No hay cese al fuego bilateral con el Eln; se discutirá en la mesa de negociación
La mesa de negociación deberá abordar el tema el 23 de enero. Gobierno le pidió a esta guerrilla hacer una tregua mientras se discute el cese. ¿Cómo se avanza con los otros grupos?
Gloria Castrillón Pulido
Luego de que Alfonso Prada, ministro del Interior y portavoz del Gobierno, anunciara que el decreto que ordenaba el cese al fuego bilateral con el Eln quedaba suspendido, Otty Patiño, jefe del equipo negociador con esta guerrilla, explicó que el tema será abordado en la mesa de negociación que reiniciará sus sesiones el próximo 23 de enero.
“Le hemos pedido al Eln que declare una tregua mientras se inician de nuevo las negociaciones para entrar con un clima distinto a la discusión del punto de la participación de la sociedad civil en el proceso”, declaró el jefe negociador a Colombia+20.
Patiño recalcó que el proceso de paz con el Eln no atraviesa por una crisis y que el buen clima de negociación con el que terminaron las sesiones de la mesa el pasado 12 de diciembre no se afectó por el inesperado anuncio del presidente Gustavo Petro de un cese al fuego bilateral no acordado con esa guerrilla.
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Con tono mesurado, Otty Patiño dijo que cuando se reinicie el segundo ciclo conformarán una subcomisión que se encargue de discutir los términos del cese al fuego bilateral mientras la mesa avanza en los temas de la agenda: la participación de la sociedad civil en el proceso y el piloto de los alivios humanitarios que se pactaron para las comunidades del Calima y el medio San Juan.
Eso significa que se altera el orden de trabajo que traía la mesa, del que se habían ocupado las partes de manera juiciosa durante el primer ciclo. Es decir, el anuncio presidencial obligará a la mesa a ver cómo abordará los protocolos de cese al fuego bilateral, cómo se conformará esa subcomisión y cómo lograr que ese asunto no retrase los otros temas sustanciales de la agenda.
Lo importante es que el tema se había tocado ya durante el primer ciclo, como lo reconoció Otty Patiño. De hecho, el ministro Alfonso Prada también lo mencionó en su rueda de prensa, al justificar la decisión del presidente en que el Eln había pedido el cese bilateral el 19 de diciembre, cuando anunció la tregua navideña.
Si algo positivo puede salir de este impasse es justamente que se acelere la discusión del cese al fuego bilateral, reiteradamente solicitado por las comunidades más afectadas por la guerra, que puede concatenarse con el punto de los alivios humanitarios.
En contexto: Cese al fuego bilateral: ¿cómo y quién lo verificará? ¿Qué pasa si se incumple?
Sobre cómo se pueden unir ambos puntos, Patiño explicó: “Están profundamente relacionados. Los alivios humanitarios tratan fundamentalmente, además de proteger a la población civil, de hacer que las comunidades tengan mucho más poder y los armados tengan menos. Que el silencio de los fusiles sirva para que se desarrolle la voz de las comunidades. Ese es el mismo sentido del proceso de paz total que planteó al Gobierno al oír el clamor de las comunidades”.
Esta situación también plantea un llamado de atención al Gobierno: lo que no se discute en la mesa no existe. Así lo reconoció el jefe negociador: “Ellos lo que hacen es poner las cosas donde quieren que estén; es decir, por fuera de la mesa no aceptan medidas. Frente a la audaz medida del presidente que la tomó respondiendo al clamor de las comunidades de detener la matazón, ellos se atuvieron al principio y a los protocolos de que todo se habla dentro de la mesa”.
Y tienen razón, ya que no habían transcurrido tres semanas después de que las delegaciones acordaron sendos protocolos para garantizar un método de trabajo, entre los que se incluyen anuncios mediante comunicados conjuntos, cuando ocurrió este imprudente anuncio. Este recordatorio debe servir para mantener esa regulación en las comunicaciones.
Y si los otros ceses bilaterales —con las dos disidencias de las Farc y las dos facciones de las Agc— avanzan como lo anunció el ministro Prada, se podría allanar el camino hacia el cese multilateral del que tanto ha hablado el presidente Petro: la paz total, que ha promulgado desde su posesión. Finalmente, las cifras muestran que la mayor afectación a la población civil no proviene de enfrentamientos entre la fuerza pública y estos grupos, sino por los ataques de estas organizaciones ilegales contra las comunidades en su mutua confrontación.
