‘Madre Terra’: el fotolibro que resalta la lucha de Madres de “falsos positivos”
Las Madres de Víctimas de Falsos Positivos (Mafapo) o Madres de Soacha, el fotógrafo Carlos Saavedra, el antropólogo Sebastián Ramírez y Raya Editorial están haciendo una recaudación virtual para financiar este fotolibro sobre las víctimas de las ejecuciones extrajudiciales.
Silvia Corredor Rodríguez
“Fue muy bonito sentirme enterrada, dentro de la tierra, fue un momento para poder descargar y dejar todas las malas energías allí y también para recargarme de buenas energías. Me sirvió mucho para trabajar mi proceso de reconciliación y perdón”, comentó Cecilia Arenas, integrante de la asociación de Madres de Víctimas de Falsos Positivos (Mafapo).
Este proceso de entierro fue lo que experimentaron 15 madres de la organización Mafapo cuando el fotógrafo Carlos Saavedra les propuso hacer un proyecto fotográfico donde, por medio de retratos bajo la tierra, buscaba resaltar sus luchas y procesos de resistencia en la búsqueda de sus familiares desaparecidos y asesinados, en lo que se conoció como ejecuciones extrajudiciales o falsos positivos.
Le puede interesar: Madres de Soacha: enterradas por el olvido estatal.
“Para mí estas mujeres siempre habían ido en contra de todo para decir que sus hijos no eran guerrilleros y por ese amor a sus hijos, destaparon un montón de cosas en Colombia, entonces me parecía que tenía un poder muy grande el tema de la tierra, de la madre tierra y ahí comencé a conectarlo todo”, afirmó Saavedra.
Este fotógrafo llegó a Soacha en 2013, por medio de un proyecto con la Unidad de Víctimas de este municipio, y conoció el proceso de las Madres de Soacha. La organización Mafapo, que antes era reconocida como las Madres de Soacha, intenta dar solución legal a las ejecuciones extrajudiciales que se dieron en el país entre 2006 y 2010. En 2021 la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) estableció que, por lo menos, 6.402 víctimas de esas ejecuciones, o mal llamados ‘falsos positivos’, entre 2002 y 2008.
La vida de estas mujeres y la lucha histórica por la tierra en este país, llevaron al fotógrafo Saavedra y al antropólogo Sebastián Ramírez a bautizar este proyecto fotográfico como Madres Terra, que años más tarde, se convertiría en fotolibro. Según ellos, “hay una cuestión directa de madre tierra y se conecta no solo con la muerte sino también con la vida, la cuestión de la madre, de estas mujeres que se conectan con la tierra para seguir su lucha. Aunque es una historia muy específica de Colombia, muy de nuestra realidad, hay algo universal de las madres, que hacen lo que sea por sus hijos y estas luchas recaen en los cuerpos femeninos y por eso, la tierra es ese gran símbolo que se conecta con cualquier cultura”.
La creación de Madres Terra
Desde el 2013 comenzaron las sesiones fotográficas con algunas madres, pues al inicio no todas aceptaron esta invitación. Jacqueline Castillo fue una de ellas, tardó casi dos meses en tomar la decisión pues, como muchas, asegura que no fue una tarea fácil. “Cuando lo hice me transporté al sitio donde encontré a mi hermana en esas fosas, en huecos abiertos en la tierra y fueron huecos que abrieron para meternos a nosotras y luego sentir cada palada de tierra encima, cómo ellos quisieron tapar la verdad de lo que estaban haciendo. Pero luego después, cómo quitarnos ese peso de encima, sentí más ganas de seguir luchando en búsqueda de esta verdad que ellos habían querido tapar”, agregó.
Una primera fase fotográfica se realizó entre 2013 y 2014 en una pequeña finca ubicada en la parte alta del municipio de Soacha. Previo a ello, Sebastián Ramírez, antropólogo que trabaja temas de memoria y salud global, se incorporó a apoyar el proyecto con un acompañamiento desde una conversación más profunda e incluso, psicológica. “Este proyecto lleva a pensar cómo la memoria se vuelve como un mecanismo súper importante para la transformación social, para la transformación individual, para hacer terapia y para apoyar estos procesos importantísimos y cambiar la narrativas de la guerra en nuestro país”, resalta Ramírez.
Lea también Madres de “falsos positivos” conmemoran 12 años en búsqueda de la verdad.
Una segunda fase se realizó en 2018 cuando Jacqueline y otras madres, junto con Saavedra, decidieron hacer una exposición fotográfica en el Centro Nacional de Memoria Histórica de Bogotá. Una de las razones fue continuar visibilizando, a través del arte, los hechos que ocurrieron con sus familiares y la ardua búsqueda por la verdad que han llevado por más de 20 años. Para este momento, otras integrantes de Mafapo se animaron a participar del proyecto fotográfico pero esta vez, no se logró hacer en aquella finca en la parte alta de Soacha, sino que se realizaron en el mismo Centro de Memoria.
