Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Cromos

                          Vea

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Suscriptores

                                      Beneficios

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Descuentos

                                                                                                    Idiomas

                                                                                                    EE ADS

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Blogs

                                                                                                          Especiales

                                                                                                            Descarga la App

                                                                                                              Edición Impresa

                                                                                                                Suscripción

                                                                                                                  Eventos

                                                                                                                    Foros El Espectador

                                                                                                                      Pauta con nosotros en EE

                                                                                                                        Pauta con nosotros en Cromos

                                                                                                                          Pauta con nosotros en Vea

                                                                                                                            Avisos judiciales

                                                                                                                              Preguntas Frecuentes

                                                                                                                                Contenido Patrocinado
                                                                                                                                09 de mayo de 2017 - 02:46 p. m.

                                                                                                                                El matrimonio entre dos hijos de la guerra: una exguerrillera y un militar retirado

                                                                                                                                Rafa es un tropero cargado de amor, enamorado de su labor dentro del Ejercito Nacional de Colombia y quien un día no pudo más con la guerra. Nina, decidió casarse con él y empezar a construir los instantes del amor que la violencia les arrebató. Una crónica que enseña la magia de la paz: acercarnos.

                                                                                                                                Pablo Navarrete / @Elpaticorti*

                                                                                                                                En 1996, Rafa, Nina y Margoth llegaron a Guayatá para transformar la finca El Recuerdo en Boyacá. / /Archivo.
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                A patrullar con la alegría

                                                                                                                                Rafa es un tropero cargado de amor, enamorado de su labor dentro del Ejercito Nacional de Colombia y quien un día no pudo más con la guerra. Decidió retirarse y le apostó a la paz como la única manera para sanar y ser feliz “en un país colmado de odios y rencores”. Llegó con Nina a Guayatá hace 20 años, enamorado del olor a las guayabas, y desde entonces no ha parado su ‘patrullaje’ con la comunidad, su entrega al cuidado de la riqueza hídrica de la zona y su casi fantástica capacidad para construir y diseñar puentes, casas, carrozas con poleas y tablas de madera. Ahora está entregado al proyecto de Café Pizarro, celebrando la vigésima cosecha del grano, convenciendo a los habitantes de que se alejen de la violencia, tomen más café y quieran más.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Juntos por una sociedad tolerante y pacífica

                                                                                                                                Cuando pienso en Nina y en Rafa recuerdo el olor a café, el sonido de la cascada que queda cerca de El Recuerdo, finca de caminitos verdes donde vivió doña Margoth, la mamá de Nina, quien siempre fue y será una luz en su camino, así como Dado, Lupita, Chaplin, Togo y tantos perros que acompañaron durante mucho tiempo las luchas y ahora ocupan un lugar atesorado en el corazón de ambos.

                                                                                                                                Con ternura y vitalidad, abrazando cada día con la cabeza en alto, forjan, desde hace 26 años, en cada oportunidad, mil razones para amar la vida.  Alguna vez mi papá me explicaría  una parte de la vida de Nina, que en ese momento, desconocía totalmente:

                                                                                                                                -Es la hermana de Carlos Pizarro, estuvo durante 10 años en el M-19  y su pareja, Rafa, es un oficial retirado del Ejército Nacional.

                                                                                                                                Me enredé, no entendía esa lógica de “malos y buenos” viviendo juntos en una misma casa, soñando juntos con tanta fortaleza. Solo cuando vi en la pared 10 fotos mezcladas de manera casi que reconciliada, al almirante Juan Antonio Pizarro -el papá de Nina-, a Hernando, a Carlos, a sus tíos, quienes ocuparon altos mandos dentro del Ejército, y fotos de ella con Rafa, me dije: “¡Que valientes!... Definitivamente sí es posible entendernos”

                                                                                                                                Llevábamos unos años  sin hablar debido a los caminos diferentes que se van haciendo con el tiempo y después de mucho pensarlo decidí llamarla para que me contara su historia. En Guayatá (Boyacá) me senté a escucharla durante horas y entender que más allá de cualquier cosa, la existencia de la guerra, sea cual fuere su ‘argumento’, se ha vuelto una apuesta obsoleta.

