Las peticiones de los líderes del Chocó y Valle del Cauca a la guerrilla del Eln
A pesar del cese al fuego unilateral que decretó esa guerrilla, el paro armado que anunció el Frente de Guerra Occidental ‘Omar Gómez’ se sigue llevando a cabo y las comunidades ribereñas del San Juan, Sipí, Cajón y Calima completan cuatro días confinadas. Líderes sociales de las zonas donde empezarán a operar los acuerdos humanitarios acordados en la mesa de negociación exponen sus propuestas.
Cuatro días de confinamiento completan las comunidades del Medio San Juan en Chocó y algunas del Bajo Calima (Valle del Cauca) tras el paro armado que decretó el Frente de Guerra Occidental ‘Omar Gómez’ del Eln apenas un día después de que la delegación de esa guerrilla en las negociaciones de paz anunciara los primeros acuerdos humanitarios justamente en esas zonas.
A pesar de que el Eln anunció este lunes que decretarán un cese al fuego unilateral entre el 24 de diciembre de 2022 a las 6:00 a.m. hasta el 2 de enero de 2023 a la misma hora, los líderes sociales de esas regiones del país aseguran que si la guerrilla tiene verdadera voluntad de paz, debe cumplir el Acuerdo Humanitario Ya en el Chocó como medida de alivio humanitario para continuar sus negociaciones con el gobierno Petro.
“Se nos dañó la Navidad porque no podemos salir a hacer nuestras actividades cotidianas antes de esa fecha, ni siquiera podemos salir a trabajar y con esta noticia nuestros familiares no van a alcanzar a venir. Esto es muy preocupante. Lo que nos queda es pedirle a mi Dios que haga el milagro”, dice uno de los líderes sociales del Medio San Juan, quien pidió reserva de su nombre por seguridad.
A esa zona solo ha llegado el nuncio apostólico, Luis Mariano Montemayor, el pasado 16 de diciembre quien acompañó a las comunidades en zona rural de Itsmina buscando escuchar sus necesidades en medio del confinamiento. La Defensoría del Pueblo también se pronunció y advirtió que son más de 9.800 personas las que permanecen confinadas en los municipios del Medio San Juan, Itsmina, Sipí y Nóvita.
El paro armado provocó la reacción del alto comisionado de Paz, Danilo Rueda, quien pidió públicamente una explicación a la guerrilla y afirmó que se estaba esperando que se activaran los mecanismos y protocolos previstos en la mesa que dieran respuesta a esta acción. Hasta el momento la delegación de paz del Eln no se pronunciado sobre ese hecho.
Según el comunicado de la guerrilla del Eln, la decisión de decretar paro armado indefinido a las poblaciones ribereñas se debe a la presencia y el actuar del Clan del Golfo específicamente en el corregimiento de Negría (municipio de Itsmina). El lunes 12 de diciembre se registró una incursión de miembros del Clan del Golfo a la comunidad afro de Negría en Istmina, en la que fue asesinada una persona y otras recibieron amenazas e intimidaciones.
Vea: ¿Qué son los acuerdos humanitarios y por qué importan en los diálogos con el Eln?
Hugo Mondragón, líder en el Pacífico, menciona que el anuncio del paro armado en esa zona del país es grave por lo que representa la guerrilla en el territorio. “Entendemos y apoyamos las conversaciones de paz pero es que el Eln en el San Juan no combate con el Ejército sino con las Agc (o Clan del Golfo). Y eso ha generado reclutamiento de niños, niñas y adolesentes, desplazamientos masivos y el confinamiento”. Sin embargo, asegura que el anuncio de alivios humanitarios lo reciben con la expectativa de que cesen las hostilidades en esa zona del país.
Las peticiones de alivios humanitarios
Mondragón señala que el más urgente acto de acuerdos humanitarios que debería concretar el Eln en esa zona del Pacífico es el cese de hostilidades no solo con el Ejército, sino también con otros actores armados. “Para nosotros sería mejor que la negociación con la guerrilla fuera simultánea con el sometimiento de grupos como el Clan del Golfo para evitar su expansión, pero como sabemos que ahora no es así, lo que pedimos es que cesen todas las hostilidades no solo con el Ejército sino también con las Autodefensas”.
En contexto: Eln y Gobierno acuerdan acciones humanitarias en Valle del Cauca y Chocó en 2023
El líder también habla de las economías ilícitas en las que se lucra el Eln. “Sabemos que todos los grupos se lucran de la minería ilegal, por ejemplo, entonces otra de las acciones concretas debería ser liberar los territorios de la minería ilegal, de las máquinas amarillas”. Sobre la sustitución de cultivos ilícitos como la hoja de coca señaló que en la mesa de negociación debe darse una discusión que permita que se consoliden procesos productivos locales. “Ningún esfuerzo para potenciar la economía en los territorios del Pacífico va dar resultados si persisten las rentas ilegales”.
