevar hacia el Mecanismo, y seguimiento también al estado de las comunidades”.
Algo novedoso de este cese al fuego es que contará con veedurías comunitarias de los ciudadanos en las regiones afectadas por la violencia.
El rol de la iglesia será fundamental pues, en opinión de monseñor Henao, para que el monitoreo funcione se “requiere una presencia territorial permanente, de diálogo con las comunidades, que es la que nosotros tenemos”.
El MVM tendrá ocho instancias regionales acompañadas por las arquidiócesis de Bucaramanga, Medellín y Cali, así como las diócesis de Quibdó, Valledupar, Pasto, Soacha, Arauca y Cúcuta.
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Del mismo modo, habrá 22 puntos locales del mecanismo en las regiones, que funcionarán en parroquias o en oficinas de la Misión de la ONU, en permanente contacto con la población en los territorios. Aunque aún no se conoce el mapa completo de estos puntos, Colombia+20 estableció que ya están definidos lugares como Popayán, Magangué, Pereira, Istmina, Yopal, Buenaventura y Tumaco. En cada uno de estos mecanismos locales estarán al menos dos representantes del ELN que pertenezcan a la región y puedan sostener contacto directo con las estructuras armadas, para el cruce oportuno de información, la recepción de quejas sobre presuntos actos violatorios al cese, reclamos de la comunidad o coordinación con la fuerza pública en caso de desplazamientos, como se mencionó antes.
Una fuente del ELN aseguró que para tal fin ya se está realizando el trámite de levantamientos de órdenes de captura a través de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.
La seguridad de dichos puntos y de sus integrantes estará a cargo de la Unidad Policial para la Edificación de la Paz (Unipep), creada después del acuerdo con las FARC. Aunque dicha unidad había sido casi desmantelada por completo durante el gobierno de Iván Duque y ahora tiene poco más de 180 efectivos que no dan abasto para la enorme tarea que se viene, desde aquella entidad confirmaron a este diario que hay varios miles de policías en formación para robustecerla y ampliarla en los próximos meses.
En la coordinación nacional del MVM estarán monseñor Darío Monsalve, arzobispo emérito de Cali; monseñor Ómar Sánchez, obispo de Popayán, y monseñor Héctor Fabio Henao.
Por el ELN habrá tres miembros de la delegación negociadora que se instalarán en Colombia para tales efectos: Bernardo Téllez, Gustavo Martínez y un tercer integrante cuyo nombre se desconoce.
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El papel de la Policía para la Paz
El general William Rincón, director de la Unidad de la Policía para la Edificación de la Paz (Unipep) explicó que esa unidad, además de participar en todas las instancias del mecanismo en labores de verificación, también será la encargada de brindar seguridad a los miembros del ELN que participen en todas las instancias de la negociación.
La seguridad que brinda la Unipep a los miembros del ELN y a los componentes regionales y locales del mecanismo será en colectivo, mientras que la protección individual correrá por cuenta de la Unidad Nacional de Protección (UNP).
La Unipep acaba de ser reforzada y ahora tiene cerca de 3.000 uniformados, explicó el general, que están recibiendo entrenamiento y capacitación especial para estas labores.
El general aclaró que sus unidades se encargarán de emitir conceptos técnicos sobre posibles incidentes o violaciones al cese, apoyar cumplimiento de protocolos, hacer recomendaciones a la mesa, acudir al terreno para apoyar el monitoreo y brindar seguridad en los desplazamientos de los integrantes del mecanismo.
El general, que estuvo en La Habana participando en las discusiones del cese al fuego y los protocolos, explicó que la Unipep también hará el puente con otras unidades de la Policía para asegurar que puedan cumplir su función constitucional. “La institución, por ejemplo, podrá abrir una noticia criminal, hacer un levantamiento de cadáver y apoyar labores de policía judicial, con Medicina Legal”, explicó el general Rincón.
Lea: Así fue la caravana del Gobierno y el ELN para escuchar a comunidades del Pacífico
Sobre la participación en el mecanismo, el oficial explicó que la coronel Luragely Franco Rodríguez, experta en derechos humanos, será la jefa del mecanismo a escala nacional por parte de la Policía.
Además, 32 oficiales participaran en las tres instancias del mecanismo, y 110 estarán a cargo de la seguridad de los integrantes del ELN, apoyando las labores de protección de la UNP.
Los miembros de la Unipep vestirán un uniforme especial, con insignias y colores diferenciales que en este momento están siendo avalados por el Gobierno y la dirección de la Policía.
La Unipep fue creada en virtud del Acuerdo Final firmado con la extinta guerrilla de las FARC para cumplir labores similares durante el cese al fuego y el desarme. Hoy sigue brindando seguridad a los 23 Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, además de otras labores.
Habrá movilizaciones de respaldo en Bogotá
Diversas organizaciones y movimientos sociales aglutinadas en torno al Congreso de los Pueblos marcharán en Bogotá el miércoles 2 de agosto desde las 8 de la mañana, en una jornada que empezará en el Parque Nacional.
El propósito de esta movilización es ambientar y respaldar la instalación al día siguiente del Comité Nacional de Participación, acordado entre el Gobierno Nacional y el ELN en el último ciclo de negociaciones llevado a cabo en La Habana, Cuba, entre mayo y abril de este año.
La jornada de movilización, que se ha denominado “Paz con cambios”, según sus convocantes, tendrá como especial exigencia el desmonte del paramilitarismo. Se espera la presencia de al menos 1.500 personas de diferentes regiones del país.