“En ese espacio había otra connotación completamente diferente porque está al lado del Cementerio Central y evidentemente era una tierra del jardín del Centro pero al estar al lado del cementerio fue otra cosa para ellas”, recordó el fotógrafo. Y sin duda, lo fue. Beatriz Méndez, integrante de MAFAPO, relató que muchas compañeras dijeron “nos vamos a enfermar” porque el entierro sería cerca al cementerio, pero su reacción fue diferente. “Yo sí dije que estaba dispuesta, era como una terapia también el sentir cuando a uno le echan la tierra encima y sentir la presión de la tierra, uno casi no respira, es como respirar a medias, era como sentir también cuando nuestros hijos estaban dejando de respirar”, mencionó Beatriz.
Aunque la idea inicial de Saavedra y Ramírez era crear este proyecto fotográfico, siempre tuvieron en mente ir más allá de la galería y consolidar un fotolibro. Habían compartido tantos años con ellas, las habían acompañado a audiencias, plantones, marchas y conmemoraciones, donde pudieron conocer más de cerca sus historias de vida. Por eso, decidieron agregar fotos de archivo de ellas, de sus familiares, recortes de periódico, de momentos familiares, todo aquello que representaba un recuerdo más íntimo de sus memorias.
“El archivo fue una oportunidad de pensar que el libro podía volverse una parte de sus procesos de memoria que van a hacer después, o sea que no simplemente se vive en un instante sino que se volverá algo vivo que podrán utilizar más adelante”, recalcó Sebastián Ramírez.
¿Cómo ayudar a la publicación de este libro?
Para la preventa del fotolibro, organizaron una recaudación que finaliza el 31 de marzo por la plataforma Vaki.com y también para conseguir un apoyo económico para los procesos de MAFAPO y de sus integrantes.
“Queremos que el libro beneficie económicamente a las madres porque sabemos que hay problemas económicos para mantener una fundación y que muchas de ellas, en sus vidas diarias, tienen problemas económicos y porque a pesar de todas las disculpas que les han pedido, de todos los reconocimientos que se han hecho, económicamente estas mujeres continúan con dificultades”, resaltaron los productores.
En el mes de septiembre se realizará el lanzamiento oficial y la exposición del fotolibro en la Universidad de los Andes, aún sin fecha ni horario confirmado. Su sueño es construir un portal web en el que puedan seguir documentando las historias de todas las madres de los falsos positivos en Colombia. “Sabemos que tenemos 15 pero hay 6.402, por lo menos, entonces nos faltan muchas historias por contar”, expresaron.
Para quienes aún no han visto las fotografías, varias piezas estarán expuestas del 10 de marzo al 13 de junio, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO) en el marco de Exposición liveness: itinerarios excéntricos de arte en acción.
“Fue muy bonito sentirme enterrada, dentro de la tierra, fue un momento para poder descargar y dejar todas las malas energías allí y también para recargarme de buenas energías. Me sirvió mucho para trabajar mi proceso de reconciliación y perdón”, comentó Cecilia Arenas, integrante de la asociación de Madres de Víctimas de Falsos Positivos (Mafapo).
Este proceso de entierro fue lo que experimentaron 15 madres de la organización Mafapo cuando el fotógrafo Carlos Saavedra les propuso hacer un proyecto fotográfico donde, por medio de retratos bajo la tierra, buscaba resaltar sus luchas y procesos de resistencia en la búsqueda de sus familiares desaparecidos y asesinados, en lo que se conoció como ejecuciones extrajudiciales o falsos positivos.
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“Para mí estas mujeres siempre habían ido en contra de todo para decir que sus hijos no eran guerrilleros y por ese amor a sus hijos, destaparon un montón de cosas en Colombia, entonces me parecía que tenía un poder muy grande el tema de la tierra, de la madre tierra y ahí comencé a conectarlo todo”, afirmó Saavedra.
Este fotógrafo llegó a Soacha en 2013, por medio de un proyecto con la Unidad de Víctimas de este municipio, y conoció el proceso de las Madres de Soacha. La organización Mafapo, que antes era reconocida como las Madres de Soacha, intenta dar solución legal a las ejecuciones extrajudiciales que se dieron en el país entre 2006 y 2010. En 2021 la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) estableció que, por lo menos, 6.402 víctimas de esas ejecuciones, o mal llamados ‘falsos positivos’, entre 2002 y 2008.
La vida de estas mujeres y la lucha histórica por la tierra en este país, llevaron al fotógrafo Saavedra y al antropólogo Sebastián Ramírez a bautizar este proyecto fotográfico como Madres Terra, que años más tarde, se convertiría en fotolibro. Según ellos, “hay una cuestión directa de madre tierra y se conecta no solo con la muerte sino también con la vida, la cuestión de la madre, de estas mujeres que se conectan con la tierra para seguir su lucha. Aunque es una historia muy específica de Colombia, muy de nuestra realidad, hay algo universal de las madres, que hacen lo que sea por sus hijos y estas luchas recaen en los cuerpos femeninos y por eso, la tierra es ese gran símbolo que se conecta con cualquier cultura”.