                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Los papás de los Pizarro

                                                                                                                                Margoth nació en Chile; era hija del coronel Eduardo Leongómez Leyva. Fue profesora de inglés en el Colegio Británico de Cali, se dedicó a programas de desarrollo social y lideró una asociación para los derechos humanos con Leonor de Duplat y otras madres de presos políticos que a finales de los setenta y comienzos de los ochenta no tenían personería jurídica ni estatutos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Juan Antonio Pizarro nació en Palmira, fue almirante de la Armada de Colombia desde 1932 hasta 1959, su carrera fue llena de triunfos, orgullos y satisfacciones. Siempre fue un ejemplo de honestidad y rectitud.

                                                                                                                                Margoth y Juan Antonio se conocieron en Cartagena, se enamoraron y como matrimonio tuvieron que librar batallas llenas de dolor y sinsabores, pero caminando siempre con la cabeza en alto, mirando con esperanza el horizonte al que la historia los iba acercando.

                                                                                                                                Un nuevo comienzo

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Aunque parezca irónico, una de las personas que más ayudó a que Carlos Pizarro llegara a  los diálogos de paz fue su otro enemigo político, el ex presidente Julio Cesar Turbay Ayala, gracias a la gestión de acercamiento entre ambos que hizo su hija Diana. Esa es la magia de la paz: acercarnos. En 1989, doña Margoth recibió una llamada en su casa en Francia. Era Carlos, estaba emocionado y se notaba seguro:

                                                                                                                                 -Mamá, vénganse para Colombia que vamos a firmar la paz.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Se regresaron todas. Nina llegó con su hija, cargada de ilusiones por ver este renacer, por estar de nuevo con su hermano y por acercar a su hija a un país sin guerra. Aunque la paz se firmó, Carlos Pizarro, ya candidato a la presidencia de Colombia, fue asesinado el 26 de Abril de 1990. Era como si la época de los malos sueños no se acabara para un país tan ilusionado. Pero la esperanza y las fuerzas de continuar aún seguían y fue en la empresa de uno de sus tíos, donde conoció a Rafa.

                                                                                                                                -Yo iba a pedirle trabajo a mi tío, el hermano de Rafa trabajaba en la empresa hacía un tiempo y así lo conocí a él. Comenzamos a hablar y nos dimos cuenta que ambos veníamos de unas experiencias duras con esa guerra que definitivamente no tenía sentido. Y aquí estamos, 26 años después-, explica Nina.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En 1996, Rafa, Nina y Margoth llegaron a Guayatá para transformar El Recuerdo, que antes era una polvorera, en su lugar de resistencia verdadera y convertir su corazón en un lugar invulnerable, alejado de la rabia y del dolor. Iniciaron un camino fuerte de procesos sociales con la junta de acción comunal de la vereda, con mujeres campesinas, y encontraron en las plantas de café que ya estaban sembradas en la finca, una manera para seguir siendo creativos, productivos y vitales.

                                                                                                                                Descubrieron que el Café de Guayatá tenía un sabor único por todas las condiciones ambientales. Entonces, deciden crear Café Pizarro que, según Rafa, es el aporte de ambos a la paz y también un acto de perdón y reconciliación con todo un país y con ellos mismos, por haber estado inmersos en una guerra que para ellos ya terminó. 

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Café Pizarro es una marca y un símbolo de esperanza en Boyacá que pone el nombre de Colombia en lo más alto y es ejemplo de cómo deshacerse de la guerra.

                                                                                                                                “Haber firmado la paz por sobre todas las cosas es el mejor recuerdo que tengo del M-19”: Nina Pizarro.

                                                                                                                                ¿Cómo fue su niñez?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Cuando era niña mi mamá quería que yo estuviera muy cercana a la biblia, a Dios, y siempre hubo una actitud de servicio hacia la gente. Uno de mis primeros trabajos comunitarios que hice cuando era niña fue dar clases de inglés a niños del barrio Caldas en Cali con el Padre Alfredo. Aunque parezca imposible, me quería ir de monja, quería ser astronauta para subir a las estrellas y conocer a Dios, y vivía fascinada con las esculturas de Miguel Ángel. A mis 14 años viajé a Estados Unidos y cuando cumplí 15 años decidí volver a Colombia porque me cansé de la distancia.

                                                                                                                                Y regresó…

                                                                                                                                Era 1969. Empecé a estudiar secretariado bilingüe y supe de los caminos de mis hermanos. Terminé contagiándome de esa época en la que los jóvenes nos creíamos dueños del mundo. Entré a la Juventud Comunista. Pasé de leer la biblia y de observar a Miguel Ángel a estudiar Marxismo.

