Los desacuerdos entre Gobierno y disidencia de Mordisco ad portas del cese al fuego
En una comunicación conocida en la mañana del viernes, el EMC aseguró que se disolvía el grupo de contingencia pactado entre ambas partes. Horas más tarde, el jefe disidente Iván Mordisco se pronunció: “Tomemos decisiones y paremos la guerra”, le dijo al presidente Petro.
A pocos días del inicio del cese al fuego bilateral entre el Gobierno y la disidencia de las antiguas FARC autodenominada como Estado Mayor Central, las partes han venido manifestando algunos desacuerdos.
Esa guerrilla, que agrupa a 3.200 hombres al mando de Iván Mordisco, la mayoría de los cuales no se acogieron al Acuerdo de Paz de 2016, informó en la mañana de este viernes a través de su cuenta de X (antes Twitter) que decidió “por incapacidad para parar la guerra” disolver el grupo de contingencia pactado entre ambas partes, y cuya función era resolver las dificultades que se presentaran previas al cese al fuego, que entra en vigor el próximo 8 de octubre.
Horas mas tarde se conoció un video en el que Mordisco dijo que el cese de operaciones ofensivas previa al cese al fuego, que su grupo había anunciado el pasado 22 de septiembre, “no fue correspondido por el Ministro de Defensa ni por el presidente Gustavo Petro”.
En contexto: Gobierno y disidencia de Mordisco instalarán mesa de diálogo e iniciarán cese al fuego el 8 de octubre en Catatumbo
“Debemos decir que hasta hoy los discursos guerreristas se siguen imponiendo, al igual que los desembarcos y ametrallamientos indiscriminados en helicópteros no solo sobre las FARC EP sino sobre centros poblados”, señaló el jefe de las disidencias en el video, en el que además hizo un recuento de los compromisos que, según él, su organización había cumplido como la liberación de tres miembros del Ejército que estaban secuestrados, haber brindado garantías para las elecciones y mantener la suspensión de acciones ofensivas en todo el territorio nacional.
En el video en el que aparece leyendo un documento, Iván Mordisco dijo que el asedio militar contra su organización pone en riesgo la suspensión de acciones ofensivas que habían decretado y citó como el caso más reciente los operativos de la Fuerza Pública en Argelia, Cauca, “sobre unidades fijas en cumplimiento de la orden nacional de parar la guerra”.
“La instalación de la mesa y decreto de cese al fuego está a la vuelta de la esquina luego de un año de muchos tropiezos y esfuerzos de las delegaciones y la comunidad internacional. No permitamos que todo se vaya a la basura”, dijo el jefe guerrillero antes de convocar al presidente a tomar decisiones para parar la guerra.
Y fue precisamente a través de trinos en la plataforma X (antes Twitter) que las disidencias habían alertado que “por incapacidad para parar la guerra” habían decidido disolver el grupo de contingencia pactado con el gobierno.
En varios publicaciones en esa red social difundieron mensajes como: “Las acciones ofensivas contra las FARC-EP se mantienen en todo el territorio Nacional. Gesto de paz se vuelve cada vez más insostenible”.
En otra publicación, el grupo denunció sin dar pruebas que miembros de la escolta de Andrey Avendaño, uno de los delegados de esa guerrilla en la mesa, fueron agredidos por el Ejército.
Al día siguiente, el sábado 30 de septiembre, la Delegación del Gobierno Nacional aseguró que seguía en firme la fecha de instalación de la mesa de diálogos de paz e informó que se está avanzando en el proceso con el EMC, información que también fue confirmada por el ministro de Defensa, Iván Velázquez.
Puede leer: Mesa de diálogo con Mordisco no depende del cese al fuego: Mindefensa
Las tensiones entre la disidencia EMC y el Gobierno previas al cese al fuego
El pasado 19 de septiembre, los delegados del Gobierno de Gustavo Petro y de esa disidencia anunciaron que el próximo 8 de octubre se instalará la mesa de diálogos en la región de Catatumbo (fronterizo con Venezuela), pero también arrancaría un cese al fuego que irá hasta el 8 de agosto de 2024, el más largo hasta ahora acordado con un grupo armado.