La creación de Madres Terra
Desde el 2013 comenzaron las sesiones fotográficas con algunas madres, pues al inicio no todas aceptaron esta invitación. Jacqueline Castillo fue una de ellas, tardó casi dos meses en tomar la decisión pues, como muchas, asegura que no fue una tarea fácil. “Cuando lo hice me transporté al sitio donde encontré a mi hermana en esas fosas, en huecos abiertos en la tierra y fueron huecos que abrieron para meternos a nosotras y luego sentir cada palada de tierra encima, cómo ellos quisieron tapar la verdad de lo que estaban haciendo. Pero luego después, cómo quitarnos ese peso de encima, sentí más ganas de seguir luchando en búsqueda de esta verdad que ellos habían querido tapar”, agregó.
Una primera fase fotográfica se realizó entre 2013 y 2014 en una pequeña finca ubicada en la parte alta del municipio de Soacha. Previo a ello, Sebastián Ramírez, antropólogo que trabaja temas de memoria y salud global, se incorporó a apoyar el proyecto con un acompañamiento desde una conversación más profunda e incluso, psicológica. “Este proyecto lleva a pensar cómo la memoria se vuelve como un mecanismo súper importante para la transformación social, para la transformación individual, para hacer terapia y para apoyar estos procesos importantísimos y cambiar la narrativas de la guerra en nuestro país”, resalta Ramírez.
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Una segunda fase se realizó en 2018 cuando Jacqueline y otras madres, junto con Saavedra, decidieron hacer una exposición fotográfica en el Centro Nacional de Memoria Histórica de Bogotá. Una de las razones fue continuar visibilizando, a través del arte, los hechos que ocurrieron con sus familiares y la ardua búsqueda por la verdad que han llevado por más de 20 años. Para este momento, otras integrantes de Mafapo se animaron a participar del proyecto fotográfico pero esta vez, no se logró hacer en aquella finca en la parte alta de Soacha, sino que se realizaron en el mismo Centro de Memoria.
“En ese espacio había otra connotación completamente diferente porque está al lado del Cementerio Central y evidentemente era una tierra del jardín del Centro pero al estar al lado del cementerio fue otra cosa para ellas”, recordó el fotógrafo. Y sin duda, lo fue. Beatriz Méndez, integrante de MAFAPO, relató que muchas compañeras dijeron “nos vamos a enfermar” porque el entierro sería cerca al cementerio, pero su reacción fue diferente. “Yo sí dije que estaba dispuesta, era como una terapia también el sentir cuando a uno le echan la tierra encima y sentir la presión de la tierra, uno casi no respira, es como respirar a medias, era como sentir también cuando nuestros hijos estaban dejando de respirar”, mencionó Beatriz.
Aunque la idea inicial de Saavedra y Ramírez era crear este proyecto fotográfico, siempre tuvieron en mente ir más allá de la galería y consolidar un fotolibro. Habían compartido tantos años con ellas, las habían acompañado a audiencias, plantones, marchas y conmemoraciones, donde pudieron conocer más de cerca sus historias de vida. Por eso, decidieron agregar fotos de archivo de ellas, de sus familiares, recortes de periódico, de momentos familiares, todo aquello que representaba un recuerdo más íntimo de sus memorias.
“El archivo fue una oportunidad de pensar que el libro podía volverse una parte de sus procesos de memoria que van a hacer después, o sea que no simplemente se vive en un instante sino que se volverá algo vivo que podrán utilizar más adelante”, recalcó Sebastián Ramírez.
¿Cómo ayudar a la publicación de este libro?
Para la preventa del fotolibro, organizaron una recaudación que finaliza el 31 de marzo por la plataforma Vaki.com y también para conseguir un apoyo económico para los procesos de MAFAPO y de sus integrantes.
“Queremos que el libro beneficie económicamente a las madres porque sabemos que hay problemas económicos para mantener una fundación y que muchas de ellas, en sus vidas diarias, tienen problemas económicos y porque a pesar de todas las disculpas que les han pedido, de todos los reconocimientos que se han hecho, económicamente estas mujeres continúan con dificultades”, resaltaron los productores.
En el mes de septiembre se realizará el lanzamiento oficial y la exposición del fotolibro en la Universidad de los Andes, aún sin fecha ni horario confirmado. Su sueño es construir un portal web en el que puedan seguir documentando las historias de todas las madres de los falsos positivos en Colombia. “Sabemos que tenemos 15 pero hay 6.402, por lo menos, entonces nos faltan muchas historias por contar”, expresaron.
Para quienes aún no han visto las fotografías, varias piezas estarán expuestas del 10 de marzo al 13 de junio, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO) en el marco de Exposición liveness: itinerarios excéntricos de arte en acción.