Todavía no se sabe dónde se reiniciarán los diálogos, ya que México pidió un par de semanas más para ajustar la logística de acogida a la mesa. Es posible que vuelvan a Caracas por unos días. Lo que se sabe es que las delegaciones siguen trabajando en el piloto de alivios humanitarios, que, según dijo Patiño, se seguirán implementando. “Es un compromiso. La idea es que se pueda dar el retorno de comunidades que están desplazadas en Buenaventura o en Cali para que esos procesos sean irreversibles y además la gente no solamente se sienta tranquila y protegida, sino también que pueda ejercer plenamente sus derechos como ciudadanos”.
Lea: Paz con el Eln: lo que viene tras la salida en falso de Petro sobre cese al fuego
¿Cómo se avanza con los otros grupos?
Una de las críticas que han caído sobre el presidente Gustavo Petro por su anuncio de cese al fuego con cinco grupos al mismo tiempo, es que con cuatro de ellos no hay mesa de negociación en la que se puedan discutir aspectos técnicos necesarios como los protocolos y el mecanismo de verificación.
En la rueda de prensa, el ministro Alfonso Prada dijo que las negociaciones para acordar los protocolos de cese al fuego con los otros cuatro grupos, Estado Mayor Central de las Farc Ep, Segunda Marquetalia, Autodefensas Gaitanistas y Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada, avanzaban sin contratiempos.
De lo que se conoce, con el grupo que más lejos ha llegado el gobierno es con el Estado Mayor Central Farc Ep, Emc. Con este grupo no existe como tal una mesa de negociación, pero en la primera reunión exploratoria, que se cumplió en septiembre del año pasado, con presencia de delegados de Noruega y de la Misión de Verificación de la ONU, las partes hablaron de la necesidad de que algunos delegados del Emc pudieran adelantar consultas con otras estructuras para avanzar en un acuerdo de cese al fuego, el nombramiento de los negociadores y garantizar que todos los frentes acogerán lo que se acuerde en esa futura negociación.
Lea también: Crisis humanitaria en el Chocó revelaría fisuras en el Eln
Además, en otra reunión que se cumplió el 14 de noviembre en los llanos del Yarí, de la que no se conoce registro fotográfico ni comunicado, se acordó que el gobierno daría las garantías necesarias para que un grupo de mandos de esta organización realizara una reunión interna para la discusión de protocolos y la designación de sus delegados con miras a formalizar la mesa de negociación. No se conocen los resultados de esa reunión de mandos.
Lo que se conoció fue el comunicado de este grupo, emitido el pasado 24 de diciembre, en el que anunciaron un cese al fuego unilateral. En una comunicación posterior, del 30 de diciembre, manifestaron su disposición para el inicio de conversaciones, finalizando formalmente el fin de la fase exploratoria.
Con la Segunda Marquetalia, otra facción disidente de las Farc, se han realizado encuentros preliminares de los que no se conocen resultados, no hay comunicados ni registros fotográficos. La única noticia fue dada a conocer por el grupo, mediante un comunicado expedido el pasado 30 de diciembre, en el que además de anunciar su disposición de iniciar conversaciones formales con el gobierno, designa a sus delegados en la mesa de negociación: Walter Mendoza, Iván Alí y Yurleni Guerrero.
No se sabe de nuevas reuniones con estos dos grupos de disidentes del Acuerdo Final que se han enfrentado entre sí y con el Eln en territorios como Arauca, Cauca y Catatumbo. Al cierre de esta edición, se conoció de la posibilidad de un acuerdo que conlleve a una tregua entre estos dos grupos en Nariño.
Con las dos facciones de grupos posdesmovilización de las Autodefensas no se sabe de encuentros formales o exploratorios con el gobierno. La única pista está en el decreto 2659 de 2023 sobre el cese al fuego con las Autodefensas Conquistadores de la Sierra, en el que se menciona que “el 30 de diciembre, luego de reuniones de exploración con la OACP expresaron su disposición a un cese unilateral de fuego, y manifestaron su decisión de participar activamente en un mecanismo de dialogo socio jurídico, nombrando ya sus voceros y delegados”.
Lea: Otty Patiño celebra que Eln examine términos para lograr un cese al fuego
En iguales términos se menciona en el decreto 2658 que las Autodefensas Gaitanistas de Colombia “luego de tres reuniones de exploración con facilitadores designados por la OACP y una reunión sostenida con la OACP en presencia de delegados internacionales, reiteraron su disposición a un cese unilateral de fuego, y manifestaron su decisión de participar activamente en un mecanismo de dialogo socio jurídico, nombrando ya sus voceros y delegados”. Lo que está claro es que estos dos grupos habrían aceptado un proceso de sometimiento y no una negociación política.
