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La región del cañón del Micay y el corregimiento de El Plateado volvieron a ser noticia esta semana, luego de que el Gobierno y la mayor disidencia de las antiguas FARC, conocida como Estado Mayor Central (EMC), ratificaron un acuerdo especial para la transformación de esta zona del oriente del Cauca, cuyo control ha despertado varias tensiones entre las partes desde el inicio de los diálogos de paz.
El domingo pasado, al cierre del cuarto ciclo de conversaciones, se informó que en el mes de abril se desplazaría una comisión especial hacia esa región para avanzar en el cumplimiento de compromisos. Sin embargo, Colombia+20 conoció que en la madrugada del jueves la delegación del EMC viajó a esta zona, y el domingo se encontrará con el equipo del Gobierno para adelantar reuniones.
El jefe negociador del Gobierno, Camilo González Posso, confirmó que iba a haber reunión. “Vamos a ir al cañón del Micay, a El Plateado. Una de las tareas de la Comisión que se va a desplazar al Cauca en los próximos días es que se hagan los alineamientos necesarios (para el cumplimiento de los acuerdos)”, dijo González.
Desde el mes de octubre, las partes establecieron que se empezarían a ejecutar una serie de acciones para aterrizar la paz en esta región, históricamente olvidada por el Estado. No obstante, González reconoció que son pocos los avances en esa materia: “No ha pasado mucho. Estuvimos en conversaciones allá, con el alcalde de Argelia y otros mandatarios de la zona y dirigentes, pero el grupo de trabajo no ha funcionado. Ellos nos han manifestado que ya han hecho una socialización, pero no se ha puesto en marcha. Ese es uno de los pendientes que dejamos claramente establecidos en el ciclo cuatro”, explicó.
El compromiso del Estado Mayor Central de no transitar en las zonas
Además de sostener diálogos con autoridades locales y representantes de las comunidades, el Gobierno busca revisar la voluntad del grupo disidente frente a uno de los puntos de un documento clave que se logró en la cuarta ronda de conversaciones. Se trata del ‘Protocolo de comunicación para evitar incidentes y contacto armado con la fuerza pública’, que en su octava cláusula establece: “el Estado Mayor Central ratifica su compromiso de no permanecer ni transitar armados ni uniformados en cabeceras municipales ni en vías primarias; se extiende este compromiso a los centros poblados donde haya presencia permanente de la Policía Nacional, las vías terrestres primarias y secundarias”.
Según conoció este diario, ese fue uno de los temas que tomó más trabajo acordar en la mesa, especialmente por lo que pasa en el Cauca. “Es un tema que viene siendo discutido desde el primer ciclo y no se había logrado un acuerdo. En esta ocasión, con la presencia ahora de los comandantes que se integraron a la mesa (entre ellos Calarcá y Willy), fue posible avanzar. Entendemos que es un asunto complicado y para algunas zonas, como por ejemplo el Cauca, es un tema en discusión. Esperamos que todos se unifiquen alrededor de lo que se decidió en Guaviare”, aseguró el jefe negociador del Gobierno.
En efecto, que no haya presencia de miembros del EMC en territorios como El Plateado es un tema que levanta suspicacias y plantea retos importantes.
González también dijo que era consciente de que Cauca, y específicamente El Plateado, el fortín más custodiado por esa disidencia y que podría ser el punto de quiebre de la negociación de paz que el EMC adelanta con el Gobierno de Gustavo Petro, era un tema a resolver.
“Tenemos un interrogante sobre el tema de El Plateado y sobre el acatamiento que se requiere por parte de todos los sectores y todas las estructuras (de ese grupo armado). Ahí notamos que hay algunos interrogantes por resolver por el EMC ha sido claro en que no quieren que ese punto de la presencia de uniformados se haga en el Cauca, o sobre todo en esa parte del Cauca”, dijo.
Para el jefe negociador del Gobierno es claro que la mesa necesita un mando militar del Cauca que haga presencia en el proceso. Otras zonas, como Caquetá y Catatumbo, han tenido mayores avances por la presencia de ese tipo de liderazgos. “Del Cauca no ha estado ninguno de los comandantes militares. Tienes un mando político que es Sebastián. Entonces creo que podría ser necesaria esa figura. Esperamos aclarar allá todos esos detalles”, dice.
Hay que recordar que desde hace cinco meses, cuando comenzaron los diálogos con el EMC, el Micay ha sido el principal punto de tensión entre las partes, pues se trata de un territorio estratégico para las disidencias no solo por la cantidad de cultivos ilícitos que se cultivan allí (alrededor del 75% de todo el departamento), sino por su ubicación geográfica, crucial para el tránsito de estupefacientes y otras economías ilegales. Además, en varias oportunidades el Comando Conjunto Específico del Cauca del Ejército Nacional ha denunciado que en el casco urbano de corregimientos como El Plateado hay presencia de integrantes del frente Carlos Patiño del EMC.
Por ahora, se espera que la visita de la comisión especial sirva para impulsar los planes de transformación de esta región, que ha sufrido durante décadas por la falta de presencia estatal y las disputas entre grupos ilegales.