Tres días después, a través de un comunicado, ese grupo afirmó que suspenderá “las acciones ofensivas en todo el territorio nacional contras las fuerzas militares y policías” desde el 22 de septiembre hasta el próximo 8 de octubre. Sin embargo, esa guerrilla ha afirmado que el “gesto no se correspondió” desde las Fuerzas Militares. “Reportan operaciones militares en varias regiones del país, lo dijimos: Nos reservaremos el derecho a la legítima defensa’”, dijo el grupo armado en su cuenta de X.
En los últimos meses, varios de los frentes del Estado Mayor Central han recrudecido sus acciones violentas en el suroccidente del país, especialmente en Nariño y Cauca. Ello ha suscitado un debate sobre si hay voluntad de diálogo en esta disidencia.
La misma semana en que se anunció la fecha de instalación de la mesa, esa disidencia perpetró un atentado con carro bomba en Timba, Cauca, contra la estación de Policía y que dejó dos personas muertas. Los días previos, presuntos integrantes del bloque Jorge Briceño detonaron un artefacto explosivo contra un vehículo de la Policía en el municipio de Mesetas (Meta).
En contexto: Disidencias de Iván Mordisco cesaron el fuego en Cauca, pero no en Nariño
A eso se suma la muerte de cuatro miembros del Ejército en una emboscada en Nariño y los enfrentamientos de ese mismo grupo criminal en Nariño. Cerca de 1.400 indígenas del resguardo Awá El Sande, en los municipios de Samaniego y Santacruz (Nariño), fueron desplazados por los combates entre el Frente Franco Benavides y el ELN, quienes se disputan el control territorial de esta zona del departamento.
El Estado Mayor Central es una de las estructuras armadas con los que se rompió el cese al fuego anunciado por el presidente Petro el 31 de diciembre de 2022. El cese se suspendió el pasado 21 de mayo luego de que el Frente Carolina Ramírez, adscrita a ese grupo disidente, asesinara a varios niños indígenas en Caquetá.
A pocos días del inicio del cese al fuego bilateral entre el Gobierno y la disidencia de las antiguas FARC autodenominada como Estado Mayor Central, las partes han venido manifestando algunos desacuerdos.
Esa guerrilla, que agrupa a 3.200 hombres al mando de Iván Mordisco, la mayoría de los cuales no se acogieron al Acuerdo de Paz de 2016, informó en la mañana de este viernes a través de su cuenta de X (antes Twitter) que decidió “por incapacidad para parar la guerra” disolver el grupo de contingencia pactado entre ambas partes, y cuya función era resolver las dificultades que se presentaran previas al cese al fuego, que entra en vigor el próximo 8 de octubre.
Horas mas tarde se conoció un video en el que Mordisco dijo que el cese de operaciones ofensivas previa al cese al fuego, que su grupo había anunciado el pasado 22 de septiembre, “no fue correspondido por el Ministro de Defensa ni por el presidente Gustavo Petro”.
En contexto: Gobierno y disidencia de Mordisco instalarán mesa de diálogo e iniciarán cese al fuego el 8 de octubre en Catatumbo
“Debemos decir que hasta hoy los discursos guerreristas se siguen imponiendo, al igual que los desembarcos y ametrallamientos indiscriminados en helicópteros no solo sobre las FARC EP sino sobre centros poblados”, señaló el jefe de las disidencias en el video, en el que además hizo un recuento de los compromisos que, según él, su organización había cumplido como la liberación de tres miembros del Ejército que estaban secuestrados, haber brindado garantías para las elecciones y mantener la suspensión de acciones ofensivas en todo el territorio nacional.