Se espera que el gobierno informe los resultados de esas negociaciones para formalizar las reglas de juego de esos ceses bilaterales para que las comunidades sientan un alivio en la situación humanitaria.
Luego de que Alfonso Prada, ministro del Interior y portavoz del Gobierno, anunciara que el decreto que ordenaba el cese al fuego bilateral con el Eln quedaba suspendido, Otty Patiño, jefe del equipo negociador con esta guerrilla, explicó que el tema será abordado en la mesa de negociación que reiniciará sus sesiones el próximo 23 de enero.
“Le hemos pedido al Eln que declare una tregua mientras se inician de nuevo las negociaciones para entrar con un clima distinto a la discusión del punto de la participación de la sociedad civil en el proceso”, declaró el jefe negociador a Colombia+20.
Patiño recalcó que el proceso de paz con el Eln no atraviesa por una crisis y que el buen clima de negociación con el que terminaron las sesiones de la mesa el pasado 12 de diciembre no se afectó por el inesperado anuncio del presidente Gustavo Petro de un cese al fuego bilateral no acordado con esa guerrilla.
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Con tono mesurado, Otty Patiño dijo que cuando se reinicie el segundo ciclo conformarán una subcomisión que se encargue de discutir los términos del cese al fuego bilateral mientras la mesa avanza en los temas de la agenda: la participación de la sociedad civil en el proceso y el piloto de los alivios humanitarios que se pactaron para las comunidades del Calima y el medio San Juan.
Eso significa que se altera el orden de trabajo que traía la mesa, del que se habían ocupado las partes de manera juiciosa durante el primer ciclo. Es decir, el anuncio presidencial obligará a la mesa a ver cómo abordará los protocolos de cese al fuego bilateral, cómo se conformará esa subcomisión y cómo lograr que ese asunto no retrase los otros temas sustanciales de la agenda.
Lo importante es que el tema se había tocado ya durante el primer ciclo, como lo reconoció Otty Patiño. De hecho, el ministro Alfonso Prada también lo mencionó en su rueda de prensa, al justificar la decisión del presidente en que el Eln había pedido el cese bilateral el 19 de diciembre, cuando anunció la tregua navideña.
Si algo positivo puede salir de este impasse es justamente que se acelere la discusión del cese al fuego bilateral, reiteradamente solicitado por las comunidades más afectadas por la guerra, que puede concatenarse con el punto de los alivios humanitarios.
En contexto: Cese al fuego bilateral: ¿cómo y quién lo verificará? ¿Qué pasa si se incumple?
Sobre cómo se pueden unir ambos puntos, Patiño explicó: “Están profundamente relacionados. Los alivios humanitarios tratan fundamentalmente, además de proteger a la población civil, de hacer que las comunidades tengan mucho más poder y los armados tengan menos. Que el silencio de los fusiles sirva para que se desarrolle la voz de las comunidades. Ese es el mismo sentido del proceso de paz total que planteó al Gobierno al oír el clamor de las comunidades”.
Esta situación también plantea un llamado de atención al Gobierno: lo que no se discute en la mesa no existe. Así lo reconoció el jefe negociador: “Ellos lo que hacen es poner las cosas donde quieren que estén; es decir, por fuera de la mesa no aceptan medidas. Frente a la audaz medida del presidente que la tomó respondiendo al clamor de las comunidades de detener la matazón, ellos se atuvieron al principio y a los protocolos de que todo se habla dentro de la mesa”.
Y tienen razón, ya que no habían transcurrido tres semanas después de que las delegaciones acordaron sendos protocolos para garantizar un método de trabajo, entre los que se incluyen anuncios mediante comunicados conjuntos, cuando ocurrió este imprudente anuncio. Este recordatorio debe servir para mantener esa regulación en las comunicaciones.
Y si los otros ceses bilaterales —con las dos disidencias de las Farc y las dos facciones de las Agc— avanzan como lo anunció el ministro Prada, se podría allanar el camino hacia el cese multilateral del que tanto ha hablado el presidente Petro: la paz total, que ha promulgado desde su posesión. Finalmente, las cifras muestran que la mayor afectación a la población civil no proviene de enfrentamientos entre la fuerza pública y estos grupos, sino por los ataques de estas organizaciones ilegales contra las comunidades en su mutua confrontación.
