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“Por nuestros ausentes, por nuestros supervivientes, por nuestros resistentes, persistimos en este sueño llamado Chengue”, así dice uno de los tantos mensajes de resiliencia y apoyo que están inscritos sobre paredes que alguna vez fueron edificaciones en ese corregimiento de la región de Montes de María.
Los mensajes pueden verse en el corto-documental ‘Relatos de resistencia en los Montes de María’, que se estrenó este domingo en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias - FICCI-.
El filme, de poco más de 12 minutos, fue producido por Megan Peluffo, Berónica Peluffo, Natalia Oviedo y Sofía Meriño, las integrantes del Colectivo de Comunicaciones Los Sonidos de la Chuana y muestra el trabajo de líderes y lideresas que que quieren contribuir a la reparación de la memoria de Chengue, corregimiento de Ovejas (Sucre), 21 años después de una las masacres que marcó a sus pobladores.
Megan, Berónica, Natalia y Sofía son jóvenes, todas tienen entre 22 y 26. Pero todas tienen recuerdos claros y heridas de la violencia armada que azoto a su pueblo. “Natalia se acuerda de todo lo que pasó el día de la masacre. Berónica y yo somos hermanas y a nuestro papá lo asesinaron los paramilitares. El papá de Sofía fue un falso positivo porque pagó unos años de cárcel por rebelión y al final encontraron que era inocente y nunca fue miembro de la guerrilla”, relata Megan. Pero todas también crecieron viendo cómo su comunidad se resistía a la violencia a través de la organización comunitaria, la música, los liderazgos y los emprendimientos.
Y precisamente eso es lo que quieren resaltar con su documental: " Queremos mostrarle al país que nosotros somos mucho más que víctimas, somos más que una historia de violencia y tenemos muchas cosas más por las que ser reconocidas”, asegura la joven.
Una historia más allá de la violencia
Chengue está ubicado en el lado sucreño de Montes de María, región que ha sido testigo de la crueldad de la guerra y que registra 48.832 víctimas del conflicto armado. Bajo todos los fuegos, la violencia contra mujeres y campesinos en esa región fue usada como un método para el despojo masivo de tierra o como una forma de “aleccionar” a la brava al pueblo.
La guerrilla ejecutó decenas de tomas en esa zona, al tiempo que los paramilitares de las Autodefensas Unidad de Colombia (AUC) cometieron al menos 56 masacres, entre ellas la de El Salado y la de Macayepo, ambas ejecutadas en el 2000.
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Al año siguiente, en enero de 2001, otra herida más se estampó en la historia de esta región: una matanza a manos de paramilitares del Bloque Héroes de Montes de María de las AUC perpetradas en Chengue, corregimiento de Ovejas, y que dejó 29 personas muertas y más de 1.200 desplazadas.
21 años después, la comunidad de ese pueblo muestra el arduo trabajo de reconstrucción de memoria y de resiliencia a través este filme.
“Vivir el impacto de una masacre como la que nosotros vivimos, ver el horror hecho realidad, a ti te causa tantas emociones, dolor, tristeza, rabia, importancia. Te transforma. Te cambia, te hace un ser diferente”, dice al inicio del corto Juli Meriño, lideresa comunitaria del corregimiento.
Meriño es beneficiaria de una histórica sentencia de restitución de tierras, de 2016, que le permitió a su madre y a decenas de familiares y vecinos recuperar la tierra de la que había sido desplazada.
En la grabación Megan Peluffo, una de las productoras, afirma que el video no es la historia sobre el dolor de Chengue, sino la de su resistencia. Así lo ratifican testimonios de sobrevivientes de esa masacre y que están presentes en el documental, como el Esnaldo Getar, campesino y líder social de la vereda Villa Colombia.
“Cuando a mataron a William, mi cuñado, a mí me dio muy duro porque andábamos pa’ arriba y pa’ abajo (…) pero también me puso a pensar que no actuar y quedarme metido en los recursos era quedarme preso de mí mismo”, afirma.
“No nos vamos a quedar todo el tiempo sumidos en el dolor. El mundo entero y Colombia debe mirar a Montes de María como gente pujante, de progreso y gente muy comprometida”.
Así también lo afirma, a través de sus canciones el líder social, cantante compositor y juglar de la hacienda La Europa, Andrés Narváez, uno de los protagonistas del filme: “no nos vamos a quedar todo el tiempo sumidos en el dolor (…) el mundo entero y Colombia deben mirar a Montes de María como gente pujante, de progreso y gente muy comprometida”, asegura.
El documental también hace énfasis en la producción de miel, una iniciativa que adelantan por lo menos 159 familias de Chengue desde 2017 como forma de apropiación del territorio, pero también de economía comunitaria. “Como las abejas hacen con el dulce de la miel, debemos hacer un globo entre todas las comunidades”, dice Selina Bolaños, melicultora.
El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) acompañó la producción de este corto-documental que enfrentó varios obstáculos relacionados, sobre todo por la pandemia del Covid-19. Para la entidad es fundamental que todos los colombianos conozcan la historia de los Montes de María desde el sentido dignificante de la voz de sus habitantes.
“No es la voz de la entidad la que resuena en las iniciativas de memoria histórica que acompañamos, sino la de las comunidades que apoyamos y por las cuales existimos, y nos complace enormemente que pueda llegar a escenarios como el FICCI, el festival de cine más antiguo de América Latina, y que la memoria histórica tenga cabida dentro de esta programación”, señaló el director Darío Acevedo.
El documental está disponible en el canal de YouTube del CNMH.