                                                                                                                                Su papá era almirante de la Armada, ¿cómo manejaban los contrastes ideológicos en su casa?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En casa siempre se presentaban discusiones álgidas, pero mi papá era un hombre profundamente ético y siempre manejó la situación con respeto hacia nuestras decisiones. Fue doloroso para mis papás ver los caminos que sus cinco hijos estaban tomando. Sin embargo, él no veía otra opción que dejarnos el camino libre para que asumiéramos las consecuencias.

                                                                                                                                ¿Quién fue el primero en entrar a un grupo revolucionario alzado en armas?

                                                                                                                                Carlos; él entró primero a las Farc, pero sus propósitos con los grupos revolucionarios eran otros y se retiró con Álvaro Fayad. En 1973, junto a Bateman y otros locos soñadores, fundan el M-19.

                                                                                                                                ¿Cuando entró al M-19?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En 1974 viajé a Paris, empecé a estudiar sociología y me encontré con toda la izquierda del mundo. Había uruguayos, argentinos, vietnamitas, chilenos, cubanos, era interesante ver tantos mundos creyendo en esa izquierda hermosa de los setenta. Eso sumado a todo lo que estaba ocurriendo en mi país con el nacimiento de ideas nuevas y de jóvenes que estaban dando la vida por la revolución, hizo que al año siguiente regresara. Cuando volví, Carlos me habló del Eme y tuve fe en ese sueño de luchar por un país mejor para todos. En 1975 entré al M-19. Tenía 21 años y ya no me quería regresar a Francia, quería quedarme en Bogotá con mis hermanos. Era operadora internacional de Telecom y sindicalista dentro de la empresa. Debía convencer a la gente de luchar por nuestros derechos, además era secretaria del Comando Superior (del M-19) y servía de enlace para repartir por toda Colombia el periódico del Eme. La ternura de mis compañeros y el hecho de haber firmado la paz por sobre todas las cosas es el mejor recuerdo que me queda.

                                                                                                                                ¿Cuándo se entregó totalmente a la causa del M?

                                                                                                                                El 31 de diciembre de 1978, cuando estaba embarazada, con una barriga gigante y me encargaron una de las caletas más grandes en la operación del robo de las armas del Cantón Norte (Bogotá).  

                                                                                                                                ¿Qué pasa después de esa operación?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Me detienen el 14 de enero de 1979. Tenía 7 meses de embarazo y fui condenada a 8 años de cárcel en una prisión de aquí de Boyacá. Mis hermanos Carlos y Hernando también estaban en la cárcel, al igual que otros comandantes del Eme. En septiembre de 1982 se levanta el Estado de Sitio y pude salir.  Tres meses después se da una amnistía y Carlos, junto con el resto de los compañeros, salen de prisión.

                                                                                                                                 ¿Cuándo decide salirse del Eme?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Una mañana estaba con mi hija esperando el bus del colegio. Alejandra tenía como 5 años y como si la vida me estuviera hablando con una patada en el corazón, me miró y dijo: “Mami, tú me abandonaste”. Yo trate de explicarle que no la había abandonado, que estaba en una lucha por la justicia social. Estaba reclamándome por tantas noches que pasó sin mí y con su abuela, ya era hora de que algo cambiara. Ese fue el momento en el que dije: ya, no más. En el 85 salí de la guerra y me fui para Paris con mi mamá a construir un presente nuevo para todas, con la fe puesta en que le podría entregar un camino nuevo a mi hija.   

                                                                                                                                Mirada a un pasado premonitorio

                                                                                                                                La guerra terminó de estallar en los corazones de la familia Pizarro y Margoth -la mamá- había soportado las situaciones más adversas con dolor y soledad. Comenzó una vida tranquila junto a los cafetales de El Recuerdo. A sus 80 años, una tarde caminaba con su hija por el guayabal, solo había serenidad entre ambas. Nina le preguntó algo que le haría entender el horizonte que había tomado su camino:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                -Mamá, ¿tu amas la vida a pesar de todo el dolor que te ha tocado vivir?

                                                                                                                                -Claro- le dice Margoth –De eso se trata la vida, de abrir los brazos y esperar a que llegue lo que te tenga que llegar.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Nina entendería entonces lo sucedido esa tarde de 1979, cuando entre la multitud de policías y militares que solían entrar a la cárcel de mujeres en Tunja vio pasar frente a sus ojos, vestido de militar, a Rafael, el hombre con el que hoy comparte sus sueños y esperanzas. Fue un instante, no hubo ni una palabra, pero definitivamente la vida le mostraba lo que le esperaba más allá de la guerra.

