Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Luego de firmar el Acuerdo de Paz en 2016 y retirarse del mismo señalando incumplimientos por parte del Gobierno, la disidencia de las FARC, conocida como Segunda Marquetalia, al mando de Iván Márquez, volverá a sentarse en una mesa de diálogo el próximo 24 de junio en Caracas, Venezuela. A su regreso surgen nuevas dudas sobre la confianza en una nueva negociación, la figura jurídica que guiará las conversaciones con el Gobierno de Gustavo Petro y las garantías para continuar.
El primer paso para que esa negociación vuelva a ser una realidad fue una reunión previa este fin de semana a la que asistieron el alto Comisionado de Paz, Otty Patiño; Iván Márquez, quien comanda la Segunda Marquetalia; y Armando Novoa, jefe de la delegación de Gobierno en ese proceso. Al término del encuentro, además de firmar un documento con el regreso de la mesa de diálogo, también se supo que el primer ciclo de las negociaciones se adelantará en Venezuela del 25 al 29 de junio.
En entrevista con Colombia+20, Armando Novoa, jefe negociador por parte del Gobierno, habló sobre los detalles de esa primera reunión fundamental para darle luz verde a la negociación con esa disidencia y también sobre los retos para que se sostenga en el tiempo.
Lea también: Iván Márquez reaparece en video para apoyar la Constituyente de presidente Petro
¿Cómo fue el encuentro que tuvieron en Venezuela y cómo llegaron al documento de instalación de la mesa de negociación?
En la reunión estuvo por parte del Gobierno el consejero comisionado Otty Patiño, su asesor Álvaro Jiménez y yo que tengo el carácter de jefe negociador en representación del Gobierno con la Segunda Marquetalia. Por parte de la Segunda Marquetalia estaban Iván Márquez, Walter Mendoza, Andrés Allende, Andrés Rojas participando directamente en la mesa. Pero en la parte inicial de la reunión también estuvieron todos los jefes de los frentes que tienen en Nariño, en Putumayo y en las distintas regiones del país.
Contamos con el acompañamiento de los gobiernos de Cuba, Venezuela y Noruega y en calidad de testigos y como acompañantes el delegado del representante de la misión de Naciones Unidas, lo mismo que la Conferencia Episcopal. Estuvimos dos días discutiendo temas generales introductorios, cuál debería ser la metodología de la discusión y esos acuerdos iniciales quedaron plasmados en la declaración que se divulgó.
¿Cómo vio a Iván Márquez?
Estuvo participando activamente en la mesa, está lúcido y también participó en la redacción del documento. Estuvo en las jornadas extensas durante los dos días y estuvo discutiendo y analizando todos los temas que se plantearon de una y otra parte.
En relación a su situación personal y física, aunque tiene algunas limitaciones, no vi más allá de eso, está en plenas condiciones para intervenir en representación y como líder de la Segunda Marquetalia.
Le puede interesar: La historia de la Segunda Marquetalia, la disidencia de FARC que inició un proceso de paz
Con el tema de la constituyente en el aire, llamó la atención que en el documento también se refieren a un “gran acuerdo político nacional” ¿Qué significa eso?
En el documento se habla de un acuerdo pluralista pero no necesariamente de una Asamblea Constituyente. La manera en que se trae al documento esa expresión es en función de buscar un camino que permita contrarrestar las violencias, disminuir la afectación a la población y lograr sacar el mayor número de combatientes de su presencia militar y armada en los territorios del país. No necesariamente implica una Asamblea Constituyente, pero sí la necesidad de trabajar en función de un acuerdo que le dé respaldo a los esfuerzos que hace el Gobierno Nacional para que la paz total pueda llegar a buen rumbo.
Nosotros no queremos que esta negociación tenga como punto de referencia una Asamblea Constituyente porque si fuera así generaríamos de cara a la opinión pública un clima de prevención que no es conveniente, no es procedente y que no se debe examinar como el aspecto vertebral de estas aproximaciones. Sobre todo cuando hay una discusión en el país, un poco incierta, un poco confusa. Un proceso de paz de esta naturaleza haría mal en traer a una declaración un tema que es tan controversial.
En el tercer punto hablan sobre las manifestaciones de la Segunda Marquetalia sobre rechazar la retención con fines económicos. ¿Qué alcance tiene este punto y el desescalonar el conflicto?
Desde el año 2019, cuando hicieron pública la creación de la Segunda Marquetalia, se declaró renunciar a las prácticas de secuestro que ellos denominan retenciones con fines económicos. Nosotros registramos positivamente esa manifestación siempre que se pueda cumplir de manera estricta, más que a la mesa, a la sociedad colombiana. En el mismo punto se dice consecuentemente que en correspondencia el Gobierno podrá adoptar medidas para rodear de garantías esa decisión de desescalonar el conflicto en la zona de presencia de la Segunda Marquetalia.
Esas medidas tienen que ser consultadas con el señor Presidente de la República en primer lugar, también con las fuerzas militares, pero pueden ir medidas desde no hacer acciones ofensivas en aquellas zonas de presencia de la Segunda Marquetalia en donde no haya afectación a la vida comunitaria de las poblaciones.
En otro punto hablan sobre temas de territorios de paz y esta es una idea que se parece a la idea del Gobierno de territorialización de la paz ¿Cuáles son los territorios y qué es lo que va a pasar ahí?