Dennis Huffington, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación en Buenaventura, asegura que uno de los graves síntomas de la violencia en esa zona del país es que han salido más de 20.000 personas desplazadas desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016 hasta ahora, según las cifras de esa organización. En sus propuestas de alivio humanitario asegura que “lo primero que hay que hacer es generar garantías de seguridad para las comunidades que ahora están confinadas. Lo segundo más importante es que el Eln junto al Estado acompañe el retorno de las personas que han salido desplazadas en los últimos años”.
También habla sobre el Acuerdo Humanitario Ya del Chocó -como se le ha llamado al documento que presentaron en 2017 las comunidades del Pacífico al Gobierno para poner fin a la continuidad del conflicto armado que los afecta- que especifica que los territorios deben estar libres de minas antipersonales y artefactos explosivos. En el documento tambien detallan que debe haber un compromiso de todos los actores armados para que no vuelvan a instalar cilindros bomba, tatucos, minas y armas trampa en las zonas donde hay presencia de población civil. “La propuesta de desminado humanitario no se puede dejar de lado porque, en parte, esa es la razón de los confinamientos en muchas zonas del Chocó”.
Lea este reportaje: Crisis humanitaria en Chocó: una noche con los desplazados del río San Juan
Diego Madrid, líder del Consejo Comunitario del Bajo Calima, le había dicho a este diario que una de las propuestas era que la guerrilla acogiera el Eje Humanitario, una propuesta regional e interétnica que las comunidades sociales de esa zona del Pacífico habían venido planteando para construir la paz. “Proponemos construir espacios de salvaguarda colectiva con enfoque humanitario que estén asegurados de forma jurídica como zonas libres de grupos armados. Serían refugios humanitarios internos en los territorios en los que nos podemos cuidar en hechos eventuales de violencia”.
Esa propuesta de construir refugios humanitarios fue acogida por la Juntanza Interétnica Social y Popular, quienes la formalizaron en 2018 con el propósito de que en emergencias como el paro armado que vive la población ahora, las comunidades no vivan los riesgos del desabastecimiento de alimentos. “Este es nuestro tercer paro armado en el año en el Medio San Juan. Si tuviéramos los refugios o las zonas humanitarias la población podría desplazarse hasta esos lugares seguros y tener un plan de emergencias para conseguir alimentos y pasar los días mientras se puede hacer un retorno con garantías. Pero no lo tenemos y eso agrava nuestra situación”, asegura una lideresa del Bajo Calima que prefirió no dar su nombre por temor a represalias.
Para el líder del Medio San Juan, la mesa de negociación debería sentarse con otros líderes guerrilleros distintos a los que están negociando en Caracas (Venezuela) y que pronto iniciar la segunda fase desde México. “Sabemos que hay una mesa de negociación, pero no estamos viendo los resultados de la voluntad de paz en el territorio. Le exigimos al Gobierno que no solo negocie con Pablo Beltrán y con los líderes histórico del Eln. Queremos que negocien con los comandantes de los territorios, con los frentes que nos tienen confinados”, dijo.
Cuatro días de confinamiento completan las comunidades del Medio San Juan en Chocó y algunas del Bajo Calima (Valle del Cauca) tras el paro armado que decretó el Frente de Guerra Occidental ‘Omar Gómez’ del Eln apenas un día después de que la delegación de esa guerrilla en las negociaciones de paz anunciara los primeros acuerdos humanitarios justamente en esas zonas.
A pesar de que el Eln anunció este lunes que decretarán un cese al fuego unilateral entre el 24 de diciembre de 2022 a las 6:00 a.m. hasta el 2 de enero de 2023 a la misma hora, los líderes sociales de esas regiones del país aseguran que si la guerrilla tiene verdadera voluntad de paz, debe cumplir el Acuerdo Humanitario Ya en el Chocó como medida de alivio humanitario para continuar sus negociaciones con el gobierno Petro.
“Se nos dañó la Navidad porque no podemos salir a hacer nuestras actividades cotidianas antes de esa fecha, ni siquiera podemos salir a trabajar y con esta noticia nuestros familiares no van a alcanzar a venir. Esto es muy preocupante. Lo que nos queda es pedirle a mi Dios que haga el milagro”, dice uno de los líderes sociales del Medio San Juan, quien pidió reserva de su nombre por seguridad.
A esa zona solo ha llegado el nuncio apostólico, Luis Mariano Montemayor, el pasado 16 de diciembre quien acompañó a las comunidades en zona rural de Itsmina buscando escuchar sus necesidades en medio del confinamiento. La Defensoría del Pueblo también se pronunció y advirtió que son más de 9.800 personas las que permanecen confinadas en los municipios del Medio San Juan, Itsmina, Sipí y Nóvita.
El paro armado provocó la reacción del alto comisionado de Paz, Danilo Rueda, quien pidió públicamente una explicación a la guerrilla y afirmó que se estaba esperando que se activaran los mecanismos y protocolos previstos en la mesa que dieran respuesta a esta acción. Hasta el momento la delegación de paz del Eln no se pronunciado sobre ese hecho.
Según el comunicado de la guerrilla del Eln, la decisión de decretar paro armado indefinido a las poblaciones ribereñas se debe a la presencia y el actuar del Clan del Golfo específicamente en el corregimiento de Negría (municipio de Itsmina). El lunes 12 de diciembre se registró una incursión de miembros del Clan del Golfo a la comunidad afro de Negría en Istmina, en la que fue asesinada una persona y otras recibieron amenazas e intimidaciones.