                                                                                                                                Con los años, Nina y Rafa se reencontraron, tan iguales y dignos como son ahora, y como siempre lo fueron. Simplemente bastó hablar con el corazón y abrir sus brazos para que la vida trajera lo que les debía traer, como lo sentenció Margoth.

                                                                                                                                *Este artículo fue publicado en el periódico Utópicos de la Universidad Santiago de Cali.

                                                                                                                                En 1996, Rafa, Nina y Margoth llegaron a Guayatá para transformar la finca El Recuerdo en Boyacá. / /Archivo.
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                A patrullar con la alegría

                                                                                                                                Rafa es un tropero cargado de amor, enamorado de su labor dentro del Ejercito Nacional de Colombia y quien un día no pudo más con la guerra. Decidió retirarse y le apostó a la paz como la única manera para sanar y ser feliz “en un país colmado de odios y rencores”. Llegó con Nina a Guayatá hace 20 años, enamorado del olor a las guayabas, y desde entonces no ha parado su ‘patrullaje’ con la comunidad, su entrega al cuidado de la riqueza hídrica de la zona y su casi fantástica capacidad para construir y diseñar puentes, casas, carrozas con poleas y tablas de madera. Ahora está entregado al proyecto de Café Pizarro, celebrando la vigésima cosecha del grano, convenciendo a los habitantes de que se alejen de la violencia, tomen más café y quieran más.

                                                                                                                                Read more!

                                                                                                                                Juntos por una sociedad tolerante y pacífica

                                                                                                                                Cuando pienso en Nina y en Rafa recuerdo el olor a café, el sonido de la cascada que queda cerca de El Recuerdo, finca de caminitos verdes donde vivió doña Margoth, la mamá de Nina, quien siempre fue y será una luz en su camino, así como Dado, Lupita, Chaplin, Togo y tantos perros que acompañaron durante mucho tiempo las luchas y ahora ocupan un lugar atesorado en el corazón de ambos.

                                                                                                                                Con ternura y vitalidad, abrazando cada día con la cabeza en alto, forjan, desde hace 26 años, en cada oportunidad, mil razones para amar la vida.  Alguna vez mi papá me explicaría  una parte de la vida de Nina, que en ese momento, desconocía totalmente:

                                                                                                                                -Es la hermana de Carlos Pizarro, estuvo durante 10 años en el M-19  y su pareja, Rafa, es un oficial retirado del Ejército Nacional.

                                                                                                                                Me enredé, no entendía esa lógica de “malos y buenos” viviendo juntos en una misma casa, soñando juntos con tanta fortaleza. Solo cuando vi en la pared 10 fotos mezcladas de manera casi que reconciliada, al almirante Juan Antonio Pizarro -el papá de Nina-, a Hernando, a Carlos, a sus tíos, quienes ocuparon altos mandos dentro del Ejército, y fotos de ella con Rafa, me dije: “¡Que valientes!... Definitivamente sí es posible entendernos”

                                                                                                                                Llevábamos unos años  sin hablar debido a los caminos diferentes que se van haciendo con el tiempo y después de mucho pensarlo decidí llamarla para que me contara su historia. En Guayatá (Boyacá) me senté a escucharla durante horas y entender que más allá de cualquier cosa, la existencia de la guerra, sea cual fuere su ‘argumento’, se ha vuelto una apuesta obsoleta.

                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                PUBLICIDAD

                                                                                                                                Los papás de los Pizarro

                                                                                                                                Margoth nació en Chile; era hija del coronel Eduardo Leongómez Leyva. Fue profesora de inglés en el Colegio Británico de Cali, se dedicó a programas de desarrollo social y lideró una asociación para los derechos humanos con Leonor de Duplat y otras madres de presos políticos que a finales de los setenta y comienzos de los ochenta no tenían personería jurídica ni estatutos.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Juan Antonio Pizarro nació en Palmira, fue almirante de la Armada de Colombia desde 1932 hasta 1959, su carrera fue llena de triunfos, orgullos y satisfacciones. Siempre fue un ejemplo de honestidad y rectitud.

                                                                                                                                Margoth y Juan Antonio se conocieron en Cartagena, se enamoraron y como matrimonio tuvieron que librar batallas llenas de dolor y sinsabores, pero caminando siempre con la cabeza en alto, mirando con esperanza el horizonte al que la historia los iba acercando.