El Gobierno ha venido adelantando una política de buscar focalizar sus esfuerzos en favor de la paz con un sentido territorial. Hablar de la paz a nivel nacional, puede ser, en el contexto actual de las violencias y el conflicto que atraviesa nuestro país, un poco etéreo. La paz nacional tiende a generar ambigüedades.
Por eso tanto en el plan de desarrollo como en la política la ley 22 72 de 2022 se menciona en forma recurrente la necesidad de la paz territorial, las necesidades de focalizar el gasto público, la necesidad de garantizar la vida tranquila de las comunidades, de rescatar zonas olvidadas del país de la situación de las violencias que las tiene atrapadas en una situación muy dolorosa. Entonces cuando se habla de territorios de paz se habla de paz territorial.
¿Pero ya se sabe cuáles son los territorios de paz?
Solo hemos tenido una reunión y en ella discutimos los temas que están ahí. Una vez se instale formalmente la mesa de conversaciones a partir del próximo 24 de junio, le daremos desarrollo a esos aspectos que están mencionados de manera genérica en el documento.
Además: Gobierno y disidencia de Iván Márquez anuncian inicio formal de diálogos de paz
Parte de la Segunda Marquetalia, como Iván Márquez, ya habían firmado un acuerdo y se apartaron del mismo ¿Cómo se va a resolver el tema jurídico en estos diálogos?
El tema está mencionado en el punto número ocho. En ese punto los representantes de la Segunda Marquetalia solicitaron que, como parte de la agenda de negociación, se incorporara lo que ellos llaman las razones para el alzamiento armado relacionadas con, en palabras de ellos, incumplimiento y entrampamiento del Acuerdo de Paz del 2016.
El presidente Gustavo Petro ya ha dado un concepto sobre la implementación del acuerdo de paz sobre lo que se ha llamado el entrampamiento y por supuesto el telón de fondo de esa discusión. Uno de ellos se relaciona con las medidas de justicia transicional en donde existe uno de los obstáculos mayores para poder avanzar de manera firme hacia un acuerdo con la Segunda Marquetalia. Es un tema neurálgico vertebral que el Gobierno, a través de no solamente de esta delegación, sino de la propia oficina y las otras agencias estatales encargadas del asunto tienen que examinar con detalle para buscar una ruta que permita encontrar una fórmula que no obstaculice sacar hombres y armas de los territorios a favor de las comunidades.
¿Cómo se puede tener una agenda distinta a lo que se firmó en La Habana?
La Segunda Marquetalia tiene una posición de no querer volver sobre el Acuerdo de Paz del 2016 porque, según palabras de ellos, lo que sostuvieron en la mesa es que ese tema ya quedó atrás. Para nuestra delegación esa interpretación es equivocada y constituiría un obstáculo para que estos acercamientos puedan desarrollarse de manera eficaz y pronta que es lo que espera el país.
La segunda Marquetalia habla de que volvieron a las armas por el incumplimiento del Estado hacia el acuerdo de paz y no se necesita hacer un análisis muy detallado para concluir que si de lo que se trata es de que el acuerdo se cumpla entonces debemos hablar de su implementación, no debemos hablar en la perspectiva de la opinión que defendió el gobierno de una nueva agenda como si estuviéramos partiendo de cero y como si en el 2016 no hubiera ocurrido nada.
Tenemos que hablar de la implementación del Acuerdo, de mirar cuáles son los aspectos vertebrales y urgentes e indispensables para que se pueda avanzar de manera eficaz y para contribuir por esa vía a que ese error, si se puede llamar de esa manera, de la Segunda Marquetalia de incumplimiento para volver a las armas, pues puedan corregirlo y puedan desde un esfuerzo mancomunado con la sociedad y el gobierno contribuir a la implementación sin perjuicio.
Para nosotros es central la discusión sobre la implementación del acuerdo.
En contexto: Iván Márquez, “Santrich”, “El Paisa” y “Romaña” vuelven a la guerra
¿Cómo se garantiza que los miembros de esa disidencia no vuelvan a incumplir? ¿Hay voluntad de tener un “acuerdo final”?
Con algunos de ellos no, con la totalidad del grupo que está sentado ahí en la mesa. Si la razón que ellos invocan para rearmarse fue el incumplimiento del Estado al acuerdo, pues ahora tenemos el reto de que mediante un acuerdo, concretemos herramientas para su implementación.
Esa no es una labor solamente de la Segunda Marquetalia y del Gobierno, sino de toda la sociedad porque el expresidente Santos y otros sectores hablan de que la ruta es la implementación del acuerdo, pues el gobierno está en la dirección de que se convoque un acuerdo y un esfuerzo mancomunado para que eso sea una realidad y para que con su palabra empeñada no ocurra lo que ha ocurrido en épocas anteriores en donde se firman acuerdos para que se incumplan.
El Gobierno está en la obligación constitucional y moral de cumplir lo que se firme y por supuesto lo que se firme tiene que estar en el marco de la Constitución. En ese sentido entonces, aunque todo proceso de paz tiene un margen muy alto de incertidumbre, es necesario dar un margen de confianza en que lo que vamos a pactar en esos acuerdos tempranos se va cumpliendo.
Uno de los puntos de ese acuerdo dice que la idea es que podamos materializarlo y generar un clima de confianza que haga irreversible la buena marcha de ese acuerdo
✉️ Si le interesan los temas de paz, conflicto y derechos humanos o tiene información que quiera compartirnos, puede escribirnos a: cmorales@elespectador.com; jrios@elespectador.com; pmesa@elespectador.com o aosorio@elespectador.com.