Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Desde este domingo y hasta el próximo martes se realizará el segundo encuentro entre las delegaciones del Gobierno y la disidencia de las antiguas FARC autodenominada como Estado Mayor Central, en Suárez (Cauca).
De acuerdo con Camilo González Posso, coordinador de la delegación del Gobierno, se anunciará la fecha de instalación de la mesa de diálogos con ese grupo armado y se evaluarán los compromisos adquiridos en la pasada reunión que también se dio en ese departamento hace unas semanas.
“Vamos a anunciar la fecha de instalación de la mesa, el inicio del cese el fuego en sus diferentes etapas y medidas de protección a la población civil y la agenda”, dijo González Posso.
Además, señaló que entre el próximo martes 19 de septiembre y la fecha que se acuerde para la instalación de la mesa de conversaciones, se definirán varios asuntos. “Se mirarán todas las medidas de preparación, consulta y pedagogía, tanto de parte del Gobierno, la Fuerza Pública y todas las estructuras e integrantes del EMC. Además, esperamos definir el reglamento de funcionamiento de la mesa”, explicó.
Aunque las dos delegaciones aún no han definido el sitio de instalación de los diálogos de paz, González Posso confirmó que “la mesa va a funcionar en diferentes regiones, de forma itinerante”.
Además: Niños en Cauca deben turnarse para ir a la escuela por amenazas de disidencia de Mordisco
El viernes, mediante una comunicación en video en el que aparecieron cinco miembros del frente Jaime Martínez, de la disidencia del Estado Mayor Central, el grupo armado anunció que cesarán sus acciones ofensivas desde el este sábado y hasta el miércoles 20 de septiembre para respetar la reunión de las delegaciones.
El combatiente Marlon Vásquez fue el vocero de la comunicación de la guerrilla y el encargado de anunciar que esto lo hacen con el objetivo de “avanzar en una mesa de diálogo” para llegar a un cese al fuego bilateral con la fuerza pública.
El frente Jaime Martínez afirmó que esto no se trata de un inicio de un cese al fuego, porque entre otras cosas aún no se ha pactado, sino más bien una atención a un llamado que han hecho organizaciones sociales para desescalar la violencia en territorios como el norte del Cauca, donde esta estructura tiene una alta incidencia. En las jornadas de este fin de semana se contará con el acompañamiento de la Misión de las Naciones Unidas, de la MAP/OEA, la Conferencia Episcopal, el Consejo Mundial de Iglesias y otros actores sociales de nivel nacional.
“Nos reservamos el derecho de legítima defensa en caso de recibir un ataque por parte del Ejército. Queremos que este gesto sea correspondido por las Fuerzas Militares y que genere condiciones de seguridad para que se dé este encuentro con el Gobierno”, dijo el mando medio guerrillero.
Lea: Hombres armados en Tierralta (Córdoba) serían militares y no disidentes
La tensión previa al diálogo que habrá el próximo domingo está marcada por la presunta implicación del frente Jaime Martínez en el asesinato de tres policías hace un mes en el municipio de Suárez y en ataques recientes que dejaron a siete militares heridos en Cajibío.
El pasado 2 de septiembre, a través de un documento de dos páginas y 11 puntos, la delegación del gobierno de Gustavo Petro y la delegación de las disidencias de las antiguas FARC autodenominadas como Estado Mayor Central (EMC) y comandadas por Iván Mordisco, llegaron a un acuerdo preliminar y especial con miras a la instalación de la mesa de diálogos.
Según este texto, en esta reunión del domingo se anunciará tanto la “fecha, lugar, mecanismo de funcionamiento, invitados especiales, países y actores internacionales” que, bien sea como garantes o acompañantes, apoyen esa mesa de negociación.
En contexto: Gobierno y disidencia de Mordisco llegan a acuerdo preliminar para avanzar en diálogo
Desde ese día se crearon dos grupos de trabajo conjuntos inmediatos, uno para adelantar todo el proceso del cese al fuego, y otro que se encargará de los protocolos y agenda. En los últimos días, los equipos trabajaron en ajustar esos protocolos, la implementación del Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y de Verificación y la elaboración de una agenda para la mesa de diálogos de paz, que serán aprobados al momento de la instalación.
La idea, según ese acuerdo preliminar, es que el funcionamiento de la mesa de diálogos se inicie junto con la entrada en vigencia de los decretos de “respeto a la población civil”, así como el del cese al fuego bilateral.
El punto más revelador del documento es que se establecieron ocho misiones humanitarias en Antioquia, Arauca, Cauca, Huila, Nariño, Norte de Santander, Putumayo y Sur de Bolívar con el objetivo de “formular recomendaciones de aplicación del Derecho Internacional Humanitario” y escuchar a la ciudadanía e instituciones.
La Oficina del Alto Comisionado para la Paz anunció en la última semana que ha habido acercamientos con esta estructura armada para tratar una eventual instalación de mesa de negociación. Sin embargo, y a puertas de ese gesto de buena voluntad, la desconfianza sigue latente. “Pese a nuestra voluntad, no existe un cese al fuego, por el contrario, hay planes militares contra nuestra comandancia”, reiteraron del frente Jaime Martínez.
Además: General de la Fuerza Aérea será asesor en diálogo con disidencias de Iván Mordisco
La facción del frente Jaime Martínez, perteneciente al autodenominado Comando Coordinador de Occidente de las disidencias de las FARC, es la misma denunciada por parte de la Defensoría del Pueblo de atacar con explosivos a la subestación de Policía de Timba, zona rural de Buenos Aires, Cauca.
Las hostilidades de las disidencias en el norte del Cauca no han cesado en el último mes. Sumado al ataque de Buenos Aires, el pasado 12 de septiembre, las disidencias atacaron a una estación de Policía en Santander de Quilichao, hecho similar a un hostigamiento perpetrado a la fuerza pública en el corregimiento de Mondomo, el 29 de julio de 2023.
En ese momento se conoció que fueron activados dos carros bombas. Los vehículos fueron instalados cerca de las instalaciones policiales de estas dos poblaciones, Suárez y Santander de Quilichao —cabecera municipal—, pero no hubo personas heridas o fallecidas.