                                                                                                                                Un nuevo comienzo

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Aunque parezca irónico, una de las personas que más ayudó a que Carlos Pizarro llegara a  los diálogos de paz fue su otro enemigo político, el ex presidente Julio Cesar Turbay Ayala, gracias a la gestión de acercamiento entre ambos que hizo su hija Diana. Esa es la magia de la paz: acercarnos. En 1989, doña Margoth recibió una llamada en su casa en Francia. Era Carlos, estaba emocionado y se notaba seguro:

                                                                                                                                 -Mamá, vénganse para Colombia que vamos a firmar la paz.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Se regresaron todas. Nina llegó con su hija, cargada de ilusiones por ver este renacer, por estar de nuevo con su hermano y por acercar a su hija a un país sin guerra. Aunque la paz se firmó, Carlos Pizarro, ya candidato a la presidencia de Colombia, fue asesinado el 26 de Abril de 1990. Era como si la época de los malos sueños no se acabara para un país tan ilusionado. Pero la esperanza y las fuerzas de continuar aún seguían y fue en la empresa de uno de sus tíos, donde conoció a Rafa.

                                                                                                                                -Yo iba a pedirle trabajo a mi tío, el hermano de Rafa trabajaba en la empresa hacía un tiempo y así lo conocí a él. Comenzamos a hablar y nos dimos cuenta que ambos veníamos de unas experiencias duras con esa guerra que definitivamente no tenía sentido. Y aquí estamos, 26 años después-, explica Nina.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En 1996, Rafa, Nina y Margoth llegaron a Guayatá para transformar El Recuerdo, que antes era una polvorera, en su lugar de resistencia verdadera y convertir su corazón en un lugar invulnerable, alejado de la rabia y del dolor. Iniciaron un camino fuerte de procesos sociales con la junta de acción comunal de la vereda, con mujeres campesinas, y encontraron en las plantas de café que ya estaban sembradas en la finca, una manera para seguir siendo creativos, productivos y vitales.

                                                                                                                                Descubrieron que el Café de Guayatá tenía un sabor único por todas las condiciones ambientales. Entonces, deciden crear Café Pizarro que, según Rafa, es el aporte de ambos a la paz y también un acto de perdón y reconciliación con todo un país y con ellos mismos, por haber estado inmersos en una guerra que para ellos ya terminó. 

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Café Pizarro es una marca y un símbolo de esperanza en Boyacá que pone el nombre de Colombia en lo más alto y es ejemplo de cómo deshacerse de la guerra.

                                                                                                                                “Haber firmado la paz por sobre todas las cosas es el mejor recuerdo que tengo del M-19”: Nina Pizarro.

                                                                                                                                ¿Cómo fue su niñez?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Cuando era niña mi mamá quería que yo estuviera muy cercana a la biblia, a Dios, y siempre hubo una actitud de servicio hacia la gente. Uno de mis primeros trabajos comunitarios que hice cuando era niña fue dar clases de inglés a niños del barrio Caldas en Cali con el Padre Alfredo. Aunque parezca imposible, me quería ir de monja, quería ser astronauta para subir a las estrellas y conocer a Dios, y vivía fascinada con las esculturas de Miguel Ángel. A mis 14 años viajé a Estados Unidos y cuando cumplí 15 años decidí volver a Colombia porque me cansé de la distancia.

                                                                                                                                Y regresó…

                                                                                                                                Era 1969. Empecé a estudiar secretariado bilingüe y supe de los caminos de mis hermanos. Terminé contagiándome de esa época en la que los jóvenes nos creíamos dueños del mundo. Entré a la Juventud Comunista. Pasé de leer la biblia y de observar a Miguel Ángel a estudiar Marxismo.

                                                                                                                                Su papá era almirante de la Armada, ¿cómo manejaban los contrastes ideológicos en su casa?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En casa siempre se presentaban discusiones álgidas, pero mi papá era un hombre profundamente ético y siempre manejó la situación con respeto hacia nuestras decisiones. Fue doloroso para mis papás ver los caminos que sus cinco hijos estaban tomando. Sin embargo, él no veía otra opción que dejarnos el camino libre para que asumiéramos las consecuencias.

                                                                                                                                ¿Quién fue el primero en entrar a un grupo revolucionario alzado en armas?

                                                                                                                                Carlos; él entró primero a las Farc, pero sus propósitos con los grupos revolucionarios eran otros y se retiró con Álvaro Fayad. En 1973, junto a Bateman y otros locos soñadores, fundan el M-19.