Vea: ¿Qué son los acuerdos humanitarios y por qué importan en los diálogos con el Eln?
Hugo Mondragón, líder en el Pacífico, menciona que el anuncio del paro armado en esa zona del país es grave por lo que representa la guerrilla en el territorio. “Entendemos y apoyamos las conversaciones de paz pero es que el Eln en el San Juan no combate con el Ejército sino con las Agc (o Clan del Golfo). Y eso ha generado reclutamiento de niños, niñas y adolesentes, desplazamientos masivos y el confinamiento”. Sin embargo, asegura que el anuncio de alivios humanitarios lo reciben con la expectativa de que cesen las hostilidades en esa zona del país.
Las peticiones de alivios humanitarios
Mondragón señala que el más urgente acto de acuerdos humanitarios que debería concretar el Eln en esa zona del Pacífico es el cese de hostilidades no solo con el Ejército, sino también con otros actores armados. “Para nosotros sería mejor que la negociación con la guerrilla fuera simultánea con el sometimiento de grupos como el Clan del Golfo para evitar su expansión, pero como sabemos que ahora no es así, lo que pedimos es que cesen todas las hostilidades no solo con el Ejército sino también con las Autodefensas”.
En contexto: Eln y Gobierno acuerdan acciones humanitarias en Valle del Cauca y Chocó en 2023
El líder también habla de las economías ilícitas en las que se lucra el Eln. “Sabemos que todos los grupos se lucran de la minería ilegal, por ejemplo, entonces otra de las acciones concretas debería ser liberar los territorios de la minería ilegal, de las máquinas amarillas”. Sobre la sustitución de cultivos ilícitos como la hoja de coca señaló que en la mesa de negociación debe darse una discusión que permita que se consoliden procesos productivos locales. “Ningún esfuerzo para potenciar la economía en los territorios del Pacífico va dar resultados si persisten las rentas ilegales”.
Dennis Huffington, investigador de la Fundación Paz y Reconciliación en Buenaventura, asegura que uno de los graves síntomas de la violencia en esa zona del país es que han salido más de 20.000 personas desplazadas desde la firma del Acuerdo de Paz en 2016 hasta ahora, según las cifras de esa organización. En sus propuestas de alivio humanitario asegura que “lo primero que hay que hacer es generar garantías de seguridad para las comunidades que ahora están confinadas. Lo segundo más importante es que el Eln junto al Estado acompañe el retorno de las personas que han salido desplazadas en los últimos años”.
También habla sobre el Acuerdo Humanitario Ya del Chocó -como se le ha llamado al documento que presentaron en 2017 las comunidades del Pacífico al Gobierno para poner fin a la continuidad del conflicto armado que los afecta- que especifica que los territorios deben estar libres de minas antipersonales y artefactos explosivos. En el documento tambien detallan que debe haber un compromiso de todos los actores armados para que no vuelvan a instalar cilindros bomba, tatucos, minas y armas trampa en las zonas donde hay presencia de población civil. “La propuesta de desminado humanitario no se puede dejar de lado porque, en parte, esa es la razón de los confinamientos en muchas zonas del Chocó”.
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Diego Madrid, líder del Consejo Comunitario del Bajo Calima, le había dicho a este diario que una de las propuestas era que la guerrilla acogiera el Eje Humanitario, una propuesta regional e interétnica que las comunidades sociales de esa zona del Pacífico habían venido planteando para construir la paz. “Proponemos construir espacios de salvaguarda colectiva con enfoque humanitario que estén asegurados de forma jurídica como zonas libres de grupos armados. Serían refugios humanitarios internos en los territorios en los que nos podemos cuidar en hechos eventuales de violencia”.
Esa propuesta de construir refugios humanitarios fue acogida por la Juntanza Interétnica Social y Popular, quienes la formalizaron en 2018 con el propósito de que en emergencias como el paro armado que vive la población ahora, las comunidades no vivan los riesgos del desabastecimiento de alimentos. “Este es nuestro tercer paro armado en el año en el Medio San Juan. Si tuviéramos los refugios o las zonas humanitarias la población podría desplazarse hasta esos lugares seguros y tener un plan de emergencias para conseguir alimentos y pasar los días mientras se puede hacer un retorno con garantías. Pero no lo tenemos y eso agrava nuestra situación”, asegura una lideresa del Bajo Calima que prefirió no dar su nombre por temor a represalias.
Para el líder del Medio San Juan, la mesa de negociación debería sentarse con otros líderes guerrilleros distintos a los que están negociando en Caracas (Venezuela) y que pronto iniciar la segunda fase desde México. “Sabemos que hay una mesa de negociación, pero no estamos viendo los resultados de la voluntad de paz en el territorio. Le exigimos al Gobierno que no solo negocie con Pablo Beltrán y con los líderes histórico del Eln. Queremos que negocien con los comandantes de los territorios, con los frentes que nos tienen confinados”, dijo.