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El sexto ciclo de diálogos de paz entre el Gobierno y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que iniciaría en Cuba el próximo lunes 22 de enero, será uno de los más definitivos hasta ahora.
Además de definir la extensión del cese al fuego bilateral (que está vigente desde hace seis meses y termina a finales de enero), el Ejecutivo espera que se aterrice el compromiso del grupo ilegal de liberar a las personas secuestradas, como se acordó en la última ronda de conversaciones.
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En medio de este panorama, durante los últimos días han surgido una serie de pronunciamientos que muestran que tanto el Gobierno del presidente Gustavo Petro como el ELN tienen unas solicitudes puntuales para avanzar en la negociación.
“Financiación sí, pero no chantaje”
Este miércoles, el ahora alto comisionado para la Paz, Otty Patiño (quien hasta diciembre fue el jefe negociador con esa guerrilla), aseguró que es necesario ponerle acelerador a los diálogos. Según dijo durante un foro, el Gobierno debe “ponerse el traje de arriero” para imponer el ritmo de la negociación.
El comisionado Patiño puso sobre la mesa el tema de la creación de condiciones económicas para el ELN, un asunto que hasta hace poco era una exigencia de la guerrilla para comprometerse a abandonar los secuestros y otros hechos de violencia.
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“Planteamos financiación, sí, pero no chantaje, y siempre y cuando se avizore el fin del conflicto. Si van a participar de una manera decidida y clara en las transformaciones territoriales que este país necesita, entonces el Gobierno estaría dispuesto a financiar al ELN y llegar a acuerdos concretos”, dijo el alto funcionario durante el panel, que se dio en el marco de la conmemoración del robo de la espada de Bolívar por el M-19, guerrilla desmovilizada en la década de 1990 a la que pertenecieron Patiño y el presidente Petro.
La extensión del cese al fuego
Apenas unas horas antes, desde Davos (Suiza), donde participa del Foro Económico Mundial, el jefe de Estado también se refirió a los diálogos de paz con el ELN. En entrevista con la agencia EFE, Petro dijo que la renovación del acuerdo del cese al fuego con esta guerrilla, que vence el próximo 29 de enero, está determinada por la voluntad del grupo.
“Eso depende también de ellos. Estamos hablando de una relación entre dos, como los matrimonios. Puede haber separación, puede haber un camino más fructífero, pero las conversaciones van a depender de la voluntad del ELN por abandonar la violencia de manera definitiva en su historia”, afirmó el mandatario.
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Tras este pronunciamiento, la delegación del ELN afirmó a través de su cuenta de X (antes Twitter) que el alto al fuego tiene protocolos e instancias acordadas y que esas “son las condiciones que el Gobierno debe cumplir”.
Lo cierto es que la extensión del cese será uno de los puntos centrales a discutir en Cuba. De acuerdo con el investigador Carlos Velandia, quien le ha hecho seguimiento a este acuerdo desde su inicio, en el sexto ciclo debe “diseñarse un nuevo cese luego de evaluar el que finalizará el 29 de enero, y pactarse otro, que ojalá sea un cese al fuego permanente en el camino al cese al fuego definitivo”.
¿Otra tensión ‘ad portas’ del inicio de un nuevo ciclo?
El rifirrafe entre las partes previo al inicio de una nueva ronda de conversaciones de paz no es nuevo. En noviembre, los días que precedieron al quinto ciclo estuvieron marcados por varios cruces de pronunciamientos entre miembros del Gobierno y el ELN, en medio de la crisis que desató el secuestro de Manuel Díaz, padre del futbolista Luis Díaz.
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De hecho, el inicio de esa ronda de diálogos estuvo en el limbo por unos días, debido a la falta de claridad sobre una reunión extraordinaria que el Gobierno Nacional le exigió al ELN para abordar el tema del secuestro antes de sentarse en la mesa nuevamente.
La respuesta del grupo armado a esa petición –en dos cartas reveladas por El Espectador-, mostró un ELN reacio a cambiar el orden de los puntos de diálogo acordados en la agenda del proceso desde el segundo ciclo. Además, la guerrilla criticó los mensajes del Ejecutivo y dijo que “no cumpliría ningún ultimátum”.
Sin embargo, luego de dos semanas de conversaciones, las partes llegaron a acuerdos e informaron el que hasta ahora ha sido el mayor logro alcanzado: el compromiso del ELN de abandonar los secuestros extorsivos.
Según algunas fuentes cercanas a la mesa, uno de los puntos claves del sexto ciclo de diálogos será la evaluación de este y otros compromisos a nivel humanitario y de liberación de personas retenidas.
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