                                                                                                                                ¿Cuando entró al M-19?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                En 1974 viajé a Paris, empecé a estudiar sociología y me encontré con toda la izquierda del mundo. Había uruguayos, argentinos, vietnamitas, chilenos, cubanos, era interesante ver tantos mundos creyendo en esa izquierda hermosa de los setenta. Eso sumado a todo lo que estaba ocurriendo en mi país con el nacimiento de ideas nuevas y de jóvenes que estaban dando la vida por la revolución, hizo que al año siguiente regresara. Cuando volví, Carlos me habló del Eme y tuve fe en ese sueño de luchar por un país mejor para todos. En 1975 entré al M-19. Tenía 21 años y ya no me quería regresar a Francia, quería quedarme en Bogotá con mis hermanos. Era operadora internacional de Telecom y sindicalista dentro de la empresa. Debía convencer a la gente de luchar por nuestros derechos, además era secretaria del Comando Superior (del M-19) y servía de enlace para repartir por toda Colombia el periódico del Eme. La ternura de mis compañeros y el hecho de haber firmado la paz por sobre todas las cosas es el mejor recuerdo que me queda.

                                                                                                                                ¿Cuándo se entregó totalmente a la causa del M?

                                                                                                                                El 31 de diciembre de 1978, cuando estaba embarazada, con una barriga gigante y me encargaron una de las caletas más grandes en la operación del robo de las armas del Cantón Norte (Bogotá).  

                                                                                                                                ¿Qué pasa después de esa operación?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Me detienen el 14 de enero de 1979. Tenía 7 meses de embarazo y fui condenada a 8 años de cárcel en una prisión de aquí de Boyacá. Mis hermanos Carlos y Hernando también estaban en la cárcel, al igual que otros comandantes del Eme. En septiembre de 1982 se levanta el Estado de Sitio y pude salir.  Tres meses después se da una amnistía y Carlos, junto con el resto de los compañeros, salen de prisión.

                                                                                                                                 ¿Cuándo decide salirse del Eme?

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Una mañana estaba con mi hija esperando el bus del colegio. Alejandra tenía como 5 años y como si la vida me estuviera hablando con una patada en el corazón, me miró y dijo: “Mami, tú me abandonaste”. Yo trate de explicarle que no la había abandonado, que estaba en una lucha por la justicia social. Estaba reclamándome por tantas noches que pasó sin mí y con su abuela, ya era hora de que algo cambiara. Ese fue el momento en el que dije: ya, no más. En el 85 salí de la guerra y me fui para Paris con mi mamá a construir un presente nuevo para todas, con la fe puesta en que le podría entregar un camino nuevo a mi hija.   

                                                                                                                                Mirada a un pasado premonitorio

                                                                                                                                La guerra terminó de estallar en los corazones de la familia Pizarro y Margoth -la mamá- había soportado las situaciones más adversas con dolor y soledad. Comenzó una vida tranquila junto a los cafetales de El Recuerdo. A sus 80 años, una tarde caminaba con su hija por el guayabal, solo había serenidad entre ambas. Nina le preguntó algo que le haría entender el horizonte que había tomado su camino:

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                -Mamá, ¿tu amas la vida a pesar de todo el dolor que te ha tocado vivir?

                                                                                                                                -Claro- le dice Margoth –De eso se trata la vida, de abrir los brazos y esperar a que llegue lo que te tenga que llegar.

                                                                                                                                No ad for you

                                                                                                                                Nina entendería entonces lo sucedido esa tarde de 1979, cuando entre la multitud de policías y militares que solían entrar a la cárcel de mujeres en Tunja vio pasar frente a sus ojos, vestido de militar, a Rafael, el hombre con el que hoy comparte sus sueños y esperanzas. Fue un instante, no hubo ni una palabra, pero definitivamente la vida le mostraba lo que le esperaba más allá de la guerra.

                                                                                                                                Con los años, Nina y Rafa se reencontraron, tan iguales y dignos como son ahora, y como siempre lo fueron. Simplemente bastó hablar con el corazón y abrir sus brazos para que la vida trajera lo que les debía traer, como lo sentenció Margoth.

                                                                                                                                *Este artículo fue publicado en el periódico Utópicos de la Universidad Santiago de Cali.

                                                                                                                                Por Pablo Navarrete / @Elpaticorti*

                                                                                                                                Ver todas las noticias
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Read more!
                                                                                                                                Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
                                                                                                                                Aceptar