En el video en el que aparece leyendo un documento, Iván Mordisco dijo que el asedio militar contra su organización pone en riesgo la suspensión de acciones ofensivas que habían decretado y citó como el caso más reciente los operativos de la Fuerza Pública en Argelia, Cauca, “sobre unidades fijas en cumplimiento de la orden nacional de parar la guerra”.
“La instalación de la mesa y decreto de cese al fuego está a la vuelta de la esquina luego de un año de muchos tropiezos y esfuerzos de las delegaciones y la comunidad internacional. No permitamos que todo se vaya a la basura”, dijo el jefe guerrillero antes de convocar al presidente a tomar decisiones para parar la guerra.
Y fue precisamente a través de trinos en la plataforma X (antes Twitter) que las disidencias habían alertado que “por incapacidad para parar la guerra” habían decidido disolver el grupo de contingencia pactado con el gobierno.
En varios publicaciones en esa red social difundieron mensajes como: “Las acciones ofensivas contra las FARC-EP se mantienen en todo el territorio Nacional. Gesto de paz se vuelve cada vez más insostenible”.
En otra publicación, el grupo denunció sin dar pruebas que miembros de la escolta de Andrey Avendaño, uno de los delegados de esa guerrilla en la mesa, fueron agredidos por el Ejército.
Al día siguiente, el sábado 30 de septiembre, la Delegación del Gobierno Nacional aseguró que seguía en firme la fecha de instalación de la mesa de diálogos de paz e informó que se está avanzando en el proceso con el EMC, información que también fue confirmada por el ministro de Defensa, Iván Velázquez.
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Las tensiones entre la disidencia EMC y el Gobierno previas al cese al fuego
El pasado 19 de septiembre, los delegados del Gobierno de Gustavo Petro y de esa disidencia anunciaron que el próximo 8 de octubre se instalará la mesa de diálogos en la región de Catatumbo (fronterizo con Venezuela), pero también arrancaría un cese al fuego que irá hasta el 8 de agosto de 2024, el más largo hasta ahora acordado con un grupo armado.
Tres días después, a través de un comunicado, ese grupo afirmó que suspenderá “las acciones ofensivas en todo el territorio nacional contras las fuerzas militares y policías” desde el 22 de septiembre hasta el próximo 8 de octubre. Sin embargo, esa guerrilla ha afirmado que el “gesto no se correspondió” desde las Fuerzas Militares. “Reportan operaciones militares en varias regiones del país, lo dijimos: Nos reservaremos el derecho a la legítima defensa’”, dijo el grupo armado en su cuenta de X.
En los últimos meses, varios de los frentes del Estado Mayor Central han recrudecido sus acciones violentas en el suroccidente del país, especialmente en Nariño y Cauca. Ello ha suscitado un debate sobre si hay voluntad de diálogo en esta disidencia.
La misma semana en que se anunció la fecha de instalación de la mesa, esa disidencia perpetró un atentado con carro bomba en Timba, Cauca, contra la estación de Policía y que dejó dos personas muertas. Los días previos, presuntos integrantes del bloque Jorge Briceño detonaron un artefacto explosivo contra un vehículo de la Policía en el municipio de Mesetas (Meta).
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A eso se suma la muerte de cuatro miembros del Ejército en una emboscada en Nariño y los enfrentamientos de ese mismo grupo criminal en Nariño. Cerca de 1.400 indígenas del resguardo Awá El Sande, en los municipios de Samaniego y Santacruz (Nariño), fueron desplazados por los combates entre el Frente Franco Benavides y el ELN, quienes se disputan el control territorial de esta zona del departamento.
El Estado Mayor Central es una de las estructuras armadas con los que se rompió el cese al fuego anunciado por el presidente Petro el 31 de diciembre de 2022. El cese se suspendió el pasado 21 de mayo luego de que el Frente Carolina Ramírez, adscrita a ese grupo disidente, asesinara a varios niños indígenas en Caquetá.