Todavía no se sabe dónde se reiniciarán los diálogos, ya que México pidió un par de semanas más para ajustar la logística de acogida a la mesa. Es posible que vuelvan a Caracas por unos días. Lo que se sabe es que las delegaciones siguen trabajando en el piloto de alivios humanitarios, que, según dijo Patiño, se seguirán implementando. “Es un compromiso. La idea es que se pueda dar el retorno de comunidades que están desplazadas en Buenaventura o en Cali para que esos procesos sean irreversibles y además la gente no solamente se sienta tranquila y protegida, sino también que pueda ejercer plenamente sus derechos como ciudadanos”.
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¿Cómo se avanza con los otros grupos?
Una de las críticas que han caído sobre el presidente Gustavo Petro por su anuncio de cese al fuego con cinco grupos al mismo tiempo, es que con cuatro de ellos no hay mesa de negociación en la que se puedan discutir aspectos técnicos necesarios como los protocolos y el mecanismo de verificación.
En la rueda de prensa, el ministro Alfonso Prada dijo que las negociaciones para acordar los protocolos de cese al fuego con los otros cuatro grupos, Estado Mayor Central de las Farc Ep, Segunda Marquetalia, Autodefensas Gaitanistas y Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada, avanzaban sin contratiempos.
De lo que se conoce, con el grupo que más lejos ha llegado el gobierno es con el Estado Mayor Central Farc Ep, Emc. Con este grupo no existe como tal una mesa de negociación, pero en la primera reunión exploratoria, que se cumplió en septiembre del año pasado, con presencia de delegados de Noruega y de la Misión de Verificación de la ONU, las partes hablaron de la necesidad de que algunos delegados del Emc pudieran adelantar consultas con otras estructuras para avanzar en un acuerdo de cese al fuego, el nombramiento de los negociadores y garantizar que todos los frentes acogerán lo que se acuerde en esa futura negociación.
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Además, en otra reunión que se cumplió el 14 de noviembre en los llanos del Yarí, de la que no se conoce registro fotográfico ni comunicado, se acordó que el gobierno daría las garantías necesarias para que un grupo de mandos de esta organización realizara una reunión interna para la discusión de protocolos y la designación de sus delegados con miras a formalizar la mesa de negociación. No se conocen los resultados de esa reunión de mandos.
Lo que se conoció fue el comunicado de este grupo, emitido el pasado 24 de diciembre, en el que anunciaron un cese al fuego unilateral. En una comunicación posterior, del 30 de diciembre, manifestaron su disposición para el inicio de conversaciones, finalizando formalmente el fin de la fase exploratoria.
Con la Segunda Marquetalia, otra facción disidente de las Farc, se han realizado encuentros preliminares de los que no se conocen resultados, no hay comunicados ni registros fotográficos. La única noticia fue dada a conocer por el grupo, mediante un comunicado expedido el pasado 30 de diciembre, en el que además de anunciar su disposición de iniciar conversaciones formales con el gobierno, designa a sus delegados en la mesa de negociación: Walter Mendoza, Iván Alí y Yurleni Guerrero.
No se sabe de nuevas reuniones con estos dos grupos de disidentes del Acuerdo Final que se han enfrentado entre sí y con el Eln en territorios como Arauca, Cauca y Catatumbo. Al cierre de esta edición, se conoció de la posibilidad de un acuerdo que conlleve a una tregua entre estos dos grupos en Nariño.
Con las dos facciones de grupos posdesmovilización de las Autodefensas no se sabe de encuentros formales o exploratorios con el gobierno. La única pista está en el decreto 2659 de 2023 sobre el cese al fuego con las Autodefensas Conquistadores de la Sierra, en el que se menciona que “el 30 de diciembre, luego de reuniones de exploración con la OACP expresaron su disposición a un cese unilateral de fuego, y manifestaron su decisión de participar activamente en un mecanismo de dialogo socio jurídico, nombrando ya sus voceros y delegados”.
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En iguales términos se menciona en el decreto 2658 que las Autodefensas Gaitanistas de Colombia “luego de tres reuniones de exploración con facilitadores designados por la OACP y una reunión sostenida con la OACP en presencia de delegados internacionales, reiteraron su disposición a un cese unilateral de fuego, y manifestaron su decisión de participar activamente en un mecanismo de dialogo socio jurídico, nombrando ya sus voceros y delegados”. Lo que está claro es que estos dos grupos habrían aceptado un proceso de sometimiento y no una negociación política.
Se espera que el gobierno informe los resultados de esas negociaciones para formalizar las reglas de juego de esos ceses bilaterales para que las comunidades sientan un alivio en la situación humanitaria.